Rudolf Diésel fue el ingeniero alemán que inventó el motor de alto rendimiento que lleva su apellido. Su muerte, en la vísperas de la Primera Guerra Mundial, está cubierta por un manto de misterio. Conjeturas y conspiraciones sobre el final de un hombre avanzado a su época. ¿Quién lo mató y por qué?
Rudolf Christian Karl Diesel se suicidó. O lo mataron.
La historia tiene enigmas sin resolver. La acumulación de presentes
inoportunos multiplican la superstición y debilitan lo verosímil. El
inventor de los motores bautizados con su apellido murió por su gesta,
por su épica, por su propia cronología. La incógnita opera sobre las
sombras de una muerte teñida de misterios y conspiraciones; y difumina
el origen de la motorización moderna.