‘Nunca me abandones’,
novela de Kazuo Ishiguro llevada al cine en 2010, muestra un futuro en
el que se copian personas con el único objetivo de utilizar sus órganos
para trasplantes. No es la primera vez que la ciencia ficción plantea
esta estrategia tan carente de ética como difícil de aplicar. Quimeras,
impresoras de tejidos y organoides son alternativas a las donaciones en
las que trabaja la ciencia.
Fotograma de ‘Nunca me abandones’, la película de Mark Romanek basada en la novela del premio Nobel de Literatura Kazuo Ishiguro. / Fox Searchlight Pictures |
Inglaterra, finales de la década de los 90. Un programa secreto del
Gobierno clona seres humanos a partir de grupos desfavorecidos y envía a
estos niños a colegios internados con el objetivo de usarlos como
donantes de órganos cuando crezcan. Ese es el futuro distópico que
plantea la novela Nunca me abandones (2005), escrita por el británico Kazuo Ishiguro, quien la semana pasada recibió el Premio Nobel de Literatura 2017.