El inventor
nunca se alzó con el Nobel, pero es su nombre el que fue laureado por el
Sistema Internacional de Unidades: la densidad del flujo magnético se
mide desde entonces en teslas. El serboamericano vive a través de sus
inventos y ahí radica su triunfo.
Nikola
Tesla sentado en su laboratorio de Colorado Springs junto a una Bobina
de Tesla en pleno funcionamiento (1899). / DICKENSON V. ALLEY
Lo contrario del olvido no es la
memoria, afirma el célebre historiador Paul Preston, sino la verdad. Es
difícil aceptar ese manido discurso que se esgrime contra Nikola Tesla,
aquel brillante inventor que aún hoy alumbra los caminos de la ciencia, y
que ha seducido a varias generaciones de tres siglos distintos. Dotado
de un instinto revolucionario que puso siempre al servicio de su notable
y profundo conocimiento matemático, se propuso construir los cimientos
tecnológicos y científicos sobre los que prosperaría la sociedad del
futuro.
Ferrucio Lamborghini, constructor de tractores, fue cliente de Enzo Ferrari, creador de la Scuderia Ferrari, un día tuvieron un enfrentamiento y el primero decidió crear su propio automóvil deportivo. Así fue que de un cliente insatisfecho nació la competencia.
El mundo de los negocios
está lleno de historias interesantes y una de ellas es la crónica de dos
marcas italianas que lucharon por tener los mejores automóviles
deportivos: Ferrari y Lamborghini.
Los hermanos Wagner
propusieron su tesis sobre la correlación de la cultura chaco-santiagueña
con las del nuevo y viejo continente. La existencia de un Imperio de las
Llanuras con una cultura compleja.
Fue la
discípula de los hermanos Wagner. Realizó importantes descubrimientos sobre las
culturas que habitaron esta tierra. Dirigió los destinos del Museo
Arqueológico, dándole un lugar privilegiado entre las sociedades científicas de
América.
Olimpia
Righetti, quien naciera en Santiago del Estero en 1910. Su padre, Víctor
Righetti, fue un ciudadano suizo y su madre, Palmira Cari, una dama italiana.
Realizó sus estudios pedagógicos en la Escuela Normal del Centenario.
Desde sus
años de escuela se consagró al estudio de las cerámicas chaco-santiagueñas,
hasta que en el año 1936 llegó a trabajar en el Museo Arqueológico, junto a
Emilio y Duncan Wagner, desempeñándose como dibujante. Con el correr del tiempo
se fue formando en los estudios que los hermanos venían haciendo acerca de
aquella civilización.
Cuando
Emilio Wagner falleciera, en septiembre de 1949, quedó al frente del Museo,
prosiguiendo las investigaciones orientadas por el pensamiento y acción de
quien fuera su maestro.
Entre 1950 y 1960 dirigió una misión arqueológica por los departamentos Banda y
Robles (área del río Dulce), zona en la que exhumó bastante material como fruto
de las excavaciones realizadas. A esta actividad se le sumaron los viajes por
países vecinos, donde dictó conferencias, haciendo conocer sobre los
descubrimientos arqueológicos Chaco-Santiagueños y la obra de los Hnos. Wagner.
Entre
tantos destinos, recorrió el Rió Dulce hasta la localidad de Termas de Rio
Hondo, e ilustrando sus hallazgos. A continuación un documental del Canal
Encuentro.
Publicada originamente en diciembre de 2012, esta nota sobre la construcción de la pirámide de Keops no ha perdido vigencia.
Jean-Pierre Houdin le
dedicó ocho años de estudios al problema de cómo pudo construirse la
pirámide de Gizeh con la tecnología de la época. Esta convencido que la
obra, destinada a ser la tumba del faraón Keops, se construyó desde
dentro hacia afuera.
Su teoría, que expondrá mañana en una
conferencia en París, explica como los egipcios subieron los bloques que
sirvieron para su construcción por una rampa interna. Ésta formaba un
túnel en espiral en el interior de la estructura de su pared externa.
Houdin cree que ese túnel debe existir todavía.
El arquitecto,
con ayuda de software desarrollado por la compañía Dasault Systemes,
logró hacer una simulación 3D de cómo se fueron montando los grandes
bloques de piedra caliza y granito. La teoria Houdin incluso explica el
porqué de los cinco techos de granito de la cámara del rey y el modo en
que se levantaron los enormes bloques hasta esa altura. Algunos de los
bloques de granito de la cámara pesan sesenta toneladas.
Hasta
ahora se suponía que miles de esclavos llevaron hasta el lugar los
bloques de piedra, y luego los izaron de un escalón de la pirámide al
siguiente con ayuda de máquinas simples. Sin embargo, los ingenieros
consideran poco probable que se lograra de ese modo.
Otras
teorías implicaban rampas externas. Una rampa exterior serviría para
llevar las piedras hasta el punto más alto de la pirámide, pero como que
no debería tener una inclinación superior a un 8% por ciento, tendría
que haber tenido más de 1.6 kilómetros de longitud. También se pensó en
una rampa enroscada a la pirámide conforme ésta iba ganando altura, pero
esta rampa debería haber estado firmemente anclada a la pirámide y no
hay rastro alguno de puntos de amarre.
"Mi teoría”, declaró el
francés, “es que la construcción supuso dos desafíos: el primero
construir la propia pirámide y el segundo, construir la cámara del rey".
Según él hasta una altura de 43 metros se utilizó una rampa externa
tradicional, y luego se construyó la rampa interna en forma de espiral.
“Era un túnel abierto por las cuatro esquinas de la pirámide a distintas
alturas, de forma que pudieran entrar por ellos los bloques de piedra”
Según
sus cálculos los bloques de piedra eran subidos por la rampa por
equipos de ocho o diez hombres. Una vez terminada la mayor parte de la
pirámide, se taparon las esquinas, pero los túneles de la rampa
siguieron utilizándose. La prueba más importante a favor de la
existencia de túneles es un test de microgravedad llevado a cabo en
1986, que mostró una estructura menos densa en forma de espiral dentro
de la pirámide. En el siguiente enlace podemos ver más información al respecto.
En
sus primeros cien años, la Química había dado muchos tumbos. Algunos
químicos seguían con mentalidad de alquimista, como el que descubrió el
fósforo por casualidad buscando oro en la orina. Como en la Edad Media,
hablaban de aceite de vitriolo en lugar de ácido sulfúrico y recurrían a
una sustancia imaginaria, el flogisto, para tapar los agujeros de unas
teorías que no habían cambiado desde de la Grecia antigua. Antoine de Lavoisier logró sacar a la Química de aquel callejón sin salida pero,
pese a ser un revolucionario científico, murió guillotinado en 1794
porque en la Revolución Francesa cayó en el bando equivocado. Nacido en
un una rica familia parisina, heredó una fortuna a los 25 años, recién
admitido en la Academia de las Ciencias, y decidió invertir en una
compañía privada que recaudaba impuestos para el Estado y se ensañaba
con los pobres.
Grabado de Antoine-Laurent Lavoisier, en su laboratorio. Autor: Louis Jean Desire Delaistre
Ese mismo negocio que le llevó a la guillotina le permitió montar el
mejor laboratorio privado de la época sin reparar en gastos. Le
obsesionaba medir y pesar todo con exactitud y así derribó las creencias
en la vieja teoría de los cuatro elementos (aire, agua, tierra y
fuego), según la cual el agua podía transmutarse en tierra. Al hervir
agua durante mucho tiempo aparecía un residuo sólido en el fondo del
recipiente, así que ¿cómo atreverse a dudar de la evidencia? Lavoisier
lo hizo y, con sus precisos experimentos, demostró que el recipiente de
vidrio perdía un peso igual al del sedimento que aparecía.
Siguió prosperando al casarse con la hija de un directivo de su compañía. Hicieron muy buena pareja en el laboratorio: ella tomaba notas de sus experimentos, le dibujaba las ilustraciones y le traducía artículos científicos en inglés. Juntos abordaron el tema candente de la química del siglo XVIII: ¿por
qué unas cosas arden y pierden peso al calentarlas, mientras que otras,
los metales, se cubren de óxido y ganan peso? Lavoisier sospechó que lo
que ganaban los metales lo perdía el aire y siguió las pistas dejadas
por otros químicos.
Se perdió varias veces y se equivocó otras tantas, hasta que el inglés Priestley
le habló de una nueva clase de aire, que hacía que las cosas ardieran
mejor, o se oxidaran antes, y con la que los ratones sobrevivían el
doble de tiempo y muy activos en un recipiente sellado. Lavoisier
repitió los experimentos de Priestley y se apropió del descubrimiento de
ese nuevo elemento que formaba parte del aire y al que llamó oxígeno (“generador de ácido”, en griego), creyendo por error que estaba presente en todos los ácidos.
De error en error, llegó al acierto final: su Tratado elemental de química (1789),
publicado el año de la Revolución Francesa. En él explicó que la
combustión, la oxidación de los metales y la respiración de los animales
son en realidad un mismo tipo de procesos: reacciones en las que se
consume oxígeno. Al experimentar en recipientes cerrados, comprendió que
en las reacciones químicas no se perdía ni ganaba peso. Puedes quemar
esta hoja y convertirla en humo y cenizas, pero la cantidad total de
materia sigue siendo la misma: se puede transformar, pero no eliminar.
Es la ley de la conservación de la masa de Lavoisier, la primera teoría científica que tuvo la Química.
También les dio a las sustancias químicas sus nombres modernos y creó
la primera tabla de los elementos, en la que ya no estaban aire y agua,
pero todavía incluía la luz y el calor. A pesar de sus errores y de que
no descubrió ningún elemento, supo recopilar los descubrimientos de
otros y darles un sentido que no tenían por separado. Al día siguiente
de su ejecución, el matemático Lagrange lo recordó así: «Bastó un
instante para cortar esa cabeza, y cien años puede que no sean
suficientes para dar otra igual».
Autor: Pigna, Felipe, Los Mitos de la Historia Argentina, Buenos Aires, Norma. 2004
Durante la etapa virreinal, España
mantuvo un férreo monopolio con sus colonias americanas, impidiendo el
libre comercio con Inglaterra, beneficiaria de una extensa producción
manufacturera en plena revolución industrial. La condena a la
intermediación perpetua por parte de España encarecía los intercambios
comerciales y sofocaba el crecimiento de las colonias. La escasez de
autoridades españolas y la necesidad de reemplazar al régimen
monopólico, sumado a las convulsiones que se vivían Europa tras la
invasión napoleónica, llevaron a un grupo destacado de la población
criolla a impulsar un movimiento revolucionario.
Para febrero de 1810 casi toda España se encontraba en
manos de los franceses. Un Consejo de Regencia gobernaba la península
en nombre de Fernando VII, prisionero de Napoleón. El 13 de mayo de
1810 llegaron a Buenos Aires las noticias de la caída de la Junta
Central de Sevilla, último bastión del poder español.
La autoridad que había designado al virrey Baltasar
Hidalgo de Cisneros había, por tanto, caducado y la propia autoridad
del virrey se encontraba cuestionada. Pronto Cisneros debió ceder a las
presiones de las milicias criollas y de un grupo de jóvenes
revolucionarios y convocó a un Cabildo Abierto para el 22 de mayo de
1810. El Cabildo, dominado por españoles, burló la voluntad popular y
estableció una junta de gobierno presidida por el propio Cisneros. Esto
provocó la reacción de las milicias y el pueblo. Cornelio Saavedra y
Juan José Castelli obtuvieron la renuncia del ex virrey.
El 25 de mayo, reunido en la Plaza de la Victoria, actual
Plaza de Mayo, el pueblo de Buenos Aires finalmente impuso su voluntad
al Cabildo creando la Junta Provisoria Gubernativa del Río de la Plata
integrada por: Cornelio Saavedra, presidente; Juan José Castelli,
Manuel Belgrano, Miguel de Azcuénaga, Manuel Alberti, Domingo Matheu,
Juan Larrea, vocales; y Juan José Paso y Mariano Moreno, secretarios.
Quedó así formado el primer gobierno patrio, que no tardó en desconocer
la autoridad del Consejo de Regencia español.
Hemos elegido algunos extractos del pensamiento de
Mariano Moreno, uno de los más esclarecidos patriotas de la Revolución
de Mayo, donde reivindica valores todavía vigentes como la importancia
de la instrucción y la educación como método contra las tiranías, la
necesidad de vigilar la conducta de los representantes, los reparos
ante las injerencias del extranjero y la necesidad de una organización
federal en el gobierno.
“El oficial de nuestro ejército después de asombrar al
enemigo por su valor, debe ganar a los pueblos por el irresistible
atractivo de su instrucción. El que se encuentre desnudo de estas
cualidades redoble sus esfuerzos para adquirirlas, y no se avergüence
de una dócil resignación a la enseñanza que se le ofrece, pues en un
pueblo naciente todos somos principiantes, y no hay otra diferencia que
la de nuestros buenos deseos: el que no sienta los estímulos de una
noble ambición de saber y distinguirse en su carrera, abandónela con
tiempo, y no se exponga al seguro bochorno de ser arrojado con
ignominia: busque para su habitación un pueblo de bárbaros o de
esclavos y huya de la gran Buenos Aires que no quiere entre sus hijos
hombres extranjeros a las virtudes.”
“El pueblo tiene derecho a saber la conducta de sus
representantes, y el honor de éstos se interesa en que todos conozcan
la execración con que miran aquellas reservas y misterios inventados
por el poder para cubrir sus delitos. El pueblo no debe contentarse con
que sus jefes obren bien, debe aspirar a que nunca puedan obrar mal.
“Si los pueblos no se ilustran, si no se vulgarizan sus
derechos, si cada hombre no conoce, lo que vale, lo que puede y lo que
sabe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y después de vacilar
algún tiempo entre mil incertidumbres, será tal vez nuestra suerte,
mudar de tiranos, sin destruir la tiranía”.
“Los pueblos deben estar siempre atentos a la conservación
de sus intereses y derechos y no deben fiar más que de sí mismos. El
extranjero no viene a nuestro país a trabajar en nuestro bien, sino a
sacar cuantas ventajas pueda proporcionarse. Recibámoslo en buena hora,
aprendamos las mejoras de su civilización, aceptemos las obras de su
industria y franqueémosle los frutos que la naturaleza nos reparte a
manos llenas; pero miremos sus consejos con la mayor reserva y no
incurramos en el error de aquellos pueblos inocentes que se dejaron
envolver en cadenas, en medio del embelesamiento que les habían
producido los chiches y coloridos abalorios. Aprendamos de nuestros
padres y que no se escriba de nosotros lo que se ha escrito de los
habitantes de la antigua España con respecto a los cartagineses que la
dominaron:
Libre, feliz, España independiente
Se abrió el cartaginés incautamente:
Viéronse estos traidores
Fingirse amigos, para ser señores;
Entrar vendiendo para salir mandando’”
Fuente: Mariano Moreno, Escritos Políticos, Buenos Aires, La Cultura Argentina, 1915
“En vano publicaría esta Junta principios liberales, que
hagan apreciar a los pueblos el inestimable don de su libertad, si
permitiese la continuación de aquellos prestigios, que por desgracia de
la humanidad inventaron los tiranos, para sofocar los sentimientos de
la naturaleza. Privada la multitud de luces necesarias, para dar su
verdadero valor á todas las cosas; reducida por la condición de sus
tareas á no extender sus meditaciones mas allá de sus primeras
necesidades; acostumbrada á ver los magistrados y jefes envueltos en un
brillo, que deslumbra á los demás, y los separa de su inmediación;
confunde los inciensos y homenajes con la autoridad de los que los
disfrutan; y jamás se detiene en buscar á el jefe por los títulos que
lo constituyen, sino por el voto y condecoraciones con que siempre lo
ha visto distinguido. De aquí es, que el usurpador, el déspota, el
asesino de su patria arrastra por una calle pública la veneración y
respeto de un gentío inmenso, al paso que carga la execración de los
filósofos, y las maldiciones de los buenos ciudadanos; y de aquí es,
que á presencia de ese aparato exterior, precursor seguro de castigos y
todo género de violencias, tiemblan los hombres oprimidos, y se
asustan de sí mismos, si alguna vez el exceso de opresión les había
hecho pensar en secreto algún remedio”.
Algunos miopes quieren ver en esta disputa el origen de la oposición
entre unitarios y federales, alineando por supuesto a Moreno en el rol
de padre del unitarismo y a Saavedra como progenitor, ya que nuestra
historia es fanática de los padres, del federalismo. Es curioso porque
Saavedra, hombre poco afecto a la filosofía y a la escritura, no ha
dejado una sola línea en la que mencione siquiera las palabras
federalismo o federación, mientras que el “unitario” Moreno le dedica
varios párrafos de su texto: Sobre las miras del Congreso que acaba de
convocarse, y la Constitución del Estado: Allí señalaba:
“El gran principio de la federación se halla en que los estados
individuales, reteniendo la parte de soberanía que necesitan para sus
negocios internos, ceden a una autoridad suprema y nacional la parte de
soberanía que llamaremos eminente, para los negocios generales, en
otros términos, para todos aquellos puntos en que deben obrar como
nación. De que resulta, que si en actos particulares, y dentro de su
territorio, un miembro de la federación obra independientemente como
legislador de sí mismo, en los asuntos generales obedece en clase de
súbdito a las leyes y decretos de la autoridad nacional que todos han
formado. En esta forma de gobierno, por más que se haya dicho en
contrario, debe reconocerse la gran ventaja del influjo de la opinión
del contento general: se parece a las armonías de la naturaleza, que
están compuestas de fuerzas y acciones diferentes, que todas concurren a
un fin, para equilibrio y contrapeso, no para oposición; y desde que
se practica felizmente aun por sociedades incultas no puede ser
calificada de difícil. Este sistema es el mejor quizá, que se ha
discurrido entre los hombres”
Autor: Pigna, Felipe, Los Mitos de la Historia Argentina, Buenos Aires, Norma. 2004.
Una expedición científica halla un portaaviones utilizado en pruebas nucleares en 1946.
Cabras y roedores en un barco durante la Operación Crossroads.Fritz Goro/LIFE/Getty
Por Manuel Ansede
La imagen era surrealista.
Portaaviones y destructores repletos de cabras, cerdos y ratas flotaban
en las paradisíacas aguas del atolón Bikini, en el océano Pacífico, en
julio de 1946. El Gobierno de EE UU había expulsado a los 167 nativos de
las islas para bombardearlas con dos armas nucleares de unos 20
kilotones cada una, frente a los 15 kilotones de la detonación en
Hiroshima.
El 1 de julio, los militares lanzaron en Bikini la bomba Gilda,
con la imagen grabada del personaje de la actriz Rita Hayworth. El
anuncio de la película, estrenada ese mismo año, proclamaba: "Bella,
mortal... empleando todas las armas de una mujer".
El 25 de julio, tiraron la segunda, bautizada Helena de Bikini
por Helena de Troya, la mujer que hizo sucumbir a tantos héroes de la
mitología griega. Ambas bombas generaron sendas columnas radiactivas de
agua y coral pulverizado que bañaron a los animales asustados en los
barcos. Los que no murieron achicharrados por las explosiones, fueron
fulminados en los días siguientes por las fuertes dosis de radiaciones
ionizantes.
La llamada Operación Crossroads implicó una flota de 242
barcos, 42.000 personas, 156 aviones y más de 5.000 animales, con el
objetivo oficial de estudiar los efectos de un ataque nuclear, pero con
el deseo oculto de mostrar músculo a la Unión Soviética tras el fin de
la Segunda Guerra Mundial. Casi 100 buques, muchos de ellos capturados a
los alemanes y a los japoneses, fueron bombardeados con la cuarta y la
quinta bombas atómicas de la historia, tras la de la prueba Trinity en
Alamogordo (EE UU) y las de Hiroshima y Nagasaki. Y uno de aquellos
barcos de Bikini, el portaaviones USS Independence, hundido a 830 metros de profundidad, resucita ahora gracias a una expedición científica.
“Es la primera vez que se estudia en aguas profundas un pecio de la Operación Crossroads”, explica el arqueólogo marino James Delgado,
líder de la campaña. Este científico, de la Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica de EE UU, es un cazador de naufragios. Ha
encontrado el Carpathia, que rescató a los supervivientes del Titanic; el Mary Celeste, un bergantín fantasma hallado navegando sin tripulación en 1872; y el Maud, empleado en el Ártico por el explorador noruego Roald Amundsen.
En marzo de 2015, gracias a un submarino cedido por la compañía Boeing, Delgado y su equipo descubrieron los restos del USS Independence en las aguas del santuario marino de la Bahía de Monterrey, en la costa de California. Ahora, la revista especializada Journal of Maritime Archaeology publica la autopsia del portaaviones y los documentos desclasificados que detallan su papel en los inicios de la Guerra Fría.
El buque todavía muestra las huellas de los ensayos nucleares en
Bikini. La primera explosión, una atmosférica a 600 metros de distancia,
barrió su cubierta, sus aviones, sus cabras, sus cerdos y sus ratas.
Los torpedos almacenados en la popa reventaron. De manera irresponsable,
los mandos militares enviaron poco después a los jóvenes soldados,
algunos de 18 años, al USS Independence y al resto de barcos
radiactivos a reponer los animales y los equipamientos destruidos. La
segunda bomba, submarina y a 1.300 metros del portaaviones, acabó de
convertir el buque en un cascarón de hierro flotante.
“Los efectos de la radiación mataron a la mayoría de los animales en
todos los barcos”, señala Delgado. Las pruebas sirvieron para confirmar,
por si había dudas, que un ataque atómico sería letal para la flota
estadounidense. Las tétricas grabaciones de la operación, incluidas en
el documental estadounidense Radio Bikini (1988), muestran cabras en carne viva intentando comer paja tras sobrevivir al hongo nuclear.
Tras la Operación Crossroads, algunos de los barcos que no se hundieron, como el USS Independence,
fueron remolcados hasta San Francisco para estudiar con detalle los
efectos de las bombas y ensayar medidas de descontaminación. Al llegar
al puerto, la radiación del portaaviones alcanzaba los 60 milirrem cada
24 horas, cuando la dosis normal que recibe una persona es de 620
milirrem al año, por fuentes naturales y pruebas médicas.
El buque sirvió de plataforma para la escuela de descontaminación
radiológica de la Armada de EE UU, pero uno de sus documentos
confidenciales de 1949 recomendó su hundimiento, porque el coste de
eliminar los contaminantes “superaría el valor de la chatarra del
barco”. En 1951, el USS Independence, finalmente aprovechado
como almacén de basura radiactiva, fue hundido en un lugar secreto y a
suficiente profundidad como para no estar al alcance de los espías
soviéticos. Otros 85 barcos radiactivos de la Operación Crossroads
habían sido lanzados antes al fondo del océano. Y allí sigue la flota
fantasma que dio el pistoletazo de salida a la Guerra Fría.
Aunque el titular de esta historia pueda parecer un acto de cobardía, más bien es una historia de supervivencia… y de valor.
Patrick Fowler
Por Javier Sanz
La historia de uno de los protagonistas, el soldado irlandés Patrick Fowler, comienza con el estallido de la Primera Guerra Mundial, una guerra que comenzó el 28 de julio de 1914 y en la que ninguna de las partes implicadas pensó que llegaría más allá de la Navidad de ese mismo año. Las oficinas de reclutamiento no daban abasto con las solicitudes de alistamiento, apenas fue necesario recurrir al patriotismo –honor y gloria fueron suficientes-, todos querían participar en aquella guerra… supuestamente corta, tradicional e incluso romántica (“Si yo muriera, pensad solo esto de mi: que hay algún trozo de campo en un país extranjero que es Inglaterra para siempre” – “El soldado” de Rupert Brooke). La realidad pronto despertó a estos voluntarios: continuos bombardeos, gases venenosos, la vida en las trincheras y una guerra que parecía no tener fin.
"eran como sonámbulos caminando junto al abismo, ciegos
ante el horror hacia el que estaban a punto de conducir al mundo"
(Christopher Clark)
Cada uno se buscó la vida como pudo y Fowler se
encontró perdido y solo tras las líneas enemigas… durante cinco meses
vagó y malvivió en el bosque hasta que exhausto y casi muerto de hambre
fue descubierto el 15 de enero de 1915 en las cercanías de la localidad
francesa de Bertry por un agricultor, Louis Basquin. En lugar de entregarlo a los alemanes, Basquin le ofreció refugio en casa de su suegra, Marie Belmont-Gobert, que vivía con su hija Angele.
Bertry estaba ocupada por las tropas alemanas, así que decidieron que
el mejor lugar para esconder a Fowler en caso de un registro alemán era
dentro de un armario de la cocina, de apenas un metro y medio de alto y
50 centímetros de profundidad. Fowler tendría que permanecer de
cuclillas, con las rodillas pegadas al pecho.
Armario (Actualmente en Museo de los Húsares de Winchester)
Pero poco después de la llegada de Fowler a la casa de Madame
Belmont, los alemanes requisaron por sorpresa la granja y alojaron allí a
ocho oficiales. Era una casa de cuatro habitaciones dividida en dos
plantas. Los soldados alemanes se instalaron en las dos habitaciones de
arriba. En el piso abajo dormían Madame Belmont y su hija, y también se
encontraba la cocina con el armario de Fowler y la mesa donde ahora
comían los oficiales alemanes.
Nuestro soldado se acurrucaba en el
estrecho armario sin atreverse a hacer ningún ruido, inmóvil,
permaneciendo así durante horas y horas mientras miraba por el ojo de la
cerradura cómo los oficiales desayunaban, comían, cenaban, tomaban
café, fumaban o, simplemente, charlaban a escasos tres metros de
distancia del armario. Tan sólo salía por la noche, cuando los alemanes
dormían, para estirar las piernas y tomar algo de comida. Madame Belmont
a veces abría una puerta del armario (dejando la otra puerta cerrada
para que se ocultase Fowler) y así hacer creer a los alemanes que el
armario estaba en uso y no despertar su curiosidad por tenerlo cerrado
permanentemente.
Los alemanes sólo registraron y abrieron el armario una
vez. Ocurrió tras el fusilamiento el 12 de octubre de 1915 de la
enfermera británica Edith Cavell, acusada de ayudar a
huir a soldados aliados, lo que provocó la búsqueda casa por casa de
soldados fugados. Un día, un capitán alemán llamó a la puerta de Madame
Belmont. Mientras él y sus hombres registraban la casa y proferían
gritos y amenazas terribles, Madame Belmont permanecía serena, sentada
en su sala de estar.
Al cabo de unos minutos, el capitán se paró delante
del armario, se acercó y de un solo golpe arrancó una de las puertas
del armario… pero estaba vacío. Madame Belmont había tenido un
presentimiento, y ese día había sacado a Fowler del armario y le ocultó
debajo de un colchón. Y así fueron pasando días, meses, e incluso años.
Mientras tanto, en la Nochebuena de 1915 la esposa de Fowler, Edith, recibía una notificación del Ministerio de Defensa: “Viuda de guerra”. Se daba por muerto a Patrick Fowler.
Justo antes de la derrota alemana corrió por el pueblo la noticia de
que otro soldado escondido había sido encontrado y fusilado, por lo que
madre e hija decidieron trasladar a Fowler a un lugar más seguro. Al
amparo de la oscuridad, disfrazado de mujer, y con un chal que cubría su
descuidada barba, fue llevado a un granero cercano donde iba a
permanecer durante un mes, hasta que finalmente la población de Bertry
fue liberada por las tropas británicas el 10 de octubre de 1918.
Con los
ojos hundidos, muy delgado, el pelo blanco y muy débil, tras casi
cuatro años escondido en el armario de cocina, parecía que por fin su
calvario había terminado. Sin embargo, Fowler también estuvo a punto de
ser fusilado acusado de deserción, puesto que las fuerzas británicas
inicialmente se negaron a creer su increíble historia. Finalmente fue
capaz de explicar a su regimiento por qué estuvo ausente tanto tiempo y
por qué le fue imposible tratar de escapar sin poner en riesgo la vida
de aquellas mujeres que le ayudaron.
El final feliz de esta historia de
supervivencia, resistencia, miedo y sufrimiento por parte del soldado
Fowler no hubiera sido posible sin la gran demostración de coraje,
valentía y dedicación desinteresada de unas mujeres que pusieron en
peligro sus vidas para proteger a un desconocido.
Fowler (1918)
El 1 de noviembre de 1918 Fowler llegaba a la estación de tren de Devizes
(Inglaterra) donde se reencontró con su esposa Edith y sus dos hijas.
Tras 23 años de servicio abandonó el ejército y se retiró a una finca
que le regaló el Mayor Robert Bruce. Aunque vivió hasta los 87 años, las
secuelas físicas y mentales de todo los sufrido y la tristeza por la
muerte de su esposa tras dar a luz a su tercera hija acompañaron a
Patrick durante toda su vida.
En 1927 se tuvo conocimiento en Inglaterra de las penurias económicas
de las mujeres de Bertry que habían arriesgado su vida por los soldados
británicos. El propietario del Daily Telegraph publicó varios artículos
para que el público conociese aquella historia y creó un fondo de
ayuda. Se organizó un viaje a Londres para las heroínas de Berty, donde
el Alcalde les entregó las 1.500 £ recaudadas, y fueron recibidas por
los reyes en el castillo de Windsor. Además, Marie Belmont-Gobert fue
distinguida como Oficial de la Más Excelsa Orden del Imperio Británico.
La historia comienza el 1 de julio de 1822 cuando las autoridades de la época deciden expropiar
terrenos de los monjes recoletos con el fin de crear un cementerio. Se
terminaría entonces la costumbre de sepultar a los difuntos en las iglesias o
los camposantos.
Luego de atravesar una etapa de
desorden durante la cual estuvo a punto de ser cerrado, es el intendente
Torcuato de Alvear quien decide modernizarlo en 1881.
A partir de entonces
comienza a poblarse, constituyendo una fuente de trabajo para escultores,
herreros y fabricantes de vitrales.
Presidentes, militares,
gobernadores, personalidades de la cultura y la ciencia tienen su descanso
final en estas poco más de 5 hectáreas limitadas por las calles Junín, Vicente López,
Azcuénaga y la iglesia Nstra. Sra. del Pilar.
Apenas se ingresa al predio
tenemos sobre la izquierda la tumba de parte de la familia Alvear y a la
derecha el lugar donde descansan los restos del coronel Federico Brandsen. Este
último falleció por llevar a cabo una orden dada por el general Carlos de
Alvear, su vecino de enfrente.
Para que tengamos una idea de la
riqueza histórica del lugar, en solo unos pocos metros cuadrados de la entrada
tenemos, además, a Facundo Quiroga, Renata Pacini de Alvear (fundadora de la Casa del Teatro), Federico
Soares (uno de los fundadores de la ciudad de Chivilcoy), el dramaturgo Enrique
García Velloso (fundador de lo que luego sería Argentores), la actriz Blanca
Podestá y Lorenzo Chaves (uno de los fundadores de la mítica tienda “Gath y
Chaves”). Los restos de María Luz García Velloso, supuestamente la “dama de
blanco” que ronda el cementerio, descansan aquí también.
Esta y muchas otras historias y
anécdotas aparecen en el libro “Las mil y una curiosidades del cementerio de la Recoleta” escrito por el
periodista y guía turistico Diego M. Zigiotto con la colaboración de Axel Díaz
Maimone, Susana Gesualdi y Alicia Braghini. A través de un recorrido de 322
tumbas, Zigiotto relata parte de la historia argentina, desde grandes momentos
que nos moldearon como nación hasta sucesos familiares que muestran los
dramas y costumbres de la época.
Uno se queda con ganas de conocer
más, por lo cual es de esperar que el autor continúe contándonos sobre los
moradores del lugar. Material no le ha de faltar.
Resistida por los censores, el tiempo y la gente convirtieron a esta canción en una marca registrada.
Evita en la residencia presidencial "Palacio Unzué", luego demolida
(Foto: Sylvia Salmi - Fuente: CeDIAP/Archivo Corbis)
Corría la década del ’70. El gobierno militar gobernaba la Argentina con mano
férrea y consecuencias que son de dominio público.
La música, tantas veces vista como una forma de hacer
circular ideas no compartidas por el poder dictatorial, no era ajena a la
situación de control extremo y censura que se vivía.
A varios miles de kilómetros, en la tierra con la cual la Argentina tiene una
historia de conflictos, se componía una canción sobre uno de los personajes
más emblemáticos de la Argentina.
Nacida en Inglaterra
Corría el año 1976 cuando la dupla Lloyd Weber – Rice grababa
en Inglaterra, con la voz de Julie Covington, una canción que se convertiría en
histórica. Posteriormente, en 1978, esta canción se incluiría en el musical
“Evita”. Los violines comenzaban una melodía de lamento que daba paso a la voz
de Evita hablándole a su pueblo. Nacía “No llores por mí, Argentina”.
El resto de la historia es conocida. Lo que tal vez no sea tan conocido
es el hecho de que la canción fue sistemáticamente prohibida por el gobierno
militar argentino. El grado de censura varió desde la eliminación absoluta
hasta la alteración parcial de su título en los discos de la época. Hay tres
ejemplos de lo que sucedía por aquellos años.
No me fallés Papetti
En el programa humorístico “La tuerca” (para los que nunca
tuvieron la oportunidad de ver uno era una forma de hacer humor muy popular,
divertida y actualmente inexistente) había un sketch en el cual un jefe (Tino
Pascali) esperaba a su tímida secretaria en su departamento. Preparando el
escenario para lo que prometía ser una noche inolvidable, Pascali ponía un disco del saxofonista Fausto Papetti. El sensual sonido de este
instrumento era una garantía de que todo transcurriría sobre ruedas. Pero Papetti
fallaba siempre. En realidad no era Papetti el que fallaba, si no que siempre
algo pasaba para que los planes del jefe se vieran frustrados.
En 1979 le fallaron a Papetti al publicar su disco “23a Raccolta”, el cual incluía el tema ‘No llores por mí”. La “Argentina” había
sido eliminada del título por el censor de turno. Algunos solo notarían con los años lo
que había sucedido.
Hermanos censurados
Por aquellos años, el famoso duo de los hermanos Karen y
Richard Carpenter lanzaban su disco “Pasaje”. En este caso no se modificó el
título de la canción, la misma directamente se eliminó. No sería hasta muchos
años después y con el relanzamiento del álbum en CD (realizado por los japoneses quienes adoran al dúo), que la canción reaparecería
como originalmente.
La voz única de Karen era el vehículo perfecto
para transmitir la profunda melancolía que caracteriza a este tema.
Antes de Grease
La blonda cantante australiana (nacida en Inglaterra) Olivia
Newton John lanzaba en el año 1977 el álbum “Making a good thing better”. La
última pista del lado 1 en el vinilo nunca llegó a aparecer en el lanzamiento
argentino. ¿Qué había en esa pista? ¡Sí! Adivinó. La versión de “No llores por mí, Argentina”.
Al igual que con el álbum de Carpenters, no sería hasta la
aparición de la versión en CD, que nos enteraríamos que Olivia se había
sumado al frenesí mundial de interpretar la canción ahora histórica. Y que a
pesar de los intentos, no pudo ser silenciada.
Por las calles arboladas de Barrio Norte, recorriendo sus arterias
empedradas, escuché que la radio del taxi anunciaba un viaje para la
calle Ugarteche y Cabello. Confirmé, y en menos de cinco minutos llegué
al lugar: se trataba del conocido Palacio de Los Patos.
Me anuncié en el sector de seguridad del edificio y a los pocos minutos
salió María Teresa, una señora muy elegante. Luego de los saludos de
rigor y las indicaciones para llegar a destino, le pregunté: "Ya que
usted vive aquí, ¿me podrá contar la verdadera historia del Palacio de
Los Patos?". La señora se explayó brevemente sobre los aspectos más
relevantes de la propiedad y su historia.
Cuando llegamos a destino, con la señora María Teresa intercambiamos
nuestros números de teléfono. Me dijo que pasara por la administración
del edificio, ya que era una de las propietarias y administradoras, y me
informaría sobre la historia del palacio. También me contó que faltaba
poco para los 80 años de la inauguración del edificio.
Tras varios meses y cuando menos lo esperaba recibí una invitación de
María Teresa para concurrir al Palacio, porque se haría una
extraordinaria recepción para conmemorar los 80 años, el 10 de diciembre
último.
Ese día fui recibido por las señoras María Teresa y Silvia, que me
permitieron recorrer y apreciar los sitios más importantes del edificio
con sus exquisitos y lujosos patios interiores, además de visitar las
muestras de importantes artistas plásticos que allí exponían.
Foto: Carlos Guarella
Y me enteré de la historia completa de este emblemático edificio porteño del que haré una breve reseña.
El Palacio de Los Patos tuvo su origen en París, según el comentario que
hiciera el señor Manuel Chopitea, hijo de don Alfredo Chopitea,
propietario original del monumental edificio. Don Alfredo viajaba de
manera habitual a Europa con toda su familia. En uno de esos recorridos
quedó fascinado con un edificio que vio en la Ciudad Luz y pergeñó la
idea de construir uno igual en Buenos Aires. Entonces, ubicó y contrató
al arquitecto francés que lo había construido para lograr su sueño. Se
trataba de Henri Azière, que sobre los datos del terreno porteño
disponible, confeccionó los planos del nuevo edificio.
Pero Don Alfredo consideró que podían aprovecharse mejor los espacios.
Entonces contrató al arquitecto Julio Senillosa y modificó el proyecto
original. Alcanzaron así las 144 unidades funcionales, que combinaron el
diseño original de Azière, el interés de Chopitea y el valioso aporte
de Senillosa.
El origen del nombre Palacio de Los Patos es bastante controversial. No
hay datos fehacientes, pero contaré lo que pude obtener basándome en el
libro Historia del Palacio de Los Patos, del escritor Jorge Ercasi.
La tradición dice que los primeros inquilinos fueron familias de buena
cuna y delgada billetera. La leyenda cuenta que en este edificio
encontraron el lugar ideal para disimular sus penurias y aparentar que
todo seguía igual. En el lunfardo porteño, la palabra "pato" expresa a
la persona carente de dinero. Es que el plumaje del pato, aún estando en
el agua, siempre está "seco".
Otra versión dice que por la zona hubo una especie de arroyuelo, que hoy
está entubado y desemboca en el Río de la Plata, conocido como Arroyo
Ugarteche, en el que habitaban patos.
No obstante, sea cual fuere el origen con que el ácido humor porteño lo
bautizó, podemos garantizar que el nombre hoy tan incorporado a la
cultura ciudadana manifiesta un íntimo deseo de muchas personas que
quisieran poder vivir en él.
Desde el año 1959 el edificio fue administrado por sus propietarios,
habiendo sido el primero el Ingeniero Leslie Lomax. Actualmente lo hacen
las señoras Silvia Moras y María Teresa Jaunarena. También hay que
destacar que importantes personalidades han ocupado algunas de las 144
unidades.
Con esta somera reseña de este emblemático lugar de nuestra ciudad, nos
alejamos habiendo conocido algo más de lo muy destacable que tiene el
patrimonio cultural porteño.
Luego de contarnos sobre arte rupestre, los investigadores se adentran
en distintos aspectos del Primer Congreso Nacional de Arte Rupestre
realizado en Rosario.
Olivia y Solomita nos cuentan sobre la historia de congresos organizados por la FHyA (Foto: C. Pairoba)
¿Quiénes organizaron el Primer Congreso Argentino de Arte Rupestre (AR)?
Fátima Solomita: El congreso fue organizado por el Centro
de Estudios Arqueológicos Regionales dirigido por Fernando Oliva, el
Centro de Estudios de Arqueología Histórica dirigido por Ana Maria
Rocchietti y del cual soy integrante y la Facultad de Humanidades y
Artes de la Universidad Nacional de Rosario.
Tuvimos conferencistas extranjeros de Chile, Uruguay, Perú y Cuba. Hubo
una gran presencia latinoamericana. Carlos Aschero, presidente del
congreso es una figura muy importante dentro del AR. Los conferencistas
incluyeron a Racso Fernández Ortega (Cuba), Lautaro Nuñez Atencio
(Chile), Cristóbal Campana (Perú) y Mario Consens (Uruguay).
La convocatoria fue amplia con gran cantidad de gente que asistió y
presentó trabajos. Hubo gran cantidad de público en las conferencias,
con público adicional a los que habían presentado trabajos. Tuvimos más
de 200 trabajos, representando a todas las zonas de la Argentina, donde
hay centros de investigación que se dedican al AR.
Fernando Oliva: Fue el primer congreso junto a
todos los especialistas. El 99% de los colegas que están trabajando en
el tema participaron del congreso. El encuentro se hizo a través de la
facultad y con el apoyo explícito de la gestión del Rector Darío
Maiorana. Tuvimos apoyo a nivel de Rectorado, a nivel de la facultad, la
participación de los centros de estudios y algunas instituciones a
nivel nacional.
Hubo exposiciones y el congreso se transformo en un evento
latinoamericano. Fue trabajoso en la primera etapa pero para la
coordinación de las mesas se convocó a especialistas de primera línea de
diferentes lugares del país. Eso garantizó el éxito del congreso.
¿Cuál es la historia de Rosario en cuanto a la organización de este tipo de congresos?
FO: El Primer Congreso Nacional de Arqueología se hizo
aquí, en Rosario en la década del 60. También se hicieron los primeros
congresos de Arqueología Histórica, de Arqueometría, de la Región
Pampeana Argentina, y de Arte Rupestre Nacional. Ahí tenés 5 congresos
que la comunidad arqueológica históricamente en la Facultad de
Humanidades y Artes viene organizando como primeros congresos. Son
congresos pioneros de líneas de investigación que después siguen. Por
ejemplo, ya llegamos a la edición número 18 del Congreso Nacional de
Arqueología.
Siempre hemos sido muy resolutivos para este tipo de cosas. A pesar de
que dentro del campo de la Antropología la Arqueología es como una
hermanita menor, considerando que en términos académicos, esta
disciplina ha generado muchísimo sustrato dentro del campo de la
Antropología. Esta es una discusión vieja.
Hay una tradición dentro del campo de la Arqueología en la Facultad de
Humanidades y Artes con respecto a este tipo de eventos, un espíritu de
convocatoria muy importante sobre la comunidad rosarina. Este es un dato
interesante respecto de la confiabilidad de Rosario como sede y
pionera. Acá se genera un clima bastante crítico con muchas ideas y
generación de muchos proyectos de investigación. Rosario tiene un
potencial muy grande con respecto a la Arqueología a nivel nacional. De
hecho, grandes investigadores han trabajado históricamente desde esta
universidad.
Al ser el primer congreso nacional, debe haber habido una tensión especial.
FS: En realidad, no se esperaba tanta convocatoria de
gente. Apostábamos por unas 60-70 personas por ser un campo tan
especializado. Nos sorprendió la cantidad de trabajos que se presentaron
y también la cantidad de gente que vino, además de enviar el trabajo.
FO: Estamos muy sorprendidos y ahora
dedicados a toda la parte editorial. Este año va a salir una publicación
vinculada con el tema del congreso.
FS: Los que presentaron poster pueden
presentar un trabajo ampliado y los que presentaron ponencia pueden
presentar un artículo. La idea es publicar un libro, con mejor calidad
dado que al ser sobre AR la calidad en imágenes tiene que ser muy buena.
La convocatoria aún está abierta hasta mediados de abril. Después viene
la etapa de evaluación de los trabajos por un comité científico y
finalmente entraría en la fase de edición. Esperamos tenerlo en imprenta
para septiembre.
¿En qué lugar físico se desarrolló el congreso?
FS: Los nueve simposios simultáneos se
hicieron en la Facultad de Humanidades y Artes. Las conferencias
magistrales se realizaron en el Espacio Cultural Universitario donde
también hubo dos exposiciones museológicas. Una del Museo de la Escuela
de Antropología, con piezas de Alamito y la otra muestra que era del
Instituto Nacional de Antropología y Pensamiento Latinoamericano (INAPL)
y de la universidad. Esta última con infografías bajo el título “Arte
rupestre en la Argentina”. Ahí tenías diferentes sitios dentro de la
Argentina y las imágenes más representativas de cada uno de esos
lugares.
FO: Es importante destacar el apoyo del
Rectorado y las autoridades de la facultad. El congreso sirve para que
tanto graduados, profesores y estudiantes tengan la conciencia de que se
pueden hacer determinadas cosas y de empezar a generar intercambio. De
saber que uno está en capacidad de hacer determinado evento. Creo que es
lo más importante en cuanto a lo académico.
FS: El viaje y la estadía de los
conferencistas estuvo a cargo de la Universidad Nacional de Rosario. Si
no, no hubiésemos podido traerlos. No fue un gasto menor.
¿Cuándo es el próximo congreso?
FS: El próximo se hace en 2016 en Río Cuarto.
FO: Hubo una votación para decidir si se
repetía en dos o tres años. Creíamos que lo mejor era cada tres años
pero ganó la opción de hacerlo cada dos. Había un clima muy festivo, de
“que lástima que se acaba”. La gente estaba muy contenta. Las
conferencias estaban siempre llenas. Fue muy intenso ya que se arrancaba
a las 8 de la mañana hasta las 18-19 hs. Después las conferencias desde
las 19:30 hasta las 21 hs. Pero siempre lleno.
Como no había algo sobre la temática de AR, fue un primer encuentro.
Nos permitió intercambiar opiniones con gente que trabaja en otras
líneas.
A TÍTULO PERSONAL
Fatima Sodomita
Lic. En Antropología
Docente en la Facultad de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura con proyectos en Facultad de Humanidades y Artes
Secretaria General del Primer Congreso Nacional de Arte Rupestre – Rosario, 10 al 12 de septiembre de 2014
Fernando Oliva
Profesor de Arqueología Americana y Argentina
Director del Centro de Estudios Arqueológicos Regionales – Facultad de Humanidades y Artes – Universidad Nacional de Rosario
Cliquee aquípara leer la primera parte de esta entrevista.
Las víctimas menos conocidas de uno de los naufragios más famosos de la historia.
Por Javier Sanz
Como todos sabéis, el transatlántico británico Titanic, el mayor barco del mundo en el momento de su botadura, se hundió en la madrugada del 14 al 15 de abril de 1912 durante su viaje inaugural desde Southampton a Nueva York. En el hundimiento murieron 1.514 personas de las 2.224 que iban a bordo, lo que convierte a esta tragedia en uno de los mayores naufragios de la historia ocurridos en tiempo de paz. Esta es la historia de las otras víctimas… las de cuatro patas
Aquel fatídico día, además de las 2.227 personas también había a bordo 12 perros, todos pertenecientes a pasajeros de primera clase. Sólo los tres que iban con sus dueños en los camarotes -dos Pomerania y un Pekinés- consiguieron sobrevivir al subir a los botes en brazos de sus dueños. El resto, que iban en las bodegas, murieron.
Ninguno de los tres que figuran en la fotografía sobrevivieron, pero el Gran danés tiene su propia historia. Ann Elizabeth Isham, su propietaria, consiguió subir a uno de los botes salvavidas, pero cuando le informaron que su perro era muy grande para subir al bote, ya que por su tamaño ocupaba el lugar de una persona, saltó del bote y se dirigió a la bodega. Pocos días después del naufragio, un barco de rescate encontró el cuerpo de Ann abrazado a su perro.
¿Y no había ningún gato? Sí y no. No es de extrañar la presencia de gatos en los barcos, ya que fueron fundamentales para mantener a raya a los “malditos roedores”. Cuenta la leyenda que había una gata en el Titanic, llamada Jenny, que consiguió salvarse… ¿el sexto sentido de los animales? Mulholland, uno de los fogoneros del Titanic, se encargaba de cuidar y alimentar a Jenny… y a la camada que acababa de tener. Cuando el barco llegó a Southampton, procedente del astillero de Belfast donde fue construido, Jenny desapareció misteriosamente. Finalmente, Mulholland la descubrió caminando por los amarres sacando a sus gatitos del barco uno a uno. Para un hombre supersticioso como Mulholland, aquello no era un buen presagio y decidió abandonar el barco y enrolarse en un carguero. Jenny había salvado su vida, la de su camada… y la de Mulholland.
La Facultad de Humanidades y Artes continúa su tradición de organizar
encuentros científicos exitosos que perduran en el tiempo. Dos
investigadores nos cuentan detalles del congreso que convocó a
especialistas nacionales y extranjeros.
Fernando Oliva y Fátima Solomita participaron en la
organización del Primer Congreso Nacional de Arte Rupestre (Foto: C.
Pairoba).
Durante el mes de septiembre de 2014 tuvo lugar en la ciudad de Rosario el Primero Congreso Nacional de Arte Rupestre.
Dos de sus organizadores nos cuentan detalles del encuentro y de la
disciplina que convocó a investigadores de nuestro país y el exterior.
¿Qué es el arte rupestre?
Fernando Oliva: El arte rupestre (AR) es el
conjunto de registros arqueológicos que nos permite hablar sobre las
expresiones gráficas (pictografias, jeroglifos y demás evidencias al
aire libre o en cuevas fundamentalmente) las cuales expresan la voluntad
de todo el mundo ideológico, simbólico y artístico de las sociedades
que habitaron y habitan en diferentes partes del mundo. Básicamente es
un sistema de comunicación entre grupos, miembros de un mismo grupo o de
un grupo para otros grupos, para dejar presente su señal con respecto a
cómo nos comunicamos y qué queremos expresar. A través del AR es
probable que tengamos acceso a diferentes rogativas, actos simbólicos,
actos de iniciación, rogativas con determinados alimentos, la escasez o
la llegada de una nueva estación del año. EL AR es una extensión
material del mundo mágico-religioso-simbólico de las sociedades humanas
que hacían este tipo de registro. En nuestro continente fueron las
sociedades de los pueblos originarios las que están en vinculación con
este tipo de situaciones.
¿Cómo es el Arte Rupestre en el mundo? FO: AR hay en la mayor parte del
mundo. Por ejemplo, en Australia hay sociedades actuales que visitan el
lugar y reutilizan el arte de las sociedades pasadas. Es como una
resignificación del trabajo sobre el tema. Es una disciplina que se
estudia a nivel mundial. Esto se debe a que los paradigmas teóricos y
metodológicos de la Arqueología han cambiado sustancialmente y han
incorporado este tipo de situaciones para explicar cuestiones que antes
no se podían abordar.
¿Dónde encontramos AR en la Argentina?
FO: Hay diferentes lugares. Serranías, montañas, rocas al
aire libre sobre las cuales estos grupos hacían sus representaciones.
Ya sea con pintura o con grabados. Los más conocidos y más simbólicos
del país son la Cueva de las Manos (provincia de Santa Cruz) que es uno
de los más relevantes a nivel internacional y es patrimonio de la
humanidad. También hay AR en Misiones, La Rioja y en la región pampeana.
Particularmente en esta última, próximo a Rosario tenés AR en lugares
cercanos como las serranías de Córdoba o las de Ventania o Tandilla en la provincia de BsAs. También en Lihuel Calel en La Pampa.
¿El AR es característico de un lugar o depende de la interacción entre grupos?
FO: Al AR no tenés que entenderlo como propio de un lugar
y nada que ver con las sociedades que, por ejemplo, vivieron aquí cerca
de Rosario. De hecho, las sociedades que vivieron aquí eran
cazadores-recolectores que se trasladaban. Nosotros vemos que aquí cerca
de Santa Fe utilizaban determinados recursos líticos para producción de
sus artefactos. Esos artefactos son obtenidos de las serranías que
mencioné (Córdoba, Tandilia, Ventania, Lihuel Calel). En ese ida y
vuelta, esas sociedades estaban en vinculación con esos grupos de AR que
se generaban en esos lugares. No hay que entenderlo como una cuestión
estática y con los límites provinciales que hoy tenemos, si no con los
límites mucho más amplios.
¿Cuáles son las líneas de trabajo dentro de la Arqueología?
Fátima Solomita: Dentro del AR, más allá de los estudios
sobre lo que sería la parte simbólica o de representación también
tenemos el estudio de pigmentos (arqueometría). Es la aplicación de
métodos de estudio de física y de química a bienes culturales en general
o bienes arqueológicos. Es una vía transversal que se puede aplicar al
AR pero también puede aplicarse a otros campos.
FO: También tenés la cuestión estilística.
Por ejemplo, comparar el estilo de las manos, las pisadas. Al tener la
presencia de un estilo en un lugar podés comparar con otras regiones lo
cual te ayuda a reconocer cuestiones iconográficas que te permiten
referenciarlo.
Otras líneas incluyen las cuestiones de comunicación dentro de la
región, la cuestión de espacio y Arqueología. Esta última ubica los
sitios con AR vinculados a determinados dominios territoriales sobre
otros. No en todos lados se pinta. A veces uno se pregunta por qué
pintaron acá y no en la cueva de al lado. Son múltiples acciones y
factores que estas sociedades tenían en su manejo. También la cuestión
simbólica, ritual de adoración a determinadas cuestiones. Por ejemplo,
las representaciones de patas de felinos o de ñandúes pueden tener una
cuestión vinculada a cuestiones de caza o de rituales de fertilidad,
etc.
El AR habla de todo ese tipo de aspectos que es muy abarcativo y
transversal en cuanto a las posibilidades de discutir desde el arte y
hacia el arte diferentes cosas. Dentro del arte de la Arqueometría
también tenés los agentes de deterioro, lo que nos hace vincular con
geólogos, biólogos, químicos para entender el tema de cómo el arte que
vos ves es el arte que existía realmente o había otro arte más debajo.
Por ejemplo, te pueden quedar tres líneas y en realidad las mismas son
parte de una representación figurativa de un pájaro. Teniendo en cuenta
el deterioro biológico, podés ver otro tipo de motivo.
¿En qué períodos se desarrolla el Arte Rupestre? FO: Desde hace varios miles de años
(6.000 – 7.000 en nuestro país) y hasta el momento de la conquista de
España. La llegada del hombre blanco, la constitución del estado
nacional, la República Argentina. Esto fue en algunos momentos, y aunque
sea en forma parcial, evidenciado por el AR. Por ejemplo, tenemos la
cuestión de caravaneros que hay en el desierto de Atacama o en
Antofagasta de las Sierras. Ahí hay caravanas de ganado en el paso
cordillerano, las representaciones de embarcaciones en algunos lugares
puntuales, la presencia del hombre a caballo. Son todos elementos
históricos. Hay un sincretismo cultural que fue muy interesante e
importante. Desde ese momento y remontándonos a miles de años donde no
tenemos un lenguaje para comparar si no que tenemos la evidencia del AR.
Como investigadores del tema en el país, tratamos de descodificar
mediante diferentes vías de abordaje. Incluso hay estudios semióticos
vinculados al AR y la semiótica como línea de trabajo muy interesante.
A TÍTULO PERSONAL
Fatima Sodomita Lic. En Antropología
Docente en la Facultad de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura con proyectos en Facultad de Humanidades y Artes
Secretaria General del Primer Congreso Nacional de Arte Rupestre – Rosario, 10 al 12 de septiembre de 2014
El pasado día 26 de marzo de 2015 se publicó en la revista Science,
y fue recogido por la web de noticias científicas SINC, de la Fundación
Española para la Ciencia y la Tecnología, la siguiente noticia: “Una vacuna usa por primera vez el virus completo y desactivado del ébola”.
La noticia contaba como un equipo de científicos de EEUU y Japón había
desarrollado una vacuna para el ébola, que por primera vez hacía uso del
virus completo, pero desactivado, lo cual parece hacerla más segura que
otras vacunas que se están desarrollando en la actualidad, y que
además, se informaba de que dicha vacuna ya se había probado con éxito
en macacos. Las otras vacunas experimentales, algunas que hacen uso solo
de una parte del virus e incluso una que utiliza el virus vivo, se
están testando ya con humanos, pero existe cierta preocupación por la
seguridad de los pacientes.
Al leer esta noticia se me ocurrió que podíamos aprovechar la
oportunidad para hablar de las estadísticas médicas, y más
concretamente, de un caso muy conocido, la estadística de la vacuna de
Salk para la poliomielitis realizada en 1954, y que ha sido uno de los
mayores ensayos clínicos de la historia, el mayor hasta los años 80, en
el que participaron más de un millón de niños. Este estudio clínico nos
puede servir de ejemplo para ver qué cuestiones deben ser tenidas en
cuenta a la hora de realizar una estadística médica para estudiar la
efectividad de un medicamento o tratamiento, y que en muchas ocasiones,
demasiadas, no se tienen.
Marta Macho nos recordaba el 28 de octubre de 2014 que ese día era el centenario del nacimiento del virólogo Jonas Edward
Salk (1914-1995), y que Google le había dedicado este doodle
Pero para entender mejor este ejemplo, e incluso la noticia sobre el ébola, recordemos brevemente qué son las vacunas
y cómo funcionan. Lo que más o menos sabemos todos, es que las vacunas
son un producto, formado por antígenos (que pueden ser microorganismos
muertos o atenuados, una parte de los mismos o derivados de ellos), que
al ser introducido en el organismo estimula la producción de
anticuerpos, es decir, una defensa del propio organismo contra los
microorganismos patógenos, consiguiéndose así la inmunización contra la
enfermedad.
Dos ejemplos significativos de vacunas, en relación a los antígenos, serían la viruela y la gripe. En el caso de la viruela se utiliza un virus muy parecido, el virus vaccinia
(estrechamente relacionado con el virus de la viruela bovina), que se
inocula vivo en las personas, aunque en condiciones normales es incapaz
de generar ninguna enfermedad seria, es muy leve y ni siquiera se
muestran síntomas, pero lo importante es que provoca la generación de
anticuerpos que las protege de la viruela. La vacuna de la viruela fue
la primera en desarrollarse en 1796. El médico rural inglés Edward
Jenner (1749-1823) observó que las recolectoras de leche solían padecer
la “viruela de la vaca”, que es un tipo de viruela muy suave, pero
después no cogían la viruela común. Aunque se sabe que ya en China,
siglo X, y Sudamérica, siglo XVIII, se inoculaba con el pus de la
viruela como método de prevención de este enfermedad. La vacuna de la
viruela ha conseguido que esta enfermedad sea erradicada completamente
del planeta.
Diferentes pósteres que hacían un llamamiento para que la gente se vacunara contra la viruela, hoy ya erradicada
En el caso del virus de la gripe, la vacuna es una solución del propio virus, pero neutralizado mediante un tratamiento de formaldehído.
Cuando la vacuna es inoculada, los virus muertos, luego no pueden
infectar a las personas vacunadas, mantienen aún una actividad
antigénica que hace que se produzcan anticuerpos. La dificultad en este
tipo de vacunas reside en encontrar la dosis de formaldehido suficiente
para que el virus muera, pero no demasiada, para que mantenga la
propiedad antigénica. Aunque esto es lo más común en el caso de la
gripe, también se utilizan contra ella vacunas con virus vivos, aunque
atenuados.
Una vacuna con el virus vivo tiene la ventaja de ser más efectiva, se
reproduce en el individuo vacunado y genera una fuerte reacción como
antígeno, que provoca un alto nivel de anticuerpos duraderos. Por otra
parte, el riesgo de esta vacuna es mayor, el virus vivo, aunque esté
atenuado, puede acabar generando la enfermedad que pretende combatir, y
si estamos en el caso de un virus vivo similar al que nos interesa, este
quizás pueda mutar y acabar provocando la enfermedad, o una similar, en
el individuo.
La vacuna con un virus muerto es más segura porque es incapaz de
producir la enfermedad en el individuo, sin embargo, puede fallar y no
provocar la respuesta deseada de generación de anticuerpos.
Por estos, y otros motivos, como que cada virus es diferente a los
demás, es necesaria una gran investigación médica, además de estudios
estadísticos que nos permitan conocer cuál es la respuesta real de la
vacuna cuando se inocula en humanos. Y para que estos estudios
estadísticos sean eficaces tienen que estar bien hechos, desde un punto
de vista científico.
Sobre
de una carta que formaba parte de una campaña anti-vacunación de 1879.
Sin embargo, la vacuna no es solamente un arma para evitar que un
individuo tenga una enfermedad, es un arma contra la propia enfermedad.
Desde la invención de las vacunas, se ha erradicado la viruela, la polio
está prácticamente erradicada, así como la rubeola, el sarampión, la
varicela-zóster o las fiebres tifoideas
Pero vayamos ya al caso que nos interesa en esta entrada del Cuaderno de Cultura Científica, el estudio estadístico realizado en los años 50 para evaluar la efectividad de la vacuna de Salk contra la poliomielitis.
La poliomielitis, también conocida como polio, es una enfermedad infecciosa, producida por el virus poliovirus,
y que afecta al sistema nervioso. No es una enfermedad común, como
pueda ser el caso de la gripe, pero afecta principalmente a los niños
(con edades entre 4 y 14 años) y aunque en la mayoría de los casos es
asintomática, cuando afecta al sistema nervioso suele tener
consecuencias muy graves, puede producir la muerte, pero también
parálisis, atrofia muscular, deformidades o problemas del sistema
respiratorio, que pueden llevar a terminar con un pulmón artificial para
poder vivir. Además, el comportamiento de la enfermedad, o del virus
que la genera, es muy variable, algunos años su incidencia es mayor que
otros, o afecta a unas zonas y a otras no, lo cual dificulta en gran
medida su análisis.
El presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt (1882-1945) había
sufrido esta enfermedad cuando era un joven político, lo cual le
ocasionó una parálisis. Fueron los esfuerzos de Roosevelt y su socio, el
abogado Basil O’Connor, por combatir esta enfermedad los que dieron las
condiciones necesarias para que fuera posible uno de los mayores
estudios clínicos de la historia, el estudio estadístico de la vacuna de
Salk contra la polio, con más de un millón de niños.
El
presidente de los Estados Unidos de América Franklin D. Roosevelt, en
silla de ruedas, como consecuencia de las secuelas de la poliomielitis
padecida
El
presidente Roosevelt junto con un grupo de niños afectados de polio en
un centro de rehabilitación de Georgia, que él hizo posible, para
víctimas de la poliomielitis
En los años 30, del siglo XX, se habían desarrollado algunas vacunas
contra la polio, con diferentes antígenos, e incluso dos de ellas se
empezaron a suministrar durante un tiempo. Sin embargo, las vacunas no
resultaron efectivas, y al menos una de ellas fue la causante de algunos
casos de parálisis, por lo que se dejaron de utilizar. Este fracaso
pesó en el ánimo de los investigadores, que suspendieron su trabajo
durante algunos años, hasta que en la década de los 40, se retomaron las
investigaciones, desarrollando vacunas con virus vivos de cepas más
inofensivas y también con virus neutralizados.
El virólogo Jonas Edward Salk (1914-1995) trabajó con el virus
tratado con formaldehido, es decir, se eliminó su capacidad infecciosa
al acabar con él, pero se mantenía su capacidad antigénica, que
desencadenaba la creación de anticuerpos en el individuo vacunado.
Después de un gran trabajo científico llegó la hora de evaluar su
efectividad, y sus potenciales efectos adversos. Se probó primero con
unos pocos niños, comprobándose que había sido efectiva con ellos. Sin
embargo, esos casos no eran científicamente concluyentes, solo la hacían
una buena candidata a ser considerada una vacuna contra la
poliomielitis. Llegaba entonces el momento de analizar su efectividad
real con un ensayo clínico a gran escala.
Portada de la revista TIME en la que aparece Jonas Salk, como el médico que lucho contra la polio, el 29 de marzo de 1954
Antes de empezar con el ensayo clínico en sí mismo, merece la pena
reflexionar un poco sobre qué tipo de ensayo se tenía que diseñar para
obtener la mejor información posible. Una posibilidad podía ser realizar
una vacunación de todos los niños (en este caso, de Estados Unidos) a
través de las escuelas y ver cuál era el resultado de la misma, ver si
de un año a otro había habido una variación significativa en el caso de
casos. Este método de actuación, que se había llevado a cabo con otras
vacunas, tenía varios problemas de tipo estadístico (además de alguna
consideración médica).
1) Variabilidad en el tiempo de la incidencia del virus. El
virus era muy irregular y la incidencia de un año a otro variaba mucho,
con lo cual esa disminución en el número de casos podía no ser fruto de
la vacunación, sino de la irregularidad de la enfermedad. Así, si nos
fijamos en la gráfica del número de casos de polio en EEUU desde 1930
hasta 1956, veremos que es muy variable. De hecho, entre el año 1931 y
1932 disminuyó enormemente el número de casos, lo cual habría generado,
de haberse realizado la prueba en 1931, un falso éxito. Al igual que en
los años 1935, 1937, 1944, 1946, 1949, 1952, 1954 y 1955.
Poliomielitis en Estados Unidos en los años 1930-56
2) Variabilidad geográfica de la incidencia del virus. Otra
alternativa podría haber sido administrar la vacuna en uno, o varios,
Estados y comparar los resultados con otro, y otros, Estados en los que
no se hubiese suministrado la vacuna. Por desgracia, la enfermedad
también tenía una gran variabilidad espacial, podía darse en un
porcentaje alto en un Estado y no en el vecino, lo que hacía que esta
posibilidad, de nuevo, no fuese válida. Por ejemplo, en 1956 mientras
que en Chicago hubo una epidemia de polio, en Nueva York había una baja
incidencia de esta enfermedad.
Por lo tanto, no era posible la vacunación de todos los niños de
Estados Unidos, o solo de algunos de los Estados, para obtener
conclusiones firmes sobre la eficacia de la vacuna, sino que había que
realizar un estudio estadístico diseñado científicamente, con un
grupo de niños vacunados, otro grupo de control y otras características
importantes a tener en cuenta.
En cualquier caso, una primera pregunta que nos puede venir a la mente es si realmente era necesario involucrar a más de un millón de niños
norteamericanos en este estudio, cuando en muchas ocasiones vemos
estudios con un número relativamente bajo de personas involucradas en
los mismos.
Por ejemplo, nos puede parecer que una muestra de 40.000 niños podría
haber sido más que suficiente para extraer conclusiones interesantes
sobre la efectividad de la vacuna de Salk. Veamos si es así. La
incidencia de la poliomielitis en Estados Unidos en los años 50, del
siglo XX, era de 50 casos por cada 100.000 personas. En un estudio
estadístico con 40.000 individuos, de los cuales 20.000 personas en el
grupo de control y 20.000 personas en el grupo de vacunados, esa tasa de
incidencia (recordemos, 50 casos por cada 100.000 personas) quería
decir que a priori habría del orden de 10 casos de polio en el grupo de
control, por lo que si hubiese 5 casos solo de polio en el grupo de
vacunados tendríamos una tasa de éxito del 50%. Pero una disminución en
tan solo 5 personas puede deberse a causas aleatorias, y no a la vacuna,
ya que como hemos comentado esta enfermedad era muy variable. En
consecuencia, el resultado no sería para nada significativo.
Por otra parte, con 100.000 personas en el grupo de control y otras
100.000 personas en el grupo de los vacunados, la incidencia de la
enfermedad en el grupo de control podría ser del orden de 50 casos (todo
esto sin tener en cuenta el efecto placebo), lo que significaba que con
25 casos en el grupo de los vacunados se tendría un éxito,
aparentemente, del 50%. Ya con estas cifras se obtienen resultados más
convincentes. Sin embargo, la variabilidad temporal y espacial de la
incidencia del virus, así como la necesidad de obtener conclusiones
definitivas, hicieron necesaria la realización de un ensayo clínico a
gran escala, en el que participaran muchísimas más personas, de hecho
fueron más de un millón de niños involucrados, de todo Estados Unidos.
Los primeros niños con los que Jonas Salk probó su vacuna
Finalmente, a la hora de diseñarse el estudio estadístico, se
realizaron dos diseños distintos, que fueron empleados por diferentes
departamentos de salud. Por una parte, la National Foundation for Infantile Paralysis
(NFIP) diseñó un estudio en el que se pretendía vacunar a todos los
niños de segundo curso (cuyos padres hubiesen dado permiso para
vacunarlos), dejando a los niños de primer y tercer curso como grupos de
control. Este método, que era más fácil de llevar a la práctica que el
otro, un método de control aleatorio y de doble ciego que comentaremos
después, tenía algunas pegas importantes.
La primera es que como la polio es una enfermedad contagiosa que se
transmite por contacto, podía ocurrir que en un mismo centro hubiese más
incidencia en un curso que en otro. Por otra parte, solo eran vacunados
los niños de segundo curso de los cuales se tenía su permiso paterno, y
esto podía ocasionar que en el grupo de vacunados hubiese ciertos
sesgos familiares o sociales, por la decisión de qué grupos de padres se
negaron a vacunar a sus hijos, mientras que en el grupo de control,
primero y tercero, estaban todos. Por ejemplo, podría ocurrir que en el
grupo de vacunados hubiese más niños de familias con rentas altas –como
de hecho así ocurrió-, lo que provocaría que este grupo fuese más
vulnerable a la polio (una característica de la polio es que suele
afectar más a los grupos con mejores condiciones sanitarias, puesto que
en los grupos, o países, más pobres, los niños entran en contacto con el
virus desde recién nacidos, cuando están protegidos por las defensas
transmitidas por la madre, y desarrollan entonces anticuerpos de una
forma natural), que el grupo de control.
Otro problema es que no tenía en cuenta el efecto placebo, es decir,
los niños que servían de control sabían que ellos no estaban siendo
vacunados, como también ocurría con los vacunados. Además, había un
problema añadido relacionado con el diagnóstico del médico. El
diagnóstico de la polio es difícil. Los casos más complicados, como los
que necesitan de un pulmón artificial, son fáciles de diagnosticar,
mientras que la mayoría de los casos son menos evidentes. En
consecuencia, que los médicos supieran que niños estaban vacunados, y
cuáles no, podían condicionar su diagnóstico, influyendo en el resultado
del estudio.
Muchos fueron los críticos con el estudio diseñado por la NFIP. Este
era un estudio muy importante como para que hubiese tantas dudas sobre
su resultado. Los críticos exigieron que este estudio fuese tratado como
un experimento científico. Para empezar había que utilizar el método de
control por placebo, es decir, a la mitad de los niños se les
suministraba la vacuna y a la otra mitad se le suministraba un placebo
(una inyección de sal disuelta en agua), y la elección de que niños
estaban en un grupo y cuales en el otro, era un método completamente
aleatorio.
Además, se puso mucho cuidado en que el control por placebo no fuera
contaminado por los observadores, es decir, no solo los niños no sabían
qué se les había suministrado, sino que tampoco lo sabían los padres y
madres, ni el personal sanitario. El aspecto de la vacuna y el placebo
era el mismo, y cada ampolla con el líquido que iba a ser inyectado en
el niño solamente estaba identificada con un código, para que nadie
pudiese sospechar que contenía la misma.
A estos experimentos, en los que ni el sujeto ni los que realizan el
estudio conocen que sustancia se ha suministrado a cada individuo, se
les llama de doble ciego. Los experimentos estadísticos médicos
diseñados así son más complicados, y caros, de realizar, sin embargo,
desde el punto de vista científico son más correctos, más fiables.
Elvis Presley recibió la vacuna de la polio, dentro de una campaña para promover la vacunación contra esta enfermedad, en 1956
Las decisiones finales de diagnóstico de polio siguieron el
siguiente proceso. Primero los médicos locales seleccionaban los
individuos que aparentemente tenían la enfermedad, y después un grupo
especial de personal sanitario estudiaba caso a caso calificándolo como
no polio o dudoso (es decir, cuando se había hecho un mal diagnóstico
inicial), y el que era definitivamente polio. Estos últimos se
clasificaban como paralítico y no paralítico, y el primero de ambos, en
mortal y no mortal. Y solo al final del proceso se miraba qué código
tenía la persona, y a través del mismo se conocía si había recibido la
vacuna o el placebo.
Los resultados del experimento, que resumimos en la siguiente tabla
(que nos da la información tanto del estudio de la NFIP, como el
realizado con el método de control aleatorio y doble ciego), mostraban
que las proporciones de casos de polio en los grupos vacunados (28 y 25)
eran mucho menores que en los grupos de control (71 y 54), por lo que
el estudio demostraba la efectividad de la vacuna de Salk contra la polio.
La tabla con mayor detalle del estudio de la vacuna de Salk es la siguiente.Tabla
1: Resultados del estudio de la vacuna de Salk (1954), con cifras
redondeadas de los tamaños de los grupos y las proporciones de casos de
polio por cada 100.000 habitantes
El éxito del estudio de la vacuna de Salk contra la polio fue recogido en todos los medios de comunicación de Estados Unidos
En 1964 se autorizó otra vacuna contra la polio, del virólogo polaco
nacionalizado estadounidense Albert Bruce Sabin (1906-1993), que se
suministraba por vía oral, y que sustituyó en gran medida a la vacuna de
Salk. Pero esa es otra historia.
Desde que en 1988 la Organización Mundial de la Salud lanzara
una campaña para erradicar la poliomielitis, se ha conseguido reducir en
un 99% el número de casos de polio. En 1994 el continente americano fue
declarado libre de polio, en 2000 la región del pacífico occidental,
incluida China, en el 2002 Europa, y así se ha erradicado de muchos
lugares, aunque aún hay países donde permanece, como Pakistán, Afganistán, Iraq, Siria, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Camerún y Etiopía.
March
of Dimes es una fundación que trabaja por la mejora de la salud de las
madres y de sus hijos e hijas, y que fue fundada por el presidente
Roosevelt en 1938 para combatir la polio. Marylin Monroe también
participó en alguna campaña de esta fundación
Bibliografía
1.- Agencia de noticias SINC, Una vacuna usa por primera vez el virus completo y desactivado del ébola, 26 de marzo de 2015.
2.- VV. AA., La estadística, una guía de lo desconocido,
Alianza editorial, 1992. Artículo: “El mayor experimento de la historia
en el campo de la sanidad pública: la gran prueba de la vacuna de Salk
contra la poliomielitis (1954)”, de Paul Meier.
3.- D. Freedman, R. Pisani, R. Purves y A. Adhikari, Estadística, Antonio Bosch, 1993.
4.- Wikipedia, Poliomielitis
Sobre el autor: Raúl Ibáñez es profesor del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaborador de la Cátedra de Cultura Científica