La biotecnóloga especializada en asuntos regulatorios nos cuenta sobre su transición a una nueva área.
Contanos sobre tu formación.
Empecé mi carrera de grado en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (Universidad Nacional de Rosario). Llegué a a licenciatura en biotecnología un poco por casualidad. En ese momento desconocía la existencia de la carrera. Siempre me había interesado la investigación científica y conversando con un médico de la familia, me recomendó que vaya a esa facultad. Yo apuntaba a la carrera de bioquímica y cuando llegué descubrí la licenciatura en biotecnología, vi su plan de estudios y decidí que era lo que quería hacer.
Para recibirte tenías que hacer una tesina final. ¿Dónde desarrollaste ese trabajo?
Hacia el final de la carrera hice la tesina en el Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (UNR.CEFOBI.CONICET) y ahí empezó un poco mi recorrido con la parte de biotecnología vegetal. Después, y gracias a una beca del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), me quedé en el CEFOBI haciendo el doctorado, trabajando en ciencia básica, buscando entender la función y regulación de unas enzimas en plantas ante distintas condiciones de estrés.
¿Cómo continuaste luego del doctorado?
Una vez que terminé el doctorado quise seguir en la investigación por lo cual también hice un posdoctorado por dos años más. Por una situación externa, no pude seguir el camino tradicional, el cual sería el ingreso a Carrera de Investigador del CONICET. Tomé otro rumbo y al tener la posibilidad de hacer una estadía en Alemania volví a contactarme con quien había sido mi director allá y pude volver a ese país por unos meses.
Después volví a la Argentina, seguí con otro posdoctorado y finalmente comencé a buscar trabajo en el ámbito privado. Así fue como llegué a esta posición de especialista en asuntos regulatorios que tal vez pueda parecer que no tiene nada que ver, pero ya hace un año y nueve meses que estoy en este puesto. Puedo aplicar muchas cosas que he aprendido en la carrera científica, las cuales me han servido para desempeñarme también en esta posición.
¿Cómo surge el interés por asuntos regulatorios?
No era algo totalmente desconocido para mí porque al haber estado en el ámbito vegetal es algo que tenía en vista y cuando la encontré me atrajo la descripción de la posición. No se trataba solamente de escritura de dossiers, reportes o presentaciones a organismos regulatorios, sino que también tenía una parte importante de análisis de datos y diseño de experimentos. Todo lo que tiene que ver con demostrar la seguridad de organismos genéticamente modificados, que luego van a ser consumidos o cultivados y por lo tanto hay que probar su seguridad para el ambiente, personas y animales.
Esto conlleva un montón de estudios que llevan años y son muy rigurosos, los cuales hay que analizar y plasmar en reportes técnicos. Eso es lo que se va presentando a las distintas autoridades regulatorias.
Esa parte era lo que me parecía, y lo sigo sintiendo hoy, que me mantiene en contacto con la ciencia. Haciendo investigación y desarrollo desde otro lugar pero que sigue siendo hacer ciencia.
¿Qué capacitación tuviste que realizar en el tema?
Hice algunas capacitaciones que tienen que ver con entender los procesos de análisis de riesgo y distinguir entre cosas que a uno le gustaría conocer sobre una determinada tecnología, desde un punto de vista más del científico básico que quiere entender un proceso, vs. qué es lo que realmente necesito conocer para decir esto es seguro o no. Eso fue algo que tuve que aprender, pero dentro de todo mucha de la formación que tuve en la facultad y en el doctorado la pude utilizar para llevar a cabo las tareas de esta posición.
¿Cómo encontraste este puesto?
Estaba publicado en LinkedIn y yo ya estaba en una búsqueda bastante activa.
¿Se puede avanzar más en la difusión de estas oportunidades “fuera de lo tradicional”?
Creo que se avanzó mucho en ese aspecto. Por lo menos tengo la percepción de que los estudiantes y doctorandos en la actualidad están bastante más enterados de otras posibilidades de lo que estábamos cuando me recibí o terminé mi doctorado. En ese momento parecía que la única opción era continuar con la trayectoria tradicional académica o bien dedicarse a docencia o tal vez emigrar no existiendo muchas otras opciones. Creo que ahora hay un auge de startups basadas en biotecnología y eso supongo que está un poco más al alcance de los estudiantes. Pero siempre está bueno recordar que existen caminos alternativos y que no todo se termina en el doctorado.
¿Qué caminos tomaron tus compañeros de promoción?
Sorprendentemente, si bien todos apuntábamos a una carrera académica, hoy en día la mayoría de ellos están trabajando también en empresas.
¿Algo más que te gustaría mencionar?
Creo que está buenísimo que puedan darse a conocer otras posibilidades. No es fácil, hay que buscar pero hay bastantes oportunidades. Creo que de un par de años a esta parte está un poco más popularizada la biotecnología y las nuevas empresas que se dedican a investigación. También el hecho de que se fortalezca la inversión en estas áreas es muy positivo para los que elegimos esta carrera, para tener más posibilidades de trabajo.
Siempre tenemos que estar abiertos a la posibilidad de dar charlas para graduados, contando nuestra experiencia. Creo que esto sería bueno para que se implemente desde la facultad o el CONICET. El acceso para que los estudiantes conozcan otras experiencias.
No era algo totalmente desconocido para mí porque al haber estado en el ámbito vegetal es algo que tenía en vista y cuando la encontré me atrajo la descripción de la posición. No se trataba solamente de escritura de dossiers, reportes o presentaciones a organismos regulatorios, sino que también tenía una parte importante de análisis de datos y diseño de experimentos. Todo lo que tiene que ver con demostrar la seguridad de organismos genéticamente modificados, que luego van a ser consumidos o cultivados y por lo tanto hay que probar su seguridad para el ambiente, personas y animales.
Esto conlleva un montón de estudios que llevan años y son muy rigurosos, los cuales hay que analizar y plasmar en reportes técnicos. Eso es lo que se va presentando a las distintas autoridades regulatorias.
Esa parte era lo que me parecía, y lo sigo sintiendo hoy, que me mantiene en contacto con la ciencia. Haciendo investigación y desarrollo desde otro lugar pero que sigue siendo hacer ciencia.
¿Qué capacitación tuviste que realizar en el tema?
Hice algunas capacitaciones que tienen que ver con entender los procesos de análisis de riesgo y distinguir entre cosas que a uno le gustaría conocer sobre una determinada tecnología, desde un punto de vista más del científico básico que quiere entender un proceso, vs. qué es lo que realmente necesito conocer para decir esto es seguro o no. Eso fue algo que tuve que aprender, pero dentro de todo mucha de la formación que tuve en la facultad y en el doctorado la pude utilizar para llevar a cabo las tareas de esta posición.
¿Cómo encontraste este puesto?
Estaba publicado en LinkedIn y yo ya estaba en una búsqueda bastante activa.
¿Se puede avanzar más en la difusión de estas oportunidades “fuera de lo tradicional”?
Creo que se avanzó mucho en ese aspecto. Por lo menos tengo la percepción de que los estudiantes y doctorandos en la actualidad están bastante más enterados de otras posibilidades de lo que estábamos cuando me recibí o terminé mi doctorado. En ese momento parecía que la única opción era continuar con la trayectoria tradicional académica o bien dedicarse a docencia o tal vez emigrar no existiendo muchas otras opciones. Creo que ahora hay un auge de startups basadas en biotecnología y eso supongo que está un poco más al alcance de los estudiantes. Pero siempre está bueno recordar que existen caminos alternativos y que no todo se termina en el doctorado.
¿Qué caminos tomaron tus compañeros de promoción?
Sorprendentemente, si bien todos apuntábamos a una carrera académica, hoy en día la mayoría de ellos están trabajando también en empresas.
¿Algo más que te gustaría mencionar?
Creo que está buenísimo que puedan darse a conocer otras posibilidades. No es fácil, hay que buscar pero hay bastantes oportunidades. Creo que de un par de años a esta parte está un poco más popularizada la biotecnología y las nuevas empresas que se dedican a investigación. También el hecho de que se fortalezca la inversión en estas áreas es muy positivo para los que elegimos esta carrera, para tener más posibilidades de trabajo.
Siempre tenemos que estar abiertos a la posibilidad de dar charlas para graduados, contando nuestra experiencia. Creo que esto sería bueno para que se implemente desde la facultad o el CONICET. El acceso para que los estudiantes conozcan otras experiencias.
Entrevista completa
*Bioquímico, farmacéutico y doctor por la Universidad Nacional de
Rosario. Master en Análisis de Medios de Comunicación y Especialista en
Comunicación Ambiental. Miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.
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Qué bueno saber que hay gente que se capacita continuamente en el campo regulatorio de lo que consumimos.
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