Un balance entre estudio y actividades sociales ayudan a vivir una vida más variada y equilibrada.
Por Claudio Pairoba
Demian Goos es becario del Consejo Interuniversitario Nacional (CIN) y alumno del último año de la Licenciatura en Matemáticas que se dicta en la Facultad de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura (FCEIA) de la Universidad Nacional de Rosario. Le faltan 5 materias y ya tiene decidido que quiere ser doctor en matemáticas.
¿Cómo te acercaste a las matemáticas?
Cuando tenía 14 años leí un libro sobre criptología, codificación de mensajes. Al principio usaban letras para los métodos de codificación pero con el tiempo se fueron desarrollando métodos matemáticos muy potentes para encriptar mensajes y que no se los pueda leer. A partir de ahí conecté con las matemáticas.
Todo lo que tiene que ver con la criptología es una rama muy elevada y abstracta del álgebra.
Creo que la gente piensa que las matemáticas son para genios y que tenés que haberte sacado siempre 10 en la secundaria y no es así. Hay que meterle muchas ganas y esforzarse.
¿Dónde hiciste la secundaria?
Yo soy alemán. Mi padre es alemán y mi madre argentina. Viví toda mi vida en Alemania e hice todo el secundario allá, salvo el último año que lo hice en el Colegio Alemán de Rosario.
Siempre viví en Alemania siendo argentino-alemán. Estoy acá porque lo que quería era vivir mi mitad argentina, lo cual es una forma completamente diferente de ver la vida, de moverse, de desarrollarse. Las preocupaciones son completamente diferentes. Quería saber lo que es ser argentino en su totalidad.
¿Cuáles son las aplicaciones de tu tema de trabajo en la beca?
Hay dos ecuaciones diferenciales que son muy importantes en la Física: la ecuación de calor y la ecuación de onda.
Son importantes porque tienen aplicación en muchas situaciones. Por ejemplo, permiten saber cómo se comporta el sistema si ponés una bolita caliente en agua, cómo se distribuye el calor en el agua. O si tirás una piedra en el agua, cómo se distribuye la onda.
En matemáticas trabajamos a fondo esas dos ecuaciones. Esa es la base. Pero entre las dos se puede crear un lazo, una ecuación que conecte a las dos y eso se puede hacer a partir de las derivadas fraccionarias.
Es lo que se llama una ecuación intermedia. Me llamó la atención porque genera un lazo para dos cosas que son un universo en sí mismas.
Por ejemplo: la ecuación de onda te puede describir cómo se comporta un sólido elástico en distintas situaciones y la de calor cómo se comporta un fluido viscoso.
La ecuación del medio describe un comportamiento intermedio. Por ejemplo: la arena movediza. ¿Viste que se dice que si te movés más rápido te hundís más? Mientras que si te movés despacio podés salir mejor. Esto es porque si te movés despacio toda esa arena se comporta como un fluído viscoso mientras que si ejercés mucha fuerza se comporta como un sólido y por eso quedás atrapado.
Las sustancias que tienen un comportamiento que puede ser líquido o sólido se ven reflejadas en esa ecuación intermedia.
Estuviste hace poco en un congreso y presentaste un trabajo.
Estuve en el Encuentro Nacional de Analistas en Villa Gral. Belgrano, Córdoba, que es organizado cada 2 años por los analistas más importantes de la Argentina y que duró 4 días. Trabajando en la beca del CIN pude obtener resultados que fuimos enviando a distintos congresos.
El nivel el congreso fue elevado. Fui el único no graduado que expuso ahí, ya que todos eran doctores o doctorandos. También fui el único rosarino.
¿Cómo fue la experiencia?
Me fue rebien, y me felicitaron. También estaban contentos de que hubiera gente joven. En realidad si hubiera sabido el nivel alto que había, no sé si me hubiera animado. Tenía miedo de que dijeran que lo mío era una pavada.
Pude integrarme y tuve muchos contactos. Incluso conocí a un italiano cuyo director de maestría es el que hizo el trabajo en el cual me estoy basando. A partir de ahí estoy en contacto con él.
¿Cuáles fueron los temas del congreso y qué te gustó más?
El congreso estaba enfocado en el análisis. Se está trabajando mucho en análisis armónico que es una rama bastante avanzada del análisis. El análisis está siempre vinculado con la Física, muchísimo. Su aplicación se orienta en ese sentido.
Una de las cosas que más me gustó fue lo que mostró un chico argentino que está haciendo su doctorado en Pittsburgh, EE.UU.. Presentó un trabajo donde describía el comportamiento de una hoja de árbol. Son de esas hojas que tienen tensión y al cortarla se estira, con lo que tenés una hoja más grande que la original. Describía ese comportamiento mediante unas ecuaciones diferenciales. Me interesó la conexión con la Biología.
Gané una beca para viajar a Valparaíso a fines de septiembre. Viajo a la Jornada de Jóvenes Investigadores del Grupo Montevideo, para presentar el trabajo que presenté en Córdoba. Este tipo de encuentros permite conocer gente y ayuda a abrir la mente. Al ser interdisciplinario habrá gente de bioquímica, medicina, física, arte, literatura. Me va a permitir ver cómo trabaja la gente de otras especialidades. Por ejemplo, puedo ver cómo trabajan los ingenieros civiles y ver si sigo por ese camino.
¿Cómo influyó en tu formación la beca del CIN?
La beca me ayudó a decidir que quería hacer el doctorado en Matemáticas y ya me postulé. También se hace en la FCEIA. Me ayudó a saber más sobre cómo se maneja un investigador y que una parte fundamental es comunicar lo que uno investiga.
¿Hay posibilidades de inserción privada en tu profesión?
En la Argentina el movimiento para un matemático (licenciado o doctor) es bastante poco en el ambiente privado. En Alemania la salida laboral de un matemático es mucho más amplia que acá. Cualquier empresa busca matemáticos. Tal vez por una cuestión histórica, en Alemania se lo tiene al matemático como alguien que te soluciona todo. Cualquier empresa seria tiene un grupo de matemáticos trabajando, sea para hacer pronósticos sobre pérdidas y ganancias, para optimizar el espacio, para predecir, lo que sea. Yo recibo estadísticas de Alemania y cada año se necesitan muchos matemáticos. En la Argentina el ámbito de trabajo es más académico.
En Alemania me tocó ver el caso de una editorial que contrataba un matemático. No sé cuál era el objetivo. Tal vez piensen que si hay un problema el matemático se los va a solucionar y si no, va a saber quién puede hacerlo.
De todas formas, a mí me encantaría trabajar en el sector académico.
¿Tenés otras actividades además del estudio?
Soy árbitro, hice el curso de un año en la Asociación Rosarina de Fútbol. Ahora paré un poco porque estoy con la carrera pero siempre estuve enganchado. Lo que tiene de bueno es el contacto social, trabajo en equipo con otros árbitros. Uno aprende a confiar y generar confianza, imponer autoridad, tomar decisiones rápidas (algo fundamental hoy en día).
El factor humano es muy importante. Muchas veces me toca trabajar con chicos con situaciones complicadas y yo trato de ayudar en lo que puedo.
El arbitraje me permitió crecer mucho a nivel humano, conocer gente. Un fin de semana recuerdo que hice 12 partidos. Uno conoce gente tranquila, no tranquila, gente que parece tranquila y no lo es o todo lo contrario. Uno aprende a interacturar con la gente y cómo moverse. Me gusta mucho el fútbol.
¿Cuál crees que es el rol de las actividades extracurriculares para un estudiante?
Lo que siempre digo es que hay que tratar de evitar encerrarse. Por ejemplo, cuando veo a alguien muy metido le digo que haga otra cosa. Le decía a mi mejor amigo “andá a jugar al fútbol”, cosa que le encantaba hacer y que había dejado. A mí me pasa, cuando estoy muy metido en el estudio digo “hay que volver, hay que hacer una pausa”.
¿Cómo mantenés tu conexión con tus raíces alemanas?
Doy clases de alemán para gente que viaja a Alemania y me gusta que la gente vaya a conocer. Por esto preparo charlas sobre cultura e historia alemana. Cuando uno habla de Alemania dice que son frios, organizados, pero nosotros tratamos de mostrar algo más actual. Por ejemplo, dimos una charla sobre paisajes de Alemania y mostramos cosas que ni yo conocía. O también armamos una charla sobre el sistema político de Alemania. La gente se sorprende porque el canciller puede ser reelecto indefinidamente y acá es algo que no va. Eso ayuda a ver diferentes formas de sistemas políticos. También di una charla sobre Martin Lutero y los cambios que él proponía en la iglesia. Volver a los orígenes de amor, de preocuparse por el prójimo. Esas charlas estuvieron muy lindas, pensé que íbamos a ser repocos y se llenó el auditorio. Las damos en español para favorecer el compartir y está abierto a todo el mundo que quiera asistir.
¿Agradecimientos?
A mi familia por el apoyo y aguante a lo largo del estudio universitario, a mi directora Pepa y a Edus y Sabri (miembros del equipo de investigación)*.
Ayudante de Cálculo III, materia común a Licenciatura y Profesorado en Matemáticas, Demian comenta que para su tesis final se basó en el trabajo que desarrolló en la beca CIN. “Los matemáticos tenemos una imagen de loquitos”, dice sonriendo. “La cuestión es ser buen matemático sin volverse loquito.”
* El equipo de investigación está formado por Gabriela Reyero (directora), Eduardo Santillan Marcus (Edus) y Sabrina Roscani (Sabri). El proyecto de investigación se titula “Problemas de frontera libre con Ecuaciones Diferenciales Fraccionarias”.
Links de interés
XII Encuentro Nacional de Analistas:
XXII Jornadas de Jóvenes Investigadores de la AUGM:
No hay comentarios:
Publicar un comentario