domingo, 30 de mayo de 2010

EL DEBATE: La educación media y la ciencia: crónica de una catástrofe

Por Pablo M. Jacovkis
Profesor de las Facultades de Ciencias Exactas y Naturales e Ingeniería de la Universidad de Buenos Aires, Argentina.



Para resumirlo de una forma sintética, por lo menos en el caso argentino, la enseñanza de las ciencias en la escuela media es una catástrofe. En general es difícil conseguir equipamiento de laboratorio (y computadoras) y muchas veces, cuando profesores o directores esforzados y con inquietudes logran que se adquieran, son robados y nunca más repuestos.

Es casi imposible enseñar ciencia en un colegio secundario sin laboratorios, con profesores cada vez menos motivados y con alumnos desinteresados. Como mezquino consuelo podemos decir que la situación también es crítica en las otras áreas de incumbencia de la educación secundaria, o sea el problema es más concretamente una crisis global y total de la enseñanza en la escuela media.

Los alumnos que ingresan a la universidad en muchos casos fracasan o se demoran muchísimo por el esfuerzo inmenso que les requiere acomodarse a una manera de pensar y encarar los problemas a la cual no están acostumbrados. En última instancia, el Ciclo Básico Común de la Universidad de Buenos Aires cumple el papel de cubrir la distancia entre lo que sabe y lo que debería saber un estudiante secundario que llega a la universidad, y muchísimos estudiantes tardan bastante más que el año previsto para terminarlo con éxito, sin contar con los que no lo terminan nunca.

En la República Argentina, esta crisis se debe a varios factores, entre los cuales cabe mencionar en primer término la espantosa reforma de la enseñanza durante la década de 1990 a través de la Ley Federal de Educación, con la destrucción de la tradicional escuela primaria y secundaria (y en particular con la destrucción de la enseñanza técnica); curiosamente esa Ley (afortunadamente ya derogada y reemplazada por otra mucho mejor) es ahora bastante huérfana, nadie se hace responsable de su gestación.

Esto, unido a un desprestigio cada vez mayor en la sociedad de la importancia de la educación, a una visión de acuerdo a la cual la educación era algo superfluo para el triunfo personal en la vida, a una pérdida de objetivos de la educación media y una actitud de los gremios docentes basada exclusivamente en exigencias de aumentos de salarios (por supuesto justas) pero nunca en asumir como responsabilidad propia el mejoramiento de la enseñanza, y a la eliminación de cualquier consigna que indique que estudiar es importante y que, independientemente de otros factores, hay que esforzarse por aprender, llevó al descalabro espantoso que estamos sufriendo (en muchos sectores de la sociedad, incluso -desgraciadamente- en sectores intelectualmente influyentes, se considera que inducir a esfuerzos en la educación es autoritarismo y debe ser combatido).

Obsérvese que en este momento la única señal institucional hacia la sociedad (y hacia los estudiantes) por parte de las autoridades educativas argentinas que indique que el esfuerzo es importante en la educación consiste en los exámenes o cursos de ingreso a algunos colegios secundarios dependientes de universidades nacionales (no todos). Con esto no quiero decir que esos exámenes o cursos sean adecuados o no, ni que deberían o no ser reemplazados por otro tipo de evaluación.

Quiero decir solamente que son la única señal, el único mensaje que les dice a los niños “Esfuércense e ingresarán a un buen colegio”, o sea esforzarse vale la pena, puede incluso tener una recompensa. Y en cuanto a los objetivos de la enseñanza media que mencioné antes, en otras generaciones eran muy claros (y fueron muy eficientes, no solamente para educar sino para permitir la integración nacional y el espectacular ascenso social simbolizado en los hijos y nietos de inmigrantes semianalfabetos –o totalmente analfabetos– con título universitario), y respondían a la situación social entonces imperante: bachillerato con una formación de “cultura general” para quienes luego irían a la universidad, magisterio para los futuros maestros, escuelas de comercio para los futuros peritos mercantiles, educación técnica para obreros especializados y técnicos.

Y existían posibilidades universitarias también para quienes no fueran bachilleres (y nadie dudaba de que el sistema educacional público argentino era en líneas generales superior al privado: muy pocas escuelas privadas competían con las públicas). Naturalmente este sistema es actualmente obsoleto, pero no fue reemplazado por otro más actualizado.

La situación se agrava con ciencias naturales y matemática debido a que se cree que requieren más esfuerzo o inteligencia que las ciencias sociales o las humanidades. Naturalmente no es así: todas las disciplinas requieren esfuerzo y no hay ningún motivo para suponer que los matemáticos son más inteligentes que los novelistas, pero se piensa que la posibilidad de “zafar” memorizando o copiándose es menor en ciencias naturales y matemática, y por eso existe un temor reverencial o una resignación al aplazo. Y como si eso fuera poco está la contribución ideológica de las corrientes posmodernas que reducen la ciencia a una “construcción social” y le causan un daño terrible, sobre todo en países como la Argentina, en el que el sistema científico no es todavía lo suficientemente sólido como para defenderse con facilidad de esos ataques oscurantistas envueltos en un manto pseudo-progresista.

El Ministerio de Educación de la Argentina tiene plena conciencia de esta situación gravísima, y por tal motivo convocó en 2007 a una Comisión Nacional por el Mejoramiento de la Enseñanza de las Ciencias Naturales y las Matemáticas, que trabajó durante varios meses y produjo un informe con recomendaciones que están siendo implementadas por el Ministerio (la labor de la comisión también incluyó el análisis de la educación primaria). En esencia, las recomendaciones son: fortalecer los institutos de formación docente, apoyar la formación profesional y la especialización de los docentes en ejercicio y de los formadores de formadores, revisar y actualizar permanentemente los contenidos y los métodos de enseñanza, enfatizar el método experimental, asegurar la calidad de los libros de texto en uso, promover actividades que integren el trabajo en las escuelas de nivel primario y secundario y el trabajo de los científicos, valorizar la enseñanza de las disciplinas científicas a través de acciones de difusión y la divulgación, promover iniciativas extracurriculares, disponer de recursos financieros en forma prioritaria, continua y sostenida en el tiempo, y revisar y actualizar la normativa vigente.

La solución es de todos modos difícil, porque implica, entre otras cosas, profundos cambios culturales de la sociedad que, como se sabe, son siempre lentos y no necesariamente pueden ser fácilmente inducidos. Y, en última instancia, ése es el principal problema: para que la sociedad entienda que las ciencias naturales y la matemática son realmente importantes, los sectores con responsabilidad en la formación de opinión deben también estar convencidos de ello, y abandonar el pensamiento "posmoderno" que en muchas ocasiones parece que adoptaran. No es tarea fácil.

Fuente:
http://www.revistacts.net/index.php?option=com_content&view=article&id=337:el-debate-la-educacion-media-y-la-ciencia-cronica-de-una-catastrofe-iberoamericana&catid=19:debates&Itemid=38

miércoles, 26 de mayo de 2010

Los nuevos maestros en los EE.UU. enfrentan el mercado de trabajo más cerrado en décadas.

Por EconomyWatch
Traducción de Claudio Pairoba



Los superintendentes, los profesores de educación y la gente que busca empleo dicen que los maestros están enfrentando el peor mercado laboral desde la Gran Depresión.
Entre recortes estatales y locales, los distritos urbanos con poca plata tales como las ciudades de Nueva York y Los Angeles, los cuales en una época contrataban miles de jóvenes cada primavera, han quitado los carteles de “Se necesita empleado”.

Incluso los distritos suburbanos mejor posicionados económicamente se están preparando para despidos masivos.

Funcionarios escolares y líderes de sindicatos estiman que mas de 150.000 maestros en todo el país podrían perder sus trabajos el año próximo, mucho más que en otras épocas, incluyendo la última crisis financiera importante de los años 70. La recesión parece haber llegado a una profesión que siempre se consideró a salvo de los problemas de recesión.

En el mes que transcurrió desde que la secundaria Pelham Memorial en el condado de Westchester publicara 7 puestos de trabajo, se ha visto inundada con 3.010 solicitudes de candidatos de sitios tan lejanos como California.

El distrito de Port Washington en Long Island está revisando 3.620 solicitudes para 8 cargos – la mayor cantidad que el superintendente ha visto en sus 41 años de carrera.

Incluso en aquellas especialidades para las que era difícil conseguir candidatos, ya no es tan difícil, de acuerdo a un artículo en el New York Times (1).

Jericho, N.Y. tiene 963 personas de donde elegir para 5 puestos en educación especial, más del doble que en años anteriores.

En Connecticut, los empleos para Física y Química en Hartford que normalmente atraen a no más de 5 candidatos tienen ahora 51 y 110 respectivamente.

En la Escuela de Maestros de la Universidad de Columbia, tantos estudiantes están buscando trabajo que 2 recientes ferias de empleo atrajeron a un record de 650 estudiantes y egresados, cuando el año pasado asistieron 450.

El mes pasado, la escuela agregó otra feria de empleo enfocándose en las escuelas en Harlem.

Pero las ofertas de trabajo han bajado un 50 % este año, hasta llegar a una o dos docenas por semana, la mayoría en escuelas charter, según explica Marianne Tramelly, la Directora del Servicio de Carreras de la escuela.

Las escuelas charter, las cuales son financiadas con fondos públicos pero manejadas de forma independiente, son prácticamente las únicas que están tomando gente en Nueva York y en otros lugares, debido a una mayor cantidad de inscriptos y a un creciente apoyo político y económico para la libre elección escolar.

Aún así, no tienen ni remotamente suficientes puestos para manejarse.

En Nueva York, donde la red Sucess Charter está contratando 135 maestros para sus 7 escuelas en Harlem y el Bronx, algunos de los 8.453 postulantes han llamado a la oficina 3 veces al día para chequear el estado de sus solicitudes.

Maestros veteranos también se han ofrecido a trabajar como maestros asistentes.
“Nos rompe el corazón – hay mucha desesperación allá afuera”, expresó Eva S. Moskowitz, una ex concejal quien es la fundadora de la red y su jefa ejecutiva.

KIPP, otra red de escuelas charter con 82 escuelas en todo el país, ha recibido 745 solicitudes desde Enero en sus 7 escuelas en el área de la Bahía de San Francisco, comparadas con las 385 del año anterior.

En la Universidad de Pensilvania, la mayoría de los 90 maestros aspirantes que se graduaron el último fin de semana no tienen trabajo.

Muchos habían contado con ofertas de las escuelas públicas de Filadelfia, pero sus entrevistas fueron canceladas este mes después de que el distrito anunció el congelamiento de los nuevos contratos.

“Estamos tratando de darles ánimo a todos para que sigan esperando,” manifestó Kathy Schultz, una profesora de educación en la Universidad de Pensilvania. “Pero eso es muy difícil, porque los estudiantes han pedido préstamos y quieren asegurarse un trabajo.”

La Universidad estatal de Michigan les ha pedido a sus 500 maestros graduados que busquen fuera del estado.

Ahora los profesores van con los estudiantes a la feria de empleo anual que tiene lugar en el campus de la universidad para asegurarse de que no se quedan cerca de las mesas de Michigan, sino que caminen hacia las mesas de otros estados como Carolina del Norte, Tejas o Virginia.

Junto con otros ex maestros, Jade Stier de 27 años, finalmente se dio por vencido y se inscribió en un programa de enfermería el pasado otoño, después de 3 años de estar buscando un puesto en escuela primaria.

Si hay un lado positivo a la escasez de empleos para maestros es que las escuelas ahora pueden elegir a sus candidatos.

“Enseñale a los EE.UU.”, un programa que se ocupa de ubicar a graduados de algunas de las mejores escuelas del país en escuelas pobres, ha visto un incremento de sus solicitudes en un 30 % este año llegando a 46.000 – para 4.500 puestos.

Solamente de escuelas prestigiosas y tradicionales hay 1.688 futuros maestros.

“La gente viene aquí rogando lo que sea,” cuenta Dennis R. Lauro Jr,. el superintendente en Pelham, Nueva York, quien comenzó a cerrar la puerta de su oficina este año porque maestros sin trabajo aparecían sin avisar para entregar sus curriculums.

“Nunca antes habíamos visto este tipo de números.”


1. Teachers facing weakest market in years. Por Winnie Hu. http://www.nytimes.com/2010/05/20/nyregion/20teachers.html?emc=eta1

martes, 25 de mayo de 2010

Robando su dinero: “Avatar” y la máquina 3D

23 de Mayo de 2010



Por Ryan Deziel
Conducive Magazine
Traducción: Claudio Pairoba

La película Avatar, ahora en DVD, ha encendido una intensa discusión acerca de su animación. El film implementó la tecnología del 3D en el film, forzando a las audiencias de todas partes a pagar por lo menos 12 dólares para usar anteojos y poder experimentar la verdadera naturaleza del film. Pero, a medida que otras películas intentan seguir el camino de su éxito implementando el 3D en sus propias producciones, necesitamos hacernos la pregunta: ¿vale realmente la pena?

domingo, 23 de mayo de 2010

El mundial de fútbol y los festejos del bicentenario: Las nuevas Navidades.



La época de Navidad se caracteriza por un sentimiento generalizado de alegría, fraternidad y bondad. No todo el mundo lo vive así, pero mucha gente lo hace, y estos sentimientos se refuerzan por el continuo bombardeo de los medios con publicidades, películas y programas especiales. Independientemente de que uno comparta los festejos o no, todos los que somos parte de la cultura occidental nos vemos afectados por el clima de fiesta.

La proximidad del fin de año hace que este sea también un tiempo de reflexión y balances. Una época en que uno analiza lo que no fue, lo que pudo haber sido y salió a medias y lo que se logró. El inconciente colectivo nos llena de entusiasmo y nos da un envión para tomar las resoluciones de lo que vamos a hacer el año entrante. Cómo vamos a conseguir esos objetivos esquivos que no pudieron ser concretados en los pasados 365 dias. Todo va a ser distinto.

Las posibilidades de éxito aumentan, indudablemente, cuando tomamos medidas concretas y duraderas para alcanzar eso que tanto anhelamos. Medidas y cursos de acción que tienen que ser reevaluados día a día para conservar el rumbo y la velocidad para llegar a buen puerto.

El test final es el paso del tiempo: es así como muchas veces ya en Enero algunas decisiones que parecían inamovibles empiezan a tambalear. Y con el correr de los meses el barco empieza a quedarse sin viento, y deriva de regreso hacia el puerto de partida o hacia nuevos puertos muy distintos de los que teníamos en mente (lo cual puede ser bueno o no tanto).

Es así. El tiempo de Navidad, más allá de que uno comparta o no la celebración, es una época para avistar nuevos horizontes y tomar decisiones para llegar a nuevos lugares. Y cuanto más lejos parezca ese lugar, mayores pueden ser el empeño y las expectativas que uno pone en el viaje. Si bien nadie tiene control del destino, sí sabemos que cuanto mejor se planee el viaje mayores son las posibilidades de éxito. Nadie puede planear un extenso periplo de la noche a la mañana.

Escuchando todo lo que se habla del mundial y del bicentenario, siento como si estuviéramos en un tiempo de Navidad adelantado. Con el mundial no es algo nuevo, ya lo experimentamos religiosamente cada 4 años. Para los apasionados del fútbol es una época para olvidar los problemas cotidianos y unirse en un fervor patriótico pocas veces visto. La posibilidad de ganar se iguala con la realidad momentánea de ser exitosos, de dejar atrás todo lo que no pudo ser. Por un rato la realidad se ve a través de otro cristal.

El tema del bicentenario es similar aunque se hace extensivo a mayor parte de la población. Ponemos expectativas en que por ser los 200 años de nuestra independencia, las cosas van a cambiar. Ahora va a ser todo distinto. No se sabe bien por qué esto no ocurrió a las 197 años, o a los 164, pero bueno. Son detalles menores. El entusiasmo y las expectativas son positivas, pero cuando se apoyan en algo sólido. Soñar por soñar no más, no pasa de una euforia pasajera.

La cuestión es entonces preguntarse ¿“Por qué ahora va a ser distinto?”, ¿“Hemos evolucionado en algo como sociedad para que los cambios que buscamos se den?”. “Qué estamos haciendo para que la euforia momentánea se transforme en bienestar duradero?”
Nuestro país, en realidad nuestra sociedad, después de tantos gobiernos dictatoriales, es como un adolescente. Con todo lo bueno y no tanto que tiene esa época. El empuje, el entusiasmo de la adolescencia son necesarios para encarar nuevos desafíos.

Lamentablemente, la capacidad de planear, la paciencia, y la evaluación de las ventajas y desventajas de la empresa que se va a emprender no son por lo general el fuerte de esta etapa de la vida. Por eso se la llama adolescencia. Por que el ser humano en esa etapa adolece.

Navidad, mundial, bicentenario: las expectativas son siempre enormes. La forma de concretarlas? No esperar llegar a Tucumán cuando estamos yendo para Mar del Plata. Y si estamos haciendo lo necesario para llegar adonde vamos, entonces no hay nada de que preocuparse.

sábado, 22 de mayo de 2010

El desastre del derrame de petróleo representa las fallas estructurales de Obama

En este artículo publicado el 5 de Mayo de 2010, David Caploe analiza el comportamiento del presidente norteamericano a la luz de los acontecimientos más destacados que han ocurrido en el país del norte. Este comportamiento sigue alejando a muchos de sus seguidores quienes sólo encuentran una palabra para definir a Obama: desilusión.

Por David Caploe, Editor en Jefe de Política Económica, EconomyWatch.com
Traducción de Claudio Pairoba



Desde que se convirtió en presidente, Barack Obama ha mostrado un alarmante y constante patrón de comportamiento:
Ignorar los deseos de las bases que lo eligieron por favorecer una serie de fallidos y constantes intentos por encontrar una “cooperación” bipartidaria con los Republicanos,

y – acá viene lo llamativo – con otros actores que definitivamente no son parte de las bases,

sobre todo las grandes corporaciones e industrias quienes abiertamente han manifestado su oposición a los más mínimos esfuerzos del presidente para “cambiar”.

Los ejemplos son demasiados numerosos para mencionarlos, pero al pasar, al menos, podemos mencionar el “debate” sin sentido sobre la “reforma” del sistema de “salud” la cual fue finalmente aprobada sin ningún tipo de ayuda de sus supuestos “amigos del otro lado del pasillo”.

A pesar de la falta total de ayuda republicana – sin mencionar la, a menudo violenta, retórica opositora de su elemento más activo, la pandilla del Tea Party (NT: Partido del te, movimiento político en contra de los impuestos del gobierno)

Obama pudo volver a su, aparentemente breve pasado como organizador comunitario en Chicago, y logró imponer en el congreso al menos alguna versión de la reforma del sistema de salud

Si bien todavía nadie tiene una idea real de cuáles son las mejoras, si hay alguna, que el “Obamacare” (NT: el autor hace referencia al sistema de salud de Obama) va a representar para los norteamericanos, hay un consenso general acerca de que si la legislación no se hubiera aprobado, esto hubiera sido desastroso para él, no solo en su país sino también en el exterior.

En la excitación del alivio que acompañó esta “victoria”- obtenida nuevamente sin la ayuda de ningún republicano O de las grandes empresas de salud que los respaldan (industrias farmacéuticas / empresas de seguros / hospitales / HMOs / médicos) muchos miembros de su base de apoyo en constante disminución pensaron que el presidente había finalmente entendido el mensaje acerca de quienes son realmente sus amigos, y que las cosas iban finalmente a cambiar.

Desafortunadamente para ellos, tuvieron un duro golpe poco después, el último día de Marzo, cuando Obama anunció nuevos planes para una extensa perforación petrolera mar adentro, una iniciativa que no solo apareció de la nada, sino que puso en juego nuevas áreas que previamente habían sido consideradas fuera de discusión.

Como siempre, por supuesto, no estuvo ni siquiera cerca de ser suficiente para los republicanos o sus jefes en la industria petrolera, pero fue un golpe devastador para los medioambientalistas y otros componentes de su electorado, quienes no podían creer que Obama estuviera “traicionando sus (y también de ellos) principios tan pronto después de haber luchado tan duramente por la reforma del sistema de salud, donde todos sus esfuerzos “bipartidarios” habían demostrado ser tan innegablemente infructuosos.

Sin embargo, el malestar por esta cuestión se perdió rápidamente unas pocas semanas atrás, el Viernes 16 de Abril, un día después del día de la declaración de impuestos, con el, aparentemente, sorpresivo anuncio de que la Comisión de Cambio y Valores iba a presentar una demanda civil – no criminal – contra Goldman Sachs, la actual personificación del mal de Wall Street.

Para que nos entendamos, algunos observadores – incluyéndonos a nosotros – se han sentido, y continúan estándolo, un poco molestos por varios aspectos de toda la situación, pero el pensamiento generalizado entre los que apoyan a Obama es que, en las palabras de Simon Johnson, “el momento Pecora” había llegado y Obama iba al fin a gobernar Wall Street.

Fue entonces en el contexto de entra gran farsa entre la CIV y GS – destacada por un largamente organizado “Día de Goldman Sachs” en Capitol Hill, cerca de 10 días después, el 27 de Abril – que el derrame de petróleo de la BP en el Golfo de México, literalmente, hizo erupción el 21 de Abril.

Si la explosión no hubiera sido tan grande – o durado tanto – podría haber llegado a escapar la atención nacional e internacional, tapada como lo fue por la demanda de la CIV, y la – desde nuestro punto de vista no muy impresionante – teatralización del pedido de informes por parte del senado.

Desafortunadamente para la BP – y Obama – Y nuestro “amigo” contratista sin licitación (conocido desde la época de la farsa / invasión de Iraq) Halliburton, cuyo trabajo de cementación estuvo directamente involucrado en el desastre,
el derrame no fue contenido rapida o efectivamente, sino que empezó, literalmente, a meterse en la conciencia de la gente como, quizás, uno de los desastres ecológicos más grandes en la historia de los EE.UU.

De seguro, coronando el Día de la Tierra, Obama emitió la requerida declaración de preocupación, pero no pareció estar apretando a nadie para hacer que esta situación fuera la prioridad del gobierno federal.

De hecho, le llevó al presidente 9 días mencionar la tragedia y 12 días destinar recursos federales.

Por un lado, esto fue en cierto modo entendible, ya que había gran incertidumbre sobre lo que estaba realmente ocurriendo en el golfo. Y lo que es más importante, hubo tanto alboroto acerca de Goldman – una historia que estaba esperando para hacer eclosión desde el Septiembre Negro de 2008 – que no era ninguna sorpresa que la gente estuviera enfocada en ese tema.

Por el otro, había muchas similitudes extrañas entre la forma relajada en que Obama manejó el derrame de petróleo y la forma despreocupada en que George W. Bush manejó el huracán Katrina – sin mencionar que ambos hechos ocurrieron en el Golfo de México, amenazando a la misma gente y al mismo ecosistema que había sido tan devastado por el huracán.

Pero no fue hasta una semana después de que el fuego había empezado que Obama declaró que su gobierno iba a responder “agresivamente” a la situación,
y causó más sorpresa al juntar estos anuncios con la noticia de que – más que hacer una visita personal a los sitios afectados – iba a quedarse en Washington, DC para asistir a la Cena Anual de los Corresponsales de la Casa Blanca,
lo cual no es sólo uno de los eventos más importantes de la “vida social” sino que su característica distintiva es la “jocosidad” en la cual el presidente – quien es siempre el invitado de honor – participa.

Dice un diario “Para el Sr. Obama, la caída política ‘fue agravada por el hecho que tradicionalmente el presidente da un discurso gracioso,’ dijo Martha Kumar, una profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Towson.

“Allí está uno en Washington con celebridades y los medios mientras la vida silvestre y los pescadores están empapados en aceite? Eso no le sirvió de mucho a la Casa Blanca o a la prensa, a fin de cuentas.”

Mientras Obama FUE al golfo el Domingo, el daño ya había sido hecho – e incrementó su aparente indiferencia de antemano.

Y mientras él HA suspendido la perforación petrolera – “por el momento” – es un poco difícil para él aparecer como un decidido defensor del medio ambiente,
cuando el mismo, menos de un mes ANTES del derrame, había inesperadamente respaldado tanto el principio, y la extensión a aguas previamente no afectadas, de las perforaciones mar adentro.

Sumándose a la imagen de indiferencia está la lenta – aunque imparable – aproximación de la mancha de petróleo hacia los humedales ya golpeados por Katrina y sus secuelas.

Publica otro diario: “El petróleo se ha metido en las costas del golfo. Si bien el daño eventual podría superar al accidente del Exxon Valdez en Alaska, esto no se sabrá por semanas o meses...

Bill Eichham del Fondo Mundial para la vida Silvestre dijo que el desastre mostró que los planes de expansión [para más perforaciones en alta mar] fueron una mala idea.

“Este derrame en el golfo es como tener un ataque al corazón en Nueva York,” agregó. “Todo lo que uno necesita para solucionarlo esta allí.” “Si uno tiene un derrame en el Ártico, es como tener un ataque en el Polo Norte. Ahí no hay nada para ayudarte a solucionarlo.”

Así que qué nos dice esto sobre Obama, aparte del hecho de que durante la campaña presidencial de 2008, él fue el principal destinatario de contribuciones de BP, alcanzando la impresionante suma de U$S 71.000.

Es más, subraya el punto central que expusimos después de nuestro viaje de dos meses a los EE.UU.:
Que quizás el error más grande de Obama es su continua dependencia de intermediarios – todos los cuales tienen un interés financiero directo en cualquier causa que esté en juego – ya sea para formular o ejecutar políticas claves que deberían ser manejadas directamente por el gobierno federal.

Obama tiene razón al decir que toda la situación es resultado directo de las acciones de varias corporaciones – BP por supervisar la operación en su totalidad / Halliburton por la falla en la cementación / y Deepwater Horizon por la perforación -

Y que los tres son responsables de limpiar el enorme problema que han creado.
Pero también es el súmmum del autoengaño el creer que ellos realmente van a cumplir hasta el final con esas responsabilidades

SIN la intervención activa del gobierno federal en HACERLES tomar las acciones necesarias –

Especialmente, cuando las consecuencias de cualquier falla por parte de ellos van a ser graves, no solo para la gente en general, sino para la gente y la tierra que, menos de 5 años atrás, ya fueron víctimas del hasta ahora más grande desastre natural en la historia de los EE.UU. y del que han comenzado a recuperarse en muy pequeña medida, si es que lo han hecho.

Para Obama, poner la responsabilidad en las corporaciones no solo de pagar – lo cual está bien – sino de tomar medidas para proteger las poblaciones afectadas y ecosistemas durante una época de peligro obvio

el cual amenaza las vidas y sustento de millones de personas Y un ecosistema ya de por sí frágil y dañado

es verdaderamente el colmo no sólo de la irresponsabilidad, sino de una insensiblidad e indiferencias garrafales.

La confianza de Obama en los intermediarios ya ha transformado la “reforma” del sistema de salud en una mala broma cuyos efectos nadie puede predecir con certeza,
y parece como que una dependencia similar en los bancos demasiado grandes para fallar y las compañías de seguros va a resultar en una reforma financiera que parece probable que beneficie solamente a aquellos que ya han sido beneficiados con riqueza y poder.

Si el presidente adopta una postura similar de seguir usando intermediarios para tratar el que quizás sea el desastre medioambiental más grande en la historia moderna norteamericana no será más que un escándalo.

Solo podemos esperar que se dé cuenta pronto, y comience a sacar ventaja de los poderes de su cargo y del gobierno federal.

Si no lo hace, entonces el derrame de BP será su Katrina – y eso es algo que no lo va a beneficiar ni a él ni a los EE.UU.,

Ni, de hecho, al resto del mundo, el cual necesita algo mucho más humano, efectivo y visionario de un presidente norteamericano en quien se han depositado tantas esperanzas.

David Caploe PhD
Economista Político en Jefe
EconomyWatch.com
Presidente acalaha.com

Virus Sincicial Respiratorio: convocan a participar en estudio para vacuna infantil

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