El Equipo de Investigación Morfológica-Funcional y Sistémica (IMOFyS)
viene trabajando con fractales como herramienta para el diagnóstico
temprano de patologías. Su lugar de trabajo es la Facultad de Cs.
Médicas.
El equipo del IMOFyS durante el primer encuentro del 2015 (Foto:C. Pairoba).
Los integrantes del IMOFyS han logrado darle una nueva mirada a un área
como la Anatomía, que parecía haber agotado todo lo que tenía para
ofrecer. Estuve presente durante su clase inaugural del mes de marzo y
dos de sus miembros, María Eugenia Cabral (coordinadora del grupo) y
Franco Facciuto (uno de los integrantes de la primera hora) nos cuentan
los planes para el año que se inicia.
¿Cuál es el objetivo del IMOFyS para el 2015? María Eugenia Cabral: La idea es avanzar
dentro de los fractales con las bases físicas dado que ya manejamos la
morfología. Para ello buscamos a la Dra. María Isabel Spengler quien se
mostró interesada en el poster que presentamos en el Foro de Facultades y
ahí se puso a estudiar fractales con nosotros. La Dra. Spengler es la
directora de la Cátedra de Física Biológica de la Facultad de Cs.
Médicas.
¿Hay nuevos integrantes del equipo?
El grupo de trabajo se ha ido agrandando. Estamos en contacto con todos
los residentes de método diagnóstico del Hospital de Emergencias
Clemente Alvarez a quienes incluimos en el proyecto del año pasado. La
Dra. Claudia Furlán se interesó e invitó a participar a los residentes.
Además se suma la parte de aparato respiratorio, a cargo del Dr.
Vinuesa, director de nuestro proyecto quien aporta las imágenes de sus
pacientes. Esto con el fin de empezar a ver los procesos alérgicos.
También es importante la incorporación de un equipo de neurología que
trata a pacientes con VIH porque las masas que ocupan espacios en el
sistema nervioso tienen una evolución tórpida y son difíciles de
diagnosticar. Nos interesa también estudiar la respuesta inmunológica e
inflamatoria, para lo cual estamos incorporando una becaria.
M.E. Cabral durante su charla introductoria 2015 (Foto: C. Pairoba)
¿Qué otros profesionales se acercaron?
El Dr. Daniel Piskorz (integrante del Servicio de Cardiología del
Sanatorio Británico) está muy interesado con los fractales y está a
nuestra disposición en cuanto a las imágenes que podamos necesitar.
También estamos convocando a otro médico, el Dr. Diego Nanini que tiene
una maestría en Biomecánica de Vasos. Esto es muy apropiado ya que nos
interesa estudiar las propiedades físicas de la pared de los vasos y
poder profundizar en una secuencia temporal que queremos investigar.
¿Qué avances podés mencionar respecto del 2014?
Con respecto al año pasado hemos crecido en cuanto a la cantidad de
casos que hemos hecho, el perfeccionamiento del método. También nos
dimos cuenta de las cosas que había que perfeccionar y corregir, con la
ayuda de la Dra. Bertoluzzo. Continuamos leyendo mucho sobre el tema. Lo
que hemos visto hoy en la clase es lo más nuevo que hay sobre el tema
fractales, después de una búsqueda bastante extensa que realizamos.
En cuanto a los alumnos, hay por lo menos 6 chicos nuevos este año que
se incorporaron luego de conocernos el año pasado. Tenemos todo el
cronograma de actividades en nuestra página y esto motivó el interés de muchos alumnos.
¿Los temas de trabajo han permitido la incorporación de becarios? Nos presentamos el año pasado a 7 becas, las cuales
concluyeron de manera exitosa y fueron presentadas en distintos lugares.
Franco Facciuto ganó la beca del Consejo Interuniversitario Nacional(CIN)
en el 2014 y lo hemos ido acompañando. A raíz de esta beca está
trabajando en un proyecto muy importante, donde a pesar de usar
fractales se está separando de la imagen ecocardiográfica e
introduciéndose más en la parte de sindrome metabólico e hipertensión
arterial. Un tema apasionante.
La charla trató sobre los conocimientos más recientes en el tema fractales (Foto: C. Pairoba)
¿Cómo es la interacción con las autoridades de la facultad? En la facultad nos conocen como la gente que trabaja con
fractales y conocen también el nombre de nuestro grupo. Contamos con el
apoyo de la Secretaría de Ciencia y Técnica y cumplimos con sus
reglamentos. Las autoridades saben de nuestro trabajo. Los chicos están
incluidos en un grupo de personas que forman parte de entrevistas y
también son invitados a los eventos de la facultad. La facultad nos
proveé del ámbito institucional y de un espacio físico a través de un
aula. Toda la producción que queda de nuestro trabajo es propia del
grupo y la tenemos en la página.
¿Qué aprendizajes de los alumnos te interesaría resaltar? Lo que veo de todos mis años de docencia es que la habilidad
que se adquirió en el 2014 en cuanto a la lectura del diagnóstico por
imágenes no lo veo en compañeros de otras épocas o próximos a recibirse.
Estos chicos de los primeros años de la carrera con los que trabajamos
tienen una gran capacidad para leer la morfología en métodos diagnóstico
y darse cuenta lo que está bien o mal en forma rápida. Si bien esto no
es un objetivo, es un efecto colateral altamente positivo. Ellos se
llevan esa capacidad y nadie les puede quitar lo aprendido.
M.E. Cabral, Diego Ocampo (Diagnóstico por Imágenes del Hospital de Emergencias Clemente Alvarez) y Franco Facciuto (Foto: C. Pairoba)
¿Qué otras colaboraciones han surgido? Hay docentes que vieron nuestro trabajo tanto en la Jornada de Ciencia y Técnología organizada por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Universidad Nacional de Rosario como en la Sociedad de Biología de Rosario,
que no conocían la dimensión fractal y que nos llamaron para que
diéramos clases en el doctorado de la facultad, en el área de
Morfometría. Les gustó que hacemos algo innovador y quieren tener
nuestra clase y los métodos que utilizamos. Los propios investigadores
nos están convocando a partir de la lectura de nuestros trabajos.
En resúmen, el año pasado ha sido muy fructífero y parece que este año
va a ser mejor con respecto a la cantidad de gente que logramos que se
interese. Gente que le gusta enseñar, investigar y que se sienta con
nosotros a estudiar.
Franco Facciuto, uno de los integrantes del IMOFyS, es becario del CIN y
está llevando a cabo un proyecto que está generando nuevos
conocimientos.
¿Cuánto te falta para recibirte y en qué tema estás trabajando? Franco Facciuto: Me queda una materia para recibirme y estoy a
punto de comenzar la práctica final. Me encuentro trabajando en el
estudio de la dimensión fractal en el músculo del ventrículo izquierdo,
viendo cómo es afectado por la hipertensión arterial. Con Eugenia
estuvimos trabajando mucho y con la Dra. Guadalupe Bertoluzzo que es
licenciada en Física y profesora de la Facultad de Cs. Bioquímicas y
Farmacéuticas. Estamos investigando dentro de un proyecto en el cual
queremos evaluar cómo son las secuencias de alteración del corazón
izquierdo. Encontramos un árticulo de la revista Circulation
(de la American Heart Asociation), en el cual se divide al órgano en
segmentos. Este sistema no se usa mucho en la Argentina. Nos pareció una
muy buena metodología para aplicar y estudiar mejor el corazón. A
partir de la división en segmentos, esto nos permite tener una
alteración secuencial de la modificación del miocardio e ir analizándolo
a través de la dimensión fractal.
¿Tienen resultados preliminares? Los resultados preliminares que tenemos nos dan una mirada que
no condice en algunos aspectos con la bibliografía actual. Hay ciertos
artículos y publicaciones, incluso libros, que dicen que determinado
segmento es el más afectado y nosotros hemos encontrado que en algunos
casos puede coincidir pero en otros casos no. Esto nos motiva a seguir
investigando.
Creo que esta beca es una oportunidad muy buena y la difundo por ser
una muy buena posibilidad de difundir el hábito de la investigación
entre nuestros compañeros.
El IMOFyS sigue creciendo, aportando conocimientos y sus integrantes
continúan mostrando la misma pasión y ganas de siempre. Una verdadera
fuente de inspiración.
Un equipo de científicos del
CONICET decodificó el genoma completo de tres hermanos con trastorno
autista que son tratados en el Hospital Ramos Mejía y descubrieron la
alteración genética que puede causar la patología.
Por
primera vez en nuestro país, los científicos lograron secuenciar y
decodificar el genoma de tres pacientes con autismo y epilepsia. El
importante avance permitió identificar el rol que posee la alteración de
un gen en la aparición de los trastornos de espectro autista.
El estudio fue publicado en la prestigiosa revista científica PLoS One
bajo la autoría de investigadores pertenecientes a la Plataforma
Bioinformática Argentina (BIA), al Consorcio Argentino de Tecnología
Genómica (CATG) y al Laboratorio de Neurogenética del Hospital Ramos
Mejía.
Los expertos identificaron una alteración en el gen denominado SHANK3.
"El SHANK3 es un gen que es responsable de hasta el 2% de los trastornos
del espectro autista con retraso mental severo. La alteración de dicho
gen modifica la conectividad de distintas neuronas, y es probable que
tenga un rol fundamental en el autismo", explicó el neurólogo Marcelo
Kauffman, jefe del Consultorio y Laboratorio de Neurogenética del
Hospital Ramos Mejía y líder del proyecto junto con al químico
especialista en bioinformática Adrián Turjanski y el biólogo molecular
Martín Vázquez; los tres son investigadores del Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET).
Los casos estudiados son de tres hermanos que sufren las mismas
patologías y que son atendidos por el doctor Kauffman en el Hospital
Ramos Mejía, donde se lleva a cabo el análisis de distintas enfermedades
con base genética como ataxias, trastorno de movimientos o
espasticidades. "Este trabajo pone de relieve los alcances de la
medicina genómica y abre oportunidades a la investigación de
tratamientos para los desórdenes del espectro autista que se
caracterizan por una sociabilidad reducida, comportamientos repetitivos,
trastornos conductuales, fallas severas en el desarrollo del lenguaje y
otras manifestaciones clínicas", dijo Kauffman, y agregó que, "si bien
no hay un tratamiento específico conocido para corregir alteraciones en
SHANK3, existen tratamientos en fase de investigación que, una vez
aprobados, podrían beneficiar a estos y otros pacientes en el futuro".
En cuanto a los efectos que vienen aparejados con esta investigación, el
experto aclaró que "el efecto más inmediato es poner fin a la odisea
diagnóstica, el hecho de que las familias no consigan dar con las causas
del trastorno, como así también con un diagnóstico temprano. Además,
podremos mejorar el mecanismo de herencia genética, la posibilidad de
recurrencia en una familia." "Disponer en la actualidad de tecnologías
genómicas permite estudiar estos casos que antes no era posible",
explicó Kauffman en diálogo con Tiempo.
La utilización de herramientas
de diagnóstico genómico, mediante el uso de técnicas de secuenciación
masiva de ácidos nucleicos con algoritmos computacionales permite a los
profesionales –médicos e investigadores– analizar millones de variantes
en el genoma con el fin último de identificar la causa de las
enfermedades.
Los resultados obtenidos abren nuevos caminos que impactan de manera
directa en la atención clínica de pacientes, mejorando los procesos
diagnósticos y el tratamiento de enfermedades poco frecuentes (EPOF), a
través de la utilización de tecnología local con recursos humanos
altamente calificados. Los trastornos del espectro autista se
caracterizan por una sociabilidad reducida de la persona,
comportamientos repetitivos y fallas severas en el desarrollo del
lenguaje, entre otras manifestaciones clínicas.
Las enfermedades poco frecuentes presentan una prevalencia menor a cinco
personas cada 10 mil habitantes. Los avances en la genómica permiten
ahora reconocer las causas genéticas de estos casos raros, lo que está
"provocando un cambio de paradigma en la práctica médica", concluyó
Kauffman. «
Una plataforma tecnológica
La Plataforma Bioinformática Argentina (BIA), cuyo nodo principal se
ubica en el Instituto de Cálculo de la Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales (UBA), es una plataforma tecnológica integrada por el CONICET a
través del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario (INDEAR- CONICET),
la Universidad de Buenos Aires (Facultad de Ciencias Exactas y
Naturales – UBA), la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM), a
través del Instituto de Investigaciones Biotecnológicas (IIB-INTECH) y
la Universidad Católica de Córdoba (UCC). Como todas las plataformas
tecnológicas, se constituyó con el objetivo de albergar tecnología de
frontera y personal altamente especializado, dedicados a proveer
productos y servicios científico-tecnológicos avanzados, necesarios para
grupos de investigación de excelencia y para empresas de base
tecnológica.
En este caso, la plataforma brinda servicios bioinformáticos a
instituciones públicas y privadas. Su desarrollo fue posible gracias un
subsidio de $ 7.978.700 otorgado por la cartera de Ciencia a través de
la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica.
Desarrollos históricos, situación actual y perspectivas futuras fueron el centro de las exposiciones.
Las charlas convocaron a una gran concurrencia (Foto: C. Pairoba).
El laboratorio Cibic de la ciudad de Rosario celebró sus 25 años organizando un evento científico
en las instalaciones del hotel Ros Tower el miércoles 15 de abril. El encuentro
contó con la acertada conducción de Florencia O’Keeffe, periodista de ciencia y salud de
nuestra ciudad.
Las charlas, abiertas a la comunidad, convocaron a una numerosa concurrencia, y
comenzaron con palabras del director y fundador de la institución, Dr. Oscar Fay,
luego de un video institucional destacando la historia, valores y objetivos del
laboratorio.
La primera charla estuvo a cargo del destacado investigador mexicano Luis
Herrera Estrella, considerado uno de los pioneros en la creación de plantas
transgénicas. Herrera Estrella hizo un recorrido de 30 minutos comenzando con los
experimentos pioneros realizados en el laboratorio Montagu en Suiza. En la
actualidad sus proyectos buscan, entre otros temas, remediar los problemas
derivados de la falta de fósforo y nitrógeno, elementos esenciales para el
desarrollo vegetal, así como generar nuevas especies utilizando metodologías normalmente utilizadas
por las células vegetales. Tengo un excelente recuerdo de las charlas del investigador mexicano cuando participó como docente invitado de un curso de Biología Molecular organizado por el Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos (CEFOBI), durante mis tiempos de doctorando en ese instituto.
Luis Herrera Estrella, investigador mexicano pioneroen el desarrollo
de plantas transgénicas (Foto: C. Pairoba).
La segunda disertación del encuentro continuó con Martin Vazquez, miembro del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y director científico del grupo BIOCERES. El investigador profundizó en el
Proyecto Microbioma Humano Argentino, enfocado en conocer más sobre los microorganismos
presentes en el cuerpo humano. Dado que los mismos varían según la ubicación
geográfica del sujeto, Vázquez resaltó la importancia de disponer de
información para la población local. Este proyecto ya originó una publicación
en la revista PLoS One.
Martin Vazquez explicó el Proyecto Microbioma Humano Argentino
que promete revolucionar el tratamiento de numerosas enfermedades (Foto: C. Pairoba).
Finalmente, el reconocido y popular neurocientífico Facundo Manes habló de
la evolución del cerebro, mostró estudios referentes al carácter social del
cerebro humano y remarcó las perspectivas futuras de esta área de intensa
investigación en todo el mundo.
Facundo Manes habló de la naturaleza multidisciplinaria de las neurociencias
y de la conexión entre circuitos neuronales y experiencia subjetiva (Foto: C. Pairoba).
El encuentro concluyó con los disertantes respondiendo preguntas del
público y la participación de Diego de Mendoza, destacado investigador de nuestra ciudad.
Manes, Herrera Estrella, Vazquez, De Mendoza y O'Keefe
durante el cierre del encuentro (Foto: C. Pairoba).
Audios de las charlas
Palabras Oscar Fay
Charla Luis Herrera Estrella
Charla Martin Vazquez
Charla Facundo Manes
El pasado día 26 de marzo de 2015 se publicó en la revista Science,
y fue recogido por la web de noticias científicas SINC, de la Fundación
Española para la Ciencia y la Tecnología, la siguiente noticia: “Una vacuna usa por primera vez el virus completo y desactivado del ébola”.
La noticia contaba como un equipo de científicos de EEUU y Japón había
desarrollado una vacuna para el ébola, que por primera vez hacía uso del
virus completo, pero desactivado, lo cual parece hacerla más segura que
otras vacunas que se están desarrollando en la actualidad, y que
además, se informaba de que dicha vacuna ya se había probado con éxito
en macacos. Las otras vacunas experimentales, algunas que hacen uso solo
de una parte del virus e incluso una que utiliza el virus vivo, se
están testando ya con humanos, pero existe cierta preocupación por la
seguridad de los pacientes.
Al leer esta noticia se me ocurrió que podíamos aprovechar la
oportunidad para hablar de las estadísticas médicas, y más
concretamente, de un caso muy conocido, la estadística de la vacuna de
Salk para la poliomielitis realizada en 1954, y que ha sido uno de los
mayores ensayos clínicos de la historia, el mayor hasta los años 80, en
el que participaron más de un millón de niños. Este estudio clínico nos
puede servir de ejemplo para ver qué cuestiones deben ser tenidas en
cuenta a la hora de realizar una estadística médica para estudiar la
efectividad de un medicamento o tratamiento, y que en muchas ocasiones,
demasiadas, no se tienen.
Marta Macho nos recordaba el 28 de octubre de 2014 que ese día era el centenario del nacimiento del virólogo Jonas Edward
Salk (1914-1995), y que Google le había dedicado este doodle
Pero para entender mejor este ejemplo, e incluso la noticia sobre el ébola, recordemos brevemente qué son las vacunas
y cómo funcionan. Lo que más o menos sabemos todos, es que las vacunas
son un producto, formado por antígenos (que pueden ser microorganismos
muertos o atenuados, una parte de los mismos o derivados de ellos), que
al ser introducido en el organismo estimula la producción de
anticuerpos, es decir, una defensa del propio organismo contra los
microorganismos patógenos, consiguiéndose así la inmunización contra la
enfermedad.
Dos ejemplos significativos de vacunas, en relación a los antígenos, serían la viruela y la gripe. En el caso de la viruela se utiliza un virus muy parecido, el virus vaccinia
(estrechamente relacionado con el virus de la viruela bovina), que se
inocula vivo en las personas, aunque en condiciones normales es incapaz
de generar ninguna enfermedad seria, es muy leve y ni siquiera se
muestran síntomas, pero lo importante es que provoca la generación de
anticuerpos que las protege de la viruela. La vacuna de la viruela fue
la primera en desarrollarse en 1796. El médico rural inglés Edward
Jenner (1749-1823) observó que las recolectoras de leche solían padecer
la “viruela de la vaca”, que es un tipo de viruela muy suave, pero
después no cogían la viruela común. Aunque se sabe que ya en China,
siglo X, y Sudamérica, siglo XVIII, se inoculaba con el pus de la
viruela como método de prevención de este enfermedad. La vacuna de la
viruela ha conseguido que esta enfermedad sea erradicada completamente
del planeta.
Diferentes pósteres que hacían un llamamiento para que la gente se vacunara contra la viruela, hoy ya erradicada
En el caso del virus de la gripe, la vacuna es una solución del propio virus, pero neutralizado mediante un tratamiento de formaldehído.
Cuando la vacuna es inoculada, los virus muertos, luego no pueden
infectar a las personas vacunadas, mantienen aún una actividad
antigénica que hace que se produzcan anticuerpos. La dificultad en este
tipo de vacunas reside en encontrar la dosis de formaldehido suficiente
para que el virus muera, pero no demasiada, para que mantenga la
propiedad antigénica. Aunque esto es lo más común en el caso de la
gripe, también se utilizan contra ella vacunas con virus vivos, aunque
atenuados.
Una vacuna con el virus vivo tiene la ventaja de ser más efectiva, se
reproduce en el individuo vacunado y genera una fuerte reacción como
antígeno, que provoca un alto nivel de anticuerpos duraderos. Por otra
parte, el riesgo de esta vacuna es mayor, el virus vivo, aunque esté
atenuado, puede acabar generando la enfermedad que pretende combatir, y
si estamos en el caso de un virus vivo similar al que nos interesa, este
quizás pueda mutar y acabar provocando la enfermedad, o una similar, en
el individuo.
La vacuna con un virus muerto es más segura porque es incapaz de
producir la enfermedad en el individuo, sin embargo, puede fallar y no
provocar la respuesta deseada de generación de anticuerpos.
Por estos, y otros motivos, como que cada virus es diferente a los
demás, es necesaria una gran investigación médica, además de estudios
estadísticos que nos permitan conocer cuál es la respuesta real de la
vacuna cuando se inocula en humanos. Y para que estos estudios
estadísticos sean eficaces tienen que estar bien hechos, desde un punto
de vista científico.
Sobre
de una carta que formaba parte de una campaña anti-vacunación de 1879.
Sin embargo, la vacuna no es solamente un arma para evitar que un
individuo tenga una enfermedad, es un arma contra la propia enfermedad.
Desde la invención de las vacunas, se ha erradicado la viruela, la polio
está prácticamente erradicada, así como la rubeola, el sarampión, la
varicela-zóster o las fiebres tifoideas
Pero vayamos ya al caso que nos interesa en esta entrada del Cuaderno de Cultura Científica, el estudio estadístico realizado en los años 50 para evaluar la efectividad de la vacuna de Salk contra la poliomielitis.
La poliomielitis, también conocida como polio, es una enfermedad infecciosa, producida por el virus poliovirus,
y que afecta al sistema nervioso. No es una enfermedad común, como
pueda ser el caso de la gripe, pero afecta principalmente a los niños
(con edades entre 4 y 14 años) y aunque en la mayoría de los casos es
asintomática, cuando afecta al sistema nervioso suele tener
consecuencias muy graves, puede producir la muerte, pero también
parálisis, atrofia muscular, deformidades o problemas del sistema
respiratorio, que pueden llevar a terminar con un pulmón artificial para
poder vivir. Además, el comportamiento de la enfermedad, o del virus
que la genera, es muy variable, algunos años su incidencia es mayor que
otros, o afecta a unas zonas y a otras no, lo cual dificulta en gran
medida su análisis.
El presidente norteamericano Franklin D. Roosevelt (1882-1945) había
sufrido esta enfermedad cuando era un joven político, lo cual le
ocasionó una parálisis. Fueron los esfuerzos de Roosevelt y su socio, el
abogado Basil O’Connor, por combatir esta enfermedad los que dieron las
condiciones necesarias para que fuera posible uno de los mayores
estudios clínicos de la historia, el estudio estadístico de la vacuna de
Salk contra la polio, con más de un millón de niños.
El
presidente de los Estados Unidos de América Franklin D. Roosevelt, en
silla de ruedas, como consecuencia de las secuelas de la poliomielitis
padecida
El
presidente Roosevelt junto con un grupo de niños afectados de polio en
un centro de rehabilitación de Georgia, que él hizo posible, para
víctimas de la poliomielitis
En los años 30, del siglo XX, se habían desarrollado algunas vacunas
contra la polio, con diferentes antígenos, e incluso dos de ellas se
empezaron a suministrar durante un tiempo. Sin embargo, las vacunas no
resultaron efectivas, y al menos una de ellas fue la causante de algunos
casos de parálisis, por lo que se dejaron de utilizar. Este fracaso
pesó en el ánimo de los investigadores, que suspendieron su trabajo
durante algunos años, hasta que en la década de los 40, se retomaron las
investigaciones, desarrollando vacunas con virus vivos de cepas más
inofensivas y también con virus neutralizados.
El virólogo Jonas Edward Salk (1914-1995) trabajó con el virus
tratado con formaldehido, es decir, se eliminó su capacidad infecciosa
al acabar con él, pero se mantenía su capacidad antigénica, que
desencadenaba la creación de anticuerpos en el individuo vacunado.
Después de un gran trabajo científico llegó la hora de evaluar su
efectividad, y sus potenciales efectos adversos. Se probó primero con
unos pocos niños, comprobándose que había sido efectiva con ellos. Sin
embargo, esos casos no eran científicamente concluyentes, solo la hacían
una buena candidata a ser considerada una vacuna contra la
poliomielitis. Llegaba entonces el momento de analizar su efectividad
real con un ensayo clínico a gran escala.
Portada de la revista TIME en la que aparece Jonas Salk, como el médico que lucho contra la polio, el 29 de marzo de 1954
Antes de empezar con el ensayo clínico en sí mismo, merece la pena
reflexionar un poco sobre qué tipo de ensayo se tenía que diseñar para
obtener la mejor información posible. Una posibilidad podía ser realizar
una vacunación de todos los niños (en este caso, de Estados Unidos) a
través de las escuelas y ver cuál era el resultado de la misma, ver si
de un año a otro había habido una variación significativa en el caso de
casos. Este método de actuación, que se había llevado a cabo con otras
vacunas, tenía varios problemas de tipo estadístico (además de alguna
consideración médica).
1) Variabilidad en el tiempo de la incidencia del virus. El
virus era muy irregular y la incidencia de un año a otro variaba mucho,
con lo cual esa disminución en el número de casos podía no ser fruto de
la vacunación, sino de la irregularidad de la enfermedad. Así, si nos
fijamos en la gráfica del número de casos de polio en EEUU desde 1930
hasta 1956, veremos que es muy variable. De hecho, entre el año 1931 y
1932 disminuyó enormemente el número de casos, lo cual habría generado,
de haberse realizado la prueba en 1931, un falso éxito. Al igual que en
los años 1935, 1937, 1944, 1946, 1949, 1952, 1954 y 1955.
Poliomielitis en Estados Unidos en los años 1930-56
2) Variabilidad geográfica de la incidencia del virus. Otra
alternativa podría haber sido administrar la vacuna en uno, o varios,
Estados y comparar los resultados con otro, y otros, Estados en los que
no se hubiese suministrado la vacuna. Por desgracia, la enfermedad
también tenía una gran variabilidad espacial, podía darse en un
porcentaje alto en un Estado y no en el vecino, lo que hacía que esta
posibilidad, de nuevo, no fuese válida. Por ejemplo, en 1956 mientras
que en Chicago hubo una epidemia de polio, en Nueva York había una baja
incidencia de esta enfermedad.
Por lo tanto, no era posible la vacunación de todos los niños de
Estados Unidos, o solo de algunos de los Estados, para obtener
conclusiones firmes sobre la eficacia de la vacuna, sino que había que
realizar un estudio estadístico diseñado científicamente, con un
grupo de niños vacunados, otro grupo de control y otras características
importantes a tener en cuenta.
En cualquier caso, una primera pregunta que nos puede venir a la mente es si realmente era necesario involucrar a más de un millón de niños
norteamericanos en este estudio, cuando en muchas ocasiones vemos
estudios con un número relativamente bajo de personas involucradas en
los mismos.
Por ejemplo, nos puede parecer que una muestra de 40.000 niños podría
haber sido más que suficiente para extraer conclusiones interesantes
sobre la efectividad de la vacuna de Salk. Veamos si es así. La
incidencia de la poliomielitis en Estados Unidos en los años 50, del
siglo XX, era de 50 casos por cada 100.000 personas. En un estudio
estadístico con 40.000 individuos, de los cuales 20.000 personas en el
grupo de control y 20.000 personas en el grupo de vacunados, esa tasa de
incidencia (recordemos, 50 casos por cada 100.000 personas) quería
decir que a priori habría del orden de 10 casos de polio en el grupo de
control, por lo que si hubiese 5 casos solo de polio en el grupo de
vacunados tendríamos una tasa de éxito del 50%. Pero una disminución en
tan solo 5 personas puede deberse a causas aleatorias, y no a la vacuna,
ya que como hemos comentado esta enfermedad era muy variable. En
consecuencia, el resultado no sería para nada significativo.
Por otra parte, con 100.000 personas en el grupo de control y otras
100.000 personas en el grupo de los vacunados, la incidencia de la
enfermedad en el grupo de control podría ser del orden de 50 casos (todo
esto sin tener en cuenta el efecto placebo), lo que significaba que con
25 casos en el grupo de los vacunados se tendría un éxito,
aparentemente, del 50%. Ya con estas cifras se obtienen resultados más
convincentes. Sin embargo, la variabilidad temporal y espacial de la
incidencia del virus, así como la necesidad de obtener conclusiones
definitivas, hicieron necesaria la realización de un ensayo clínico a
gran escala, en el que participaran muchísimas más personas, de hecho
fueron más de un millón de niños involucrados, de todo Estados Unidos.
Los primeros niños con los que Jonas Salk probó su vacuna
Finalmente, a la hora de diseñarse el estudio estadístico, se
realizaron dos diseños distintos, que fueron empleados por diferentes
departamentos de salud. Por una parte, la National Foundation for Infantile Paralysis
(NFIP) diseñó un estudio en el que se pretendía vacunar a todos los
niños de segundo curso (cuyos padres hubiesen dado permiso para
vacunarlos), dejando a los niños de primer y tercer curso como grupos de
control. Este método, que era más fácil de llevar a la práctica que el
otro, un método de control aleatorio y de doble ciego que comentaremos
después, tenía algunas pegas importantes.
La primera es que como la polio es una enfermedad contagiosa que se
transmite por contacto, podía ocurrir que en un mismo centro hubiese más
incidencia en un curso que en otro. Por otra parte, solo eran vacunados
los niños de segundo curso de los cuales se tenía su permiso paterno, y
esto podía ocasionar que en el grupo de vacunados hubiese ciertos
sesgos familiares o sociales, por la decisión de qué grupos de padres se
negaron a vacunar a sus hijos, mientras que en el grupo de control,
primero y tercero, estaban todos. Por ejemplo, podría ocurrir que en el
grupo de vacunados hubiese más niños de familias con rentas altas –como
de hecho así ocurrió-, lo que provocaría que este grupo fuese más
vulnerable a la polio (una característica de la polio es que suele
afectar más a los grupos con mejores condiciones sanitarias, puesto que
en los grupos, o países, más pobres, los niños entran en contacto con el
virus desde recién nacidos, cuando están protegidos por las defensas
transmitidas por la madre, y desarrollan entonces anticuerpos de una
forma natural), que el grupo de control.
Otro problema es que no tenía en cuenta el efecto placebo, es decir,
los niños que servían de control sabían que ellos no estaban siendo
vacunados, como también ocurría con los vacunados. Además, había un
problema añadido relacionado con el diagnóstico del médico. El
diagnóstico de la polio es difícil. Los casos más complicados, como los
que necesitan de un pulmón artificial, son fáciles de diagnosticar,
mientras que la mayoría de los casos son menos evidentes. En
consecuencia, que los médicos supieran que niños estaban vacunados, y
cuáles no, podían condicionar su diagnóstico, influyendo en el resultado
del estudio.
Muchos fueron los críticos con el estudio diseñado por la NFIP. Este
era un estudio muy importante como para que hubiese tantas dudas sobre
su resultado. Los críticos exigieron que este estudio fuese tratado como
un experimento científico. Para empezar había que utilizar el método de
control por placebo, es decir, a la mitad de los niños se les
suministraba la vacuna y a la otra mitad se le suministraba un placebo
(una inyección de sal disuelta en agua), y la elección de que niños
estaban en un grupo y cuales en el otro, era un método completamente
aleatorio.
Además, se puso mucho cuidado en que el control por placebo no fuera
contaminado por los observadores, es decir, no solo los niños no sabían
qué se les había suministrado, sino que tampoco lo sabían los padres y
madres, ni el personal sanitario. El aspecto de la vacuna y el placebo
era el mismo, y cada ampolla con el líquido que iba a ser inyectado en
el niño solamente estaba identificada con un código, para que nadie
pudiese sospechar que contenía la misma.
A estos experimentos, en los que ni el sujeto ni los que realizan el
estudio conocen que sustancia se ha suministrado a cada individuo, se
les llama de doble ciego. Los experimentos estadísticos médicos
diseñados así son más complicados, y caros, de realizar, sin embargo,
desde el punto de vista científico son más correctos, más fiables.
Elvis Presley recibió la vacuna de la polio, dentro de una campaña para promover la vacunación contra esta enfermedad, en 1956
Las decisiones finales de diagnóstico de polio siguieron el
siguiente proceso. Primero los médicos locales seleccionaban los
individuos que aparentemente tenían la enfermedad, y después un grupo
especial de personal sanitario estudiaba caso a caso calificándolo como
no polio o dudoso (es decir, cuando se había hecho un mal diagnóstico
inicial), y el que era definitivamente polio. Estos últimos se
clasificaban como paralítico y no paralítico, y el primero de ambos, en
mortal y no mortal. Y solo al final del proceso se miraba qué código
tenía la persona, y a través del mismo se conocía si había recibido la
vacuna o el placebo.
Los resultados del experimento, que resumimos en la siguiente tabla
(que nos da la información tanto del estudio de la NFIP, como el
realizado con el método de control aleatorio y doble ciego), mostraban
que las proporciones de casos de polio en los grupos vacunados (28 y 25)
eran mucho menores que en los grupos de control (71 y 54), por lo que
el estudio demostraba la efectividad de la vacuna de Salk contra la polio.
La tabla con mayor detalle del estudio de la vacuna de Salk es la siguiente.Tabla
1: Resultados del estudio de la vacuna de Salk (1954), con cifras
redondeadas de los tamaños de los grupos y las proporciones de casos de
polio por cada 100.000 habitantes
El éxito del estudio de la vacuna de Salk contra la polio fue recogido en todos los medios de comunicación de Estados Unidos
En 1964 se autorizó otra vacuna contra la polio, del virólogo polaco
nacionalizado estadounidense Albert Bruce Sabin (1906-1993), que se
suministraba por vía oral, y que sustituyó en gran medida a la vacuna de
Salk. Pero esa es otra historia.
Desde que en 1988 la Organización Mundial de la Salud lanzara
una campaña para erradicar la poliomielitis, se ha conseguido reducir en
un 99% el número de casos de polio. En 1994 el continente americano fue
declarado libre de polio, en 2000 la región del pacífico occidental,
incluida China, en el 2002 Europa, y así se ha erradicado de muchos
lugares, aunque aún hay países donde permanece, como Pakistán, Afganistán, Iraq, Siria, Nigeria, Guinea Ecuatorial, Camerún y Etiopía.
March
of Dimes es una fundación que trabaja por la mejora de la salud de las
madres y de sus hijos e hijas, y que fue fundada por el presidente
Roosevelt en 1938 para combatir la polio. Marylin Monroe también
participó en alguna campaña de esta fundación
Bibliografía
1.- Agencia de noticias SINC, Una vacuna usa por primera vez el virus completo y desactivado del ébola, 26 de marzo de 2015.
2.- VV. AA., La estadística, una guía de lo desconocido,
Alianza editorial, 1992. Artículo: “El mayor experimento de la historia
en el campo de la sanidad pública: la gran prueba de la vacuna de Salk
contra la poliomielitis (1954)”, de Paul Meier.
3.- D. Freedman, R. Pisani, R. Purves y A. Adhikari, Estadística, Antonio Bosch, 1993.
4.- Wikipedia, Poliomielitis
Sobre el autor: Raúl Ibáñez es profesor del Departamento de Matemáticas de la UPV/EHU y colaborador de la Cátedra de Cultura Científica
María Alejandra Picconi es doctora en Virología por la Universidad de
Buenos Aires y Jefa del Servicio de Virus Oncogénicos del Instituto
Nacional de Enfermedades Infecciosas Malbrán, perteneciente al
Ministerio de Salud de la Nación. Este laboratorio es Laboratorio
Nacional y Regional de Referencia para virus de papiloma humano (VPH).
María Alejandra fue una de las co-organizadoras del Primer Simposio del ICGEB sobre Papilomavirus Humano.
¿Cuáles eran las expectivas al organizar este evento?
He sido co-coordinadora de este evento y el mismo ha colmado las
expectativas. Cuando lo pensamos proyectamos un objetivo
multidisciplinario, desde lo más básico en la investigación (estudio de
moléculas del virus, toda su biología y patogenia) hasta lo que es la
aplicación clínica y todo lo referente a la implementación de programas
de prevención, la cual es muy importante en salud pública.
El simposio ha sido un ámbito de discusión y difusión del conocimiento,
de compartir experiencias, extremadamente valioso, con gente de
distintos países, distinta clase de instituciones, con diferente
orientación en su formación. Todo eso hace que, a través de esa
interacción activa, lleguemos a objetivos muy ambiciosos. Creo que ha
sido extremadamente valioso todo el apoyo que hemos recibido de la
universidad y de tantas otras instituciones que supieron valorar lo que
significa hacer este tipo de reuniones. Estoy muy agradecida y muy
contenta.
¿Cuánto tiempo llevó la organización del simposio?
Con Daniela Gardiol nos presentamos al ICGEB a fines del 2012 o
principios del 2013. A fines del 2013 nos informaron que nos habían
seleccionado para hacer este simposio. Desde fines del 2013 comenzamos a
trabajar, así que ha sido un año de trabajo intensivo para organizar
este evento.
Durante una de las mesas redondas se estuvo hablando de las
vacunas contra VPH. ¿Cuáles son los conceptos claves que tenemos que
conocer sobre las mismas?
Tenemos vacuna bivalente y cuatrivalente. En el caso de la bivalente
hay dos cepas: VPH tipo 16 y tipo 18. Estos son los dos virus de alto
riesgo más frecuentes en los cánceres. En nuestro país en particular,
son los causantes de más del 77% de los cánceres.
La cuatrivalente tiene los dos tipos que ya mencionamos pero además
tiene dos virus de bajo riesgo oncogénico (VPH 6 y 11) los cuales no
están asociados con cáncer sino con el desarrollo de verrugas
anogenitales (condilomas) y que tienen alta morbilidad. No son
peligrosos en cuanto a desencadenar cáncer.
¿Cuál es la protección que brinda la vacuna?
La vacuna no cubre contra todos los tipos de VPH, ya que hay alrededor
de quince tipos virales diferentes que pueden producir cáncer. Pero por
lejos, los VPH 16 y 18 son los más importantes y como ya mencioné, en
todo el mundo y en nuestro país en particular, con datos propios,
tenemos más del 77% de cánceres que están asociados a esos virus. O sea
que, evidentemente, son los más importantes y la vacuna es apropiada
para nuestra población.
¿Cuál es el balance del congreso?
Hay varias charlas que hemos comenzado con diferentes grupos y
objetivos. También hemos podido aclarar conceptos en esta interacción de
la revisión de los posters y la discusión en las comunicaciones que es
muy importante. Acá hay mucha gente de la región de Latinoamérica (si
bien también hubo de otros países) y es bueno que la gente que asistió
tome los conceptos nuevos, clarifique bien sus cosas, vuelva a su país y
allá amplifique esto en todo el ambiente científico y sanitario en
donde interactúan. En ese aspecto ha sido muy bueno y además se han
concretado algunos proyectos que vamos a empezar a hablar. Sobre todo en
lo referente al intercambio de científicos, intercambio de insumos o de
reactivos que puede destrabar alguna investigación.
Es elogiable la cantidad de gente de Latinoamérica que participó.
Muchísima. Esto es de enorme impacto en la región. Tenemos que ir todos
juntos. Mientras más juntos vamos y más alineados, más fáciles van a
salir las cosas porque podemos compartir más.
Lawrence Banks es Líder de Grupo del equipo de Virología Tumoral
en el International Centre for Genetic Engineering and Biotechnology de
Trieste, Italia. También es uno de los organizadores del Primer
Simposio en Papilomavirus Humano que tuvo lugar en Rosario entre los
dias 19 y 21 de noviembre.
¿Cómo fue su experiencia en nuestra ciudad?
He estado varias veces en la Argentina pero es mi primera vez en
Rosario. Realmente lo disfruté. Es una gran ciudad con gente muy
amigable. Las reuniones del congreso han sido increíbles. La Dra.
Daniela Gardiol y todos sus colegas de la universidad han hecho un gran
trabajo, fantástico.
Hubo muy buenas interacciones entre los estudiantes y los disertantes
invitados de todas partes del mundo. Hemos alcanzado exactamente lo que
deseábamos.
¿Cuáles son sus expectativas a partir de este simposio?
Hemos establecido muchos contactos para hacer colaboraciones. Ese fue
el objetivo principal. Convocar a muchos participantes de la región
latinoamericana para colaboraciones inmediatas.
También convocamos gente de distintas partes del mundo. Creo que
tendremos nuevas colaboraciones como resultado de este encuentro.
¿Ha habido otras experiencias como esta en Latinoamérica?
Hay reuniones sobre este tema en todas partes del mundo pero esta es
particularmente única. Teníamos por objetivo la colaboración y el
enfoque multidisciplinario cubriendo todos los aspectos del problema.
Desde la ciencia básica a la investigación clínica.
También nos interesaba que participara la gente joven, ya que ellos son el futuro.
“Quiero recalcar que esto es el esfuerzo de mucha gente. Tanto los que
estamos como organizadores así como los que están por detrás, quienes
pusieron esfuerzo y su tiempo”, expresó la investigadora.
¿Cuáles eran los objetivos para este simposio?
Creo que hemos cumplimentado los objetivos que nos habíamos propuesto.
Escuchar conferencias de las personas más calificadas sobre los
distintos aspectos del VPH. Me pareció muy interesante que la gente
joven participara muchísimo. Hubo estudiantes y mucha gente que llegó
desde otras provincias y pudieron interaccionar con investigadores de
renombre. Están todos comentando que se vuelven a sus respectivos
lugares con un bagaje muy grande de conocimientos y de ideas. Por que lo
que percibí, hay grandes planes para armar proyectos en conjunto. Esta
era la idea, posicionar a Rosario y nuestras instituciones en un ámbito
académico ya a nivel internacional y creo que ha sido logrado.
¿Este es el primer simposio de ICGEB hecho en la Argentina? Hay un antecedente de un curso en el 91 pero podemos
considerar que este es el primer simposio del ICGEB sobre VPH en Rosario
y en Latinoamérica. Hubo otros que fueron mixtos. Tuvimos la
responsabilidad de un instituto internacional que depositó en nosotros
la confianza de diseminar conocimiento científico en distintos ámbitos.
Creo que ha sido logrado.
El encuentro cubrió distintas facetas de la infección por el virus del
papiloma humano. La investigación básica, los aspectos clínicos y la
epidemiología fueron tratados por especialistas nacionales e
internacionales en exposiciones individuales, posters y mesas redondas.
Sus nombres pueden verse en el video adjunto. Felicitaciones a los
organizadores quienes cumplieron ampliamente con sus objetivos de dar a
conocer la trayectoria científica de nuestra universidad e institutos,
mostrando la ciencia rosarina a los investigadores de otras ciudades
argentinas y del mundo.
El Centro Universitario Rosario fue el escenario donde se reunieron los
invitados a la inauguración del Instituto Max Planck de Biología
Estructural, Química y Biofísica Molecular de Rosario.
En el caluroso mediodía se dieron cita el Rector de la Universidad
Nacional de Rosario, Darío Maiorana, el Jefe de Gabinete Jorge
Capitanich, los ministros de Ciencia, Tecnología e Innovación
Productiva, Lino Barañao, de Salud, Jorge Manzur, y el Secretario de
Transporte de la Nación, Alejandro Ramos.
El Prof. Darío Maiorana destacó que “el emprendimiento que hoy
estamos inaugurando, el cual de hecho ya funciona en el campus de
nuestra universidad, se debe a la conjunción de voluntades políticas que
hace casi 6 años comenzaron a pensar esta estructura gracias a la
propuesta del Dr. Claudio Fernández y el Dr. Cristian Griesinger de la
Universidad de Gottingen. Ambos nos plantearon la necesidad de contar
con esta tecnología y esta plataforma en nuestro país, ya que era
fundamental para que nuestros científicos pudieran trabajar, volver y
formar nuevos recursos humanos”.
Los fondos para llevar adelante el proyecto provinieron de los
ministerios de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva y de
Educación de la Nación, y de la Universidad Nacional de Rosario.
Por su parte el Ministerio de Salud de la Nación aportó los fondos para
la compra de los dos microscopios para el laboratorio. Como producto de
esta compra, la empresa Nikon, ganadora de la licitación, propuso crear
en Rosario un centro de Excelencia Nikon Internacional similar a los
que ya tiene en el resto del mundo. El mismo es el primero asociado a
una universidad latinoamericana.
“Gobernar es establecer prioridades, financiamiento y
fundamentalmente financiamiento que sea estructural para el desarrollo
del país”, remarcó Maiorana. “Eso es lo que tenemos enfrente y hay que
agradecer a todas las personas que han tomado la decisión y que han
escuchado a nuestros científicos, técnicos y a los rectores respecto de
las necesidades reales”, concluyó el Rector.
A su turno, Fernández comparó la situación actual de la ciencia y la
tecnología con lo que ocurría en el 2002. El investigador remarcó que el
cambio positivo tiene que ver con que “la ciencia y la tecnología
son políticas de Estado, al igual que la repatriación de científicos. La
ciencia tiene que estar ligada indisolublemente a la racionalidad y el
pensamiento crítico. La ciencia es la enemiga mortal de cualquier
pensamiento dictatorial o mesiánico o de cualquier política económica
que implique sometimiento y subordinación”, destacó el director del flamante instituto.
Al hacer referencia a la educación pública, Fernández remarcó que “soy
un hijo de la universidad pública y no podría haberme transformado en
el director de este instituto sin haber recibido educación pública”. “Se
necesita decisión política para que proyectos como este se consoliden
en la Argentina”, finalizó el investigador.
Por su parte, el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, destacó que hoy “la
inversión en ciencia y tecnología equivale a entre 0,68 a 0,75% del
producto bruto interno. Es una contribución extraordinariamente
importante en los últimos 11 años. En segundo lugar es importante
observar que el sistema educativo en la Argentina invierte 6,47% del
producto bruto interno y que el sistema universitario tiene previsto
para el año 2015 el equivalente a casi 42.000 millones de pesos”.
El ministro Barañao se refirió al símbolo del laboratorio Max Planck,
Minerva diosa romana de la sabiduría, la mitología y el dios Jano. "Los
científicos de Latinoamérica tienen que tener dos caras como el dios
Jano. Una cara mirando hacia afuera, mirando lo que ocurre en el mundo,
siendo competitivos. Y otra cara mirando hacia adentro, hacia las
necesidades insatisfechas de la población", dijo el ministro. "Este
es un desafío que tal vez no tiene el científico alemán, pero sí lo
tiene el científico argentino. Y es una responsabilidad que le cabe
porque a la carrera la paga la sociedad y espera que ese científico le
solucione algún problema" , concluyó el funcionario.
El acto se completó con palabras de Cristian Griesinger, el embajador
de Alemania en la Argentina, Bernhard Graf von Waldersee y el
vicepresidente de Nikon, Jim Hamlin.
El encuentro es el primero propiciado por el International Centre for
Genetic Engineering and Biotechnology (ICGEB) en la ciudad de Rosario.
El comité organizador está integrado por las doctoras Daniela Gardiol,
María Alejandra Picconi, Adriana Giri y Ana Laura Cavatorta.
Como indican sus organizadoras “el presente simposio propone una
análisis multidisciplinario sobre distintos aspectos de las infecciones
por papilomavirus y las patologías asociadas, en especial el cáncer
cervical de alta prevalencia en Latinoamérica. Esta reunión contará con
un foro de expertos ya que los invitados son investigadores de
excelencia a nivel internacional sobre la temática propuesta. Asimismo,
esta iniciativa posibilitará la generación de trabajos en colaboración
ya que a esta reunión asistirán participantes de diversos países
latinoamericanos”.
El acto inaugural comenzó con palabras de la Dra. Daniela Gardiol
(investigadora del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario)
y un video con el saludo del Dr Fernando Goldbaum (presidente de la
Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica).
Posteriormente se presentaron tres charlas a cargo de John Doorbar
(Departamento de Patología, Universidad de Cambridge, Reino Unido),
Lawrence Banks (Laboratorio de Virología de Tumores, ICGEB, Trieste,
Italia) y Robert Garcea (Instituto Biofrontiers, Universidad de Boulder,
Colorado, EE.UU.).
Los especialistas disertaron sobre la biología de los papilomavirus de
alto y bajo riesgo, sus mecanismos de infección y estructura. Las
charlas fueron claras y permitieron tener una idea más profunda del
estado actual del conocimiento de esta temática de indudable relevancia.
El encuentro cuenta con el auspicio de numerosas entidades locales,
nacionales e internacionales, incluyendo a la Universidad Nacional de
Rosario, y continuará los días jueves y viernes en el hotel Ariston de
Córdoba 2554.
El próximo 11 de noviembre se inaugurará el Laboratorio Max Planck de
Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular de Rosario (MPLbioR)
Así, Rosario pasará a ser el segundo nodo en Latinoamérica de la
Sociedad Max Planck de Alemania.
El nuevo centro cuenta con equipamiento de última generación
y personal altamente calificado (Foto: C. Pairoba).
Se inaugurará además el Centro Internacional de Microscopía de Excelencia Nikon-UNR,
que será el primero en Latinoamérica y desde el cual se realizarán
todos las demostraciones y anuncios de avances tecnológicos para la
región latinoamericana.
Todo ello con una inversión de 1.300.000 euros para la adquisición del
equipo de Resonancia Magnética Nuclear y de 300 mil dólares para los
microscopios, en el marco de una política de estado que ha contribuido,
entre otras cosas, a la internacionalización de la ciencia y universidad
argentinas, y que permite posicionar a nuestro país en el centro de las
escena a nivel internacional.
La tecnología descripta permitirá repatriar a dos científicos rosarinos
que hoy están radicados en Berlín, al tiempo que cuatro estudiantes
alemanes llegarán a esta ciudad a hacer su doctorado internacional en
2015. En ese mismo año vendrá a dictar clases a la Universidad Nacional
de Rosario (UNR) el último premio Nobel de Química, Stefan Hell,
Director del Instituto Max Planck de Biofísica Química de Göttingen,
quien forma parte del cuerpo de Profesores del Doctorado Binacional en
Biociencias Moleculares y Biomedicina de la Universidad Nacional de
Rosario con la Universidad Georg-August de Göttingen, Alemania, la que
cuenta con 47 Premios Nobel asociados en su historia.
El edificio del Max Planck Rosario ya está construido en el predio de
la Ciudad Universitaria. Cabe recordar que entre la infraestructura
edilicia (1500 m2 de superficie) y el resto de la tecnología menor
adquirida la Nación ya lleva invertidos otros 14 millones de pesos en
ese sector de la Universidad Nacional de Rosario.
El equipo de Resonancia Magnética Nuclear de este laboratorio es el más
potente y sensible de la Argentina. Está montado con tecnología de
criosonda, que permitirá investigar la estructura de biomoleculas
directamente en el interior de las células, convirtiéndose este
laboratorio en uno de los pocos en el mundo especializado en la
técnica de “In Cell RMN”, una herramienta fundamental para el
descubrimiento de fármacos en fase pre-clínica.
La dirección estra a cargo del Dr. Claudio O. Fernández, cientifíco
repatriado en el año 2006 y de reconocida trayectoria en el estudio y
análisis del campo de las enfermedades neurodegenerativas, como
Parkinson y Alzheimer.
El 11 de noviembre estarán presentes el vicepresidente de la firma
internacional Nikon, Jim Hamlin, además del embajador alemán, Bernhard
Graf Von Waldersee y el prestigioso científico alemán Christian
Griesinger, Director de Institutos Max Planck y galardonado el año
pasado por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación por su
trayectoria y contribución a la ciencia mundial.
CENTRO NIKON
El Centro Nikon será el primero en su tipo en Latinoamérica y el
séptimo a nivel mundial (actualmente hay un solo Centro en Estados
Unidos, en el prestigioso Scripps Research Institute, y otros cinco
Centros distribuidos en Europa) y pondrá a Rosario en un sitio de
excelencia científica a nivel internacional. La nómina de Centros
Internacionales de Microscopía de Excelencia Nikon son:
1. The Scripps Research Institute (USA),
2. Université de la Méditerranée (Francia),
3. University of Amsterdam (Holanda),
4. The Institute of Photonic Sciences ICFO-STORM (España),
5. The Institute of Experimental Medicine (Hungría),
6. Karolinska Institute (Suecia),
7. Institute of Molecular Genetics (República Checa).
Un africano ilegal que pretendía ingresar luego a
Argentina fue internado con vómitos y fiebre. Aseguró que su familia
murió por el virus.
Un hombre que llegó desde Sierra Leona a Bolivia e intentaba cruzar a Argentinafue detenido e internado en las últimas horas por los síntomas que presentaba. Las autoridades de salud bolivianas temen que se trate de un caso de ébola.
El africano de 28 años está internado en el hospital de Yacuiba,
según publica el Diario Nacional, de Bolivia. “Se le realizan análisis
para determinar si está contaminado con el virus ébola, enfermedad de la
que murió toda su familia”, alerta la publicación.
El hombre está aislado y bajo el cuidado de médicos cubanos. De acuerdo al relato de la prensa boliviana, el paciente no tiene pasaporte, no habla español y busca refugio.
Al momento de ser aprehendido, sólo contaba con una libreta donde
figura su procedencia, su nombre y su fotografía. Luego fue internado
con vómitos y fiebre.
Al ser interrogado, el supuesto paciente no quiso dar mayor
información “porque primero quiere asegurar documentación que le asegure
residencia en Bolivia o Argentina”, señaló el portal.
El ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, confirmó a la radio
Fides que el africano se encuentra en cuarentena y que se le realizaron
todos los exámenes correspondientes.
Por su parte, la directora distrital de Migración, Lourdes Aldana, informó que el supuesto portador de ébola fue detenido el lunes en la mañana en San José de Pocitos. Habría ingresado al país norteño de forma ilegal por lo que fue aprehendido por personal del control migratorio cuando pretendía salir de Bolivia hacia nuestro país.
“Por los problemas de salud que presentaba fue internado en el
hospital de Yacuiba, donde permanece aislado conforme manda el protocolo
para los pacientes con sospecha del virus, mientras se espera el
resultado del análisis”, publicó Diario Nacional.
El director del Servicio Departamental de Salud, Víctor Tavera,
señaló que se tomaron todas muestras de laboratorio y se envió una
brigada especial de salud a Yacuiba para que apoye en la atención del
caso, mientras se espera el resultado de los análisis.
“De acuerdo al informe médico, el paciente está estable y no presenta ningún síntoma de portar el ébola.
Además que de ser cierto que ha estado en la región por unos cuatro
meses, se podría descartar, tomando en cuenta que el virus se manifiesta
entre los 10 a 21 días”, explicó el funcionario al portal boliviano.
Cuando se cumplen 50 años
de la trágica muerte de Turing, un estudio demuestra que su propuesta
matemática para explicar el desarrollo de los dedos de un embrión es
correcta.
Era agosto de 1952 y los aliados aún saboreaban su victoria en la II Guerra Mundial. Mientras, Alan Turing,
el hombre que había salvado miles de vidas al descifrar el código
secreto de comunicación de los nazis, el padre de la informática actual y
el pionero de la inteligencia artificial, estaba viviendo un infierno.
Un tribunal le había condenado a la castración química por ser
homosexual, un delito en Reino Unido en aquella época. Su cuerpo de
corredor de maratones se había hinchado hasta la deformidad con aquel
tratamiento forzoso para aniquilar su deseo sexual. Su cerebro, en
cambio, seguía bullendo con ideas excepcionales que marcarían la
tecnología y la ciencia muchas décadas después.
En aquellos días Turing publicó un estudio en el que
abordaba uno de los procesos más desconocidos y fundamentales de la
vida: cómo un embrión forma las diferentes partes de un cuerpo nuevo.
Ese proceso, llamado morfogénesis, también lo gobernaba un lenguaje
oculto, una programación que indicaba a células idénticas cuándo y dónde
hacer un brazo, un riñón, un cerebro y así hasta dar lugar a un nuevo
ser vivo. Turing publicó un estudio asegurando que ese proceso está gobernado por un patrón, una red de interacciones que pasó a llamarse patrón de Turing o sistema de Turing.
Las rayas en la piel de una cebra, las manchas de un
leopardo, los tentáculos de ciertos animales, la forma de algunas hojas
podían deberse a este programa oculto auspiciado por unos pocos
productos químicos. Turing lo describió con fórmulas matemáticas. Su
propuesta fue muy bien recibida en los reducidos círculos matemáticos de
la época, pero ignorada por el resto del público. Dos años después,
desbordado por su desgracia, Turing se suicidó comiendo una manzana
envenenada.
“Puede decirse que Turing descifró el código de cómo el cuerpo fabrica sus propias partes”
“Uno de los objetivos de Turing era encontrar la forma más
simple de interacción entre dos moléculas que tuvieran una función
determinada”, explica a MateriaJames Sharpe,
investigador del Centro de Regulación Genómica de Barcelona y coautor
del estudio. “Un embrión temprano, por ejemplo, está hecho de células
idénticas, así que, ¿cómo aprenden a formar las diferentes partes del
cuerpo, cómo rompen la homogeneidad para formar cosas diferentes?”,
pregunta.
El dibujo de una mano
La clave está en el patrón descrito por Turing. Este hace
que unos pocos productos bioquímicos se compenetren para formar
patrones, dibujos, formas. En 2010 se demostró que patrones de Turing
como estos determinan la pigmentación de la piel de ciertos peces y la
distribución de los folículos del pelo y las plumas en embriones de
ratón y pollo. Pero, ¿hay más patrones ocultos? Una de las formas de
abordar el problema era estudiar la formación de los dedos. Esta puede
responder a un patrón que, en general, ejemplifica cómo una masa informe
de células iguales se hacen diferentes para formar un órgano o una
extremidad. La idea de que un patrón de Turing gobierna este proceso
existe desde 1979, pero hasta ahora no se había confirmado por dos
razones. Primero, nadie había construido un modelo informático que
reprodujese al detalle la formación de los dedos siguiendo un patrón.
Segundo, no se conocían las moléculas responsables de hacerlo.
El trabajo publicado hoy desvela tres proteínas
responsables del patrón de los dedos: Bmp, Sox9 y Wnt, producidas por
tres genes. La terna produce un dibujo alterno: dedo, espacio, dedo,
espacio… y así cinco veces hasta formar una manita en dos dimensiones.
“Este proceso dura apenas unas seis horas y al finalizar puede
observarse el patrón de cinco rayas que se convertirán en los dedos de
una mano”, explica Sharpe.
El equipo admite que puede haber más moléculas involucradas
pero estas tres son fundamentales. Cuando se las desactiva, los
embriones desarrollan polidactilia, es decir, nacen con más dedos de lo
normal. “Esto es un problema muy común que se da en uno de cada 500
nacimientos y la otra teoría vigente sobre cómo sucede este proceso,
llamada información de posición, no puede explicar la causa de este
problema”, resalta Sharpe. Su equipo cree que este mismo patrón de
Turing gobierna la formación de dedos en todos los tetrápodos, el gran
grupo de animales vertebrados con cuatro extremidades al que
pertenecemos los humanos. “Puede decirse que Turing descifró el código
de cómo el cuerpo fabrica sus propias partes”, resalta Sharpe.
En otro artículo complementario en Science, Aimée Zuniga y Rolf Zeller, expertos en genética del desarrollo de la Universidad de Basilea, Suiza, aportan una opinión independiente sobre el estudio.
“El próximo reto”, dicen, “será determinar si hay otros mecanismos de
Turing que coordinen la formación de dedos con el de otros tejidos de
las extremidades como tendones, ligamentos y la anatomía
musculoesqueletal”.
La principal aplicación de este hallazgo será en el campo
de la medicina regenerativa, concretamente, “en el reemplazo de tejidos
dañados”, señala Sharpe. El debido reconocimiento al genio británico
llegó demasiado tarde. Su sentencia por homosexual pesó sobre él durante
décadas después de su muerte. La mismísima reina de Inglaterra tuvo que interceder con una orden real para retirarla,
a finales del año pasado. Tal vez el mayor reconocimiento se lo esté
haciendo ahora la ciencia, al apuntar que sus ideas pueden seguir
impulsando el conocimiento dentro de años o incluso décadas.