Por Johan Giesecke
johan.giesecke@ki.se
Muchos
países (y los miembros de sus medios de prensa) se han maravillado de la
estrategia relajada de Suecia frente a la pandemia de la enfermedad causada por
el coronavirus 2019 (COVID-19): las escuelas y la mayoría de los lugares de
trabajo han permanecido abiertos y los oficiales de policía no han estado
chequeando las diligencias que uno hace en la calle. Los críticos severos lo
han descripto como que Suecia está sacrificando a sus ciudadanos (mayores) para
alcanzar rápidamente una inmunidad de rebaño. El número de muertos ha
sobrepasado a nuestros tres vecinos más cercanos, Dinamarca , Noruega, y
Finlandia, pero la mortalidad permanece más baja que en el Reino Unido, España
y Bélgica.