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jueves, 28 de mayo de 2015

El primer número de ‘The All Results Journals: Nano’ ya es una realidad

‘The All Results Journals: Nano’ es la primera revista de acceso abierto que incluye resultados negativos obtenidos en diferentes investigaciones científicas en el campo de la nanotecnología. Todo ello hace que ‘The All Results Journals: Nano’ sea una importante y útil fuente de información tanto para expertos como para principiantes de esta disciplina tan extendida en los últimos años a través de la comunidad científica de todo el mundo. 


Un grupo de revistas se ocupa de publicar resultados negativos, una controversia de larga data.

Sevilla- Abril de 2015. La nanotecnología, desde su descubrimiento hace más de tres décadas, ha supuesto la inclusión de novedosos materiales con propiedades diferentes a las que tiene en sí el material considerado como un ente macroscópico. Estas propiedades, que dependen en su mayor parte del tamaño, han supuesto interesantes hallazgos de utilidad para la medicina, electrónica o producción de energía. Estos descubrimientos se publican normalmente en revistas especializadas, que generalmente publican resultados positivos. Sin embargo, más del 60% de los estudios llevados a cabo hoy en día conducen a resultados inesperados o negativos.

El objetivo de ‘The All Results Journals: Nano’ es publicar estos resultados negativos y, con ello, proporcionar toda la información posible para evitar la realización de experimentos erróneos o cuyo rendimiento es prácticamente nulo. Esta información es esencial para ayudar a mejorar el diseño de determinadas experiencias y optimizar el gasto en el campo de la Nanotecnología. Gracias a la publicación de este tipo de resultados, que siempre han sido obviados y excluidos, los investigadores pueden ahorrar tiempo y dinero, ya que se consigue evitar repetir las mismas experiencias con resultados fallidos.

‘The All Results Journals: Nano’ aporta resultados negativos o datos a priori irrelevantes que, a pesar de lo establecido, contienen una información esencial para el desarrollo de las investigaciones a las que se refieren, siendo de gran ayuda y utilidad para aquellos investigadores en el área de la nanotecnología. En contra del pensamiento que se ha  extendido a lo largo de toda la historia de la ciencia, los resultados negativos son información de alta calidad científica y esencial para un desarrollo científico eficaz. La entidad detrás de esta nueva revista, la Sociedad para el Avance Científico (SACSIS), publica desde el año 2008 otras revistas de resultados negativos en los campos de la Biología, Física y Química. Ahora es el turno de la nanotecnología, un campo científico aún por desarrollar y en el cual se tienen muchas expectativas en relación con su aplicación a diferentes áreas como la biomedicina o el sector energético. Las investigaciones que publica ‘The All Results Journal: Nano’ están revisadas por expertos (peer-review) y contienen información teórica y empírica obtenida en experimentos científicos que han resultado ser erróneos o fallidos, todos ellos relacionados con aspectos nanotecnológicos. Además, estos trabajos están clasificados en diferentes secciones para comodidad y facilidad de búsqueda para sus lectores. El eslogan de ‘The All Results Journals’ es ya una declaración de intenciones: “Todos tus resultados son buenos resultados”, en contra de lo que la mayoría de revistas tradicionales buscan y proclaman. Además SACSIS, gracias a donaciones y aportaciones de socios, ha desarrollado un nuevo concepto de acceso abierto total (Total Open Access) que sufraga los gastos de publicación a los autores: nadie paga por publicar ni por descargarse un artículo en The All Results Journals, por lo que esencialmente es una plataforma de apoyo al investigador.

‘The All Results Journals’ busca darle una vuelta a la forma actual de publicar ciencia, y así quiere demostrarlo a toda la comunidad científica con el lanzamiento de este primer número, un nuevo aporte en esta andadura encaminada a conseguir este objetivo. 

Contacto

Dr. David Alcántara Parra 
+34 664 33 01 82 

Para mayor información


Fuente

Paula Ruiz del Portal Vázquez
Gabinete de Medios y Comunicación
Sociedad para el Avance Científico (SACSIS)
 

martes, 26 de mayo de 2015

Tartamudeo

La tecnología crea posibilidades y expone defectos. Las desventuras de un rey sirven como analogía al momento de abordar la comunicación científica.

El problema de Jorge VI (izquierda) se vió expuesto por la aparición de la radio. Colin Firth dió vida al rey en la película del 2010.

En la película “El discurso del rey”, Jorge V le dice a su hijo “En el pasado, todo lo que un rey tenía que hacer era verse respetable en uniforme y no caerse del caballo. Ahora debemos invadir la casa de la gente y congraciarnos con ellos” (1). El monarca hacía referencia al más reciente avance tecnológico: la radio.

Su hijo, el duque de York en ese momento y futuro rey Jorge VI (luego de que su hermano Eduardo abdicara al trono para casarse con la divorciada norteamericana Wallis Simpson) era tartamudo. Y un rey tartamudo no inspiraba autoridad y liderazgo de acuerdo a la mirada de la época.

Salvando las distancias, algo similar ocurre con el más reciente avance tecnológico: la Internet. Sus hijos son múltiples y siguen apareciendo: páginas web, correos electrónicos, blogs, Facebook, Twitter, etc., etc., etc. Como decía en un artículo anterior (2), estos avances no han hecho más que desnudar todas nuestras falencias comunicacionales. Así como la radio ponía en evidencia al futuro monarca, la Internet (y sus descendientes) pone en evidencia nuestras debilidades al momento de comunicar, en lo personal y en lo profesional.

La radio expuso al monarca. La Internet expone a la ciencia
Si uno entiende que el artículo científico no es el último paso en la función del investigador, será más fácil comprender que, en el caso particular de la ciencia, ya no es suficiente con diseñar buenos experimentos o escribir papers innovadores. Si los investigadores no comunican lo que hacen, no van a poder “congraciarse” con los destinatarios finales e inversores de su trabajo: la sociedad en su conjunto.

De superar esta "tartamudez científica" dependerá que se consigan más y mejores recursos humanos para los laboratorios, que se obtengan nuevos fondos para los proyectos y que el sector productivo interaccione con los científicos para incorporar novedades tecnológicas. En resumen, que el proceso de investigación y sus resultados contribuyan a formar y enriquecer al mismo tiempo que a superar las dificultades del ámbito en el que se encuentra cada espacio de investigación.

El Estado solventa a la ciencia y hoy, más que nunca, necesita que esa ciencia brinde capacitación y respuestas. Aceptando que el rol de la comunicación científica es central (3), ¿Ud. considera que todos estos objetivos pueden alcanzars sin ella?

Fuentes


martes, 28 de abril de 2015

Los 9 consejos para enviar emails correctamente

Dos ejecutivos de Google aconsejan sobre los puntos a tener en cuenta para maximizar la eficiencia en el uso de una de las primeras herramientas tecnológicas que seguimos utilizando.




Por 

Traducción por Claudio Pairoba

1. Responda rápidamente
Hay gente en quienes podemos confiar para responder rápido y están aquellos que no. Esfuércese por ser uno de los primeros. Algunos de las mejores, y más atareadas, personas que conocemos se ocupan rápidamente de sus emails, no solo con nosotros o con unos pocos remitentes, si no con todos.

Responder establece un ciclo de feedback positivo en la comunicación en el cual su equipo y colegas van a estar más predispuestos a incluirlo en discusiones y decisiones importantes. Responderle a todos refuerza la cultura meritocrática y pareja que Ud. está tratando de establecer. Estas respuestas pueden ser muy cortas, “recibido” es una de nuestras favoritas. Y cuando Ud. se siente confiado en su habilidad para responder rápido, le puede decir exactamente a la gente lo que una falta de respuesta quiere decir. En nuestro caso por lo general es “recibido y proceda”. La cual es mejor que lo que una falta de respuesta significa para la mayoría de la gente: "Estoy tapado de cosas y no sé cuándo o si voy a llegar a tu nota, así que si necesitás mi opinión vas a tener que esperar en el limbo un poco más. Además no me caés bien".

2. Cuando uno escribe un email, cada palabra importa y la prosa inútil no. Sea tajante en su entrega.
Si describe un problema, defínalo con claridad. Hacer bien esto requiere más tiempo, no menos. Ud. tiene que escribir un borrador después repasarlo y eliminar cualquier palabra que no sea necesaria. Piense en la respuesta del fallecido novelista Elmore Leonard cuando le preguntaron por su éxito como escritor: “Dejo fuera las partes que la gente saltea”, La mayoría de los emails está lleno de cosas que la gente puede saltear.

3. Limpie su casilla de entrada permanentemente.
¿Cuánto tiempo pasa Ud. mirando a su casilla de mensajes, tratando de decidir cuál será el próximo email que contestará? ¿Cuánto tiempo dedica a abrir y leer emails que ya leyó? El tiempo que Ud. pasa pensando cuáles son los mensajes de su casilla de los cuales debería ocuparse es una pérdida de tiempo. Lo mismo pasa con el tiempo que Ud. dedica a releer un mensaje que ya leyó (y sobre el cual no tomó ninguna decisión).

Cuando Ud. abre un nuevo mensaje, tiene pocas opciones.
- Leer lo suficiente del mismo para darse cuenta de que no necesita leerlo
- Leerlo y actuar inmediatamente
- Leerlo y actuar después
- Leerlo más tarde (vale la pena leerlo pero no es urgente y es demasiado largo para leerlo ahora).

Elija de entre estas opciones en ese mismo momento, con una marcada tendencia hacia las dos primeras posibilidades. Si lee la nota y sabe lo que hay que hacer, hágalo ya. Si no, va estar condenado a releerlo, lo cual es una pérdida de tiempo absoluta.

Si Ud. hace esto de manera correcta, entonces su casilla de mensajes se transforma en una “lista de cosas para hacer” solo de los temas complejos, cosas que requieren de una dedicación mayor (etiquételos como “hacer algo” o en Gmail márquelos con una estrella”), con unos pocos mensajes “para leer” de los cuales puede ocuparse más tarde.

Para asegurarse de que el amontonamiento no se trasfiera desde su casilla de entrada a su carpeta “hacer algo”, Ud. tiene que limpiar este último todos los días. Esta es una buena actividad para la noche. Tener cero mensajes es el objetivo, pero cualquier número inferior a 5 es razonable. Si no, perderá tiempo después tratando de entender a qué tiene que dedicarle tiempo de una larga lista de cosas.

4. Maneje sus mensajes en orden “último primero”. A veces de  las cosas más viejas se encarga otra persona.

5. Recuerde, Ud. es un direccionador.
Cuando Ud. recibe una nota con información útil, considere quién más podría encontrarla útil. Al final del día, haga un repaso mental sobre los mensajes que recibió y pregúntese “¿qué debería haber reenviado y no lo hice?”.

6. Cuando use la opción “copia oculta” , pregúntese por qué.
La respuesta es casi siempre que Ud. está tratando de ocultar algo, lo cual es contraproducente y potencialmente vil en una cultura de transparencia. Cuando esa sea su respuesta, copie a la persona de manera abierta o no la copie para nada. La única situación en que recomendamos usar la copia oculta es cuando se quita a alguien de una cadena de emails. Cuando Ud. “contesta a todos” en una larga lista de emails, mueva aquellas direcciones que ya no son relevantes al grupo de “copia oculta”, y especifique en el texto que está haciendo esto. Los destinatarios estarán aliviados de no tener que ver otra nota irrelevante atiborrando su casilla de entrada.

7. No grite.
Si necesita gritar, hágalo en persona. Es demasiado fácil como para hacerlo electrónicamente.

8. Haga más fácil el monitoreo de los pedidos.
Cuando le envíe una nota a alguien con una acción que Ud. quiere monitorear, cópiese a Ud. mismo y luego etiquete la nota como “monitorear”. Hace que sea más fácil de encontrar y monitorear aquellas cosas que no se hicieron, solo reenvíe la nota original con una nueva introducción preguntando “¿esto está hecho?”

9. Ayúdese a Ud. mismo a buscar cosas en el futuro. Si recibe algo que cree va a querer recordar más tarde, reenvíeselo a Ud. mismo con algunas palabras clave que describan su contenido.
Pregúntese, “¿cómo voy a buscar esto más adelante?”, Después, cuando lo busque, seguramente usará esas mismas palabras para encontrarlo. Esto no es solo práctico para los emails, si no también para documentos importantes. Jonathan escanea los pasaportes familiares, licencias y tarjetas del seguro de salud, y se las envía a él mismo junto con algunas palabras descriptivas. Si algunas de estas cosas se pierde durante un viaje, las copias pueden encontrarse fácilmente con cualquier buscador.


Fuente

miércoles, 8 de abril de 2015

La comunicación como disciplina científica

Sandra Massoni expone los avances logrados en los últimos años en el campo académico y científico hacia el reconocimiento de la comunicación como disciplina científica consolidando su institucionalización.



Por Sandra Massoni *

Durante la última mitad del siglo XX y comienzos del siglo XXI los estudios de comunicación han consolidado un debate en torno de su propio lugar en el ámbito científico y profesional. La discusión no está zanjada. Como aporte a ese debate, desde la Universidad Nacional de Rosario, y también desde la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario, hemos desplegado una metaperspectiva propia que tiene reconocimiento internacional como espacio innovador de exploración de la comunicación desde los nuevos paradigmas de la ciencia.

Más allá de los acuerdos y desacuerdos conseguidos, lo cierto es que hemos compartido durante muchos años con tantos colegas de Argentina y de Iberoamérica un movimiento de despliegue y, evidentemente, de crecimiento del campo comunicacional. Este crecimiento se ha registrado tanto hacia el interior de nuestra facultad y nuestra universidad como en el entorno de las ciencias sociales en general, en un extenso recorrido que registra en los últimos tiempos hitos destacados de institucionalización, como por ejemplo el reconocimiento de la comunicación como disciplina en nuestra Universidad Nacional de Rosario y la inclusión de la comunicación en las comisiones de evaluación de algunos de los organismos de ciencia y tecnología de nuestro país como el Conicet (Comisión Nacional de Investigaciones Científicas y Tecnológicas).

Esta institucionalización del saber comunicacional tiene importantes derivaciones. Por ejemplo, la incorporación de comunicación social en la grilla de disciplinas incluidas en los formularios específicos de las secretarías de Ciencia y Técnica de las universidades, vinculados a la presentación de proyectos de investigación radicados en esas unidades académicas. Con ello, la consecuente evaluación de pares especializados en la misma disciplina, en lugar de especialistas en otras ciencias sociales, los cuales –en ocasiones– no tienen la expertise teórica o metodológica requerida para proyectos específicos de investigación o de extensión en comunicación. De allí su importancia respecto de evaluaciones más detalladas y más conducentes al avance de la especialidad. Estos nuevos espacios potencian los estudios comunicacionales en el país y la región. Se originan en un contexto de importantes cambios a nivel social, local y global que está provocando desplazamientos y rupturas académicas y profesionales en torno de la comunicación que considero necesario acompañar crítica y valorativamente desde nuestro lugar en la universidad. Personalmente sostengo que estamos viviendo un nuevo momento de la comunicación en nuestras sociedades; una centralidad de lo comunicacional diferente de la registrada en otras etapas del desarrollo de nuestro campo de estudios. Esto se hace visible en:

- las evidentes transformaciones en cuanto a la consideración del lugar de la comunicación y los comunicadores en la sociedad actual;

- la integración de comunicadores sociales en equipos de trabajo para áreas muy diversas más allá de los medios masivos tradicionales;

- los actuales debates e innovaciones sobre regulaciones y políticas de comunicación en Latinoamérica;

- la innovación en investigaciones comunicacionales estratégicas que son demandadas, a nivel mundial, tanto en ámbitos de gobierno como en las empresas y en el tercer sector;

- el surgimiento y sostenimiento en el tiempo, especialmente en Latinoamérica, de numerosas carreras de comunicación de grado y de posgrado especializadas en muy diversos registros de lo comunicacional.

Estos y otros ejemplos que podríamos mencionar nos muestran otras posibilidades en torno de lo comunicacional, quizá no imaginadas siquiera por nosotros mismos cuando comenzamos este recorrido, hace ya 30 años, allá en los últimos días de la dictadura cívicomilitar en Argentina.

La comunicación ocupa hoy un lugar creciente en nuestras sociedades. Considero que esta centralidad de la comunicación requiere dos tareas: especificar el objeto de estudio en todos los espacios académicos de formación y de investigación en comunicación y rediseñar el campo de prácticas del comunicador social.

* Doctora UBA. Directora de la Maestría en Comunicación Estratégica de la UNR.

Fuente:

pagina12.com.ar

sábado, 28 de marzo de 2015

II Encuentro de Socialización de la Ciencia

Organizado por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Facultad de Cs. Médicas convocó en el hall central de la facultad a estudiantes que hacen investigación.
Los alumnos mostraron sus trabajos de investigación en la Facutad de Cs. Médicas (Foto: C. Pairoba)

 
Nos reunimos con Alicia Spadoni, Secretaria de Ciencia y Técnica de la Facultad de Cs. Médicas y Alejandra Luquita, profesora adjunta de la cátedra de Biofísica e investigadora del Consejo de Investigaciones de la Universidad Nacional de Rosario (CIUNR). Ambas profundizaron sobre este encuentro que tuvo lugar el 19 de marzo y que continúa fortaleciendo las actividades de comunicación para los estudiantes que hacen investigación en la Escuelas de Medicina, Enfermería y Fonoaudiología de la Facultad de Cs. Médicas.
 
¿Qué son los encuentros de socialización de la ciencia?
Alicia Spadoni:
Antes que nada creo importante remarcar que el contexto es “estudiantes”, o sea alguien que está en formación. Si bien todos lo estamos en la medida que vamos haciendo academia, ciencias, investigaciones, extensión, pero el estudiante es el que más necesidad de formación tiene.
 
Desde hace un tiempo, la facultad tiene un programa de formación en investigación con dos etapas. Una de iniciación y otra de perfeccionamiento. El programa está abierto a cualquiera de las escuelas de la facultad, o sea que pueden ingresar estudiantes de medicina, fonoaudiología o enfermería. Nos encontramos con que el espacio del encuentro surgió como la necesidad de comunicarnos acerca de lo que cada uno investiga.
 
En este programa, el estudiante tiene un director y un co-director. Le pedimos que la temática sea parte del proyecto de referencia, el cual está acreditado en la Universidad Nacional de Rosario. Esto tiene un doble sentido. Impactar en el propio proyecto con nuevas facetas y en el estudiante con un acompañamiento y una formación con el mismo director del proyecto o bien con el co-director o alguno de los integrantes avezados. En esta situación y a partir de la práctica se va construyendo la investigación.
 
 ¿Por qué se habla de socialización?
AS:
Este encuentro no es una presentación evaluada, es una presentación de “mirá lo que hice”, por decirlo de alguna manera. Se comparte entre los compañeros que están en el programa. El año pasado fue la primera experiencia y resultó impactante. Todos los 83 chicos que integraban el programa quisieron presentar, estaban entusiasmados.
 
Este año la ampliamos a los otros espacios donde también se hace investigación. Por ejemplo la Asociación Científica Rosarina de Estudiantes de Medicina (ACREM) que están conectados con las otras facultades de medicina del país, los becarios del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) que es otro logro universitario. En este último caso tenemos tres becarios de esta institución. También intercambiamos las tesinas de grado, dado que tanto enfermería como fonoaudiología hacen licenciatura, por lo tanto tienen la posibilidad de hacer investigación.
 
Dentro de este criterio, agregamos a las tesis de posgrado entendiendo que son desarrolladas por estudiantes. El espíritu es el intercambio, tener un espacio exclusivo para los estudiantes que investigan. A punto tal que es una institucionalización, ya que la facultad reconoce a los estudiantes que están investigando. Esto se concreta con la certificación, la posibilidad de disponer del hall central como espacio físico para los posters, y con la consideración de estar exceptuado de sus clases durante el período de presentación.
 
Alejandra Luquita: Todo este trabajo también es un intercambio alumno-docente. Hay una comisión asesora de becas formada por investigadores-docentes de la Facultad de Cs. Médicas que hace una evaluación tanto del proyecto de beca del alumno, el cual es individual, como del informe final. En este caso, hay docentes-investigadores que pasan por los posters haciendo una evaluación y una coordinación del trabajo realizado tanto en la metodología como en los resultados y las conclusiones obtenidas. Se hace una discusión que favorece al alumno y al docente-investigador que participa.
 
La comisión asesora mixta, que fue promovida por la Dra. Alicia Spadoni, hace que funcionemos una vez por semana para llevar adelante estas actividades que requieren un trabajo importante de evaluación. También participan representantes de las tres escuelas. Además, hay una comisión ad-hoc de jueces expertos que evalúan el proyecto de beca cuando los temas son muy específicos (Chagas, problemas pulmonares, problemas fonoaudiológicos). Esto se realiza a pesar de que los proyectos de beca pertenecen a proyectos acreditados ya que a veces son partes muy pequeñas que a veces ni siquiera figuraron en el proyecto acreditado. Aparecen otros ítems a evaluar por la evolución de conocimiento.
 
Considero que es importante no solo la parte intelectual si no también la parte manual. Es importante que la misma se adquiera durante la carrera y no durante la residencia, porque el profesional avanza mucho si tuvo una práctica anterior. En la carrera de medicina se ha avanzado mucho en este aspecto con el nuevo plan.
 
 ¿Cuántos trabajos se presentaron este año?
AS:
Alrededor de 80, ya que tenemos los becarios de iniciación que pasaron a perfeccionamiento y también tenemos ingresos nuevos.
 
AL: Quiero recalcar que después de muchos años, la Dra. Spadoni logró que el reglamento de las becas de iniciación y perfeccionamiento fuera aprobado por el Consejo Directivo de la facultad. De acuerdo a este reglamento, un alumno puede realizar una beca de iniciación y tres de perfeccionamiento para que todos aquellos que quieran hacerlo puedan participar.
 
¿Las becas son rentadas?
AS: No, aunque existe el espíritu para que lo sean.
 
AL: En su momento, la Secretaría de Ciencia y Técnica de la universidad había dado un monto pequeño y eso fue un gran estímulo. Cuando la facultad cumplió 90 años se hizo una selección y se dieron premios a los mejores becarios por su producción. Pero después de eso no hemos tenido un apoyo financiero ya que hay otras urgencias que se deben cubrir.
 
¿Qué otra actividad de la SeCyT les gustaría destacar?
AS:
Estamos poniendo mucho esfuerzo en la revista de la facultad. Siempre ha sido muy costoso el tema de sostenerla por todo lo que implica. Hemos logrado que Rectorado nos asignara una pequeña partida para poder hacer la revista. Por este año tenemos la posibilidad de hacer dos o tres números.
 

La revista en un principio tenía solo artículos científicos originales. Le dimos una pequeña vuelta justamente para comunicar la ciencia. Ahora tenemos un espacio que es para los estudiantes. Hay trabajos de los estudiantes que están muy bien calificados y nos parece apropiado que se divulguen desde la revista. También hay trabajos de revisión, para aquellos pequeños avances que no pueden estar presentados por razones de costo en revistas de alto impacto. Pero el objetivo de comunicar y compartir se logra. Los estudiantes se entusiasman mucho con esta posibilidad.
 
Nuestra página de Internet está en construcción y pensamos inaugurarla presentando los posters de este encuentro.
 
ES: El encuentro logra ampliamente su objetivo de que los estudiantes muestren sus resultados y vayan iniciándose en el mundo de la investigación. El entusiasmo y las ganas son palpables en todos los que presentaron sus posters. Desde la SeCyT de la Facultad de Cs. Médicas han creado un canal importante para dar a conocer trabajos de investigación por demás interesantes. Además, apuntalan el objetivo de que los futuros profesionales tengan una cultura de la comunicación desde los comienzos de su carrera.

sábado, 1 de noviembre de 2014

VIII Jornada de Ciencia y Tecnología: Reflexiones


El encuentro anual sirvió, una vez más, como espacio de encuentro para nuestros docentes-investigadores y socialización de su producción científica.

El encuentro anual permite conocer los trabajos de docentes-investigadores de la Universidad Nacional de Rosario.


Más de 350 posters de 1400 autores y cerca de 200 trabajos ampliados para publicar en el libro que aparecerá en el 2015, son algunos de los números que definieron a este espacio que estuvo abierto desde las 9 de la mañana hasta las 17:30 hs.

El acto inaugural tuvo palabras de las doctoras Clara López y Estela Alvarez (Secretaria y Subscretaria de Ciencia y Tecnología respectivamente) y sirvió de marco para la entrega de certificados a los nuevos becarios del Consejo Interuniversitario Nacional y a los becarios de la Universidad Nacional de Rosario que concluyeron sus becas 2013.

Los trabajos se distribuyeron en 6 sesiones que permitieron tener una idea de la rica y variada producción científica de los docentes-investigadores de nuestra universidad.

Pero no todo terminó allí. A través de los distintos canales de difusión de nuestra secretaría, continuaremos dando a conocer lo que se vivió el día de la jornada: la profundidad de las distintas temáticas abordadas, el entusiasmo de todos los participantes y las posibilidades de generar acciones conjuntas a futuro. El espacio de la jornada se ha perfilado como una manera de estimular el trabajo interdisciplinario, como lo destaca la Dra. López.

“Lo que más quiero destacar respecto al desarrollo de esta jornada es la posibilidad de la interacción entre los distintos actores”, remarcó la Secretaria de Ciencia y Técnica. “Es decir, la presentación de los proyectos ante docentes-investigadores no de la misma área de trabajo del investigador, si no de otras disciplinas. Esto es bueno porque permite realizar a futuro proyectos interdisciplinarios.”

La funcionaria destacó “el interés manifiesto por los participantes, quienes cada vez son más” así como “el número de autores que ven la posibilidad de ampliar sus trabajos para darlos a conocer en el libro que la secretaría publica anualmente”.

Video de la Jornada


Por su parte, Estela Alvarez destacó el entusiasmo de los participantes, haciendo especial hincapié en las nuevas generaciones.

“Lo que noté con respecto a otros años es la participación de investigadores cada vez más jóvenes, recién doctorados por ejemplo, en la socialización que realizan las distintas unidades académicas. El entusiasmo que ponen en ese intercambio que se realiza cuando escuchan otro tipo de trabajos, el interés de sus comentarios y cómo valoran el acceder a otras áreas del conocimiento, es algo digno de destacar”, enfatizó la subsecretaria.

Los coordinadores de cada sesión tuvieron un papel preponderante en destacar temáticas y trabajos que les parecieron novedosos, sirviendo como puente para darlos a conocer desde la nueva sección creada en nuestra secretaría, el ESPACIO SeCyT. Este canal tiene por objetivo conocer más sobre los docentes-investigadores tanto en lo que concierne a sus actividades académicas como en lo relacionado con sus historias de vida y los recorridos que los llevaron a elegir y crecer en la actividad desarrollada.

Cabe recordar que ESPACIO SeCyT está abierto para todos aquellos docentes-investigadores y estudiantes avanzados que quieran dar a conocer aspectos de su trabajo que consideren merezcan ser destacados.

miércoles, 29 de octubre de 2014

SAIB 50: Entrevista con Carlos Andreo


Núcleo de formación para el sistema científico rosarino, la prestigiosa y productiva organización celebra sus 50 años en la ciudad que resultó profundamente favorecida por su accionar. 

La historia de la SAIB tiene un capítulo especial en Rosario.

Por Claudio Pairoba*

El Dr. Carlos Andreo, presidente de la Sociedad Argentina de Investigación Bioquímica y Biología Molecular (SAIB), nos cuenta sobre la historia y el presente de la organización que conduce.

¿Cómo nace la SAIB?
La primera reunión de la (SAIB) es del año 1965. A principios de ese año se tenía el estatuto ya escrito, pero la idea surge en 1964 y esto, tengo entendido, fue consecuencia de reuniones y seminarios que se realizaban siempre en Buenos Aires en forma rotativa y en los cuales intervenían investigadores de los distintos laboratorios.
Con esta primera reunión del año 1965 se reemplazó ese sistema y ahora vamos llegando a la reunión número 50.

¿Quiénes estuvieron en su creación?
Leloir fue el primer presidente y estuvo en el grupo inicial que decidió sobre la creación de la organización. Tengo entendido que en esa época también tienen que haber participado Hector Torres, Hector Carminatti, probablemente Israel Algranati, Rodolfo Brenner, Alejandro Paladini, Ranwell Caputo (quien ya para ese entonces estaba en Córdoba según recuerdo). Él da origen a toda la investigación en Química. Biológica que se desarrolla como consecuencia de su traslado a esa ciudad.

¿Por qué es importante la SAIB para Rosario?
Para contestar esta pregunta hay que hacer un poco de historia. En el ‘65, cuando se crea SAIB, yo comenzaba como estudiante la carrera de Bioquímica. Llego al cuarto año para cursar Química Biológica, que era la primera materia biológica que se tenía en la carrera. Los tres primeros años eran exactamente iguales a los de cualquier ingeniería. Es más, muchos de nuestros profesores eran profesores de las mismas asignaturas que en la Facultad de Ingeniería. La universidad en ese momento era Universidad Nacional del Litoral (UNL) y Bioquímica se estudiaba en la Facultad de Cs. Médicas, Farmacia y Ramos Menores, o sea que Bioquímica era uno de los ramos menores de esa facultad.

La división de la UNL y la aparición consecuente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) es del año 1968. Yo terminé mi carrera en la UNR pero la empecé en la UNL. Y de estudiar Bioquímica en la Facultad de Cs. Médicas, Farmacia y Ramos Menores terminé como bioquímico de la Facultad de Cs. Bioquímicas de la UNR. 

La materia Química Biológica tuvo entonces un papel preponderante en todo lo que vendría.
Tuvimos la suerte de cursar Química Biológica en ese momento. Por única vez surgió la organización del cursado de estas dos asignaturas anuales (Química Biológica I y II) dictadas por profesores que viajaban desde diversas partes del país. Todos ellos fueron y aún son miembros destacados de la SAIB. Muchos fueron también presidentes de la sociedad. Tenemos la suerte de tener a muchos de ellos presentes en este momento y en la reunión. 

¿Quiénes eran los profesores que venían a dictar la materia?
Con errores y omisiones, no quisiera generar un problema, pero los nombres que recuerdo son los de los doctores Santomé, Delhacha y Paladini, dictándonos clase aquí en Rosario. También Algranati, Carminatti, Gomez de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Andrés Stoppani (profesor de Química Biológica de la Facultad de Bioquímica de la UBA). Recuerdo la presencia de Federico Cumar dictando alguna de las clases teóricas y viniendo de la Universidad de Córdoba para dictarlas, también del Dr. Torres. Tuvimos prácticamente a miembros y ex presidentes de la SAIB, dictándonos estas clases de Química. Biológica. Además tuvimos la presencia de la Dra. Mirta Biscoglio como coordinadora de todas las actividades prácticas dictadas durante dos años, 68 y 69. 

¿Cuál es el resultado de esta experiencia?
Esta experiencia, que fue única, fue muy importante porque posteriormente a estos dos años se decidió la creación del Departamento de Química Biológica en la Facultad de Bioquímica. Su primer profesor fue el Dr. Rubén Vallejos, quien también había venido a dictar algunas de estas clases y ha sido miembro por muchos años de esta sociedad. Además de contar con él, al poco tiempo se unió aquí Juan José Cazzulo, regresando de su estadía posdoctoral en Inglaterra. Estuvo alrededor de 10 años como profesor asociado de Química. Biológica con lo cual también contribuyó muchísimo a la creación de un núcleo de investigación en ese Departamento de Química Biológica que con el tiempo se transformó en un instituto del CONICET. Este instituto fue el CEFOBI (Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos), el cual fue el primer instituto de doble dependencia entre CONICET y la UNR, que se crea aquí en Rosario.

La creación del CEFOBI marca otro punto de inflexión en la investigación de nuestra ciudad.
Esto generó proyectos de investigación muy importantes y la realización de tesis doctorales que prácticamente no existían ya que no había un reglamento para llevarlas adelante. En esa época, mucha gente hacía la tarea experimental en Rosario y terminaba defendiendo y presentando sus tesis doctorales en la UBA, ya que no existía la posibilidad de tramitar el título aquí. Por eso hubo que hacer camino allí, en la universidad, generando esas carreras de doctorado, que pasaron por tener un doctorado único de la universidad a tener los doctorados en cada una de las facultades que así lo requirieran.

Todo esto constituyó un núcleo muy importante de investigadores jóvenes en este instituto, este grupo se consolidó en el CEFOBI y originó con el tiempo la posibilidad de la creación de nuevos institutos. Entre ellos uno que tiene una significación muy importante para Rosario, su región y el país como es el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR). 

¿Cuál es el balance de todo lo sucedido?
Entiendo que esta experiencia inicial en la cual participaron ex presidentes de la SAIB y miembros comunes de la sociedad, ha sido el motor que impulsó todo este desarrollo y por lo cual Rosario tiene que estar realmente agradecida a la Sociedad, a la Universidad, al CONICET y a todos esos jóvenes que tuvieron la posibilidad de desarrollarse y potenciar las facilidades que actualmente existen.

La reunión anual de la SAIB se celebrará entre el 11 y el 14 de noviembre en los Salones Puerto Norte con la presencia de destacados conferencistas nacionales y extranjeros. El acto inaugural tendrá un momento especial para recordar a sus ex presidentes. Para mayor información consultar saib.org.ar

sábado, 20 de septiembre de 2014

Especialización en Periodismo Científico

Invitado por Antonio Capriotti, docente del ISET 18, tuve la oportunidad de dar una charla sobre estructura y funcionamiento del Sistema Cientifico-Tecnológico argentino.

La charla introductoria sirvió para comenzar a conocer como funciona
el sistema que produce conocimiento científico en la Argentina (Foto: A. Capriotti).


Antonio Capriotti y las autoridades del ISET 18 han tomado la iniciativa en un área de vacancia en nuestra ciudad y gran parte de la Argentina: la especialización en Periodismo Científico. La idea es que los alumnos de la carrera de periodismo puedan conocer en mayor profundidad distintos aspectos que tienen que ver con la ciencia. Abordando temáticas tan variadas como las cuestiones experimentales, los aspectos de la gestión científica y las políticas en Ciencia y Tecnología, el ciclo de seminarios permite la interacción de los estudiantes con gente del ámbito científico.

Dentro de esta estructura de seminarios mensuales, fui invitado a dar una charla el 4 de septiembre sobre “Introducción a la Estructura y Funcionamiento del Sistema Científico-Tecnológicoargentino”. Tema vasto pero que, a modo de introducción, sirvió para que los alumnos conocieran un poco más sobre la historia, estructura, funcionamiento y financiación de nuestro sistema de Ciencia y Tecnología.

La concurrencia estuvo compuesta por alumnos interesados en aplicar sus
estudios de Periodismo al ámbito científico (Foto: A. Capriotti).

La charla permitió la interacción con los alumnos, quienes participaron con preguntas y comentarios. Las preguntas, a su vez, sirvieron para adentrarse, aunque más no fuera brevemente por cuestiones de tiempo, en otros temas igual de importantes y complejos que el que motivó el encuentro.

Las especializaciones en Periodismo Científico no son comunes en nuestro país. Si bien contamos con profesionales de gran trayectoria, a nivel institucional llama la atención que aún no sea moneda corriente el abordaje del periodismo científico como una especialización. Sobre todo cuando hay periodistas que se especializan en cine, deportes, o policiales .

Durante las dos horas de la charla se plantearon interesantes preguntas
que conectaban con temas igualmente interesantes y complejos (Foto: A. Capriotti).

Es necesario contar con profesionales que tengan conocimientos, aunque sean básicos, sobre ciencia. También se requiere de profesionales que se muevan en el mundo científico, conociendo “quién es quién” en el mundo de la ciencia, especialmente el local. Este “conocimiento del paño” permite al profesional la repregunta y no simplemente aceptar a pies juntillas lo que se le está diciendo. Después de todo, los periodistas son curiosos, los científicos son curiosos. Uno esperaría que los periodistas científicos fueran doblemente curiosos, ¿verdad? 

Antonio realiza un excelente trabajo, dando a sus alumnos una sólida formación en diferentes áreas y estimulando la lectura y escritura, algo básico para el que desea expresarse como periodista. La iniciativa es por demás necesaria y les auguro éxitos viendo la forma en que trabajan docentes y alumnos y la pasión con que lo hacen.

jueves, 18 de septiembre de 2014

De los ácidos y las bases (I)

Una interesante mirada sobre la historia de la Química y algunos de sus términos más comunes. 


De los ácidos y las bases



Por César Tomé López

Con objeto de aportar algo de orden al mundo natural los humanos han creado desde siempre clasificaciones de las sustancias en función de su sabor y de su aspecto. Entre las categorías de sustancias más antiguas están los ácidos, con su fuerte sabor agrio; los álcalis, amargos; y las sales, de aspecto cristalino y solubles en agua. Sin embargo, estos criterios han cambiado drásticamente a los largo de los siglos en función del avance del conocimiento científico, de las técnicas analíticas y de las teorías químicas.

 El “antagonismo” entre ácidos y bases se conoce desde la antigüedad; los protoquímicos comenzaron a darse cuenta gradualmente de que el producto de estas “luchas” eran las sales. En el siglo XVIII, con la química ya establecida como actividad científica, la palabra “base” vino a significar cualquier sustancia que por reacción con un ácido daba lugar a una sal.

Entre las sustancias alcalinas más antiguas conocidas están la sosa (carbonato de sodio) y la potasa (carbonato de potasio). Se obtenían a partir de los extractos acuosos de las cenizas usadas en la producción de jabón y vidrio, de ahí su nombre genérico, del árabe al-qaly, “ceniza”. Estos álcalis “fijos” (no volátiles) se distinguían de otros álcalis que eran volátiles como el amoniaco, que se producían por descomposición de otras sustancias, como la urea de la orina. Algunas sustancias como la caliza o la creta, formas en la que se encuentra en estado natural el carbonato de calcio, se clasificaban como “tierras” alcalinas.

Los protoquímicos medievales europeos también disponían de sustancias como el espíritu del vinagre (ácido acético), cuyo proceso de purificación habían aprendido de sus predecesores árabes. En sus anaqueles también aparecían los ácidos inorgánicos, mucho más poderosos y corrosivos: espíritu de la sal (ácido clorhídrico), espíritu del nitro (ácido nítrico) y el espíritu del vitriolo (ácido sulfúrico). Estos ácidos eran capaces de disolver muchos materiales, incluidos los metales; incluso el oro, el más noble de todos ellos, sucumbía ante el “agua regia” (una mezcla de ácidos clorhídrico y nítrico). Esta capacidad como disolventes de los ácidos minerales los convertían en artículos comerciales de alto valor y en potentísimos símbolos del vocabulario alquímico.

El contacto entre cualquiera de estos espíritus y con un álcali provocaba una reacción tumultuosa, a veces muy violenta, generando mucho calor. Si el álcali era un carbonato también se observaba efervescencia ya que liberaba “aire” (dióxido de carbono, en realidad). Estos hechos cuadraban bien con las interpretaciones antropomórficas de los alquímicos, que pensaban en términos binarios y veían a álcalis y ácidos como poco menos que enemigos.

Los protoquímicos y después los químicos especularon de forma continuada con las causas últimas de la acidez y la basicidad. Una teoría que tiene su origen en Aristóteles, lo que no fue óbice para que mantuviese su influencia hasta entrado el siglo XVIII, mantenía que la materia tangible por sí misma no tiene propiedades intrínsecas; existían unas esencias intangibles, los “principios” como los de “acidez”, “basicidad” y “salinidad”, que se unían a la materia ordinaria. Estos principios, sin embargo, no podían aislarse, lo que hacía que ácidos y álcalis se definiesen de forma circular: una sustancia que reaccionaba vigorosamente con una categoría era clasificada como la otra. La teoría tenía un problema añadido, que era explicar el destino de estos principios tras la reacción, ya que las sales formadas diferían sustancialmente en propiedades de sus progenitores.

Robert Boyle redescubrió en el siglo XVII (Arnaldo de Villanueva ya dejó constancia de ello a principios del siglo XIV) que ciertas infusiones de plantas cambiaban de color al entrar en contacto con ácidos y álcalis conocidos. Así, por ejemplo, el sirope de violetas es azul por sí mismo, se vuelve rojo si entra en contacto con un ácido y verde si lo hace con un álcali (hoy día, aunque cada vez se use menos, el llamado tornasol es un extracto de determinados líquenes).

El redescubrimiento de Boyle permitió a los químicos romper la circularidad en la definición de ácidos y álcalis, ya que ahora podían clasificarse en función de una tercera referencia. Gracias a ello para demostrar que las neutralizaciones de ácidos y álcalis concretos se producían en unas proporciones de peso fijas había sólo un paso.

Sobre el autor: César Tomé López es divulgador científico y editor de Mapping Ignorance
Esta anotación es una participación de  Experientia docet en el XXXIX Carnaval de la Química cuyo blog anfitrión es Gominolas de petróleo

Fuente:

sábado, 13 de septiembre de 2014

Presentación del Voluntariado “La ciencia va a la escuela”: alumnos se acercan a la escuela secundaria para compartir su entusiasmo

Un grupo de alumnos de la Facultad de Cs. Bioquímicas y Farmacéuticas (FBioyF) se acercan a una escuela secundaria para contar sus experiencias e incentivar a estudiantes secundarios. Invitado por el grupo tuve oportunidad de dar una charla con algunas ideas acerca de cómo abordar la actividad.




La reunión fue el 21 de agosto en la FBIOyF. El fin: ofrecer algunas sugerencias para el acercamiento de los estudiantes del voluntariado de la facultad a una escuela de la zona oeste de la ciudad de Rosario.

Claudio Pairoba expuso algunas ideas para facilitar la interacción voluntarios-alumnos secundarios.

El objetivo del proyecto coordinado por la Dra. Estela Alvarez es el de “promover el ingreso de los jóvenes de sectores vulnerables, a las carreras vinculadas con las ciencias duras, prioritarias para el desarrollo del país”, según indica la propuesta. A través de este acercamiento de la universidad pública en general y de la FBioyF en particular, se busca informar sobre las carreras disponibles en esta última así como las distintas herramientas existentes para que los jóvenes estudien una carrera universitaria.


La Dra. Estela Alvarez, coordinadora del proyecto, explicó detalles del mismo.

Basándome en tres ejes (identidad, posibilidad y acción) sugerí algunas pautas para el momento de la charla entre los alumnos del voluntariado y los estudiantes secundarios. También comenté mi perspectiva acerca de los cuidados a tener en la preparación de la exposición.

Participó de la charla la psicóloga Mirian Caraballo, de amplia experiencia con alumnos secundarios, quien describió algunos aspectos del marco en el que se mueven los adolescentes. Mirian al igual que yo, forma parte de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y nuestros aportes estuvieron enmarcados dentro de esta propuesta comunicacional.


La Psic. Mirian Caraballo aportó su experiencia trabajando con alumnos de escuelas secundarias.

Uno de los fines que tanto Mirian como yo buscamos fue dejar en claro que el entusiasmo con el que los estudiantes del voluntariado se acercan puede no generar interés en todos los alumnos. Estando preparados para esta reacción, los estudiantes lejos de desencantarse y sentirse desubicados, podrán trabajar con aquellos que sí estén interesados al mismo tiempo que procurar la generación de interés en el resto pero sin sentirse presionados.

Otro punto que recalcamos fue que, debido a la proximidad etárea, los alumnos secundarios podrían ver a los estudiantes visitantes como referentes para consultas variadas. Si bien el objetivo particular es contarles sobre las carreras que se dictan en la FBIOyF, se puede plantear un objetivo más general: servir cómo escucha para aquellos interesados en estudiar otras carreras dentro de la Universidad Nacional de Rosario o fuera de ella.


La Dra. Julieta Barthet, responsble del Área de Voluntariado Universitario (UNR), también estuvo presente.

Iniciativas como las propuestas por los estudiantes del voluntariado “La ciencia va a la escuela” son acciones concretas del proyecto de acercamiento de la universidad pública a la sociedad en general y a los sectores más necesitados en particular. Felicitaciones por la idea y el trabajo desarrollados.



Fotos y video gentileza del equipo del Voluntariado Universitario "La Ciencia va a la Escuela".

lunes, 8 de septiembre de 2014

José A. López Cerezo: "Existen incentivos para no divulgar la ciencia"

Después de la II Guerra Mundial, los dirigentes políticos tomaron nota de la importancia que tenía el conocimiento científico para el ejercicio pleno de la ciudadanía. De esa preocupación nacieron disciplinas como la ‘comprensión pública de la ciencia’, una de las áreas de trabajo de José Antonio López Cerezo. Catedrático de Filosofía de la Ciencia en la Universidad de Oviedo, este investigador indaga en las relaciones que se producen entre ciencia, tecnología y sociedad y reflexiona sobre qué es ser científicamente culto.



¿Qué significa ser científicamente culto?
Significa varias cosas dependiendo del autor. Una propuesta habitual es diferenciar tres tipos de alfabetización o cultura científica: una cultura científica cívica, que consiste en dar sentido a las noticias sobre ciencia y tecnología que aparecen en los medios para tener una opinión sobre dilemas éticos generados por el desarrollo biotecnológico o sobre las políticas públicas que impulsan investigaciones relacionadas con la defensa, la energía, etc.; una cultura científica práctica, que reflejaría los conocimientos científicos que necesita el ciudadano para tomar decisiones como consumidor o como usuario; y una cultura científica escolar, que aludiría a los conocimientos científicos que el ciudadano recibe durante la escolarización.
Por ejemplo, no todo el mundo sabe responder si el centro de la Tierra está o no muy caliente o si los antibióticos sirven para curar enfermedades víricas.

A partir de este esquema y enlazando con esa idea tan repetida de que la sociedad española, en comparación con otras europeas, es menos culta desde el punto de vista científico, ¿en cuál de las tres culturas científicas tendríamos más atraso?
Cuando se dice que la sociedad española no es científicamente culta se alude al ámbito escolar. Esto lo reflejan los barómetros de ciencia y tecnología de la UE, en los que se utilizan preguntas de la ciencia escolar para valorar el conocimiento de los europeos. Evidentemente es una comprensión bastante limitada de lo que es ser científicamente culto porque no incluye las otras dimensiones del concepto. Resultados parecidos arroja el proyecto PISA, en el que estamos mal situados en comparación a otros países europeos.
Pero no se promueven encuestas que recojan visiones más amplias de lo que significa ser científicamente culto. No hay información acerca del conocimiento metacientífico, que consiste en estar familiarizado con los dilemas éticos presentes en la investigación con células madre, o en conocer la relevancia que tienen los temas económicos en la orientación investigadora de la industria farmacéutica, o en tener consciencia de las amenazas ambientales que generan los residuos nucleares.

Todo eso tendría que ver la ‘cultura científica cívica’ del esquema que planteaba.
Exacto. No hay información que nos compare con otros ciudadanos europeos en este aspecto, ni tampoco acerca de nuestro nivel de cultura científica práctica, es decir, sobre los usos del conocimiento científico en la vida cotidiana (por ejemplo, al comprar en un supermercado o cuando decides exponerte o no a ciertas terapias médicas).

¿Por eso es tan difícil cuantificar la percepción social de la ciencia?
No es fácil. Las encuestas no suelen incluir cuestiones sobre dilemas éticos, asuntos políticos, económicos, etc., y si lo hacen es de forma bastante restringida. Además tienden a omitir lo relacionado con efectos negativos, riesgos o amenazas de la ciencia, abordando solo sus beneficios y potencialidades. Hay un cuidado exquisito en no plantear temas que se puedan ver como una crítica. Es una cuestión tabú y me parece que hace daño a la ciencia. La buena salud de la literatura, el teatro o el cine tiene que ver con el ejercicio de la crítica, pero no existe nada parecido en la ciencia.

Digamos que todo gira en torno a la ciencia como motor de desarrollo, omitiéndose lo demás...
Sí, parece que o estás favor de la ciencia de un modo incondicional o eres un crítico anticientífico. Y no es verdad, hay un espacio para la crítica que puede mejorar el sistema científico-tecnológico, al señalar cuestiones que tienen que ver con ciencia y política o ciencia y economía, o con los efectos ambientales negativos de ciertos desarrollos industriales de base tecnológica. Dar entrada a la crítica en la comunicación y en la enseñanza de la ciencia es importantísimo, eso sí, ha de ser una crítica a favor de la ciencia y no en forma de reacción anticientífica. La ciencia es parte de la sociedad; es lógico que también tenga efectos negativos, por eso hay que tener una mirada vigilante para identificarlos y corregirlos.

"La buena salud de la literatura, el teatro o el cine tiene que ver 

con el ejercicio de la crítica, pero no existe nada parecido en la ciencia"


La ciencia y la tecnología tienen además un valor social. ¿En qué se traduciría esa orientación social de las políticas de I+D?
Es una cuestión que tiene muchas perspectivas. Una sería la rendición social de cuentas. Creo que en nuestra sociedad a veces la confianza está sobrevalorada. Es importante porque contribuye a dar solidez al tejido social, pero no es bueno un exceso de confianza entre los agentes sociales porque necesitamos mecanismos de control y rendición de cuentas. Se dice: ‘hay que dar a la ciencia la confianza que merece’. Es cierto, pero eso no puede eximir a la ciencia de la rendición de cuentas que debe prestar a la sociedad, que es la que financia con sus impuestos la investigación pública.

¿Cómo se articularía esa rendición de cuentas?
Por ejemplo, en los proyectos de investigación de las convocatorias del plan nacional o de los planes regionales, el espacio que se da a la rendición pública de cuentas es nulo o mínimo. La rendición es entre colegas, pero no de cara a la sociedad. La comunicación social de resultados de una investigación es escasa, y sin embargo sí se valoran los artículos especializados en revistas punteras. Lógico, pero también habría que valorar que el investigador diga de modo accesible en qué se está gastando el dinero público y qué expectativas tiene de que esto revierta a medio o largo plazo en bien de la sociedad.

Esto conectaría con la divulgación de la ciencia, en el sentido de contar qué se está investigando con dinero público...
Sí, pero la divulgación no forma parte de la justificación que se pide a los investigadores que están recibiendo fondos públicos...

¿Una mayor rendición de cuentas de algún modo también contribuiría a mejorar la divulgación de la ciencia?
Cierto. Estoy completamente de acuerdo, porque habría un esfuerzo adicional por parte de los receptores de fondos públicos en el sistema de ciencia y tecnología, que tendrían más interés en llegar a los medios y dar a conocer los resultados de sus trabajos. La investigación que se produce en los organismos públicos y universidades apenas se conoce por el público, y se conoce poco por parte del sistema productivo. También hay barreras que separan a las empresas del sistema de producción de conocimiento.

Esa orientación social de la ciencia y la innovación consiste también en no ligarlas exclusivamente a las demandas del mercado y las empresas, sino dirigirlas para que redunden en beneficios para la sociedad.
Sí, eso es lo que llamo la orientación social de la I+D, que es muy importante. Este énfasis excesivo en la innovación, que hoy es una palabra talismán, me parece un poco preocupante. El sistema productivo no es la única clase de demanda de conocimiento que existe. Hay otros ámbitos que no se expresan en el mercado, bienes o servicios públicos como el sistema de salud, o el educativo o la protección del medioambiente a los que puede atender la inversión pública en ciencia y tecnología. Esto no se refleja luego en el PIB y sin embargo son servicios esenciales. Otro ejemplo: el sistema sanitario debe atender las enfermedades que generan una importante demanda para la industria farmacéutica, pero también las enfermedades raras, con las que no se va a enriquecer nadie pero que van a beneficiar a esos pacientes.

Ahora casi todo se valora en la medida en que tenga una vertiente práctica.
Eso es muy perjudicial para la investigación básica. Como ya vieron los padres de las actuales políticas científico-tecnológicas tras la II Guerra Mundial, no podemos diseñar el sistema de producción de conocimiento con respecto al sistema productivo, porque hay muchas líneas de investigación que son cheques en blanco. Si a Einstein le hubieran preguntado que para qué servirían sus extrañas ecuaciones, nadie hubiera puesto ninguna confianza monetaria o de otro tipo en ese trabajo.
Parte de la ciencia y de la investigación científica es el futuro abierto. No podemos plantear su financiación únicamente en función de la demanda del mercado. Hay muchas líneas que no se sabe adónde conducen; si no se las da una oportunidad, no recibiremos los frutos que pueden generar 10, 20 o 30 años después. Por eso ya en los años 40 y 50 se dijo que la financiación de la ciencia es también responsabilidad de los gobiernos.


"Los investigadores que están siendo desmotivados a la hora de divulgar por el actual sistema"


¿Crees que esa vertiente práctica y utilitarista afecta a la cultura en general, sea científica o no? Por ejemplo, las humanidades cada vez están más denostadas porque no se relacionan con aplicaciones o resultados inmediatos.
Claro. Con ese enfoque exclusivamente práctico, no se valora el papel de la crítica constructiva, esa mirada reflexiva... El problema es que los gobiernos asuman una mentalidad exclusivamente empresarial a la hora de promover la ciencia que se financia con fondos públicos, y que tiendan a convertir las políticas científicas en partes o capítulos de las políticas económicas. España, donde el Ministerio de Ciencia ha sido absorbido por el de Economía, es un ejemplo.

¿Cuáles serían los retos de la divulgación de la ciencia en nuestro país? ¿Está suficientemente valorada esta actividad?
No, no lo está desde muchos puntos de vista. Uno es el espacio que tiene en los medios de comunicación, todavía muy limitado. Esto lo ponen de manifiesto las encuestas bienales de la FECYT, en las que los españoles señalan que hay oportunidades desaprovechadas para divulgar más a través de los medios. Otra perspectiva es la de los investigadores, que están siendo desmotivados por el actual sistema.

¿No hay incentivos para divulgar?
Al revés, existen incentivos pero para no divulgar. Cuando preparo mi currículum para ser evaluado por mis pares, elimino todo lo relacionado con la divulgación. A quien se permite divulgar, como si fuera una especie de actividad recreativa, es a los investigadores que se supone que ya han demostrado todo. Para los que están en activo, estas actividades son más bien un demérito. La actual Ley de Ciencia recoge la divulgación como elemento a tener en cuenta en la promoción de los investigadores, pero, si no hay unos medios económicos que respalden eso, es solo un brindis al sol.

Fuente:

Conectando empresa e investigación: la tarea de una vinculadora

Graduada como bioquímica, Lelia Orsaria siguió un camino que la llevo a ser vinculadora tecnológica. El interés y la búsqueda de su vocación...