El
ingeniero electrónico y músico creó una carrera para enseñar a componer música
con las nuevas tecnologías digitales incluyendo inteligencia artificial. Los desafíos de conjugar lo nuevo y lo
tradicional.
Por Claudio Pairoba*
Las
nuevas tecnologías han permeado todas las áreas de nuestra vida. Lo vemos a
cada instante y aún más en tiempos de pandemia. Por eso no debería sorprender
que un ingeniero electrónico con sólida formación musical tradicional haya
buscado el modo de generar una propuesta donde lo musical ocupe un espacio
necesario para componer al mismo tiempo que se asienta en los nuevos caminos
habilitados por la informática y la inteligencia artificial. Ese es el proyecto en el que está embarcado
Daniel Lodi.
¿Cuál es tu
formación?
Estudié
en el Instituto Politécnico Superior General San Martín, lo cual me permitió
tener una base matemática y física que fue reforzada después en la universidad
con mi profesor Mario Báncora,
quien fuera director de la Comisión Nacional de Energía Atómica, mentor del
Instituto Balseiro y que incluso jubilado venía a dar clases. Tener docentes de
esa calidad, que hacían su labor por vocación, me cambió mucho en la forma de
pensar las cosas.
¿Qué estudiaste
en la universidad?
Con
el tiempo, me recibí de ingeniero electrónico, comencé a trabajar en
industrias, después me dediqué a la parte de sistemas. También me recibí de ingeniero
en seguridad. Ya de joven me había recibido de profesor de piano. Cuando
estudiaba en la facultad, en "la Siberia", me escapaba a la Escuela de Música y
aprovechaba para tocar nada más ni nada menos que en un piano Bechstein. Esos
eran mis recreos mientras estudiaba ingeniería electrónica.
¿Qué pasó luego
de graduarte?
Por
suerte tuve la posibilidad de que una empresa me contratara para trabajar junto
a lo que era la Federación de Cooperativas Telefónicas (Fecotel) y pude
instalar los primeros nodos de internet en la Argentina, antes de que llegaran
las conocidas empresas que ahora todos tenemos. Antes nadie quería Internet ni
la conocía. Esto me permitió primero dar charlas en teatros y cines de las
distintas ciudades del interior para mostrar la importancia de internet y su
uso. Eso me dio una gran experiencia y contacto con la gente.
¿Seguías con la
música al mismo tiempo?
Nunca
dejé la música y mientras estaba haciendo toda la parte de sistemas me
contratan en el Fondo Nacional de las Artes, que en ese momento dependía de
Presidencia de la Nación. La señora Amalia Lacroze de Fortabat, embajadora
itinerante de la Argentina y también presidenta del Fondo, me pide diseñar
todos los sistemas, sitio web, programas administrativos y todo lo que era la
comunicación digital del organismo.
¿Hacías
docencia?
Sí.
Seguí trabajando mientras me desempeñaba como docente en el Centro Franciscano Rosario,
también en la Universidad Nacional de Rosario, en la parte de diseño de los
sistemas bibliotecológicos. También trabajaba en la Universidad Católica
Argentina en la parte de sistemas y de electrónica.
¿Cómo ibas
nutriendo la parte más artística?
Con
el tiempo me di cuenta de las experiencias acumuladas con personalidades como
Horacio Ferrer, que fue poeta de Piazolla, o con el arquitecto Clorindo Testa,
diseñador de la Biblioteca Nacional. Todas estas cosas me nutrieron y yo no
paraba de hacer música, que era lo que me gustaba.
¿En qué lugares das
clases en la actualidad?
Hoy
en día continuo dando clases en los lugares que ya mencioné. Ahora también en
la Universidad Abierta Interamericana, tanto en la cátedra de Licenciatura de
Videojuegos, en la cátedra de Música y Sonido así como en la de Inteligencia
Artificial.
Llega el momento
de unir las partes
¿Cómo se gestó
este presente donde la música y la informática están unidas?
Llegó
un momento donde dije: “¿por qué todas las cosas tienen que ser por separado?”.
La música, la comunicación y la inteligencia artificial todas por separado.
Creo que es importante unificar todo y empecé a investigar durante muchos años
este tema en muchos lugares y con muchos profesionales en todo el mundo.
Gracias también a las redes sociales e Internet. Comencé a generar
composiciones que pueden encontrar en mi canal de YouTube (https://www.youtube.com/c/DanielLodi).
¿Es entonces
cuando empezaste a componer usando la computadora?
Ahí
empecé a crear distintas sinfonías, música clásica y popular, de todo estilo,
tangos, etc. Utilicé la computadora para hacer todos los instrumentos pero
también para usar todas las técnicas de composición así como las técnicas matemáticas
y físicas, y programación para no solo lograr producir un sonido sino el efecto
como si uno estuviera al lado de ese instrumento.
¿Buscaste
desarrollar este enfoque desde la enseñanza?
Intenté
crear algún tipo de curso en Rosario pero en todos los lugares donde trataba no
resultaba fácil. Si iba a la Escuela de Música me decían que eran músicos
tradicionales y eso era para ingeniería. Si iba a Ingeniería me decían que eso
era arte y que tenía que ir a la Escuela de Música. Como iba de un lado a otro
decidí tratar de sembrar un poco mi idea, generando un proyecto que no fuese
como lo conocido.
Apuntabas a algo
más integrativo.Lo
que quise fue crear una carrera donde se pudieran implementar todos los
conocimientos tradicionales de composición pero volcados ahora a la parte
digital. O sea, sin necesidad de utilizar un montón de técnicas que llevan
mucho tiempo cuando directamente a la computadora se le puede enseñar que aprenda
esas técnicas. La mayoría de los sistemas no están preparados para generar
articulaciones lo cual significa que según como uno baje la tecla de un piano,
por ejemplo, va a producir un sonido totalmente distinto. Eso no se lograba con
los sistemas y sí se lograba con la inteligencia artificial y la
parametrización/modificación de los actuales sistemas.
Este fue el
razonamiento para diseñar la nueva carrera.
Con
todo eso se armó una carrera con ayuda también de profesores de la talla de
Gustavo Britos Zunin, director del Conservatorio de Música de Montevideo, así como muchos otros profesionales. Esta carrera para la producción de música
de todos los estilos, se está dictando en Academia de Arte, Música y Ciencia de
Nápoles (https://iaams.it/docenti/), en Italia.
Con la posibilidad de que ese título permitiese también no solo aprender sino hacer
actividad docente para que puedan pasar la posta y transmitir todos estos
conceptos.
¿La inteligencia
artificial permite “componer al estilo de”?
Cuando
lo que uno compuso se pasa a la computadora, la máquina puede interpretar esa
estructura y uno puede generar una obra del estilo de distintos compositores. A
veces lo que se genera asombra al propio compositor, porque uno dice “pero, ¿esto
lo hice yo?”. Y alguien podría decir que lo hizo la máquina pero en realidad la
configuración de toda la interpretación la hizo uno. Es como si uno se
preguntara si a una escultura la hizo el cincel o el escultor. Esto es lo mismo:
la computadora es una herramienta y hay que luchar muchísimo contra las
estructuras tradicionales que te están diciendo que el músico tiene que
aprender pentagrama, teoría y solfeo, composición de Schoenberg porque si no,
no es un buen músico.
¿Y vos qué
pensás?
Soy
de la idea de que el músico tiene que hacer música y de la buena. Y si la
herramienta que antes usaba era una estructura determinada de asignaturas o
técnicas para lograrlo y ahora existe otro tipo de herramientas que logran en
menor tiempo iguales o hasta mejores resultados, no la descartaría. De hecho
estoy auspiciando y dictando todos los cursos para ello en la Academia de Arte,
Música y Ciencia de Nápoles donde soy docente. También uso parte de esas
técnicas en la licenciatura en videojuegos para hacer música para juegos o
también para films o publicidades. Esto economiza muchísimo todo lo que es la
producción audiovisual. Tal vez uno escucha publicidades en distintos medios de
comunicación locales y uno se pregunta por qué están usando la música de otro y
hasta pagando derechos. ¿Por qué no pueden generar su propia música y
ambientación, generando un clima propio para esa publicidad o film?
¿Qué rol jugaron
las redes en el desarrollo de este proyecto?
Empecé
a publicar cosas y ahí es cuando te empezás a contactar con mucha gente que
viene haciendo lo mismo, también intentando por distintos caminos en el mundo.
La cantidad de ayuda recibida es enorme así como de experiencia intercambiada. Es
increíble el placer y la alegría que da ver a un alumno que en cinco o seis meses
está haciendo maravillas con la música cuando hasta ese momento había estado
tres o cuatro años tocando la guitarra y apenas si podía lograr tocar una obra
sencilla. Esto es lo que me mueve y lo que sigue dándome ese cambio que,
reitero, no fue un acontecimiento en especial. Sino que fueron todos
acontecimientos que me llevaron a estar donde estoy en este momento. Seguramente
seguiré avanzando, vaya a saber por qué caminos.
Luego de 25 años
de digitalidad: ¿tendría que ser más fácil incorporar estas tecnologías a lo
tradicional?
Cuando
aparece la desinformación aparece el miedo y cuando aparece el miedo aparece el
rechazo a lo nuevo, por las dudas. No sea que eso nuevo pueda ser distinto,
pueda ser mejor o pueda ser peor o pueda quitarme todos los años de experiencia
y el círculo de confort que uno pudo lograr en toda su estructura. Quizás, y
vuelvo a insistir, creo que lo mejor que existe es la información e ir de a
poco mostrándole a mucha gente pero no solo yo sino a través de muchísimos
otros en el mundo y con ejemplos donde uno escucha la música de una película o
un corto ganador del Oscar la cual fue creada por solo un compositor con una
computadora.
Resumiendo,
¿cuál sería el objetivo de la carrera que se creó en Nápoles?
Básicamente,
en la carrera Academia de Arte Música y Ciencia lo que se está pretendiendo es
lograr que no se separe la música de la ciencia, del arte, del disfrute, del
humanismo y de la creatividad. No son cosas separadas, es una sola cosa.
Entonces todos tienen que sumar. Si al matemático, al programador, al
compositor les encanta lo que hacen entonces unamos todo eso para ver cómo se
puede. Otro tema no menor: el costo de los instrumentos hoy en día es muy caro.
Pero la mayoría de la gente sí tiene una computadora con acceso a Internet. Y
con eso es suficiente para poder lograrlo Se necesita muchísimo acompañamiento
de muchos profesionales que no son músicos, sino que aportan a crear un muy
buen producto.
¿Hay otras
carreras en la Argentina con este enfoque que contás?
No, no
existe en Argentina una carrera profesional que incluya la inteligencia
artificial, las matemáticas, la física, los sistemas y la música que permitan
crear música de cualquier estilo. Por suerte la Academia de Arte, Ciencia y
Música de Nápoles me ofreció la posibilidad de implementar esta innovadora
propuesta. Tengo muchas esperanzas de poderlo hacer también en Argentina ya que
existen carreras que se orientan a diversos aspectos musicales pero no
totalmente a la composición digital. Aquí muchas instituciones trasladan
conceptos de la enseñanza de la música tradicional para la música digital y
esto no es así. La computadora es un nuevo instrumento musical que requiere un
especial estilo de enseñanza y de aprendizaje. Estoy seguro que pronto voy a
poder lograrlo también en mi querido país.
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