viernes, 5 de febrero de 2010

Usando la traducción para crear una noticia explosiva.



A continuación hay dos noticias referentes a la muerte de una conocida actriz de Hollywood en Diciembre pasado. La primera fue sacada de un sitio de Internet en español y la segunda de un sitio de Internet en inglés y traducida.

La primera tiene el llamativo título “Brittany Murphy murió por un cóctel de drogas”, lo cual hace que el lector piense que la actriz en cuestión murió, como mucha gente ya esperaba considerando el estilo de vida de muchas estrellas de Hollywood, de una sobredosis de alguna poderosa droga. Ay!, esta gente que no aprende!

Pero al leer la traducción de la segunda nota lo que uno percibe es que la misma indica que BM murió en principio de una neumonía, que pudo haber sido acelerada por “medicamentos prescriptos”. Vaya diferencia: drogas por un lado y medicamentos prescriptos por el otro. Una joven y bella actriz de Hollywood siempre de fiesta en fiesta y sumergida en un mundo de alcohol y drogas por un lado y...una joven actriz tomando los medicamentos que le recetó el médico. ¿Qué es más atrapante para la audiencia? ¿Qué es más llamativo como noticia?

Parte de la confusión nace de que la palabra “drug” en inglés se utiliza para toda aquella sustancia que produzca una alteración en el organismo. Si dicha alteración es buscada de forma “legal” al estar recetada por un médico para que la persona que la toma mejore su salud o si es vendida de manera ilegal, no puede diferenciarse inicialmente por el uso de la palabra “drug”. Ahora, cuando uno traduce dicha palabra al español, la diferencia entre lo legal y lo ilegal salta a la vista: cuando decimos droga en español nos referimos a una sustancia ilegal que se comercializa también de forma ilegal. Ahora si decimos “medicamento recetado” (prescription drug), todo lo ilegal desaparece. Lo llamativo también.

Entonces, un problema de traducción y una necesidad de tener una noticia más interesante, pueden ser un cóctel explosivo cuando uno no tiene muy en claro lo que se está informando. Algo para tener en cuenta.


La noticia en español (fuente: http://www.viarosario.com/noticias/noticias/brittany-murphy-murio-por-un-coctel-de-drogas.html)

Brittany Murphy murió por un cóctel de drogas

Brittany Murphy murió intoxicada por la ingesta de muchos tipos de drogas. Finalmente los peritos entregaron el informe sobre al autopsia realizada al cuerpo de la fallecida actriz en el que afirman que Brittany Murphy falleció por "ingesta de distintas drogas". Aunque no revela cuales serían los tóxicos encontrados.

Al parecer el cóctel ingerido por Brittany Murphy fue demasiado poderoso para el cuadro de neumonía, deficiencia y anemia que presentaba la joven actriz. Sin embargo los peritos aclaran que Brittany Murphy pudo haber sido salvada, pero murió debido a que nadie la llevó al hospital cuando lo necesitó.

Brittany Murphy apareció muerta el 20 de diciembre en la bañera de su casa. Ayer, tras meses de incertidumbre, los peritos revelaron que falleció víctima de un cóctel explosivo de drogas.

La noticia traducida del inglés (fuente: http://www.cbsnews.com/blogs/2010/02/04/crimesider/entry6173499.shtml
La muerte de Brittany Murphy: accidente dice el forense, pero el rol de los medicamentos recetados queda sin resolver en la desaparición de la actriz.
Por Kealan Oliver

NEW YORK (CBS)- La muerte de la actríz Brittany Murphy está siendo calificada como un accidente, inicialmente debido a neumonía, de acuerdo a la Oficina del Forense del Condado de Los Angeles. Pero hallazgos adicionales de que la anemia y los medicamentos recetados también tuvieron que ver con el deceso dejan varias preguntas sin contestar.

La coprotagonista de “Clueless” y “8 Mile” murió el 20 de Diciembre del 2009 a los 32 años después de desmayarse en su casa de Hollywood Hills. Su esposo, Simon Monjack y su madre, Sharon Murphy, indicaron que Brittany no abusó de sus medicamentos recetados y tampoco tenía un desorden alimenticio. Ambos familiares dijeron a los investigadores que la joven había estado sufriendo de síntomas similares a los de la gripe varios días antes de morir.

El forense determinó que la muerte de Brittany se debió a una neumonía adquirida, agregando que una anemia con deficiencia de hierro así como una múltiple intoxicación por medicamentos fueron factores que contribuyeron a la situación.

Craig Harvey, vocero del forense, rechazó especificar que tipos de medicamentos estuvieron involucradas pero indicó que eran todos prescriptos. Los detalles acerca de los medicamentos se darán a conocer en las próximas semanas.

El Dr. Michael Baden, ex Jefe Médico en la ciudad de Nueva York, expresó que los resultados del forense indicaban que los medicamentos prescriptos probablemente tuvieron que ver en la muerte de la actriz.

Baden agregó que el uso de algunos medicamentos recetados pueden causar neumonía y que la Oficina del Forense pueden haber puesto eso como la causa primaria para suavizar el golpe en la familia de Murphy.

“Uno no se muere de una neumonía, usualmente, tan rápido”, dijo Baden. También le restó importancia al rol que la anemia puede haber tenido en la muerte.

Se había organizado un evento para inaugurar una fundación creada en nombre de la difunta actriz, pero el mismo fue abruptamente cancelado sin más explicaciones.

Un escáner hace hablar a pacientes en coma

El experimento fue realizado por científicos belgas y británicos con 23 enfermos en estado vegetativo. Usaron un dispositivo que descifra las respuestas cerebrales con precisión. El resultado reabre la polémica sobre la eutanasia.
05.02.2010



¿Su padre se llama Tomás? Para sorpresa de científicos y especialistas, un joven belga de 29 años –en coma desde 2003 luego de sufrir un accidente automovilístico– fue capaz de responder correctamente a ésta y otras preguntas autobiográficas sencillas a través de un escáner. Los resultados mostraron que, al detectar la pregunta, se activaban las mismas zonas de su mente que las que se pondrían en marcha en una persona sana.

El joven no fue el único. A pesar de haber sufrido daños cerebrales severos que les impiden estar conscientes, un grupo de 23 pacientes en estado vegetativo logró comunicarse con los médicos que los asisten. La actividad cerebral pudo ser registrada mediante una resonancia magnética funcional que captó los movimientos neurológicos de estas personas, durante un estudio realizado por científicos de las universidades de Lieja (Bélgica) y Cambridge (Reino Unido). Este escáner de última generación permite descifrar las respuestas cerebrales de personas sanas con total precisión, pero nunca antes se había probado su uso en pacientes con problemas de habla o movilidad.

“Nos quedamos atónitos cuando vimos los resultados de la exploración del paciente, y que era capaz de responder correctamente a las preguntas que hicimos simplemente cambiando sus pensamientos”, dijo Adrian Owen, del Instituto de Investigación Médica británico (MRC), refiriéndose al caso del belga.

Los resultados del experimento –publicados esta semana por el prestigioso New England Journal of Medicine– reavivan el debate profesional y social sobre el siempre polémico tema de la eutanasia y el derecho a morir, abordados por películas como Mar adentro.

CÓMO SE HIZO
Los médicos requirieron a un grupo de voluntarios sanos y a un grupo de pacientes en coma que se imaginasen jugando al tenis, un pensamiento que estimula la actividad en la corteza cerebral premotora.

En todos los voluntarios, al imaginarse practicando deporte, el escáner mostró el movimiento de esta parte del cerebro. En el caso de los enfermos, ocurrió sólo en 4 de los 23 casos.

Para hacer posible la “conversación”, pidieron al paciente que imaginase alguna actividad motriz, como jugar al tenis, para responder con “sí”, y que imaginase un espacio, por ejemplo las calles de una ciudad, para referirse al “no”, dos pensamientos que distingue fácilmente el escáner.

“Quizás ahora podamos preguntarles si sufren dolor y prescribirles analgésicos, o averiguar cuál es su estado emocional”, aseguró la neuróloga belga Audrey Vanhaudenhuyse, aunque advirtió que “no todos los pacientes en estado vegetativo tienen actividad cerebral”.

El escáner podría igualmente “permitir a los pacientes expresar sentimientos y decidir ellos mismos sobre cuestiones como la eutanasia”, añade el profesor Steven Laureys, de la Universidad de Lieja.

Históricamente, los médicos clasificaron a los pacientes con trastornos de conciencia en “estado de coma” o “estado vegetativo”. Pero la prueba de que incluso después de un daño severo del cerebro puede existir una “mínima pero definitiva evidencia de conciencia” llevó a los expertos en neurociencias a acuñar el término “estado de conciencia mínima”.

Se calcula que en Argentina hay una tasa de entre 2 y 4 pacientes cada 100.000 que se encuentran en estado vegetativo.

Fuente:
http://www.criticadigital.com/impresa/index.php?secc=nota&nid=38031

Se cae un mito: exitosa banda plagió uno de sus más grandes hits



Los australianos de Men at Work se habrían inspirado en una popular canción folk a la hora de escribir su conocido tema "Down Under"

Un tribunal de justicia de Sydney falló que el mítico tema "Down Under", de la banda australiana Men at Work, plagia parcialmente una popular canción folk escrita en 1934.

El magistrado del Tribunal Federal declaró que "hay un suficiente grado de similitudes objetivas entre 'Kookaburra' y 'Down Under' como para pensar que se ha reproducido una parte".

"Kookaburra Sits in the Old Gum Tree" fue escrita por la profesora Marion Sinclair hace 76 años.

"Down Under" copó las listas discográficas de Australia, Estados Unidos y Reino Unido, y se ha convertido en una especie de himno nacional para los australianos, hasta tal punto que fue elegida para cerrar la ceremonia de clausura de los Juegos Olímpicos de Sídney, en 2000.

El juez ordenó a ambas partes que negociasen la cuantía de la compensación, que decidiesen si también debían pagar, además de las discográficas, Colin Hay y Ron Strykert, de Men at Work, y presentarse de nuevo en el juzgado el 25 de febrero próximo con lo acordado.

La compañía demandante, Larrikin Music, calculó que la indemnización económica oscilará entre el 40 y 60 por ciento de los beneficios que obtuvieron Sony BMG Music Entertainment y EMI Songs Australia.

Colin Hay y el guitarrista Ron Strykert se conocieron en 1978 y decidieron montar un dúo acústico para tocar en Melbourne, al que pronto se unió el batería Jerry Speiser.

A mediados de 1979, el teclista Greg Sneddon pasa unos meses con la banda pero no queda convencido y le sustituye Greg Ham.

Ya solo quedaba la incorporación del bajista John Rees para que naciera Men at Work y la edición de su primer LP: "Keypunch Operator", que en la cara B ofrecía una primera versión de "Down Under".

En 1982 salió al mercado "Business us Usual", que barrió en Australia, Estados Unidos y Reino Unido, y en 1983, "Cargo", y un Grammy a la Mejor Actuación Nueva.

Speiser y Rees abandonan el grupo, anunciando la disolución de Men at Work, por no antes de que Hay, Strykert y Ham grabasen un último álbum, "Two Hearts" (1985).

Fuente: EFE
http://www.rosario3.com/ocio/noticias.aspx?idNot=65385

jueves, 4 de febrero de 2010

Sobre como el gobierno (norteamericano) subsidia a las aerolineas

Encontré un post interesante del 30 de Enero de 2006 sobre el tema de las aerolíneas en los EE.UU. y como se mantienen. Me pareció interesante, lo traduje y aquí está.



Hay una discusión en la lista de mails de Interesting-People, el sitio de David Farber, acerca de las formas en que los gobiernos subsidian a las aerolíneas de pasajeros.

Las aerolíneas hablan acerca de “controles” y “libertad de los cielos”, pero en realidad reciben una amplia gama de subsidios, preferencias impositivas y otras formas de tratamiento especial de los gobiernos locales, estatales y federales en los EE.UU. El fenómeno está muy extendido en todo el mundo, aunque los detalles varían entre países.

¿Cómo? Permítanme contar las formas (sin prestar atención al orden)
1.La estructura del control de tráfico aéreo y los aeropuertos son construídas por entidades gubernamentales que están libres de impuestos (consideren los impuestos de carácter inmobiliario y de otro tipo que tendrían que pagar los aeropuertos privados levantados sobre grandes extensiones de tierra en ubicaciones privilegiadas tanto urbanas como suburbanas) con costos de capital por debajo del mercado (bonos del gobierno libres de impuestos).

2.Entrenamiento para pilotos, mecánicos, etc. el cual es provisto por las Fuerzas Armadas sin costo para las aerolíneas. (Pilotos y mecánicos que han sido militares pueden requerir de entrenamiento y certificación adicional para tipos de naves civiles específicas, pero ya han completado miles de horas de vuelos muy caras en experiencia).

3.El control de tráfico aéreo y otros servicios para las aerolíneas es provisto por el gobierno. Las aerolíneas dicen que pagan por estos servicios, pero dejan de lado los impuestos que se pagarían en infraestructura de control de tráfico aéreo y los costos laborales artificialmente disminuídos: dado que a los empleados gubernamentales se les prohíbe hacer paro, se permite que el gobierno imponga de forma unilateral salarios por debajo del mercado).

4.A las aerolíneas se les paga todo el tiempo, incluso cuando sus aviones no están siendo usados, dado que ellas acceden a que sus aeronaves estén disponibles a pedido del gobierno para que formen parte de la Flota de Reserva Aérea. Pero las épocas en las que serían requeridas (épocas de guerra), son por lo general tiempos de tráfico aéreo civil reducido, o sea que de todas formas los aviones estarían ociosos. Y cuando la “Flota de Reserva Aérea” es usada, las aerolíneas cobran tarifas de mercado por vuelos charters del gobierno.

5.Los fondos del gobierno para aeronaves militares subsidia la producción y operación de aeronaves civiles: los fabricantes de aviones y equipamiento asociado no pagan nada por la transferencia de conocimiento desde la investigación militar en aeronaves con fondos del gobierno para desarrollo, fabricación de prototipos, testeo, experiencia de mantenimiento, etc. la cual pasa al sector de aviación civil. La aviación militar provee de un respaldo crítico para las economías de escala así como para la continuidad de las operaciones de los fabricantes de aeronaves, equipos de soporte y servicios relacionados durante los bajones cíclicos en la demanda de aviones civiles. Muchos tipos de aviones civiles son vendidos directamente al ejército, y estas ventas son a menudo esenciales para aumentar la producción y llegar a una situación donde no se gane pero tampoco se pierda.

6.Las aerolíneas están exentas, por sus estatutos, de las leyes federales promulgadas para una competencia justa, lo cual les permite participar en “conferencias de tráfico” de IATA (Asociación de Transporte Internacional) y fijar tarifas standard para el sector.

7.Bajo la cláusula de Deregulación Aérea del 1978, las aerolíneas no deben ajustarse a leyes locales y estatales de protección al cliente. Esto no importaría si el gobierno federal hiciera cumplir leyes similares pero, como el Fiscal General ha puesto de manifiesto, los federales permiten muchas prácticas que aumentan las ganancias de las aerolíneas pero estarían prohibidas por las leyes locales y estatales.

8.Las aerolíneas con base en los EE.UU. están protegidas por ley federal de toda competencia extranjera: ninguna aerolínea con base en cualquier otra parte del mundo puede llevar pasajeros entre puntos dentro de los EE.UU., y no se le permite a ninguna entidad extranjera ser dueña de más del 25 % de las acciones con derecho a voto de ninguna aerolínea con sede en los EE.UU.

Esto también es aplicable a las colonias de los EE.UU.: es ilegal comprar un boleto en una aerolínea extranjera entre Guam y los EE.UU. via Seúl, Taipei o Tokio (aunque a veces los agentes de viaje entregan por error un ticket de este tipo), no importa que este pasaje sea más barato que otro en Continental Micronesia, la única aerolínea norteamericana que ofrece servicio entre esos dos lugares. Uno tiene que comprar dos tickets separados y buscar el equipaje y volver a chequearlo en el punto de transferencia.

Bajos las reglas de “compre norteamericano”, todo viaje con fondos provenientes, incluso en parte, del gobierno de los EE.UU. debe ser hecho en una aerolínea de bandera norteamericana, no importa que cueste más caro que el viaje en una aerolínea extranjera. Donde, como sabe ocurrir, solo hay una aerolínea norteamericana sirviendo un determinado destino, esto les da un monopolio de facto sobre aquellos viajes con fondos del gobierno, lo cual en algunas rutas representa una porción importante de las ganancias (sobre todo en los casos de empleados del gobierno que hacen viajes de último momento, etc.).

Si las aerolíneas realmente quieren estar libres del control y la regulación del gobierno, primero deberían renunciar a los subsidios que reciben así como a los privilegios y protecciones especiales.

Fuente:
http://www.hasbrouck.org/blog/archives/001001.html

miércoles, 3 de febrero de 2010

Recordando a Tomás Eloy Martínez a través de uno de sus artículos: "Argentina: doscientos años de soledad"

La Argentina se ha ido tornando impredecible, un enigma ante el que se estrellan todas las respuestas. ¿Cómo imaginar el futuro inmediato entre las brumas de un país a la deriva?
TOMÁS ELOY MARTÍNEZ 29/10/2009



Historia no es sólo aquello que se cuenta del pasado; es también, y a veces sobre todo, el relato de lo que se omite, de lo que queda en los márgenes. En mayo de 1910 Argentina celebró el primer centenario de su emancipación de la Corona española. Pocos meses después, el adolescente Juan Domingo Perón fue llevado por su abuela paterna al Colegio Militar de la ciudad de San Martín, donde estudió amparado por una beca de misericordia. Venía de un hogar inestable, errante, y en el colegio descubrió el único modelo de familia que conoció en la vida. Se dijo que si aquello era bueno para él, también debía ser bueno para el país.

Con esa escena empieza el siglo XX en Argentina. Tres décadas más tarde, cuando alcanzó el poder, Perón puso en práctica las lecciones de disciplina y orden que había aprendido en la milicia. Organizó el país en torno a la figura de un líder fuerte, carismático, cuya palabra era ley. Si bien esos dictámenes dependían de la aprobación de instituciones formales, como las dos cámaras del Parlamento y las cortes de justicia, las instituciones respondían por lo general a los designios del líder. A ese modelo jerárquico y autoritario pueden atribuirse las alternancias civiles y militares que se sucedieron a partir de 1955 y que cerraron el camino a todos los proyectos de desarrollo. Desde entonces Argentina se convirtió en un campo de batalla entre facciones que se disputaban fragmentos de poder y que obedecían, todas ellas, a diferentes caudillos únicos intolerantes con las ideas de los otros. Cada uno de esos caudillos, a su turno, fue debilitando las instituciones, estimulando formas de corrupción cada vez más sofisticadas y más sometidas a la voluntad de quien estuviera al mando.

El peronismo domina la política argentina aun desde antes de que Perón regresara de su exilio en Madrid en 1973. Con el paréntesis de las dictaduras militares -que trataron, en vano, de aniquilarlo- se ha mantenido en el poder de una manera u otra hasta hoy y es posible que siga prevaleciendo durante otras dos o tres generaciones. Nadie, sin embargo, sabe con certeza qué es el peronismo. Y porque nadie sabe qué es, el peronismo expresa el país a la perfección. Cuando un peronismo cae, por corrupción, por fracaso o por mero desgaste, otro peronismo se levanta y dice: "Aquello era una impostura. Este que llega ahora es el peronismo verdadero". La esperanza del peronismo verdadero que vendrá está viva en Argentina desde hace décadas, como si se tratara de un imposible Mesías que iluminará el fin de los tiempos, cuando el país recuperará la grandeza de una vez para siempre.

Argentina, así, se ha ido tornando impredecible, un enigma ante el que se estrellan todas las respuestas. ¿Cómo imaginar el futuro inmediato, la celebración del segundo centenario de la independencia entre las brumas de un país a la deriva? Las instituciones siguen inestables. A diferencia de lo que sucede en Chile y Brasil, cuando un gobierno sustituye a otro, los técnicos y los cuadros medios del gobierno que se va son desalojados y reemplazados por funcionarios promovidos menos por sus méritos que por afinidad de intereses con el caudillo de turno. Así se derriban proyectos elaborados durante años, se ponen a prueba otros y las buenas experiencias acumuladas se derrochan. El seleccionado argentino de fútbol es una eficaz metáfora del país. Algunos de sus jugadores se cuentan entre los mejores del mundo y los clubes europeos pagan fortunas para tenerlos en sus planteles. En Europa deslumbran pero en Argentina fracasan. Se pasean desorientados por los campos de juego, después de que demasiados entrenadores les han dado directivas opuestas. La grandeza está en la imaginación de todos. Nadie parece resignarse a los límites de la realidad.

También el periodismo pierde la calma. Si el gobierno se crispa, si los humores se enardecen, el periodismo lo imita: se divide en facciones efervescentes, sordas a las razones de los bandos opuestos. El periodismo debería releerse a sí mismo. Muchos de los intereses y principios que defiende y predica hoy son inversos a los que defendía ayer.

A partir de lo que aparece ahora en la superficie de los hechos se vislumbra la silueta de un futuro más bien opaco, que en nada se asemeja al del primer centenario. En 1910 el gran Rubén Darío escribió un largo "Canto a la Argentina" impregnado de una imbatible fe en el futuro. "¡He aquí la región del Dorado, he aquí el paraíso terrestre,/ he aquí la ventura esperada!" La voz del gran Juan Gelman se oscurecía en 2004 al entonar su propio canto a la Argentina: "Cuando el dolor se parece a un país / se parece a mi país. Los/ sin nada envuelven con/un pájaro humilde que/ no tiene método".

En toda la despoblada extensión de Argentina se oyen tambores de guerra. La batalla por conservar el poder o por arrebatarlo es a vida o muerte. Sindicatos adictos al gobierno contra sindicatos adversarios; piquetes contra piquetes. Las calles de las grandes ciudades han entrado en ebullición. La justicia se mueve a paso lento, tratando de proteger las instituciones. Gracias a la justicia, el mejor legado del gobierno Kirchner no se ha perdido en el polvo de las reyertas. Los imperdonables crímenes de la dictadura, los robos de recién nacidos en cautiverio, las torturas despiadadas, los vuelos con prisioneros a los que se arrojaba vivos en el océano y en el río de la Plata, no van a quedar ya sin condena y sin memoria.

Que se haya recuperado la dignidad vuelve aún menos explicable que la educación agonice degradada en sótanos de negligencia que medio siglo atrás parecían imposibles. La influencia de la Iglesia, que ha sido siempre un poderoso factor de regresión e intolerancia, no cesa de crecer. La prédica de los últimos tiempos trata de llamar la atención sobre el escándalo de la pobreza, pero no recuerda que por la pobreza mueren cientos de madres adolescentes en abortos clandestinos y que la mortalidad infantil supera el trece por mil.

Todos los diagnósticos sobre Argentina del futuro inmediato son pesimistas, porque el país pone sus esperanzas muy en alto, evoca las grandezas del pasado y sigue creyendo en una superioridad que las dictaduras militares convirtieron en polvo.

Vale la pena entonces, volver los ojos y preguntarse dónde está ahora Argentina. ¿En qué confín del mundo, centro del atlas, techo del universo? ¿Argentina es una potencia o una impotencia, un destino o un desatino, el cuello del tercer mundo o el rabo del primero?

Siempre se creyó que Argentina estaba en un sitio distinto del que le habían adjudicado la geografía, el azar o la historia. Pero nunca hubo tanto divorcio entre la realidad y los deseos como en estos últimos seis años. Ya en 1810 una de las obsesiones argentinas era alcanzar la grandeza. Lo que ahora obsesiona al país es el miedo a la pequeñez. Para evitar ese derrumbe, se oye repetir una y otra vez: Somos grandes, estamos entre los grandes. La única lástima es que los grandes no se dan cuenta.

"Estamos llamados a iniciar una nueva era", escribía Juan Bautista Alberdi en 1838. Y después Sarmiento, Mitre, Martí, Roca, Darío: todos se sumaron al coro, todos esperaban que la grandeza se manifestara de un momento a otro. ¿Dónde estábamos entonces, en qué lugar? Éramos un inagotable cuerno de la abundancia: los ganados y las mieses se derramaban por los costados.

Hacia 1928, las estadísticas señalaban que Argentina era superior a Francia en número de automóviles y a Japón en líneas de teléfonos. A fines de 1924, el poeta nacional Leopoldo Lugones proclamó que los militares eran los "últimos aristócratas" del espíritu y les exigió que, espada en mano, ejercieran su "derecho de mejores", con la ley o sin ella y emprendieran cruzadas para imponer un "orden nuevo". Las sucesivas cruzadas de los "aristócratas del espíritu" -que culminaron en la guerra de las Malvinas, en los campos de concentración de la dictadura y en los cementerios de desaparecidos-, precipitaron el país en un desastre para el que todavía busca salida.

Pertenecer a lugares a los que sólo Argentina cree pertenecer; imaginarse árbitro, mediador, factor de decisión en pleitos a los que no ha sido invitada: tales son las antiguas maldiciones de la nación, los signos alarmantes de un destino descolocado. Los países del primer mundo se distinguen, a grandes rasgos, por tener seguros de desempleo, escasa o nula mendicidad, bajísimo índice de mortalidad infantil, educación laica, gratuita y obligatoria. Y trenes. Sobre todo trenes. Los trenes (más que cualquier otro medio de transporte) son el termómetro de cuándo un país anda bien y cuándo no. Vaya a saber por qué, pero la modernidad se mide a través de vagones puntuales, frecuentes y limpios, como lo descubrieron los alemanes del este cuando cayó el Muro y pudieron viajar, deslumbrados, en la segunda clase del expreso Francfort-Hamburgo.

Mucha de la infelicidad argentina nace de una lección que la realidad siempre contradice. A los niños se les enseña en las escuelas que son hijos de un país grande acechado por desgracias de las que no es responsable. Nunca le será fácil alcanzar la dicha a un país que cree tener menos de lo que merece y que desde hace décadas imagina que es más de lo que es. "¿Cómo se vive allá, en América Latina?", me preguntaba un amigo cuando volví del exilio. Argentina no estaba, entonces, en América Latina sino en ninguna parte: ni en el continente al que pertenecía por afinidad geográfica ni en la Europa a la que creía pertenecer por razones de destino. Estaba, como quien dice, en el aire. Lo peor es que cuando tenga que bajar, no sabrá dónde.

Fuente:
http://www.elpais.com/articulo/internacional/Argentina/doscientos/anos/soledad/elpepuint/20091029elpepuint_3/Tes?print=1

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