El encuentro fue el primero en su tipo y visibilizó la producción de una industria en constante expansión. Un proveedor asociado a Alma Rural (Grupo INTA) entre los ganadores.
Concurrencia, jurados y equipo de trabajo del Primer Mundial del Alfajor (Fotos: J.J. Soria) |
Por Claudio Pairoba*
Ligado a recuerdos de la infancia que se transforman en una presencia cotidiana en nuestra vida adulta, sus hábitos de preparación y consumo hacen que el alfajor, palabra derivada del vocablo árabe "al-hasú" que significa "el relleno", forme parte de nuestra cultura. Esta confitura llega a la península ibérica de la mano de las invasiones árabes y de allí a América en el siglo XV. Aquí tuvo nuevas modificaciones hasta convertirse en el popular producto que conocemos en la actualidad. Hoy en la Argentina se consumen alrededor de 6 millones de alfajores por día.
Con estos antecedentes históricos y de popularidad es llamativo que hasta hace poco no haya habido un encuentro de proporciones con objetivos de premiación, ventas y visibilización de esta actividad. Esto es lo que detectaron Juan José Soria y Juan Sardella quienes pusieron manos a la obra para organizar el primer Mundial del Alfajor que tuvo lugar los días 4 y 5 de agosto en la ciudad de Buenos Aires. El evento coincidió con la primera feria del sector desarrollada entre el 1 y el 5 de agosto por estos mismos emprendedores. El encuentro internacional permitió conocer productos innovadores además de premiar trabajo y creatividad. Por su parte, la feria se constituyó en el ambiente propicio para que la numerosa concurrencia probara los variados productos allí expuestos.
Juan José Soria, la jurado Carolina Balverdi y uno de los ganadores nos cuentan sus experiencias.
La experiencia de un organizador
¿Cómo surge la idea del Mundial del Alfajor?
Juan José Soria: soy licenciado en Tecnología de los Alimentos especializado en Estadística y Análisis Sensorial de Alimentos. Trabajé en varias multinacionales en este tema. Como soy emprendedor se me ocurrió empezar a aplicar estas técnicas como una herramienta de marketing al tema industrial y lo que es el conjunto de datos para la decisión en las empresas. El formato del Mundial del Alfajor, lo venimos haciendo en otras industrias y con otros nombres, pero siempre aplicando lo que es el concepto de competencia basado en alguna técnica de análisis sensorial bastante robusta para entregar premios.
Por ser la primera vez, ¿con qué cuestiones se encontraron?
No teníamos al mundo del alfajor como uno que se adaptara fácilmente a esta estrategia pero lo hizo. Así que desde nuestro punto de vista tiene muy buena facilidad de competir porque lo hace en la góndola. Allí vos ves, en cualquier kiosco o almacén, una sana competencia entre las marcas muy grandes y las muy chiquitas de emprendedores. Ese hecho es un dato que nos dio bastante información como para poder animarnos a hacer este evento.
Hicimos una convocatoria de 12 jurados, todos expertos de una u otra manera. Tuvimos reposteros, periodistas gastronómicos, personas que están validadas para poder hacer este trabajo. Hubo concursantes nacionales y del exterior: Uruguay, Paraguay, Perú, Brasil, Ecuador y Canadá.
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Hubo 15 categorías y en cada una se entregaban tres medallas (oro, plata, bronce). Todos los ganadores de la medalla de oro pasaban a la última ronda donde se elegía al mejor alfajor del mundo.
La ganadora fue una empresa de Mar del Plata con un alfajor simple de chocolate relleno con mousse al licor. Después son más de 30 las empresas, de la Argentina y el exterior, que han ganado y se las puede consultar en nuestra página web.
Podemos decir que la iniciativa fue exitosa.
Así es. Pusimos manos a la obra y convocamos gente. Después cuando vimos que teníamos muy buenas respuestas ideamos una feria que pasó a ser la primera del sector a nivel nacional. Convocamos a más de 25 empresas que expusieron todos sus productos y durante una semana estuvieron vendiendo sus alfajores. Las empresas traducen estos premios en más ventas y en mejores condiciones para salir a competir y encontrar nuevos distribuidores y clientes.
Jurados, productos y concurrencia del Primer Mundial del Alfajor (Fotos: J.J. Soria) |
¿Objetivos a futuro?
El Mundial del Alfajor es un evento que llegó para quedarse permitiendo que las empresas, más que nada las pymes, tengan un lugar donde poder expresarse, mostrar sus productos e innovaciones. Mostrar que tienen ganas de competir con muy buena calidad y que realmente hacen un alfajor premium. Lo repetiremos quizás en un lugar más grande. La feria tuvo más de 16.000 visitantes, ocho exposiciones de diferente índole, investigaciones sobre el alfajor y tres presentaciones de libros.
Fue un evento de lujo con cobertura de prensa tanto nacional como internacional ya que es un producto que gusta y que es sinónimo de la cultura argentina y de la pyme familiar. Todas estas características han podido ser expresadas en el evento.
Este enorme trabajo lo hicimos con mi socio Juan Sardella, quien es especialista en marketing. Yo me encargué de toda la cuestión técnica para que salga bien y él se encargó de toda la cuestión de marketing para difundirlo y hacerlo más masivo.
¿Cuándo lo repiten?
El próximo año tenemos dos fechas importantes: la repetición de este evento y volver a concretar un encuentro, la Buenos Aires International Olive Oil Competition. Una competencia internacional del aceite de oliva que se hizo por primera vez en Buenos Aires y con la cual tuvimos muy buena repercusión internacional incluyendo a más de 10 países. Seguimos apostando a este tipo de eventos que generan muy buena repercusión en los ambientes donde los aplicamos.
La opinión de una jurado
¿Cómo fue participar del Mundial del Alfajor?
Carolina Balverdi: como periodista enogastronómica es la primera vez que me convocan para ser jurado de un certamen de esta naturaleza. Fue un gusto además de una tarea extremadamente agotadora en un evento muy exitoso. Creo que ni los propios organizadores esperaban semejante nivel de convocatoria. De repente nos encontramos con más de 300 muestras que teníamos que catar. Éramos 12 jurados, y los organizadores nos dividieron en dos grupos de seis para que cada uno catara una media de 150 muestras. Fueron dos días intensísimos desde las 10 de la mañana hasta las 7 u 8 de la noche, catando con intervalos. Como sommelier puedo distinguir cuando el chocolate es bueno, a qué tengo que prestar atención, cómo es la percepción organoléptica de ese producto. Lo mismo con el dulce de leche, pero catar el alfajor en su conjunto fue algo nuevo para mí y aprendí mucho.
Carolina Balverdi, una de las jurados convocada (Foto: C. Balverdi) |
¿Qué balance te deja?
Lo más importante es que esto fue una vidriera para los miles de pequeños productores que tenemos en nuestro país y que están haciendo cosas maravillosas, con proyectos completamente a pulmón. Es muy positivo que salgan más a la luz todos sus productos y todo el trabajo que están llevando adelante. En la Argentina se consumen, según la Cámara de Distribuidores de Golosinas, más de 6 millones de alfajores por día. Si a eso le agregamos el circuito artesanal del cual te estoy hablando, imagínate que es muchísimo más. Por eso no dejo de preguntarme cómo a nadie se le ocurrió antes hacer esto.
Hubo muchos alfajores de Paraguay, Brasil, Uruguay, proyectos de Canadá, de argentinos que viven en el exterior. El 70 % de los que participaron eran artesanales y, de hecho, en la semana del certamen se hizo una feria de productores en la cual estaban los que participaron. Fue increible ver su felicidad cuando se les agotaba la mercadería y tenían que cerrar antes el stand e irse a producir para el otro día porque si no, no llegaban con los stocks. Eso me parece lo más importante porque fue dar una mano increíble.
El balance de uno de los ganadores
Alfajores “Oki-oki” obtuvo la medalla de plata en la categoría “Mejor sabor exótico” con su producto “AlFerneé”, relleno de dulce de leche con un toque de fernet. La otra propuesta que presentaron fue “Alfavodka”, relleno con dulce de leche y vodka. Gerardo Seghezzi, uno de los directivos de la empresa, nos cuenta sobre la misma y cómo fue participar del Mundial del Alfajor.
¿Cuándo se creó y cómo está formada la empresa?
Somos una pyme de San Francisco, provincia de Córdoba, fundada el 1 de diciembre del 2012. Comenzamos con alfajores tradicionales, blanco y negro rellenos con dulce de leche. Luego fuimos agregando otras variedades. En 2018 creamos “AlFerneé”, el cual fue presentado en ExpoAgro a través del Ministerio de Agricultura y Ganadería de la provincia de Córdoba, en vidriera productiva, un sector dedicado a las pymes y que se presenta en ferias provinciales, nacionales e internacionales.
La empresa consta de la titular que es mi señora, yo como gerente, mi hijo y cinco empleados. Hemos ampliado la planta de producción en un 50 % y hoy estamos con una producción estable de entre 2000 y 2.500 docenas diarias, un número importante para una pyme familiar a nivel mensual. Estamos creciendo, tranquilos, despacio y a paso firme.
Un alfajor tan novedoso debe haber tenido impacto.
Desde su lanzamiento no nos deja de dar satisfacciones ya que ha hecho crecer notablemente la empresa. Hoy nuestro fuerte es la provincia de Córdoba. A partir de “AlFerneé” pudimos extender nuestra cobertura primero a nivel nacional haciendo todo lo que es la Argentina con presencia en 19 provincias. Ahora estamos tratando de crecer en Capital Federal. También estamos en varios aeropuertos del país.
¿Próximos pasos?
Además del crecimiento a nivel nacional estamos evaluando el internacional. Hemos hecho, a través de terceros, dos exportaciones a EE.UU. En estos momentos estamos en tratativas con gente de Perú y Uruguay. Se está analizando el producto y los procesos para darle una vida útil superior a la que tiene, que es de 90 días, para poder agilizar un poco más las exportaciones. Con “AlfaVodka” también hemos ganado mercados.
Por otra parte, estamos buscando distribuidores, negocios nuevos que quieran implementar nuestro producto. Todos aquellos que quieran hacerlo pueden conectarse por nuestras redes sociales: Instagram alfernee2018, Facebook y nuestra página.
Oki-Oki en Rosario
Oki-Oki es un proveedor asociado del proyecto institucional de Alma Rural – Almacén INTA, el proyecto del Grupo INTA ubicado en el Mercado del Patio que tiene como misión conectar pequeños productores con consumidores estimulando su desarrollo comercial, productivo y sociocultural. Lisandro Giampietro, encargado del local, comenta su experiencia en la comercialización de estos dos productos.
LG: el alfajor en sí llama la atención por su novedad, dado que tiene incorporado fernet y también el “AlfaVodka” sale de lo tradicional. Como producto vemos que gusta mucho y al cliente le llama la atención la novedad de encontrarse con un alfajor que usa el fernet artesanal de Guillermo Beney, el cual también comercializamos.
*Bioquímico,
farmacéutico y doctor por la Universidad Nacional de Rosario. Master en
Análisis de Medios de Comunicación y Especialista en Comunicación
Ambiental. Miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.
Notas relacionadas
Cuál es el origen del alfajor y cómo se convirtió en un ícono nacionalhttps://www.lanacion.com.ar/sociedad/cual-es-el-origen-del-alfajor-y-como-se-convirtio-en-un-icono-nacional-nid2044971/
Alma Rural: el INTA explora la comercialización solidaria
http://planetciencia.blogspot.com/2020/07/alma-rural-el-inta-explora-la.html
"Alma Rural" celebra una alianza comercial con "Fit Market"
http://planetciencia.blogspot.com/2021/02/alma-rural-celebra-una-alianza.html
Alquimista de las hierbas serranas, Guillermo Beney elabora en Cura Brochero la primera receta de fernet argentino
https://bichosdecampo.com/alquimista-de-las-hierbas-serranas-guillermo-beney-elabora-en-cura-brochero-la-primera-receta-de-fernet-argentino/
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