Este área en continuo desarrollo trabaja en articular ciencia y política con vistas a la resolución de problemáticas globales.
Por Claudio Pairoba*
Si bien sus principios se vienen aplicando desde hace muchos años, podemos decir que una fecha clave para la formalización de la Diplomacia Científica es enero de 2010. Ese año apareció “New Frontiers in Science Diplomacy”, la publicación conjunta de la American Association for the Advancement of Science (AAAS) y la Royal Society (academia de ciencias del Reino Unido).
Uno de los puntos principales de este trabajo destacaba que “los
problemas globales requieren de soluciones globales”. Es claro que todos los
problemas globales de los cuales se habla constantemente tienen una dimensión
científica: cambio climático, seguridad alimentaria, calidad y disponibilidad
de agua potable, recursos energéticos,por nombrar solo algunos. Es allí donde entra a jugar la Diplomacia Científica.