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viernes, 15 de agosto de 2014

Universidad pública, ciencia y tecnología en Argentina

¿Qué rol juegan las Universidades Nacionales para la investigación, el desarrollo y la innovación científico-tecnológica en el país? Una lectura desde los indicadores.


En 2003 Argentina destinaba 1.992 millones de pesos al financiamiento universitario, en 2012 esa cifra alcanzó los 21.491 millones.

Por Patricio Irisarri
Anahí Lovato
Andrés Aseguinolaza

La investigación científico-tecnológica en Argentina constituye un conjunto de políticas públicas implementadas principalmente a través de programas y planes que articulan y vinculan a Universidades Nacionales, Institutos y organismos del Estado, con un aporte del sector privado y agentes internacionales.

Las Universidades Nacionales representan el punto de partida para la formación de investigadores de distintos campos disciplinares, inmersos en un sistema público, abierto y no arancelado que sienta las bases para la investigación, el desarrollo y la innovación científico-tecnológica. Existen en el país 47 Universidad Nacionales distribuidas en todas las provincias que constituyen un ámbito distinguido para las actividades de investigación.

En los últimos veinte años las políticas universitarias junto a las estrategias diseñadas para fortalecer la investigación científico-tecnológica han ido evolucionando en nuestro país hasta alcanzar en la actualidad un escenario favorable, que encuentra, entre otros avances, la creación de un Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación productiva (2007), una fuerte inversión en infraestructura e insumos, becas de investigación (CONICET) y programas de repatriación de científicos (RAICES).

El impacto de estas acciones puede dimensionarse en números e indicadores concretos que miden distintas variables que involucran el desarrollo de la ciencia y la tecnología en la naciones. Este es el propósito de la Red de Indicadores de Ciencia y Tecnología -Iberoamericana e Interamericana- (RICYT), de la que participan todos los países de América, junto con España y Portugal, que promueve "el desarrollo de instrumentos para la medición y el análisis de la ciencia y la tecnología en Iberoamérica, en un marco de cooperación internacional, con el fin de profundizar en su conocimiento y su utilización como instrumento político para la toma dedecisiones”.

Los resultados de esas mediciones son presentados en forma libre y abierta en la red. En esta publicación, son tomados algunos indicadores de Argentina en perspectiva comparada con otros países, que vinculan el rol de las Universidades Nacionales con la formación de recursos humanos en los últimos años en el campo de la investigación científico-tecnológica.

Evolución de títulos de grado
En 1990 el número de graduados en carreras de grado en Argentina alcanzaba los 33 mil títulos. Veinte años después, en 2010, esa cifra alcanzó los 99431 graduados. En parte, que se haya triplicado el número de títulos de grado responde a un fuerte incremento de la inversión pública educativa en las políticas universitarias en la última década. En 2003, Argentina destinaba 1992 millones de pesos al financiamiento de la educación universitaria, en 2012 esa inversión alcanzó los 21.491 millones, un incremento que supera el 1000 por ciento.

En nuestro país el mayor número de graduados corresponde a carreras de Ciencias Sociales, seguido por la formación en Ciencias Médicas.

Si se toman los indicadores de otras naciones iberoamericanas, se observa que hacia 2010, Brasil  contaba 865.161 títulos de grado, Chile 69.237, Colombia 117.746,  España 119.452 y, muy por arriba de los países de Latinoamérica, en Estados Unidos se graduaban en ese año 1.601.368 estudiantes de grado.

Graduados cada 100 mil habitantes
Tomando el número de títulos de grado por países en relación a la población, Argentina mostraba en 2010 la cifra de 242,5 graduados por cada 100 mil habitantes. A nivel iberoamericano, los números más altos los muestran Cuba (756,9) y Portugal (509,7). 
 
Títulos de Doctorado
Argentina es el tercer país de Latinoamérica con mayor cantidad de títulos de doctorado por año. El índice de nuestro país ha ido creciendo en los últimos años, principalmente por un marcado incremento de la inversión pública en  programas de becas de investigación. En efecto, de los 12,20 dólares por habitante que Argentina invertía en 2002 en ciencia y tecnología, en 2010 esa cifra alcanza los 81,4 dólares por habitante.  De los 6.211 becarios que investigaban en Argentina en 2001, en 2010 pasaron a ser 15.667. Y en ese mismo período, el número de invetigadores en Ciencia y Tecnología pasó de 33.738 a 58.353.
Investigadores por género
Argentina es uno de los pocos países de Iberoamérica donde el número de investigadoras mujeres supera al de hombres, una tendencia que se ha consolidando en los últimos 10 años, hasta alcanzar en 2010 un 51 por ciento de investigadoras mujeres y un 49 por ciento de varones.  
Desarrollo científico
En el siguiente informe audiovisual producido por el programa de TV Agenda Pública de la UNR, se analizan los escenarios actuales para la investigación y la producción científico-tecnológica en nuestro país y la ciudad de Rosario. El material deja ver que a lo largo de su historia, Argentina siempre mostró recursos humanos altamente calificados para el desarrollo de ciencia básica, pero con un bajo impulso a la investigación aplicada. El objetivo actual da cuenta de la necesidad de transferir ese conocimiento, vinculándolo con los sistemas productivos y aplicándolo a las demandas nacidas de la sociedad.



Nota original en www.unr.edu.ar

lunes, 7 de julio de 2014

El secreto por el que Rumanía es el país con más mujeres científicas de la UE

El informe ‘She in Figures’ de la UE revela que sólo tres de cada diez científicos en Europa es una mujer. Los países del Este de Europa copan los mejores índices de posiciones académicas sénior ocupadas por investigadoras.


Maarja Kruusmaa es la directora del Centro de Biorrobótica en la Universidad de Tallin. Estonia es uno de los países de la UE con más mujeres investigadoras.
Maarja Kruusmaa es la directora del Centro de Biorobótica en la Universidad de Tallin. Estonia es el segundo páis de la UE con más mujeres investigadoras. / Jelena Pljonkina.




















Por Manuel Ruiz Rico

“En los últimos diez años, la Comisión Europea ha publicado cuatro informes She Figures sobre la situación de la mujer en la ciencia, y debo decir que los datos presentados en el último de ellos muestran que estamos lejos de lograr la igualdad de género en el ámbito de la investigación. Esto es lamentable para las mujeres científicas y malo para Europa”. Así de contundente se muestra la anterior comisaria europea de Investigación, Innovación y Ciencia, la irlandesa Máire Geoghegan-Quinn, en la introducción del informe She Figures 2013, presentado hace unos días, sobre la situación de la mujer en el ámbito científico europeo.

Y no es para menos, porque el documento no arroja datos muy positivos: a pesar de que las mujeres representan el 46% quienes obtienen un doctorado, sólo el 33% de los investigadores en la UE (en el momento del estudio, compuesta aún por 27 Estados) es mujer, una cifra que baja a un preocupante 19% si sólo se tiene en cuenta el sector privado.

El informe muestra una sorprendente polarización Este-Oeste, a favor del Este, en cuanto al porcentaje de posiciones académicas sénior ocupadas por mujeres. Los índices más altos en este apartado corresponden a Rumanía (36%), Letonia (32%) y Bulgaria (26%). Es más, en los diez primeros países de este ranking sólo hay dos escandinavos (Finlandia y Suecia, en cuarto y décimo lugar) y dos del sur europeo (Portugal e Italia, sexto y noveno). Países como Francia, Alemania o Bélgica, al contrario de lo que podría pensarse, ocupan los puestos 11, 12 y 15 en esta clasificación. España está en el furgón de cola con apenas un 17% de plazas sénior ocupadas por mujeres.
Según explica Dora Groo, presidenta de la Asociación Húngara de Mujeres en la Ciencia y de Gendera hasta junio de 2012  (un proyecto europeo “para cambiar el balance de género en las organizaciones dedicadas a la investigación”), “este relativamente elevado porcentaje de mujeres en los países del Este tiene un origen histórico. Durante el régimen socialista casi todas las mujeres trabajaban en nuestros países en todos los campos de trabajo, incluida la investigación científica. En las universidades, todas las facultades”, prosigue, “estaban abiertas a las mujeres e incluso eran favorecidas y un alto número de ellas continuaron sus carreras investigadoras”.

“Estos Estados se dotaron una fuerte red para el cuidado de los hijos y, de este modo, las mujeres pudieron volver a sus trabajos después de algunos meses y continuar sus trabajos. Por tanto, a largo plazo, ellas consiguieron avanzar en su carrera, aunque es cierto que siempre con más dificultades y más lentamente que los hombres”, explica Groo.

“Con todo”, lamenta, “aunque el porcentaje de mujeres en este caso es muy positivo para estos países, cuando analizamos los niveles muy altos de investigación y puestos de gestión y decisión, vemos que también en los países del Este se encuentran muy pocas mujeres”. 

Leve recuperación en 10 años
La Unión Europea publicó en 2003 su primer informe sobre la situación de la mujer en la ciencia. A pesar de que la situación sigue siendo muy pobre, entre entonces y el último de los informes, publicado este año, se detecta una recuperación de la igualdad, aunque aún muy leve.

En cuanto a las mujeres investigadoras, su número aumenta un 5,1% anualmente desde 2002, frente al 3,3% en el caso de los hombres. Y en cuanto a las mujeres que obtienen un doctorado, su número se incrementa un 3,7% cada año (también desde 2002), frente al 1,6% en el caso de los hombres.

Con todo, continúa habiendo datos realmente preocupantes. Según el informe de la UE, los ámbitos en el que baja representación de las mujeres como profesoras a tiempo completo es más preocupante es la ingeniería y el sector tecnológico, donde sólo un 7,9% de los investigadores es mujer. En el lado opuesto están las humanidades (28,4%).

La científica Anja Bojsen, de Dinamarca, país donde sólo el 15% de quienes ostentan una posición académica sénior es mujer, explica estos datos así: “Aunque no tengo una buena respuesta para esto, podría ser que la imagen de la ingeniería es un poco dura y que haya todavía muy pocos roles modelo para las mujeres. Por este motivo, es importante poner el foco en las buenas historias y en historias de mujeres con éxito en carreras de ingeniería”.
Bojsen, que lidera un grupo de nanotecnología en la Universidad Técnica de Dinamarca, está casada y es madre de dos hijos, Signe y Sofus. Asegura que no cree que de haber sido un hombre sus logros científicos y su reconciliación con la vida familiar hubiera sido más fácil. “Por supuesto, no hay forma de saberlo. Creo que siempre es difícil, para hombres y mujeres, aunque es cierto que las cosas habrían sido no más fáciles pero sí más fluidas. Afortunadamente, tengo la suerte de tener un marido que se encarga también de la familia y de compartir las responsabilidades de casa”, cuenta.

Sobre las cuotas para mujeres en las instituciones, Bojsen no está muy de acuerdo y, en cualquier caso, cree que la solución no puede pasar por ahí exclusivamente sino mediante otras iniciativas. “Creo que tenemos que inspirar a las mujeres a que sean más emprendedoras, a que soliciten fondos, subvenciones, ayudas científicas. Si te sientes como parte de una minoría, necesitas más apoyo. Y eso es lo que sucede aquí. Por eso creo que es realmente una buena idea que hubiera fondos destinados para mujeres especialmente en campos donde nuestra presencia sea menor, como en las ingenierías. Esto sucede en Dinamarca, donde existe un programa a tal efecto, llamado YDUN”.

Esta iniciativa va encaminada a fomentar el espíritu emprendedor de las mujeres, una vía que ha sido precisamente destacada por la ganadora este año del premio para Mujeres Investigadoras de la UE, la científica alemana Saskia Biskup. “Me parece que poner en marcha tu propio proyecto o compañía podría ser la mejor opción. La libertad que tienes, en este sentid,o debería darte mejores opciones no sólo para conciliar tu vida profesional con tu familia sino también para tu propia carrera investigadora”, señaló tras la entrega del premio.

“Yo no tengo hijos pero entre las finalistas para este premio había una científica que tenía cuatro hijos y otra con tres. Creo que no hay duda de que es más difícil para la mujer pero también que es posible organizarte tú misma”, aseguró Biskup, cofundadora de CeGaTGmbH, una empresa de biotecnología alemana sobre test de diagnóstico para enfermedades genéticas. 

Hacia el horizonte 2020
La Comisión Europea ha lanzado este año su ambicioso programa científico Horizonte 2020, el mejor dotado de la historia de la UE y que, según fuentes de la Dirección General de Investigación e Innovación, “contempla importantes medidas para equilibrar el desajuste de género en el ámbito científico europeo, como introducir la variable del género en cada una de las fases del ciclo de investigación e innovación: balance de género en los equipos de investigación y en los procesos de toma de decisiones, como grupos de expertos o paneles”.
“Los datos obtenidos hasta ahora”, aseguran las fuentes, “muestran que no hay evidencia de una reducción espontánea de la desigualdad de género, de manera que todas estas iniciativas son necesarias para que se progrese en esta materia. Con adecuadas medidas como éstas y otras que se tomen, los progresos llegarán”. 

España, el país en el que más aumentan las investigadoras en el sector público
A pesar de que España está en el furgón de cola en las cifras generales (17% de científicas), el informe no la deja en mala posición. Entre otras cosas, es el país de la UE con un mayor incremento (12% anual) en el número de mujeres investigadoras del sector público (la media europea es del 4,3% y dos países como Dinamarca y Suecia, en el furgón de cola, registran un -6%).

El estudio detecta que el 57% de las mujeres investigadoras pertenecen al ámbito de las ciencias médicas y que España es uno de los cuatro países de la UE (junto a Dinamarca, Luxemburgo y Malta) en el que el número de científicas en agricultura, ya bajo de por sí, desciende desde 2002.

Por último, el informe alaba que en España, junto a Portugal y Dinamarca, los comités científicos o investigadores nacionales están compuestos en una tercera parte o más por mujeres (sólo Suecia, Noruega y Finlandia tienen una cuota obligatoria del 40% en estos casos) y que el llamado índice de disparidad (dissimilarity index) en el ámbito de la educación universitaria encuentra el mejor registro de toda la UE en España (0,03), frente a Reino Unido (0,25), Finlandia (0,42) y Polonia (0,86), que ocupan el furgón de cola (el valor 1 sería el máximo en este índice e indicaría que todas las plazas están ocupadas por hombres; el 0 sería la igualdad plena).

Fuente:
https://www.readability.com/articles/xmjqvqlw

lunes, 30 de junio de 2014

Evaluaron proyectos regionales de investigación para becas del CIN


Con la presencia de treinta investigadores de la región, la Universidad Autónoma fue sede en Paraná de la evaluación de 177 proyectos presentados por aspirantes a las becas que otorga el Consejo Interuniversitario Nacional.

Intensa jornada de evaluación de proyectos de investigación.

La Universidad Autónoma de Entre Ríos fue sede de una intensa jornada de evaluación de las Becas de Iniciación a la Vocación Científica que otorga el Consejo Interuniversitario Nacional.
 
El programa está organizado por regiones y correspondió a la Uader asumir esta etapa, en la zona que abarca a las provincias de Entre Ríos y Santa Fe.
 
Fue el martes pasado, en Paraná con la participación de treinta investigadores de las instituciones de la región: Universidad Nacional del Litoral, Universidad Nacional de Entre Ríos, Universidad Nacional de Rosario y Uader.
 
Los profesionales estuvieron reunidos durante todo el día en la Casa de la Cultura a los fines de evaluar y realizar un orden de mérito de los proyectos presentados por estudiantes que aspiran a acceder al beneficio.
El secretario de Ciencia y Técnica, Lic. Fernando Vittar, informó que se debieron analizar 177 proyectos. 

“Para la Uader este año corresponderán 11 becas. Es un número que se ha ido incrementando. La presentación que se hizo fue de 18 becarios lo que para nosotros es un crecimiento importante. La UNER presentó 22 becarios y después UNL y UNR superan los 60 becarios”, comparó.
Precisó que los proyectos se enmarcan en cuatro disciplinas: Humanísticas, Artes, Ciencia y Tecnología, y aseveró que la Uader tiene una tradición más fuerte en Ciencia y en Tecnología, áreas en las que se presentan más número de iniciativas.
 
“La Uader es sede por primera vez y esto hay que destacarlo; somos una institución joven, que incursiona y crece en el concierto nacional también a partir de llevar adelante este tipo de acciones”, evaluó.

Fuente:
www.eldiario.com.ar

domingo, 13 de abril de 2014

Las vocaciones hacia la ciencia: 3 perspectivas de abordaje

Nelson Enrique Barrios Jara
IBERCIENCIA. Comunidad de Educadores para la Cultura Científica.

Gran parte de la generación de riqueza y crecimiento de una sociedad es explicada por las capacidades para crear conocimiento, generar investigación, apropiarse saberes y traducirlo en nuevas tecnologías que impulsen el mejoramiento de la productividad, el desarrollo social y la ciudadanía. Estos elementos han de formarse desde la educación escolar desde el desarrollo de vocaciones científicas y su importancia se plantea desde tres perspectivas: la ciencia- tecnología y la calidad de vida, la ciencia tecnología y el ejercicio de la ciudadanía, y la ciencia- tecnología como una perspectiva de realización profesional.




En cuanto al primero: la Ciencia - Tecnología y la calidad de vida, se resalta que la escuela es quizá el primer actor en tener una participación fundamental para la apropiación social del conocimiento (científico y tecnológico) y la formación de capacidades para acceder a la información relevante. Además de ello, la escuela juega un papel determinante para contextualizar información y ser utilizada en el desarrollo de problemas. Estos son aspectos fundamentales ya que la escuela utiliza planteamientos para utilizar la ciencia en busca de aprendizajes cuya meta es modificar y enriquecer la vida cotidiana. En este aspecto la construcción de conocimiento científico debe permitir contribuciones donde las personas puedan tomar decisiones para alimentarse mejor, para cuidarse mejor, para disfrutar mejor de la vida y para tomar mejores alternativas.

En este sentido el desarrollo de la Ciencia y la Tecnología en la escuela se encamina a brindar ejemplos, alternativas y soluciones básicas al mundo en el que viven los estudiantes. Los estudiantes elaboran proyectos que no solamente requieren de un conocimiento científico y tecnológico sino también del trabajo en equipo de grupos interdisciplinarios que buscan aportar a la calidad de vida en cuanto al mejoramiento del ambiente, la salud, la paz, la educación, la vivienda, al comercio, a la comunidad virtual entre muchos otros hechos que seguramente redunda en beneficio de la formación de mejores concepciones en la calidad de vida de los mismos estudiantes; un claro ejemplo de lo anterior es el estudio desde la escuela del uso de energías alternas no contaminantes, que actualmente se absorbe y se almacena en los paneles solares para ser utilizada en diferentes medios; en el transporte, en el hogar, en la industria, etc; lo que a su vez origina en la escuela la reflexión acerca del consumo y el cuidado del medio ambiente, el cuidado de los bosques y la conservación de los recursos naturales.

Así mismo se encuentra desde la escuela como a través de grupos de trabajo como robótica, astronomía y otros más se presenta el desarrollo de prototipos el estudio de nuevas tendencias como los nano robots, donde se analizan los aportes que se realizan desde estas fronteras del conocimiento para la preservación y protección de la vida humana en la desactivación de bombas, realización de trabajos mecánicos, o en el análisis de la energía nuclear, la conservación del medio ambiente, etc. De otra parte se puede encontrar relaciones en los sistemas de transporte por parte de los GPS quienes ubican mediante un proceso de posicionamiento global a vehículos y personas que puedan presentar alguna emergencia y mediante dichos elementos es posible ubicarlos y orientarlos. De igual manera se observa claramente como en la salud la ciencia es fundamental; las prótesis mioeléctricas de miembros superior e inferior se han convertido en una opción que recupera la movilidad de las personas que han perdido alguna extremidad, por otra parte la automatización y robótica que es aplicada en operaciones virtuales se ha convertido en una excelente opción de ser atendidos por especialistas de diversas áreas de la medicina, estos y otros tantos casos más hacen que sea una necesidad la Ciencia - Tecnología para mejorar la calidad de vida y una exigencia para el cultivo desde la escuela; es decir las vocaciones científicas son una necesidad.

La segunda perspectiva por la cual el cultivo de vocaciones científicas es vital en la escuela es porque es fundamental para el cultivo de habilidades en el ejercicio de la ciudadanía. En este aspecto la apropiación social del conocimiento científico también es útil para que los estudiantes se formen como ciudadanos y estén en la capacidad de optar y de decidir frente a situaciones de carácter público. El estudio de las ciencias genera capacidad de argumentación, la persona formada en ciencia analiza hechos, estudia hipótesis, va más allá de las explicaciones simples que dan los medios de comunicación; la formación en ciencias permite superar el nivel de explicaciones y a su vez lleva a cuestionar, preguntar, comprender y decidir frente a problemas de cualquier índole.

De otra parte; y confrontando los documentos con la realizada que vive mi país; Colombia se encuentra aportas de la solución a un conflicto armado y por lo cual le es urgente preparar el sistema educativo hacia el post conflicto mediante estrategias que desde la escuela promuevan el cultivo de habilidades en el ejercicio de la ciudadanía y en la sostenibilidad del mismo donde se busque como meta la consolidación de una sociedad más igualitaria y solidaria, se proponga el despliegue y rescate de valores fundamentales consagrados en la Constitución Política: la igualdad y la libertad. Desde esta postura la ciencia en la escuela es una necesidad para el avance de manera decisiva en términos de equidad, entendida ésta fundamentalmente como igualdad de oportunidades. Es decir con el desarrollo de la ciencia desde la escuela se alcanza una sociedad más igualitaria, no sólo en términos de la distribución del ingreso y los activos que los individuos obtienen con su trabajo, sino de los bienes y servicios públicos que ellos utilizan –o deberían utilizar– en su tiempo libre o tiempo futuro para el caso de los estudiantes.

Lo anterior se une al argumento en el cual la ciencia desde la escuela es un factor emancipador y constructor de hombres y mentes libres, en este caso el desarrollo científico puede constituirse en el ideario de la sociedad colombiana y su inicio debe hacerse desde épocas escolares no solamente como vehículo para el cultivo de conocimiento sino como elemento para forjar una cultura para la convivencia y el mantenimiento de la paz, este objetivo en el cual se busca una sociedad de ciudadanos libres y responsables, se plantea dentro del documento Plan Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación 2007-2019. Se espera que Colombia a dicha fecha haya consolidado acuerdos para el conflicto armado existente desde hace más de cincuenta años y presentará para dicha fecha indicadores de violencia similar a los de los países hoy desarrollados. Para esa fecha, todos los colombianos accederán plenamente a la justicia y contarán con los medios adecuados para participar más activamente en los asuntos públicos, sociales y científicos. Será un país tranquilo, donde la paz sea una realidad sentida por todos, será la única manera de asegurar las bases para una sociedad donde la libertad, la igualdad y la justicia sean no sólo derechos, sino responsabilidades que todos los ciudadanos asuman como propias. El logro de este objetivo se traza a partir de la profundización de un modelo democrático en el que los ciudadanos puedan argumentar, garantizar mecanismos de dialogo, conocimiento y justicia eficiente mediante los cuales se consolide una cultura ciudadana donde las personas posean capacidades científicas básicas.

Como tercer argumento que justifica la importancia de promoción de la ciencia- tecnología desde la escuela es la perspectiva de realización profesional. La ciencia- tecnología como una perspectiva de realización profesional o como oportunidad de proyecto de vida o de vocación científica es un aspecto clave que nace desde la escuela y se genera igualmente por la apropiación social del conocimiento científico en los estudiantes. En este caso el cultivo de habilidades científicas trae los atributos esenciales, los cuales son: búsqueda de la verdad y curiosidad insaciable. Este hecho desde la escuela parte desde el reconocimiento que debe hacerse sobre la existencia de investigaciones en ciencia y tecnología en nuestro medio; los estudiantes deben saber que en Colombia se hace ciencia: en bio-tecnología, en robótica, software, etc. Es importante que los estudiantes sepan que a pesar de las condiciones adversas que existen en el país en cuanto a lo precario de los presupuestos para investigación, la carencia de revistas científicas, los pocos incentivos y el desaparecimiento gradual de nuestros institutos oficiales de investigación; en el país se están haciendo cosas importantes en el ámbito de la ciencia y la tecnología mundial y con ello el inculcar y proyectar la formación en ciencia y tecnología como una perspectiva de realización personal posible, máxime cuando desde documentos como el Plan Nacional de Desarrollo Científico, Tecnológico y de Innovación 2007-2019 se busca el apoyo a talentos; Jóvenes investigadores e innovadores, talentos tempranos descubiertos en Programa Ondas, Pleyade. etc. Así mismo dicho documento enuncia entre las metas la urgente necesidad de elevar el número de investigadores por millón de habitantes ya que estos representan un escenario de ruptura, pues se espera aumentar 10 veces el número de investigadores al 2019, mientras que el crecimiento de la población colombiana, según el Dane, no superará el 20%, se espera contar con una masa crítica de investigadores que dependerá básicamente del aumento de profesionales en Ciencia y Tecnología.

Con los anteriores elementos se fijan la importancia del desarrollo y cultivo de vocaciones científicas desde la escuela basada en los tres aspectos: la ciencia y la calidad de vida, la ciencia y el ejercicio de la ciudadanía y la ciencia como una perspectiva de realización profesional.


Fuente
http://www.oei.es/divulgacioncientifica

miércoles, 8 de enero de 2014

Convergencia entre ciencia y sociedad para la inclusión

La plataforma País Ciencia busca acercar la investigación científica a los colegios y barrios con el objetivo de despertar la vocación por la ciencia en los jóvenes. El proyecto, asociado al Conicet, es una experiencia de democratización del conocimiento.

El Dr. Claudio Fernandezc propulsor de una proyecto para descubrir y estimular vocaciones científicas (Imagen: Pablo Piovano).



 Por Leonardo Moledo
–Cuénteme ¿a qué se dedica?
–Soy doctor en Química biológica, dirijo el Laboratorio Max Planck de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular de Rosario. Soy director de la primera plataforma tecnológica de diseño y descubrimiento de fármacos en fase preclínica de Latinoamérica. Dirijo también un doctorado internacional organizado entre la Universidad Nacional de Rosario y la Universidad de Göttingen, en el área de la Biomedicina y Biociencias Moleculares. Göttingen es una ciudad alemana de 120 mil habitantes; su universidad tiene la impresionante cifra de 46 premios Nobel asociados. Allí fui jefe de grupo hasta el año 2005. El último Premio Nobel de Medicina es de la Universidad de Göttingen. Ellos son nuestros socios.

–¿Cuándo volvió usted al país?
–En 2004 y 2005, junto a otros argentinos, lideramos una línea de trabajo que dio lugar a significativos avances en el área de enfermedades neurodegenerativas, en particular la vinculada con el mal de Parkinson. Mi trabajo científico fue repatriado en el año 2006, a través de la adquisición del primer espectrómetro de resonancia magnética nuclear de alto campo para nuestro sistema científico, que fue el segundo equipo en su tipo en ser instalado en la región.

–Y además está trabajando en un plan de comunicación de la ciencia del Conicet.
–Estamos avanzando con un proyecto para la creación de una plataforma orientada a la socialización de la ciencia llamada País Ciencia. Su objetivo es generar igualdad de oportunidades y despertar vocaciones científicas. Es un proyecto que, asociado al Conicet y otros organismos nacionales, proyectará a nivel nacional una experiencia de comunicación pública de la ciencia y democratización del conocimiento nacida en el municipio santafesino de Granadero Baigorria, donde funciona el Centro de Estímulo al Desarrollo del Conocimiento (Cedec), que es el modelo. Los otros actores involucrados son la Universidad Nacional de Rosario, la Subsecretaría de Gestión de Políticas Universitarias del Ministerio de Educación de la Nación y el Ministerio de Planificación Federal de la Nación.

–¿Qué tiene pensado hacer? La inclusión de la ciencia tiene muchas corrientes... y hay cosas con las que nadie sabe qué hacer, por ejemplo: la matemática.
–Vamos a coordinar acciones entre escuelas, universidades, organismos de ciencia y tecnología, y el conjunto de la sociedad. Será una herramienta educativa, inclusiva, que se ocupará de promover la socialización del conocimiento, así como de fomentar la creación de una red de centros o nodos territoriales. Queremos generar instancias de reflexión en torno del conocimiento científico situado en su contexto territorial. Hasta ahora muchas de las acciones de comunicación pública de la ciencia se han generado en el marco de pensar la relación “ciencia y sociedad” bajo los parámetros de la hipótesis del déficit cognitivo. Mi postura es tratar de desmitificar el rol del científico y pensar el conocimiento como un bien social.

–Entiendo. Yo trato de hacer las entrevistas acá en un café para sacar al científico del laboratorio, porque el científico muchas veces cuando habla lo hace para sus colegas, entonces acá no tiene el código del laboratorio. La ciencia no es sólo ciencia, la ciencia es filosofía y es historia de la ciencia. Hay que saber de dónde venimos...
–Eso queremos con este programa, que los investigadores y comunicadores de la ciencia expliquen a la sociedad de manera amena. Comparto, es necesario poner en valor todo lo que se hace desde el año 2003 en ciencia y tecnología en nuestro país. La política de Estado de ciencia y tecnología es concreta y tiene un correlato social. Es necesario que se la valore porque no alcanza con que la defendamos los científicos desde el laboratorio. Se va a defender en tanto y en cuanto la gente sepa respecto del valor del conocimiento científico, sus impactos y beneficios. Para eso es fundamental comunicar, concientizar y ampliar la cultura científica de la gente.

–Yo dirigí ocho años el Planetario de la ciudad de Buenos Aires. Nuestra postura era: la ciencia es propiedad de todos. Pero cuando decíamos todos, decíamos todos. Por eso hicimos un planetario para ciegos, para sordos, hicimos cafés científicos, fuimos a las villas. La idea era: como es de todos, es también para los que no pueden venir.
–Ahí está la clave, en que nosotros como investigadores nos acerquemos. Esa es la génesis del proyecto. Queremos conversar sobre ciencia en todos los barrios y localidades. Ahí uno como investigador científico toma conciencia de la realidad. En la villa, al chico no le importa que le expliques el principio de Bernoulli. Quieren saber, por ejemplo, cómo se hacen las plantas de potabilización de agua. Allí se toma conciencia de para quién estás trabajando, porque la ciencia y la tecnología no se agota en una proteína en un tubo de ensayo. Sólo se realiza cuando es orientada a un fin colectivo y es apropiada por la gente.

–Entiendo. También es mucho lo que se consigue cuando se les muestra un telescopio, una bacteria con un microscopio...
–Nosotros escuchamos lo que nos piden los chicos y los docentes en las escuelas de las villas. Ellos quieren aprehender un conocimiento que impacte en su calidad de vida. Sin dudas representa una superación de la comunicación de la ciencia como colección de anécdotas o datos curiosos. Estamos pensando en proyectos que enseñan a desarrollar, por ejemplo, una planta potabilizadora de agua, o cómo hacer que la basura, que contiene un alto porcentaje de materia orgánica, pueda generar biogás o biocombustible. Una parte del programa que estamos desarrollando consiste en generar fondos semilla, lo necesario para que esa escuela pueda concretar un proyecto con investigadores del Conicet.

–¿Cuál estima que será el efecto de este plan? 
–Son múltiples, el chico de la villa va a tener una vivencia transformadora vinculada al conocimiento científico. Va a conocer que existen instituciones de ciencia y tecnología, conformadas por personas que trabajan de científicos. Y a los investigadores los invitamos a salir de su territorio habitual porque el laburo lo tienen que hacer en la villa
 
–¿Y usted qué les dice?  –Los invito a participar y que dejen atrás sus prejuicios. Les digo que hay que desacralizar la ciencia y hacer entender que la ciencia no es para genios. De nada sirve pasar seis meses dando conferencias en el exterior, si acá la gente no entiende el quehacer científico tecnológico. Para que la sociedad se interese, se informe, pregunte, entienda y valore, hay que educar incluso a los investigadores. Hay que invitarlos a salir del laboratorio, porque mayoritariamente salen formados en su disciplina y tienen cierta lejanía con la sociedad. El desafío es, como ha dicho la propia presidenta de la Nación, que en las universidades nacionales la matrícula sea en un gran porcentaje de hijos de trabajadores, y que se reciban. Para eso hay que generar una escuela de científicos con compromiso social.

–¿Ya tienen armado el programa de acciones? 
–Sí, el programa, además del componente de comunicación pública de la ciencia, tiene otro que son las pasantías científicas para que los estudiantes vengan a nuestros laboratorios de investigación científica u otros organismos públicos a hacer actividades, porque el problema que estamos teniendo es que, independientemente del estrato social, los jóvenes están desinformados y se pierden vocaciones. Nosotros perdemos muchas vocaciones en el último y anteúltimo año de la secundaria, porque los chicos no saben para dónde seguir. El programa pretende vehiculizar esas vocaciones. Hay que ir al encuentro de estos estudiantes, yo creo que eso es parte del rol del científico.

–¿Qué más piensan hacer? 
–Vamos a brindar cursos de capacitación para los docentes de escuelas secundarias, vamos a dar capacitación a investigadores para enseñarles a hacer comunicación pública de la ciencia. Vamos a generar contenido audiovisual, vamos a tener una plataforma web con módulos virtuales, con contenidos para que puedan ser utilizados en las escuelas por los chicos directamente, y vamos a tener un laboratorio móvil para poder llegar a los lugares más lejanos. Es un proyecto que ataca el problema de la brecha entre ciencia y sociedad en forma integral, y que además tiene actores que tienen que ver con la generación de política científica, generación de política educativa y el territorio. Tenemos muchas expectativas de poder replicar a nivel federal el éxito que este proyecto ha tenido en Santa Fe y Buenos Aires.

Fuente
www.pagina12.com.ar

miércoles, 11 de diciembre de 2013

Repositorios institucionales: nuevas maneras de manejar la información científica

Estos espacios permiten mostrar con mayor impacto los resultados de trabajos científicos y tener una idea más clara de las actividades de investigación de las universidades. Se abren nuevas posibilidades para su desarrollo a consecuencia de la ley de libre acceso a la información científica. 

 
 

 
El pasado 4 de noviembre, la Prof. Ing. Marisa De Giusti brindó una interesante charla en el ámbito del Consejo Interuniversitario Nacional sobre el tema de los repositorios institucionales. La misma siguió a la exposición del Dr. Alejandro Ceccato, Secretario de Articulación Científico Tecnológica (Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación), quien habló sobre la recientemente sancionada ley de libre acceso a la información científica (http://www.unr.edu.ar/noticia/7394/es-ley-el-acceso-libre-a-la-informacion-cientifica).
 
De Giusti es directora del Proyecto de Enlace de Bibliotecas (PrEBI)  y del SeDiCI (Servicio de Difusión de la Creación Intelectual), los cuales funcionan dentro del ámbito de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP). Dado que el SeDiCI es el repositorio institucional de esta universidad, el cual se ocupa de mostrar la producción científica de sus investigadores, no es casualidad que esta segunda charla se diera a continuación de lo expuesto por el Dr. Ceccatto. La ley recientemente sancionada especifica que todos los trabajos de investigación realizados con financiamiento del Estado, deben ser accesibles para todos los interesados en consultarlos.
 
El tema no es menor, ya que ha planteado un enfrentamiento, con distintos matices, entre grupos de científicos y editoriales en los últimos años. En el sistema tradicional de publicación de artículos científicos los autores envían un trabajo a una revista científica, la cual, luego de una revisión por pares, decide si lo publica o no. En caso de publicarlo, los autores deben pagar (gastos, administrativos, de procesamiento, etc.) al mismo tiempo que ceden todos los derechos del trabajo a la editorial que publica la revista. Para entenderlo mejor, esto implica que los autores no pueden hacer nada con el trabajo que lograron publicar, ya sea distribuirlo por su cuenta o, en el caso de desearlo, subir el artículo en un blog o página de Internet de su propiedad.
 
¿Por qué un repositorio?
Durante su animada charla, la ingeniera expuso las bondades del sistema de repositorios, entre las cuales deben destacarse la mayor exposición que reciben los trabajos de investigación así como una mayor visibilidad de las actividades que se llevan a cabo dentro del ámbito académico específico (en este caso, la UNLP). Esto se logra a través del manejo de una serie de herramientas las cuales, aplicadas de manera estratégica, permiten encontrar la información a través de un mayor número de caminos así como tener acceso a una variedad de estadísticas, entre otras opciones de gran utilidad. Los repositorios muestran tanto los trabajos de investigación como las tesis doctorales y de maestría producidas en el ámbito de las universidades que los alojan.
 
El SeDiCI se posiciona cuarto entre los repositorios de América Latina y está entre los primeros 100 a nivel mundial, con un total de 30.000 recursos (entre trabajos originales y tesis doctorales y de maestría, entre otros).
 
La exposición de la Ing. De Giusti puede descargarse cliqueando aquí.
 
* Miembro de la Red Argentina de Periodismo Científico (RADPC).
 
Notas relacionadas
 
 
 
 
5. Ciencia, comunicación, ayuda y diplomacia

martes, 8 de octubre de 2013

Encuentro de docentes, alumnos y científicos, puente entre la ciencia y la sociedad

La charla, organizada por La Capital entre otras instituciones, es la antesala de una reunión entre estudiantes e investigadores del Conicet que se hará el 23 de octubre en el teatro El Círculo.



El biólogo Marino Luis Cappozzo, durante la charla de esta tarde. (Foto: H. Rio)

Un centenar de docentes, directivos y alumnos de escuelas privadas y públicas de Rosario, Granadero Baigorria, Funes y Capitán Bermúdez colmaron esta tarde el auditorio del Diario La Capital para escuchar a prestigiosos científicos del Conicet que ofrecieron una charla con el objetivo de acercar cada vez más la ciencia a la gente y demostrar de una manera simple y didáctica como la matemática, la física, la biología están presentes en la vida cotidiana.

Los expertos Claudio Pairoba, de la Universidad Nacional de Rosario, y el reconocido biólogo Luis Capozzo expusieron sobre distintos aspectos de la ciencia, derribando muros y mitos acerca de la figura del investigador y de la tarea en los laboratorios. La apertura estuvo a cargo de Claudio Fernández, del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario.

La reunión fue la antesala de un encuentro que se hará el 23 de octubre en el Teatro El Círculo de Rosario con casi mil alumnos que disfrutarán de una charla cara a cara con algunos de los más destacados investigadores del país.

Se trata de las primeras acciones del ciclo "Ciencia, ¿qué me contás?" organizado por La Capital, Conicet, Universidad Nacional de Rosario, Centro de Estímulo al Desarrollo del Conocimiento de Granadero Baigorria y Ministerio de Educación de la Nación junto a la Red Argentina de Periodismo Científico, Siglo XXI Editores y teatro El Círculo.

Para la charla del 23 ya han confirmado su presencia casi mil alumnos de escuelas privadas y públicas de la zona. El ciclo continuará todos los años y ya tiene una programación prevista hasta el 2016. El ciclo, que se lanza desde Rosario se repetirá en distintos lugares del país.

En la reunión del 23 de octubre en El Círculo se pondrá el eje en el deporte y de qué manera la química, la física, en definitiva, la ciencia, colabora o participa en las actividades deportivas.

El objetivo de "Ciencia, ¿qué me contás?" es acercar la ciencia a los chicos, demostrarles a través de ejemplos prácticos y simples que la ciencia no es algo inalcanzable ni extraño, darles a conocer las carreras afines a la ciencia y la tecnología que pueden seguir después de terminar la secundaria, y despojar de mitos la figura del científico.

Prestigiosos investigadores de nuestro país como los ya citados más Diego Golombek y Valeria Edelsztein serán los encargados de transmitir estos conceptos a través de estas charlas dinámicas. A lo largo del ciclo se sumarán otros expertos.

Las escuelas que participen recibirán además material didáctico para las clases y libros para sus bibliotecas. Todas las actividades son sin cargo para los colegios.

Fuente:
www.lacapital.com.ar

lunes, 7 de octubre de 2013

Televisión y ciencia: Entrevista a Luis Cappozzo

Por Rodrigo Chavez Lagraba

El típico investigador de laboratorio, encerrado con sus tubos de ensayo y mapas genéticos, desligado de la política y sólo abocado a su labor exclusiva, parece ser sólo un estereotipo que algunas manifestaciones recientes rebaten.

En argentina, según Cavallo, los científicos tenían que lavar los platos. Marca de época neoliberal: fuga de cerebros.

A más de diez años de la crisis económica, política y social de 2001, las cosas cambiaron en relación a los científicos. Hacia fines de 2007 se crea el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva; con un tipo de política que venía perfilándose desde 2003, cuando fuera elegido Presidente de la república Néstor Kirchner. Marca de época intervencionista: repatriación de científicos.

Pero no sólo volvieron científicos para investigar (aunque sí en su mayoría), sino que se vió reflejada una vocación de divulgación en muchos de ellos; y, en este caso, de actuación.

“Área 23” es una ficción de contenido científico que se emite por el canal Tecnópolis TV (lanzado recientemente), protagonizada por Carolina Peleritti. Es la primera serie Argentina sobre ciencia, y se centra en la historia de Eugenia Simone (Peleritti) y su equipo de trabajo en un laboratorio de alta complejidad, donde deberán resolver problemas biomédicos, ambientales y judiciales.


Luis Capozzo junto a Carolina Peleritti

“En mi caso interpreto a un científico que se formó con el fundador del laboratorio y que se quedó en el país apostando al crecimiento en ciencia y tecnología como herramienta de desarrollo”, dice Luis Cappozzo, científico argentino devenido en actor. “En la vida real soy biólogo marino, investigador del Museo Argentino de Ciencias Naturales Bernardino Rivadavia y de la Universidad Maimónides y Fundación Azara”.

Tal vez, su nueva faceta actoral guarde alguna relación con sus deseos de divulgar la actividad científica. “La comunicación de la ciencia es algo que desarrollé con un fuerte compromiso hacia la idea de que la información y el conocimiento científico deben ser públicos. Luego comencé a realizar contenidos para televisión y la actuación fue casualidad, comenzó como un ensayo y mis compañeros de Mulata Films terminaron ofreciéndome una oportunidad que disfruté mucho”, comenta.

Primero quisiera que me cuentes cómo surgió la idea de hacer una serie que tratara temas científicos.
Es una idea original de Mulata Films, la productora con la que realicé la ficción. La propuesta original que me hicieron fue realizar los contenidos científicos temas que son sobre especialidades en las que se destaca nuestro país (biología molecular y celular, genética, salud pública, clonación, organismos genéticamente modificados, ecología).  A partir de esta propuesta consulté información sobre lo que se está realizando en investigación en los laboratorios científicos. Se trató de una propuesta muy general a la que le fuimos dando forma. Propuse los temas científicos en el contexto de la ficción y a partir de allí, suministraba los contenidos y junto a los guionistas y el director le fuimos dando forma. El problema principal que tenía la productora (cualquier productora se enfrenta al mismo problema cuando se trata de ciencia) es que resulta complejo ficcionar sobre temas científicos, que tengan contenido pero que además la propuesta de las historias que transcurren atrapen por sí mismas al televidente.


"Área 23" se emite por el canal Tecnópolis

Por otra parte, ¿cuál es el principal objetivo de la tira? ¿Se piensa principalmente en el contenido o también se tiene mucho en cuenta la puesta en escena?
El objetivo de la serie es múltiple: busca entretener (es tan atrapante como cualquier otra ficción, me atrevo a decirte que es más atrapante, estamos todos muy contentos con el resultado), brindar información y saberes científicos que permitan, por ejemplo, que mientras el televidente sufre por la muerte de algún personaje pueda comprender qué mecanismo utiliza la ciencia para establecer filiación o cuán importante es la prevención en la salud pública (con vacunas desarrolladas aquí) o de qué se trata un organismo genéticamente modificado. Los destinatarios de la serie son principalmente los jóvenes y los empresarios, porque se busca despertar vocaciones por la ciencia en los primeros y mostrar que la inversión privada  en ciencia y tecnología brinda más oportunidades a los empresarios. En nuestro país hace falta que existan más doctores en geología, físicos, matemáticos, ingenieros, químicos y biólogos y también más inversión privada en desarrollo tecnológico…

¿Se planea una emisión de más temporadas o es una experiencia única?
Todos los que participamos de la experiencia estamos muy contentos con los resultados. La serie fue bien recibida por el público. Se emite por TDA a través de la señal de Tecnópolis TV y entiendo que se irá ampliando la grilla a prestadoras de cable hasta que se instale la señal. Todos  estamos planeando más y más, pero por ahora puedo decir que estamos planeando realizar una segunda temporada. Es mejor dar un paso por vez.

¿De cuántos capítulos se conforma la primera temporada?
Toda la serie consta de diez capítulos de ficción que cuentan las relaciones diarias entre los miembros de un laboratorio de investigación como los que existen en nuestro país (lo puedo decir porque el público científico quedó encantado con la ficción, y mis colegas son el público más exigente en las críticas) y en cada capítulo resuelven un caso, por lo tanto nuestro equipo de científicos resolvió nueve casos (los capítulos nueve y diez conforman un capítulo doble). En cada capítulo hay drama, comedia, amor, tristezas, alegrías, envidias; es decir, todo lo que los seres humanos sentimos como resultado de interactuar con otros está reflejado allí. Luego hay tres capítulos en los que entrevistamos a prestigiosos científicos que cuentan sus trabajos y dan sus opiniones sobre la serie, alternando con escenas de la ficción y acercándola a la realidad en nuestros laboratorios e institutos científicos donde se producen nuevos conocimientos, y por último un capítulo sorpresa.

 

¿Estás relacionado por alguna otra actividad con el canal Tecnópolis? ¿Qué opinión tenés acerca de la señal, de su llegada a la gente, de los objetivos que se plantea?
La señal es excelente en su calidad de transmisión y mejor aún  en sus contenidos de grilla de programación. Allí están comunicadores de la talla de Adrián Paenza y Diego Golombek, además ambos son científicos. Es un privilegio compartir aire con ellos y estamos contentos de ofrecer algo diferente, en nuestro caso una ficción o como diría mi tía, un “teleteatro muy entretenido que además educa e informa”. Es muy buena la propuesta del canal y debe seguir creciendo en cantidad de programas y mantener la calidad. Es un desafío importante que debe tener continuidad por la importancia que tendrá comunicar ciencia en nuestra sociedad. La televisión de gestión privada tiene en estos tiempos una visión comercial y pasatista, es cierto que son empresas que deben ganar dinero, pero los contenidos son pobres y no pasan de bailar, criticar o tener dos minutos de fama.

Por otra parte, no trabajo para el Tecnópolis TV, trabajo para el CONICET, pero sí estoy relacionado con los objetivos del canal y estoy convencido de que debe ampliarse y mucho la cantidad de contenidos sobre ciencia en los medios de comunicación masivos. Estamos en la era del conocimiento científico y tecnológico. Quien no aprenda sobre ciencia y tecnología queda anclado en el pasado.

No alcanza con escuchar en una publicidad “está científicamente comprobado”, se requiere comprender por qué y cómo ocurren las cosas que nos afectan, qué diferencias existen entre comprar vacunas en el exterior o producirlas en nuestro país masificando su alcance y aplicación. Es importante resaltar qué valor revisten los avances en genética y cómo influyen en nuestra vida. Mi relación con el Canal es compartir los objetivos de comunicar ciencia y tecnología.

¿Qué opinás de la presencia del estado en este tipo de emprendimiento mediático? ¿Creés que se corre el riesgo de que se filtre algún sesgo político proselitista en las emisiones? ¿Creés que la apertura de medios del estado puede generar contenidos que no se producen en otros canales privados por riesgos a tener pérdida y poco rating?
La presencia del estado en estos emprendimientos es muy buena. Llega TV de calidad a muchas personas que de otra manera no la reciben. Los riesgos de filtración que mencionás no me preocupan: los contenidos de ciencias son contenidos de ciencias. Por otro lado, si lo que se filtra es la actual política científica: ¡en buena hora! Y me alegro mucho. El camino del desarrollo científico y tecnológico es fundamental para el crecimiento de un país. Miremos sino a Noruega o a Suecia, como muchos hacen cada vez que buscan ejemplos de desarrollo, miremos a Australia, a Canadá. Esto es excelente y comunicarlo, mejor aún. Si además entretenemos sin “desnudarnos por bailar”, ¡genial! 

La apertura de medios con más y mejores contenidos es un desafío interesante que ojalá prospere. Hay ejemplos instalados como Encuentro del Ministerio de Educación o la plataforma Educ.ar que son excelentes y ya están incorporados en la sociedad. Ojalá esto se multiplique.  En relación a la pérdida económica y el tema de rating, si interviene el Estado lo único importante es que sean contenidos de calidad, educativo, entretenidos y que esto sea sustentable en el tiempo. Los que hacen negocios con la televisión son empresas y venden cosas que los televidentes compran. Ese no es el rol del Estado, sino que éste debe invertir en educación y democracia. Todo lo que se gaste en comunicar la ciencia no puede considerarse “pérdida” como planteas en tu pregunta, sino que debe considerarse ganancia en una sociedad mejor.

 
En relación  a lo anterior, ¿qué opinás del gobierno nacional con respecto a los científicos?
Las políticas científicas en nuestro país durante los últimos años mostraron señales muy importantes que comparto y celebro. Desde el Ministerio de Ciencia y Tecnología, junto a otros organismos científico-tecnológicos descentralizados, como el CONICET, se busca mejorar la calidad de ciencia y tecnología que se realiza en el país, y se está logrando. Venimos de tocar fondo cuando un ministro funesto nos mandó a todos a lavar los platos (cosa que también hacemos los científicos, y sin problemas) a presenciar un proceso de cambio en el que se jerarquizó la ciencia y la tecnología, se priorizaron áreas que resultan de interés para un país con nuestro perfil (generador de recursos sin valor agregado) y comenzamos a darles valor agregado a esos recursos. Ese es el camino, siempre falta más, siempre se quiere más, pero la política científica es adecuada y mejoró como nunca, que yo recuerde, en nuestro país desde los trágicos sucesos de mediados de los sesenta, que generó una diáspora de recursos humanos calificados.

La importancia y el valor que tiene, no sólo la serie, sino la señal “Tecnópolis TV” para Cappozzo, lo impulsó a comunicar ciencia para poder educar. “Desde hace menos de una década se generalizó la importancia de difundir el conocimiento científico. Si de divulgación científica se trata, nuestro país es pionero en América latina. La ciencia como herramienta de desarrollo social y la importancia de los científicos como parte integral de una sociedad compleja, que podemos llamar sociedad del conocimiento, se comprende hoy con mayor aceptación que hace diez años. Por eso muchos científicos decidimos ‘salir del laboratorio’ y comunicar a través de diferentes formatos el conocimiento científico. Otro tanto hacen los periodistas científicos que se especializaron en ciencia y tecnología durante los últimos quince años. Es muy importante que comuniquen lo que ocurre en nuestros laboratorios”.


Fuente:
http://labastardilla.net/2012/09/television-y-ciencia-entrevista-a-luis-capozzo/

sábado, 14 de septiembre de 2013

Células madre: entre fraudes y esperanzas


El tema de las células madre se ha convertido en un claro ejemplo de la desconexión entre avances científicos y consecuencias sociales de los mismos.

 

Por Claudio Pairoba

Organizado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación y la Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa, se llevó a cabo el Sexto Seminario Internacional “Hacia la elaboración de un marco normativo para las investigaciones y terapias con células madre en la República Argentina”.

El encuentro tuvo lugar en el Salón Azul del Senado de la Nación y contó con disertantes nacionales e internacionales. El objetivo fue discutir el marco legal necesario para regular las terapias con células madre en nuestro país. De las charlas se desprende que la situación es compleja, no solo en nuestro país, si no en todo el mundo.

La apertura del encuentro estuvo a cargo del Sr. Ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva de la Nación, Dr. Lino Barañao, quien estuvo acompañado por la Dra. Fabiana Arzuaga (Comisión Asesora en Terapias Celulares y Medicina Regenerativa). El Dr. Barañao agradeció la participación de los disertantes y público en general y enfatizó la necesidad de regular la actividad, la cual ha dado origen a ofertas de tratamientos sin eficacia probada, como los de la República China.

Los disertantes
El encuentro se extendió durante toda la jornada del 27 de agosto y arrancó con la exposición de Rosario Isasi (abogada y Master en Salud Pública de la Boston University), investigadora asociada del Centre of Genomics and Policy de la Universidad McGill, Montreal, Canadá.

La Dra. Issasi recordó que el tema células madres alcanzó notoriedad en 1998 con el descubrimiento de que este tipo celular podía ser cultivado para mantener y aumentar el número de células, en condiciones especiales de laboratorio. El tema tuvo un inicio político, ya que las células madre obtenidas en 1998 provenían de embriones humanos (células madre embrionarias), las cuales quedaban como remanente de los tratamientos de fertilización asistida. Esto dio origen a planteos éticos y legales, los cuales han podido ser evitados al trabajar con células madre adultas, obtenidas de distintos tejidos de seres humanos.

Isasi enfatizó que el tema es complejo y las normativas que desarrolle cada país deben armonizarse con las desarrolladas por la comunidad internacional. El contexto cultural de cada nación es importante al momento de diseñar una legislación que contemple los distintos aspectos en juego. También indicó la importancia de la diversidad y la equidad en el acceso a los tratamientos que se desarrollen, de manera de evitar la aparición de nuevas enfermedades huérfanas.

El segundo expositor fue Bernard Siegel, abogado, fundador y director del Genetics Policy Institute entre otros cargos. Siegel enfatizó la importancia de la presencia de los pacientes al momento de la toma de decisiones políticas. Se refirió a la cultura filantrópica que existe en los EE.UU., por la cual las donaciones a organizaciones no gubernamentales sin fines de lucro puede deducirse de impuestos. Esto ha generado entidades como la American Cancer Foundation, y sembró la semilla para el posterior desarrollo de los National Institutes of Health (NIH, por sus siglas en inglés), las cuales surgieron por la incansable actividad de Mary Lasker para conseguir fondos. Otras patologías como el cáncer de mama y el SIDA se vieron beneficiadas por la participación social con el fin de recolectar fondos destinados a investigación. El contexto cultural no fue ajeno, recuerda Siegel, en las luchas para recolectar dinero. En 1920, el New York Times no publicó una gacetilla acerca de una reunión relacionada con el cáncer de seno, ya que usaba dos palabras impensadas para un diario en ese momento: seno y cáncer.

Más cerca en el tiempo, Robert Klein es uno de los más prominentes defensores de la investigación en células madre. Propulsor de la “Proposition 71”, la cual estableció la creación del California Institute for Regenerative Medicine, Klein donó U$S 3 millones para la campaña tendiente a la aprobación de esta iniciativa a la cual logró sumar a productores de cine quienes también aportaron fondos.

Finalmente, Sieger enfatizó la necesidad de que pacientes y científicos trabajen juntos para formar grupos de defensa y que los científicos hagan oír su voz para que la sociedad entienda con mayor claridad estos temas controvertidos. Cerró su charla con una frase de Abraham Lincoln, sumamente apropiada: “El sentimiento público lo es todo. Con sentimiento público nada puede fallar, sin él, nada puede tener éxito”.




Charlas en la tarde
Por la tarde, Douglas Sipp, de la Oficina de Comunicación Científica del RIKEN Center for Developmental Biology, Kobe, Japón abordó los aspectos más comerciales y fraudulentos asociados a terapias con células madre.

Al googlear “células madre”, uno se encuentra con una serie de avisos y links sobre el lado derecho de la pantalla, los cuales aparecen, para el desprevenido, como sitios con información cuando en realidad son sitios comerciales. Ejemplos de clínicas en Europa Oriental y Republica Dominicana son solo una muestra de las más de 600 clínicas a nivel mundial que ofrecen tratamientos con células madre. Tratamientos cuya eficacia no ha sido comprobada, que cuestan miles de dólares y que se llevan a cabo en condiciones deplorables desde el punto de vista sanitario. La desesperación humana es un negocio del cual muchos se aprovechan en la denominada industria del turismo de células madre o industria del turismo médico.

Sipp también recordó que los dos aspectos beneficiosos de las células madre (su capacidad de autorrenovación y para diferenciarse (convertirse) en otros tipos celulares que sea necesario reponer) son los mismos aspectos que pueden hacer que, en manos de inescrupulosos, las células madre terminen empeorando una patología.

Normativas a nivel mundial
Aquellos países que vienen aplicando algún marco legal, lo hacen siguiendo los modelos establecidos por EE.UU. (Food and Drug Administration, FDA) o Europa (European Medicines Agency, EMA). En Asia, Corea sigue estos modelos, mientras que China y la India no tienen regulaciones efectivas sobre el tema células madre. Estos dos últimos países consideran a esta actividad como prioridad nacional, sobre todo por el ingreso de fondos y no tienen mayores antecedentes en una legislación que regule el desarrollo de medicamentos o productos para la salud.

Sipp destacó el hecho de que los cientos de clínicas no reguladas que ofrecen todo tipo de tratamientos se ha convertido en un modelo redituable, pero que atenta no solo contra la salud de los pacientes si no que también se convierte en un obstáculo para el desarrollo de terapias con células madre basado en el trabajo científico.

En la actualidad, la única terapia probada y efectiva que usa células madre es el transplante hematopoyético, utilizado para casos de leucemia y fallos de la médula ósea.

Dado que las células madre no pueden tratarse como un medicamento, para los cuales sí hay regulación a nivel mundial, quedan vacíos a nivel legal, los cuales son aprovechados por aquellos que ofrecen tratamientos no probados a cambio de grandes cantidades de dinero y poniendo en riesgo, aún más, la salud de los pacientes.

La situación en la Argentina
Por la tarde, la Dra. Fabiana Arzuaga explicó los aspectos legales relacionados con las terapias con células madre. La abogada remarcó que la investigación clínica en seres humanos afecta los denominados derechos personalísimos, los cuales se enmarcan dentro de los derechos civiles. Explicó las distintas leyes que dan al Instituto Nacional Central Unico Coordinador de Ablación e Implante (INCUCAI, responsable de los bancos de sangre de cordón) y a la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnologías (ANMAT) poder de policía sobre ciertos aspectos reglamentados. Lamentablemente, aún se requiere de una ley del Congreso de la Nación (las provincias tiene su propia legislación en ciertos casos) que regule el uso de células madre en investigaciones biomédicas y terapias relacionadas con seres humanos. La falta de una ley de fondo dificulta el poder de policía de los organismos competentes. Esto ha llevado a que se generen atajos jurídicos por parte de grupos que ofrecen este tipo de tratamientos.

La letrada especificó que las terapias avanzadas (células madre, terapia génica e ingeniería de tejidos) deberían caer bajo la órbita del ANMAT.

La situación en Europa
Marcos Timón (Jefe del Servicio de Terapias Avanzadas y Biotecnología, Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios) disertó sobre la situación en España y Europa. Remarcó que existe un vació en la reglamentación, ya que la misma contempla las categorías “dispositivos médicos” o “productos farmacéuticos”, pero existe un hueco en cuanto a la reglamentación para las terapias avanzadas.
Los únicos tratamientos con terapias avanzadas aprobados en Europa son:
- ChondroSelect (2009): células diferenciadas de cartílago (no son células madre) para el tratamiento de patologías de las articulaciones.
- Glybera: Primer producto de terapia génica aprobado en Occidente, para el tratamiento de una deficiencia enzimática sumamente rara que causa pancreatitis.
- Proverge: terapia para cáncer de próstata usando células diferenciadas (no son células madre).

El investigador enfatizó que no existe en Occidente ningún medicamento aprobado en base a células madre. El uso de células madre para tratamientos cosméticos no es menos serio: su comentario acerca de la mujer a quien se le inyectaron células madre en su párpado como parte de un tratamiento rejuvenecedor, no deja dudas de los cuidados que deben tenerse al aplicar estas técnicas. La mujer tuvo que ser operada para extraerle los trozos de hueso que se originaron en su párpado a partir de las células madre inyectadas.

Mesas redondas
Durante la tarde hubo preguntas para los integrantes de dos mesas redondas. La primera antecedió a la presentación de la Dra. Arzuaga y estuvo integrada por representantes del ANMAT, el INCUCAI, Ana María Rodríguez, (presidenta de la Federación Argentina de Enfermedades Poco Frecuentes, FADEPOF), el Dr. Pablo Arias (Presidente de la Sociedad Argentina de Diabetes), y un abogado representante de una empresa de medicina prepaga. Esta mesa estuvo coordinada por el Dr. Salvador Bergel, de la Facultad de Derecho (UBA). Si bien las autoridades enfatizaron que todos los sectores involucrados están participando de los debates, los representantes de las asociaciones que nuclean a los pacientes remarcaron la necesidad de ser convocados a lo largo de todo el proceso de discusión.

La segunda estuvo coordinada por el Dr. Gustavo Sevlever (Director de Investigación FLENI), e incluyó a los expositores Timón, Siegel e Isasi. Durante esta última, se acercó para dar su opinión el Dr. Gustavo Kuminsky (Presidente de la Sociedad Argentina de Hematología), quien hace transplante hematopoyético desde hace 25 años y mencionó los aspectos políticos que se entrelazan con el tema células madre, lo cual ha dado origen al término Biopolítica para describir situaciones como la presentada. Kuminsky también se pronunció en contra del término células madre: consideró que la palabra “madre” siempre se asocia con algo positivo y bueno mientras que estas células pueden dar origen a complicaciones cuando son usadas sin control.

El encuentro puso de manifiesto el interés de las autoridades nacionales y los distintos actores involucrados para concretar el margo legal necesario que permita regular las prácticas con células madre en nuestro país.

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