sábado, 12 de octubre de 2013

Llega el Google Street View: ¿servicio con sorpresa?

Escándalos en varios países, demandas  y multas constituyen el lado oscuro de este sistema que permite sacar fotos en calles y caminos de cualquier lugar.


El auto de Google en Alemania (Foto: Christian Mayrhofer)


Llega a la Argentina el servicio "Street View" (visión desde la calle) con el que Google contribuye a que todos puedan "estar" en un lugar sin la molestia de tener que trasladarse. 

El "Street View" llega precedido de varios problemas en Europa y EE.UU.  ¿Vemos algunos?

 

1. “Pobre cobertura del arreglo por escándalo con Google Street View”

El 15 de marzo del 2013, Google llegó a un acuerdo para pagar 7 millones de dólares a 38 estados de los EE.UU. El autor recapitula los episodios que antecedieron a este problema, recordando lo que comenzó varios años atrás. En Europa la gente se quejaba porque no quería las fotos del frente de sus casas en Internet. Lo que no sabía era que los autitos de Google también podían recolectar datos sobre las comunicaciones online de la gente a medida que pasaba frente a sus hogares.

Como indica Zainab Akande en su completo artículo sobre este mismo tema (artículo 2), la multa de 7 millones de dólares para una compañía que vale 200.000 millones, es una minucia. Sobre todo cuando se considera que no hay forma de saber hasta dónde habría llegado la situación, si no hubiera sido por el hecho de que esta práctica de la empresa fue descubierta.

2. “Escándalo por el fisgoneo del Google Street View: el gigante de Internet multado con 4,6 millones de libras por recolectar datos personales sin permiso”

Este artículo sobre el mismo tema que el anterior, fue publicado en un diario británico. Destaca que Google estaba conforme con el arreglo que le costó 4,6 millones de libras esterlinas (7 millones de dólares) por recolectar correos electrónicos, palabras clave e historiales de la red sin permiso. Esto ocurrió mientras el autito Google pasaba frente a las casas entre 2008 y 2010. De acuerdo al portal de noticias wired.co.uk, los directivos enfatizaron que Google valora la privacidad y que “los directores de proyecto nunca quisieron esos datos, no los usaron y ni siquiera los vieron”. ¿El responsable de que sucediera? Un ingeniero díscolo que incluyo un código que no debía.

Pero, ¿el ingeniero en cuestión actuaba por su cuenta como la empresa argumentaba? Segun wired.co.uk, una investigación de la Comisión Federal de Comunicaciones (EE.UU.) terminó multando a la empresa con 25.000 dólares. ¿La razón? La empresa "deliberadamente impidió y demoró su investigación". El informe de la CFC manifestaba que más de un empleado de la empresa estaba al tanto de este código para recolectar información y que la función de dicho código había sido informada a varios líderes de proyecto en octubre de 2006. Un extenso artículo del LA Times también se ocupa de este punto.

Por su parte Google a través de su vocera, manifestó que "mientras que estamos en desacuerdo con algunas de las declaraciones hechas en el informe, estamos de acuerdo con la conclusión de la CFC acerca de que no violamos la ley. Esperamos que ahora podamos dejar este asunto en el pasado".
  

3. El Reino Unido emite otro ultimatum para Google sobre la privacidad

En octubre del 2012 Google venía teniendo problemas con Francia respecto de sus links a diarios franceses, información por la cual recibía dinero que los franceses no veían. El gobierno francés también quería que el gigante G les informara sobre el uso que hacía de la información de sus usuarios. Sobre llovido, mojado: en junio de 2013, la Oficina del Comisionado para la Información del Reino Unido le dio al gigante G un mes para que borrara toda la información que había recolectado a través de su sistema Street View. En ese momento ya había transcurrido un año desde que Google admitiera que no había borrado los miles de emails y palabras clave que fueron barridos mientras sus autitos circulaban por las calles británicas. A todo esto, el gobierno le había exigido que borrara toda esta información en el 2010.

Otro artículo que informa sobre este mismo episodio indica que Google no iba a recibir ninguna multa si finalmente accedía a lo que el gobierno le pedía. Esto contrastaba con las medidas tomadas por el gobierno alemán, quien le aplicó a la empresa la multa más elevada, indicando que el caso representaba una de las “más grandes violaciones de privacidad conocidas en la historia”. En abril de 2013 Google manifestó que no apelaría la multa de 189.000 dólares aplicada por los teutones.

Con todo este bagaje de problemas, idas y vueltas, los autitos de Google llegan a la Argentina. Es de esperar que solo tomen fotos que todos podamos disfrutar.

martes, 8 de octubre de 2013

Encuentro de docentes, alumnos y científicos, puente entre la ciencia y la sociedad

La charla, organizada por La Capital entre otras instituciones, es la antesala de una reunión entre estudiantes e investigadores del Conicet que se hará el 23 de octubre en el teatro El Círculo.



El biólogo Marino Luis Cappozzo, durante la charla de esta tarde. (Foto: H. Rio)

Un centenar de docentes, directivos y alumnos de escuelas privadas y públicas de Rosario, Granadero Baigorria, Funes y Capitán Bermúdez colmaron esta tarde el auditorio del Diario La Capital para escuchar a prestigiosos científicos del Conicet que ofrecieron una charla con el objetivo de acercar cada vez más la ciencia a la gente y demostrar de una manera simple y didáctica como la matemática, la física, la biología están presentes en la vida cotidiana.

Los expertos Claudio Pairoba, de la Universidad Nacional de Rosario, y el reconocido biólogo Luis Capozzo expusieron sobre distintos aspectos de la ciencia, derribando muros y mitos acerca de la figura del investigador y de la tarea en los laboratorios. La apertura estuvo a cargo de Claudio Fernández, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario.

La reunión fue la antesala de un encuentro que se hará el 23 de octubre en el Teatro El Círculo de Rosario con casi mil alumnos que disfrutarán de una charla cara a cara con algunos de los más destacados investigadores del país.

Se trata de las primeras acciones del ciclo "Ciencia, ¿qué me contás?" organizado por La Capital, Conicet, Universidad Nacional de Rosario, Centro de Estímulo al Desarrollo del Conocimiento de Granadero Baigorria y Ministerio de Educación de la Nación junto a la Red Argentina de Periodismo Científico, Siglo XXI Editores y teatro El Círculo.

Para la charla del 23 ya han confirmado su presencia casi mil alumnos de escuelas privadas y públicas de la zona. El ciclo continuará todos los años y ya tiene una programación prevista hasta el 2016. El ciclo, que se lanza desde Rosario se repetirá en distintos lugares del país.

En la reunión del 23 de octubre en El Círculo se pondrá el eje en el deporte y de qué manera la química, la física, en definitiva, la ciencia, colabora o participa en las actividades deportivas.

El objetivo de "Ciencia, ¿qué me contás?" es acercar la ciencia a los chicos, demostrarles a través de ejemplos prácticos y simples que la ciencia no es algo inalcanzable ni extraño, darles a conocer las carreras afines a la ciencia y la tecnología que pueden seguir después de terminar la secundaria, y despojar de mitos la figura del científico.

Prestigiosos investigadores de nuestro país como los ya citados más Diego Golombek y Valeria Edelsztein serán los encargados de transmitir estos conceptos a través de estas charlas dinámicas. A lo largo del ciclo se sumarán otros expertos.

Las escuelas que participen recibirán además material didáctico para las clases y libros para sus bibliotecas. Todas las actividades son sin cargo para los colegios.

Fuente:
www.lacapital.com.ar

lunes, 7 de octubre de 2013

Televisión y ciencia: Entrevista a Luis Cappozzo

Por Rodrigo Chavez Lagraba

El típico investigador de laboratorio, encerrado con sus tubos de ensayo y mapas genéticos, desligado de la política y sólo abocado a su labor exclusiva, parece ser sólo un estereotipo que algunas manifestaciones recientes rebaten.

En argentina, según Cavallo, los científicos tenían que lavar los platos. Marca de época neoliberal: fuga de cerebros.

A más de diez años de la crisis económica, política y social de 2001, las cosas cambiaron en relación a los científicos. Hacia fines de 2007 se crea el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; con un tipo de política que venía perfilándose desde 2003, cuando fuera elegido Presidente de la república Néstor Kirchner. Marca de época intervencionista: repatriación de científicos.

Pero no sólo volvieron científicos para investigar (aunque sí en su mayoría), sino que se vió reflejada una vocación de divulgación en muchos de ellos; y, en este caso, de actuación.

“Área 23” es una ficción de contenido científico que se emite por el canal Tecnópolis TV (lanzado recientemente), protagonizada por Carolina Peleritti. Es la primera serie Argentina sobre ciencia, y se centra en la historia de Eugenia Simone (Peleritti) y su equipo de trabajo en un laboratorio de alta complejidad, donde deberán resolver problemas biomédicos, ambientales y judiciales.


Luis Capozzo junto a Carolina Peleritti

“En mi caso interpreto a un científico que se formó con el fundador del laboratorio y que se quedó en el país apostando al crecimiento en ciencia y tecnología como herramienta de desarrollo”, dice Luis Cappozzo, científico argentino devenido en actor. “En la vida real soy biólogo marino, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y de la Universidad Maimónides y Fundación Azara”.

Tal vez, su nueva faceta actoral guarde alguna relación con sus deseos de divulgar la actividad científica. “La comunicación de la ciencia es algo que desarrollé con un fuerte compromiso hacia la idea de que la información y el conocimiento científico deben ser públicos. Luego comencé a realizar contenidos para televisión y la actuación fue casualidad, comenzó como un ensayo y mis compañeros de Mulata Films terminaron ofreciéndome una oportunidad que disfruté mucho”, comenta.

Primero quisiera que me cuentes cómo surgió la idea de hacer una serie que tratara temas científicos.
Es una idea original de Mulata Films, la productora con la que realicé la ficción. La propuesta original que me hicieron fue realizar los contenidos científicos temas que son sobre especialidades en las que se destaca nuestro país (biología molecular y celular, genética, salud pública, clonación, organismos genéticamente modificados, ecología).  A partir de esta propuesta consulté información sobre lo que se está realizando en investigación en los laboratorios científicos. Se trató de una propuesta muy general a la que le fuimos dando forma. Propuse los temas científicos en el contexto de la ficción y a partir de allí, suministraba los contenidos y junto a los guionistas y el director le fuimos dando forma. El problema principal que tenía la productora (cualquier productora se enfrenta al mismo problema cuando se trata de ciencia) es que resulta complejo ficcionar sobre temas científicos, que tengan contenido pero que además la propuesta de las historias que transcurren atrapen por sí mismas al televidente.


"Área 23" se emite por el canal Tecnópolis

Por otra parte, ¿cuál es el principal objetivo de la tira? ¿Se piensa principalmente en el contenido o también se tiene mucho en cuenta la puesta en escena?
El objetivo de la serie es múltiple: busca entretener (es tan atrapante como cualquier otra ficción, me atrevo a decirte que es más atrapante, estamos todos muy contentos con el resultado), brindar información y saberes científicos que permitan, por ejemplo, que mientras el televidente sufre por la muerte de algún personaje pueda comprender qué mecanismo utiliza la ciencia para establecer filiación o cuán importante es la prevención en la salud pública (con vacunas desarrolladas aquí) o de qué se trata un organismo genéticamente modificado. Los destinatarios de la serie son principalmente los jóvenes y los empresarios, porque se busca despertar vocaciones por la ciencia en los primeros y mostrar que la inversión privada  en ciencia y tecnología brinda más oportunidades a los empresarios. En nuestro país hace falta que existan más doctores en geología, físicos, matemáticos, ingenieros, químicos y biólogos y también más inversión privada en desarrollo tecnológico…

¿Se planea una emisión de más temporadas o es una experiencia única?
Todos los que participamos de la experiencia estamos muy contentos con los resultados. La serie fue bien recibida por el público. Se emite por TDA a través de la señal de Tecnópolis TV y entiendo que se irá ampliando la grilla a prestadoras de cable hasta que se instale la señal. Todos  estamos planeando más y más, pero por ahora puedo decir que estamos planeando realizar una segunda temporada. Es mejor dar un paso por vez.

¿De cuántos capítulos se conforma la primera temporada?
Toda la serie consta de diez capítulos de ficción que cuentan las relaciones diarias entre los miembros de un laboratorio de investigación como los que existen en nuestro país (lo puedo decir porque el público científico quedó encantado con la ficción, y mis colegas son el público más exigente en las críticas) y en cada capítulo resuelven un caso, por lo tanto nuestro equipo de científicos resolvió nueve casos (los capítulos nueve y diez conforman un capítulo doble). En cada capítulo hay drama, comedia, amor, tristezas, alegrías, envidias; es decir, todo lo que los seres humanos sentimos como resultado de interactuar con otros está reflejado allí. Luego hay tres capítulos en los que entrevistamos a prestigiosos científicos que cuentan sus trabajos y dan sus opiniones sobre la serie, alternando con escenas de la ficción y acercándola a la realidad en nuestros laboratorios e institutos científicos donde se producen nuevos conocimientos, y por último un capítulo sorpresa.

 

¿Estás relacionado por alguna otra actividad con el canal Tecnópolis? ¿Qué opinión tenés acerca de la señal, de su llegada a la gente, de los objetivos que se plantea?
La señal es excelente en su calidad de transmisión y mejor aún  en sus contenidos de grilla de programación. Allí están comunicadores de la talla de Adrián Paenza y Diego Golombek, además ambos son científicos. Es un privilegio compartir aire con ellos y estamos contentos de ofrecer algo diferente, en nuestro caso una ficción o como diría mi tía, un “teleteatro muy entretenido que además educa e informa”. Es muy buena la propuesta del canal y debe seguir creciendo en cantidad de programas y mantener la calidad. Es un desafío importante que debe tener continuidad por la importancia que tendrá comunicar ciencia en nuestra sociedad. La televisión de gestión privada tiene en estos tiempos una visión comercial y pasatista, es cierto que son empresas que deben ganar dinero, pero los contenidos son pobres y no pasan de bailar, criticar o tener dos minutos de fama.

Por otra parte, no trabajo para el Tecnópolis TV, trabajo para el CONICET, pero sí estoy relacionado con los objetivos del canal y estoy convencido de que debe ampliarse y mucho la cantidad de contenidos sobre ciencia en los medios de comunicación masivos. Estamos en la era del conocimiento científico y tecnológico. Quien no aprenda sobre ciencia y tecnología queda anclado en el pasado.

No alcanza con escuchar en una publicidad “está científicamente comprobado”, se requiere comprender por qué y cómo ocurren las cosas que nos afectan, qué diferencias existen entre comprar vacunas en el exterior o producirlas en nuestro país masificando su alcance y aplicación. Es importante resaltar qué valor revisten los avances en genética y cómo influyen en nuestra vida. Mi relación con el Canal es compartir los objetivos de comunicar ciencia y tecnología.

¿Qué opinás de la presencia del estado en este tipo de emprendimiento mediático? ¿Creés que se corre el riesgo de que se filtre algún sesgo político proselitista en las emisiones? ¿Creés que la apertura de medios del estado puede generar contenidos que no se producen en otros canales privados por riesgos a tener pérdida y poco rating?
La presencia del estado en estos emprendimientos es muy buena. Llega TV de calidad a muchas personas que de otra manera no la reciben. Los riesgos de filtración que mencionás no me preocupan: los contenidos de ciencias son contenidos de ciencias. Por otro lado, si lo que se filtra es la actual política científica: ¡en buena hora! Y me alegro mucho. El camino del desarrollo científico y tecnológico es fundamental para el crecimiento de un país. Miremos sino a Noruega o a Suecia, como muchos hacen cada vez que buscan ejemplos de desarrollo, miremos a Australia, a Canadá. Esto es excelente y comunicarlo, mejor aún. Si además entretenemos sin “desnudarnos por bailar”, ¡genial! 

La apertura de medios con más y mejores contenidos es un desafío interesante que ojalá prospere. Hay ejemplos instalados como Encuentro del Ministerio de Educación o la plataforma Educ.ar que son excelentes y ya están incorporados en la sociedad. Ojalá esto se multiplique.  En relación a la pérdida económica y el tema de rating, si interviene el Estado lo único importante es que sean contenidos de calidad, educativo, entretenidos y que esto sea sustentable en el tiempo. Los que hacen negocios con la televisión son empresas y venden cosas que los televidentes compran. Ese no es el rol del Estado, sino que éste debe invertir en educación y democracia. Todo lo que se gaste en comunicar la ciencia no puede considerarse “pérdida” como planteas en tu pregunta, sino que debe considerarse ganancia en una sociedad mejor.

 
En relación  a lo anterior, ¿qué opinás del gobierno nacional con respecto a los científicos?
Las políticas científicas en nuestro país durante los últimos años mostraron señales muy importantes que comparto y celebro. Desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, junto a otros organismos científico-tecnológicos descentralizados, como el CONICET, se busca mejorar la calidad de ciencia y tecnología que se realiza en el país, y se está logrando. Venimos de tocar fondo cuando un ministro funesto nos mandó a todos a lavar los platos (cosa que también hacemos los científicos, y sin problemas) a presenciar un proceso de cambio en el que se jerarquizó la ciencia y la tecnología, se priorizaron áreas que resultan de interés para un país con nuestro perfil (generador de recursos sin valor agregado) y comenzamos a darles valor agregado a esos recursos. Ese es el camino, siempre falta más, siempre se quiere más, pero la política científica es adecuada y mejoró como nunca, que yo recuerde, en nuestro país desde los trágicos sucesos de mediados de los sesenta, que generó una diáspora de recursos humanos calificados.

La importancia y el valor que tiene, no sólo la serie, sino la señal “Tecnópolis TV” para Cappozzo, lo impulsó a comunicar ciencia para poder educar. “Desde hace menos de una década se generalizó la importancia de difundir el conocimiento científico. Si de divulgación científica se trata, nuestro país es pionero en América latina. La ciencia como herramienta de desarrollo social y la importancia de los científicos como parte integral de una sociedad compleja, que podemos llamar sociedad del conocimiento, se comprende hoy con mayor aceptación que hace diez años. Por eso muchos científicos decidimos ‘salir del laboratorio’ y comunicar a través de diferentes formatos el conocimiento científico. Otro tanto hacen los periodistas científicos que se especializaron en ciencia y tecnología durante los últimos quince años. Es muy importante que comuniquen lo que ocurre en nuestros laboratorios”.


Fuente:
http://labastardilla.net/2012/09/television-y-ciencia-entrevista-a-luis-capozzo/

jueves, 19 de septiembre de 2013

Adiós a las leyendas del Gran Hotel Viena

Sus dueños litigan por los mitos que lo perjudican. Supuesto pasado nazi y presencia sobrenatural.

Se fundó hace 80 años. Tenía generador eléctrico, criadero de chanchos y peluquería. Sus huéspedes pasaban largas temporadas allí.

Se fundó hace 80 años. Tenía generador eléctrico, criadero de chanchos y peluquería. Sus huéspedes pasaban largas temporadas allí. [ Ver fotogalería ]
Basta que un rumor eche a correr para que el destino de un lugar quede sellado. Así sucedió con el Gran Hotel Viena. Aunque rozando los 80 años y con una historia rica, fue su pasado oscuro el que más atrajo al imaginario popular.

fantasmas. Un supuesto pasado nazi y presencias sobrenaturales son las versiones sobre el Gran Hotel Viena.


Un supuesto pasado nazi y presencias sobrenaturales son las versiones sobre el Gran Hotel Viena.
En los años ’30, la localidad de Miramar, en Córdoba, era un boom turístico. Atraídos por las propiedades curativas de la laguna de Mar Chiquita, los turistas arribaban por oleadas. Entre ellos, Máximo y Melitta Pahlke, alemanes que habían llegado a la Argentina en 1904, y que un verano conocieron Miramar buscando alivio para la psoriasis de ella.No solo encontraron una cura, sino además amigos con los que generaron la idea de crear la propia hostería. Esta floreció con tanto éxito que enseguida se pensó en la construcción de un hotel de mayor nivel. Así nacía el Gran Hotel Viena.

“Tenía generador eléctrico, criadero de chanchos, peluquería. Estaba diseñado para pasar largas temporadas”, evoca hoy el tercer Max Pahlke, nieto de los fundadores y actual dueño. Durante una década, funcionó a la perfección. Pero en 1945, luego de la Segunda Guerra Mundial, Perón le envió a Pahlke –entre otros alemanes en el país– un telegrama en el que se le pedía abandonar su puesto en Mannesmann, una compañía germana con sede en Argentina.En vista de esto, el matrimonio hizo las valijas y retornaron a Alemania. Aquí quedó su hijo mayor, médico, y el Gran Hotel Viena, cerrado pero a cargo de un casero.

Familia Phalke

Entre mitos. En Miramar bastó que se bajara la última persiana para que los relatos comenzaran. Que sus dueños eran nazis, y tras la guerra habían debido cerrarlo, que el casero también adhería al régimen de Hitler, que albergaban militares. “¡Llegué a escuchar que había un submarino en la laguna!”, exclama Max.
Los siguientes intentos por recuperar el brillo incluyeron la apertura por partes durante algunos veranos y la contratación de un administrador que terminó robándoles hasta la última cuchara. Y para 1977, la naturaleza completó la historia con una inundación que enterró al pueblo entero. El panorama posterior fue tan desolador que surgió una nueva leyenda: el Gran Hotel era ahora territorio de fantasmas.

Gran Hotel Viena, en Miramar, Mar Chiquita, Córdoba.

Lo que sigue es casi tragicómico. “Diciendo hacerse cargo para cuidarlo, se creó una ‘Asociación de Amigos’, que lo explota como museo. Organizan visitas guiadas alimentando el mito de los fantasmas y acusando a mi familia de nazis”, relata Pahlke.

Frente a su protesta, la respuesta fue la indiferencia. Y el contraataque, legal. “El hotel está a nombre de la sociedad Wandorf Inversora S.A.. Es la que paga los impuestos, tiene los títulos e inició juicio contra la Municipalidad de Miramar”, explica Santiago Vera Barros, abogado de Pahlke.

Pahlke, empero, confía. Con las aguas ya bajas, el lugar vuelve a ser la maravilla natural digna de ser incluida entre los sitios “Ramsar”, la convención que protege los humedales alrededor del mundo. Las nuevas tendencias de turismo saludable lo posicionan como un lugar idóneo para un nuevo proyecto. Quizás a futuro, el Hotel Viena pueda coronarse con las 5 estrellas a las que siempre aspiró.

Wandorf Company S.A., titular del edificio y de los terrenos que ocupa el Gran Hotel Viena, inició acciónes judiciales contra la Municipalidad de la ciudad de Miramar, y crearon una página web con el objetivo de contar “la verdadera historia” del mítico hotel a orillas de la Laguna Mar Chiquita.

Fuente:
http://noticias.perfil.com

sábado, 14 de septiembre de 2013

Células madre: entre fraudes y esperanzas


El tema de las células madre se ha convertido en un claro ejemplo de la desconexión entre avances científicos y consecuencias sociales de los mismos.

 

Por Claudio Pairoba

Organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa, se llevó a cabo el Sexto Seminario Internacional “Hacia la elaboración de un marco normativo para las investigaciones y terapias con células madre en la República Argentina”.

El encuentro tuvo lugar en el Salón Azul del Senado de la Nación y contó con disertantes nacionales e internacionales. El objetivo fue discutir el marco legal necesario para regular las terapias con células madre en nuestro país. De las charlas se desprende que la situación es compleja, no solo en nuestro país, si no en todo el mundo.

La apertura del encuentro estuvo a cargo del Sr. Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Dr. Lino Barañao, quien estuvo acompañado por la Dra. Fabiana Arzuaga (Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa). El Dr. Barañao agradeció la participación de los disertantes y público en general y enfatizó la necesidad de regular la actividad, la cual ha dado origen a ofertas de tratamientos sin eficacia probada, como los de la República China.

Los disertantes
El encuentro se extendió durante toda la jornada del 27 de agosto y arrancó con la exposición de Rosario Isasi (abogada y Master en Salud Pública de la Boston University), investigadora asociada del Centre of Genomics and Policy de la Universidad McGill, Montreal, Canadá.

La Dra. Issasi recordó que el tema células madres alcanzó notoriedad en 1998 con el descubrimiento de que este tipo celular podía ser cultivado para mantener y aumentar el número de células, en condiciones especiales de laboratorio. El tema tuvo un inicio político, ya que las células madre obtenidas en 1998 provenían de embriones humanos (células madre embrionarias), las cuales quedaban como remanente de los tratamientos de fertilización asistida. Esto dio origen a planteos éticos y legales, los cuales han podido ser evitados al trabajar con células madre adultas, obtenidas de distintos tejidos de seres humanos.

Isasi enfatizó que el tema es complejo y las normativas que desarrolle cada país deben armonizarse con las desarrolladas por la comunidad internacional. El contexto cultural de cada nación es importante al momento de diseñar una legislación que contemple los distintos aspectos en juego. También indicó la importancia de la diversidad y la equidad en el acceso a los tratamientos que se desarrollen, de manera de evitar la aparición de nuevas enfermedades huérfanas.

El segundo expositor fue Bernard Siegel, abogado, fundador y director del Genetics Policy Institute entre otros cargos. Siegel enfatizó la importancia de la presencia de los pacientes al momento de la toma de decisiones políticas. Se refirió a la cultura filantrópica que existe en los EE.UU., por la cual las donaciones a organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro puede deducirse de impuestos. Esto ha generado entidades como la American Cancer Foundation, y sembró la semilla para el posterior desarrollo de los National Institutes of Health (NIH, por sus siglas en inglés), las cuales surgieron por la incansable actividad de Mary Lasker para conseguir fondos. Otras patologías como el cáncer de mama y el SIDA se vieron beneficiadas por la participación social con el fin de recolectar fondos destinados a investigación. El contexto cultural no fue ajeno, recuerda Siegel, en las luchas para recolectar dinero. En 1920, el New York Times no publicó una gacetilla acerca de una reunión relacionada con el cáncer de seno, ya que usaba dos palabras impensadas para un diario en ese momento: seno y cáncer.

Más cerca en el tiempo, Robert Klein es uno de los más prominentes defensores de la investigación en células madre. Propulsor de la “Proposition 71”, la cual estableció la creación del California Institute for Regenerative Medicine, Klein donó U$S 3 millones para la campaña tendiente a la aprobación de esta iniciativa a la cual logró sumar a productores de cine quienes también aportaron fondos.

Finalmente, Sieger enfatizó la necesidad de que pacientes y científicos trabajen juntos para formar grupos de defensa y que los científicos hagan oír su voz para que la sociedad entienda con mayor claridad estos temas controvertidos. Cerró su charla con una frase de Abraham Lincoln, sumamente apropiada: “El sentimiento público lo es todo. Con sentimiento público nada puede fallar, sin él, nada puede tener éxito”.




Charlas en la tarde
Por la tarde, Douglas Sipp, de la Oficina de Comunicación Científica del RIKEN Center for Developmental Biology, Kobe, Japón abordó los aspectos más comerciales y fraudulentos asociados a terapias con células madre.

Al googlear “células madre”, uno se encuentra con una serie de avisos y links sobre el lado derecho de la pantalla, los cuales aparecen, para el desprevenido, como sitios con información cuando en realidad son sitios comerciales. Ejemplos de clínicas en Europa Oriental y Republica Dominicana son solo una muestra de las más de 600 clínicas a nivel mundial que ofrecen tratamientos con células madre. Tratamientos cuya eficacia no ha sido comprobada, que cuestan miles de dólares y que se llevan a cabo en condiciones deplorables desde el punto de vista sanitario. La desesperación humana es un negocio del cual muchos se aprovechan en la denominada industria del turismo de células madre o industria del turismo médico.

Sipp también recordó que los dos aspectos beneficiosos de las células madre (su capacidad de autorrenovación y para diferenciarse (convertirse) en otros tipos celulares que sea necesario reponer) son los mismos aspectos que pueden hacer que, en manos de inescrupulosos, las células madre terminen empeorando una patología.

Normativas a nivel mundial
Aquellos países que vienen aplicando algún marco legal, lo hacen siguiendo los modelos establecidos por EE.UU. (Food and Drug Administration, FDA) o Europa (European Medicines Agency, EMA). En Asia, Corea sigue estos modelos, mientras que China y la India no tienen regulaciones efectivas sobre el tema células madre. Estos dos últimos países consideran a esta actividad como prioridad nacional, sobre todo por el ingreso de fondos y no tienen mayores antecedentes en una legislación que regule el desarrollo de medicamentos o productos para la salud.

Sipp destacó el hecho de que los cientos de clínicas no reguladas que ofrecen todo tipo de tratamientos se ha convertido en un modelo redituable, pero que atenta no solo contra la salud de los pacientes si no que también se convierte en un obstáculo para el desarrollo de terapias con células madre basado en el trabajo científico.

En la actualidad, la única terapia probada y efectiva que usa células madre es el transplante hematopoyético, utilizado para casos de leucemia y fallos de la médula ósea.

Dado que las células madre no pueden tratarse como un medicamento, para los cuales sí hay regulación a nivel mundial, quedan vacíos a nivel legal, los cuales son aprovechados por aquellos que ofrecen tratamientos no probados a cambio de grandes cantidades de dinero y poniendo en riesgo, aún más, la salud de los pacientes.

La situación en la Argentina
Por la tarde, la Dra. Fabiana Arzuaga explicó los aspectos legales relacionados con las terapias con células madre. La abogada remarcó que la investigación clínica en seres humanos afecta los denominados derechos personalísimos, los cuales se enmarcan dentro de los derechos civiles. Explicó las distintas leyes que dan al Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI, responsable de los bancos de sangre de cordón) y a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnologías (ANMAT) poder de policía sobre ciertos aspectos reglamentados. Lamentablemente, aún se requiere de una ley del Congreso de la Nación (las provincias tiene su propia legislación en ciertos casos) que regule el uso de células madre en investigaciones biomédicas y terapias relacionadas con seres humanos. La falta de una ley de fondo dificulta el poder de policía de los organismos competentes. Esto ha llevado a que se generen atajos jurídicos por parte de grupos que ofrecen este tipo de tratamientos.

La letrada especificó que las terapias avanzadas (células madre, terapia génica e ingeniería de tejidos) deberían caer bajo la órbita del ANMAT.

La situación en Europa
Marcos Timón (Jefe del Servicio de Terapias Avanzadas y Biotecnología, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) disertó sobre la situación en España y Europa. Remarcó que existe un vació en la reglamentación, ya que la misma contempla las categorías “dispositivos médicos” o “productos farmacéuticos”, pero existe un hueco en cuanto a la reglamentación para las terapias avanzadas.
Los únicos tratamientos con terapias avanzadas aprobados en Europa son:
- ChondroSelect (2009): células diferenciadas de cartílago (no son células madre) para el tratamiento de patologías de las articulaciones.
- Glybera: Primer producto de terapia génica aprobado en Occidente, para el tratamiento de una deficiencia enzimática sumamente rara que causa pancreatitis.
- Proverge: terapia para cáncer de próstata usando células diferenciadas (no son células madre).

El investigador enfatizó que no existe en Occidente ningún medicamento aprobado en base a células madre. El uso de células madre para tratamientos cosméticos no es menos serio: su comentario acerca de la mujer a quien se le inyectaron células madre en su párpado como parte de un tratamiento rejuvenecedor, no deja dudas de los cuidados que deben tenerse al aplicar estas técnicas. La mujer tuvo que ser operada para extraerle los trozos de hueso que se originaron en su párpado a partir de las células madre inyectadas.

Mesas redondas
Durante la tarde hubo preguntas para los integrantes de dos mesas redondas. La primera antecedió a la presentación de la Dra. Arzuaga y estuvo integrada por representantes del ANMAT, el INCUCAI, Ana María Rodríguez, (presidenta de la Federación Argentina de Enfermedades Poco Frecuentes, FADEPOF), el Dr. Pablo Arias (Presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes), y un abogado representante de una empresa de medicina prepaga. Esta mesa estuvo coordinada por el Dr. Salvador Bergel, de la Facultad de Derecho (UBA). Si bien las autoridades enfatizaron que todos los sectores involucrados están participando de los debates, los representantes de las asociaciones que nuclean a los pacientes remarcaron la necesidad de ser convocados a lo largo de todo el proceso de discusión.

La segunda estuvo coordinada por el Dr. Gustavo Sevlever (Director de Investigación FLENI), e incluyó a los expositores Timón, Siegel e Isasi. Durante esta última, se acercó para dar su opinión el Dr. Gustavo Kuminsky (Presidente de la Sociedad Argentina de Hematología), quien hace transplante hematopoyético desde hace 25 años y mencionó los aspectos políticos que se entrelazan con el tema células madre, lo cual ha dado origen al término Biopolítica para describir situaciones como la presentada. Kuminsky también se pronunció en contra del término células madre: consideró que la palabra “madre” siempre se asocia con algo positivo y bueno mientras que estas células pueden dar origen a complicaciones cuando son usadas sin control.

El encuentro puso de manifiesto el interés de las autoridades nacionales y los distintos actores involucrados para concretar el margo legal necesario que permita regular las prácticas con células madre en nuestro país.

sábado, 7 de septiembre de 2013

La mitad de los trabajos científicos publicados hace dos años ya son accesibles gratuitamente




La mitad de los trabajos científicos publicados en 2011 ya son accesibles gratuitamente, según un estudio financiado por la Comisión Europea que analiza la tendencia a facilitar a los lectores los resultados de estos trabajos, una práctica conocida como 'acceso abierto'.

El estudio analiza la disponibilidad de las publicaciones académicas en 22 campos de investigación dentro del Espacio Europeo de Investigación y en Brasil, Canadá, Japón y Estados Unidos. Además, el informe también resalta que más del 40 % de los artículos científicos publicados en todo el mundo entre 2004 y 2011 se encuentra hoy disponible en línea en régimen de acceso abierto.

Según el estudio, la libre disponibilidad de la mayor parte de los artículos es ya una realidad en el campo de la ciencia y la tecnología en general, en el de la investigación biomédica, en el de la biología y en el de las matemáticas y la estadística.

Por el contrario, los campos en los que el acceso abierto sigue estando más restringido son el de las ciencias sociales y humanidades y el de las ciencias aplicadas, la ingeniería y la tecnología.

La comisaria europea de investigación, Marie Geoghegan-Quinn, ha subrayado que la Comisión Europea está promoviendo en Europa el acceso abierto a los resultados de los trabajos de investigación. "El contribuyente europeo no debe pagar dos veces por la investigación que se financia con fondos públicos", ha alertado.

Además, se han publicado también otros dos informes del grupo Science Metrix, una consultoría dedicada a la investigación, en los que se examinan las políticas de acceso abierto y la cuestión del acceso abierto a los datos. 


PERIODO DE EMBARGO  
Por lo que se refiere a las políticas de acceso abierto, el informe señala que la mayor parte de los 48 principales proveedores de financiación destinada a la ciencia considera "aceptables" las dos formas de acceso abierto más importantes, es decir, las publicaciones de acceso abierto en revistas (conocido como acceso abierto 'dorado e híbrido') y el autoarchivo (conocido como acceso abierto 'verde').

El informe indica también que más del 75 % acepta un período de embargo de entre seis y doce meses, entendiendo por tal el tiempo transcurrido entre la fecha de una publicación y el momento de su libre disponibilidad. 

El otro informe, por su parte, señala que en la actualidad sigue habiendo menos políticas para el acceso abierto a los datos científicos que para el acceso abierto a las publicaciones.

Fuente:
www.europapress.es/

sábado, 24 de agosto de 2013

Las patas de la ciencia


¿Qué posición ocupa la comunicación científica en la estructura de la ciencia? ¿Cuarta pata o estructura englobadora? La comunicación científica es fluida y las formas de acercarse a ella van cambiando a medida que descubrimos su rol actual y sus potencialidades.

La comunicación científica es un proceso más profundamente arraigado en la
actividad investigativade lo que percibimos.

Y en un principio eran cuatro las patas
Hace poco tuve oportunidad de dar una charla para la cual armé una imagen: un asiento donde reposa la ciencia. El asiento tiene cuatro patas: financiamiento, recursos humanos, trabajo experimental y comunicación científica. Estos son los cuatro soportes que sustentan a la ciencia desde mi mirada actual.

Las razones son bastante obvias:
  • Financiamiento: para funcionar, la ciencia necesita dinero. Dinero para crear la infraestructura dentro de la cual se desempeñan los científicos (becarios e investigadores formados y en formación) quienes también necesitan un sustento económico además de fondos para sus proyectos.
  • Recursos Humanos: alguien tiene que pensar los experimentos y llevarlos a cabo. Alguien tiene que saber el estado del conocimiento sobre un tema determinado y decidir los rumbos a seguir para continuar construyendo ese conocimiento. El ser humano es la polea que conecta el mundo abstracto de las ideas y elucubraciones con el mundo concreto de la observación y la experimentación.
  • Trabajo experimental: las manos a la obra. El momento de la verdad. La herramienta que posibilita encontrar la respuesta a la pregunta. Y generar nuevas preguntas.
  • Comunicación científica: El proceso a través del cual las respuestas encontradas se difunden dentro del ámbito científico y fuera de él con el objetivo de que sean incorporadas culturalmente.
 



Es una primera aproximación que nos permite ubicar a la comunicación científica en su relación con la ciencia. Pero una mirada más cercana, más detallada, nos ayudará a descubrir que esa ubicación de la comunicación científica es aún más central que ser una de las cuatro patas que sostienen al mundo científico.

La estructura que sostiene y conecta a todas las patas
La comunicación científica es uno de los procesos que sostienen a la ciencia. Todos coincidimos a esta altura de la situación acerca de la importancia de comunicar los resultados de la ciencia. Pero, ¿es posible que de tanto repetir lo importante que es la comunicación científica, hayamos perdido de vista el papel de este proceso en el entramado de la actividad científica?

Creo que la comunicación científica es más que una de las patas de la ciencia. Es mucho más. De hecho, es la actividad que sustenta el funcionamiento de las otras tres patas.


Consiguiendo los fondos
Para conseguir hay que pedir. La forma en que se pide es clave al momento de buscar fondos para la actividad científica. En nuestro país, la investigación ha estado tradicionalmente solventada por el Estado. No creo equivocarme si digo que los fondos destinados a ciencia y tecnología en la actualidad atraviesan una de sus mejores etapas. Al mismo tiempo, como dice el dicho, nunca es bueno poner todos los huevos en una misma canasta. Ergo, ¿por qué no buscar fuentes alternativas de financiamiento? Si bien la interacción entre la investigación estatal (desarrollada principalmente en las universidades públicas) y el sector privado se ha movido siempre con altibajos, la búsqueda de otros inversores para desarrollar ideas es una posibilidad que merece ser explorada y fortalecida. Por el bien de todos los involucrados. Nace entonces la vinculación tecnológica, una de cuyas funciones principales es precisamente establecer vínculos entre investigadores e inversores. ¿Se puede hacer vinculación tecnológica sin comunicación científica? ¿Se puede interesar a un empresario para que aporte dinero en algo que no entiende y cuyas potencialidades no tiene claras? ¿Es posible lograr que el investigador entre en sintonía con las necesidades del inversor y pueda explicar sus propias necesidades de manera de lograr una interacción fluida y minimizando los malos entendidos? Es evidente que la comunicación científica está detrás de la interacción entre estos dos actores.

Atrayendo interesados
La ciencia precisa de estudiantes interesados, con vocación y, sobre todo, con capacidad para ejecutar el trabajo. Una investigadora, hoy destacadísima, me decía una vez que en la investigación hay un porcentaje de capacidad pero una enorme proporción de trabajo. ¿Cómo se atrae a los nuevos interesados? ¿Cuáles son los canales que tiene la ciencia para mostrar su realidad, su potencialidad para aportar al desarrollo personal y profesional? ¿A través de qué mecanismos la actividad científica se da a conocer a las nuevas generaciones de estudiantes que ven a la actividad científica como algo lejano? Nuevamente es la comunicación científica el proceso para establecer una interacción entre estudiantes y científicos.

Trabajo experimental: contando las buenas nuevas
El momento culminante de la actividad científica se da con la publicación del trabajo científico en una revista apropiada. Es entonces cuando los pares especializados en un área determinada del conocimiento científico, validan los resultados que se han obtenido. Podemos ir un paso más allá y darle mayor valor agregado a esta instancia. Esto se logra cuando el “paper” científico se trabaja de manera de lograr un material que pueda ser dado a conocer a distintos públicos. El conocimiento como material arrumbado en una publicación que no se ve más allá del curriculum del investigador, desperdicia nuevas formas de generar conexiones, proyectos e intereses. Es a través de la comunicación científica que se abren nuevos espacios para que el conocimiento llegue a la sociedad en su conjunto o a determinados sectores que puedan aplicar lo que se ha aprendido. Ese es (o debería ser) el fin último de la actividad científica, ¿verdad? Que alguien utilice lo que se ha observado en resultados, con el fin de crear una nueva realidad a partir de la transformación de una realidad actual que, se acuerda, necesita ser modificada.

La comunicación científica como espacio de transformación
Definir la comunicación científica, como toda definición, la limita. Por eso tal vez sea más apropiado hablar de enfoques de acuerdo a la historia y percepción del que la trabaja. En un artículo anterior hablé de los dos enfoques principales para abordar la comunicación científica: el funcionalista y el estratégico. El primero se caracteriza por su practicidad para lograr una presencia constante de la actividad científica en los medios aunque tiene la dificultad de no permitir la expresión del receptor del mensaje. A pesar de esta unidireccionalidad, el receptor al recibir y entender el mensaje ya ha sido cambiado. Ya sabe algo que antes desconocía, razón por la cual tiene nueva información para la toma de sus próximas decisiones. Habrá que trabajar para que ese conocimiento, además de ser recibido y comprendido, sea verdaderamente incorporado de manera permanente en el esquema mental del receptor. 

El segundo modelo es el estratégico, el cual plantea un espacio donde se desdibujan los roles de emisor y receptor, y en el que se abre un escenario para una interacción fluida que tiene por objetivo poner de manifiesto las tensiones asociadas a una problemática particular con el fin de acercarnos a la transformación deseada.

Detrás de toda gran ciencia hay una gran comunicación científica
Más que ser una de las cuatro patas, el proceso de comunicación de la ciencia se encuentra en lo profundo del entramado de las distintas facetas que constituyen la actividad científica. Más que ver a la obtención de fondos y atracción de nuevos candidatos como incomodidades que nos alejan del “verdadero trabajo”, tenemos la oportunidad de aceptar a estas actividades como inherentes a la actividad científica. Y considerar a la comunicación científica como una herramienta para explorar posibilidades de concretar resultados de manera exitosa dentro de los distintos componentes de la actividad investigativa. Cada uno con sus requerimientos especiales que demandarán nuevas habilidades de nuestra parte, configurando un nuevo universo para investigar. Porque investigar en ciencia también puede significar, si así lo decidimos, investigar cómo comunicarla de manera más eficiente. Y al hacerlo, podremos ser más eficientes y disfrutar más de los otros aspectos de la ciencia, esos que necesitan ser abrazados y reconocidos como parte de lo que se hace.

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