miércoles, 4 de mayo de 2016

Proyectan un rascacielos de madera de 80 pisos en Londres

Tendrá 300 metros de altura y sería el más alto del mundo. Sus creadores destacan sus beneficios, como son los recursos renovables o la reducción de costes, entre otros. 







Londres puede contar pronto en su skyline con un rascacielos de madera, tras la presentación al ayuntamiento de la ciudad de planes conceptuales de un edificio de 80 pisos y 300 metros de altura. Investigadores del Departamento de Arquitectura de la Universidad de Cambridge están trabajando con PLP Architecture y la consultora de ingeniería Smith y Wallwork sobre el futuro desarrollo de edificios altos de madera en el centro de Londres.

El uso de madera como material estructural en edificios altos es un área de interés por su variedad de beneficios potenciales emergentes; el más obvio es que se trata de un recurso renovable, a diferencia de los métodos de construcción que utilizan hormigón y acero. La investigación también vislumbra otros posibles beneficios, tales como la reducción de costes y la mejora de los plazos de construcción, el aumento de la resistencia al fuego, y una reducción significativa en el peso total de los edificios.

Las propuestas conceptuales que se están desarrollando crearían más de 1.000 nuevas unidades residenciales en una torre de 300.000 metros cuadrados de uso mixto y terrazas de mediana altura en el centro de Londres, integrados en el Barbican.





Michael Ramage, Director del Centro de Innovación con Materiales Naturales de la Universidad de Cambridge, dijo: «Barbican fue diseñado a mediados del siglo pasado para llevar la vida residencial a la ciudad de Londres - y fue exitosa. Hemos puesto nuestras propuestas en Barbican como una forma de imaginar lo que el futuro de la construcción podría ser en el siglo 21».

«Si Londres va a sobrevivir necesita densificar su población otra vez. Una forma es levantar edificios más altos. Creemos que las personas tienen una mayor afinidad por los edificios más altos en materiales naturales en lugar de por las torres de acero y hormigón. La premisa fundamental es que la madera y otros materiales naturales son enormemente malgastados, y no les damos suficiente crédito. Casi cada edificio histórico, desde la capilla de Kings College a Westminster Hall, ha hecho un amplio uso de la madera».





El tipo de madera que estos nuevos edificios usarían es considerada como un «cultivo». La cantidad de bosque de cultivo en el mundo está actualmente en expansión. Canadá por sí sola podría producir más de 15.000 millones de metros cúbicos de bosque de cultivos en los próximos 70 años, lo suficiente como para albergar a alrededor de mil millones de personas.

En la actualidad, el edificio de madera más alto del mundo es un bloque de apartamentos de 14 plantas en Bergen, Noruega. Las propuestas presentadas en Londres incluyen conceptos para una torre de madera de casi 300 metros de altura, lo que lo convertiría en el segundo edificio más alto en Londres tras el Shard.

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domingo, 1 de mayo de 2016

Dura sanción a una ciclista por “dopaje electrónico”

Femke Van den Driessche fue suspendida por seis años por utilizar un motor oculto en su bicicleta. La joven de 19 años renunció a su defensa y puso fin a su carrera deportiva. 

La ciclista de 19 años fue suspendida por seis años por "dopaje electrónico". //AFP
La ciclista de 19 años fue suspendida por seis años por "dopaje electrónico". //AFP



La decisión de la Unión Ciclista Internacional, a través de su comisión disciplinaria, es ejemplar: “La señorita Femke Van den Driessche es declarada culpable (de fraude tecnológico). Ella ha sido suspendida por un período de seis años a contar desde el 11 de octubre de 2015”.

La corredora belga de 19 años fue asimismo sancionada con una multa de 20.000 francos suizos (18.180 euros), y privada de sus títulos, especialmente el campeonato de Europa sub-23, y el campeonato de Bélgica.

Esta decisión se produjo a raíz del descubrimiento de un motor eléctrico “escondido en el interior de una de las bicicletas de la ciclista belga” durante los controles realizados en la carrera de menores de 23 años de los recientes Campeonatos del Mundo de ciclocross en enero en Heusden-Zolder (Bélgica), precisó la Unión Ciclista Internacional desde su sede de Aigle, en Suiza.

Femke Van den Driessche, que debía comparecer el 15 de marzo, renunció a su defensa y anunció poner fin a su carrera deportivo con efecto inmediato.

Ciclismo, de nuevo en punto de mira. Este primer caso constatado de ‘dopaje tecnológico’ causó gran revuelo a comienzos de año ya que confirmaba los sospechas más o menos recurrentes desde 2010, dirigidas a Fabian Cancellara y su demostración de fuerza en las ‘clásicas’ del pavés (Tour de Flandes, París-Roubaix). Ninguna prueba pudo aportarse que revelara la trampa del corredor suizo, y los episódicos controles posteriores realizados por la UCI nunca demostraron la menor irregularidad.

Pero las sospechas al respecto no se han acallado, y han salido a la palestra en cada actuación brillante de un corredor. Fue el caso de la aplastante superioridad mostrada por el británico Chris Froome en el Mont Ventoux y La Pierre-Saint-Martin en el Tour de Francia. Un reportaje reciente emitido en la televisión francesa abordaba esos interrogantes.

Método ‘eficaz’ según la UCI. “Este nuevo método de control se ha revelado extremadamente cuando se ha probado en la búsqueda de motores escondidos o en otras formas de fraude tecnológico. En efecto, detecta rápidamente los motores, los campos magnéticos y los objetos sólidos camuflados en los cuadros o en otros componentes”, subrayó la UCI.

La federación preciso haber realizado 274 controles en los campeonatos del mundo en pista, 216 en el Tour de Flandes, 232 en la París-Roubaix) y aseguró su voluntad de combatir ese fraude “en todas las disciplinas y a lo largo de todo el año”.

“Hemos invertido considerables recursos en el desarrollo de esa nueva y eficaz tecnología de escáner, y hemos igualmente endurecido las sanciones”, reaccionó el presidente de la UCI, el inglés Brian Cookson, citado en el comunicado.

“Este caso constituye una gran victoria para la UCI y todos los aficionados, corredores, y equipos que desean estar seguros de que esta trampa será erradicada de nuestro deporte”, añadió.

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lunes, 25 de abril de 2016

Bacterias que atacan cítricos


Ivana Kraiselburd, docente-investigadora de la UNR nos cuenta su trabajo y experiencias durante el cursado del doctorado. Por qué estudió Biotecnología, la importancia de la docencia y cuestiones a tener en cuenta al momento de cursar la carrera.






Ivana Kraiselburd es una reciente doctorada y docente  de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (Universidad Nacional de Rosario, UNR) quien desarrolló su trabajo de investigación en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (UNR-CONICET).

Su tesis doctoral “Efecto de la luz sobre las interacciones entre Xanthomonas citri subsp. citri y plantas hospedadoras” dirigida por la Dra. Elena Orellano, recibió el premio año 2014 dentro del Programa de Promoción de las Actividades Científico-Tecnológicas y de Innovación de la Provincia en al área Agropecuaria, entregado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación de la provincia de Santa Fe.



Durante la entrevista (ver video) Ivana habla sobre la bacteria Xanthomonas citrii como patógeno de cítricos, las consecuencias económicas de la enfermedad, sus descubrimientos durante el trabajo experimental para obtener su doctorado, su vocación por la Biotecnología y la importancia de la docencia en su desarrollo científico.

A título personal
Ivana Kraiselburd
Licenciada en Biotecnología
Doctora en Ciencias Biológicas por la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, Universidad Nacional de Rosario.
Docente de la asignatura Biología Molecular de la Licenciatura en Biotecnología, Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, Universidad Nacional de Rosario.

sábado, 16 de abril de 2016

Se realizó el Simposio Internacional de Biotecnología UNR-UNU BIOLAC

Tuvo lugar en Sede de Gobierno de la UNR con la presencia de investigadores locales e internacionales y gran cantidad de asistentes . 







Organizado por el Programa en Biotecnología para América Latina y el Caribe de la Universidad de las Naciones Unidas (UNU BIOLAC) y la Universidad Nacional de Rosario (UNR) a través de su Secretaría de Ciencia y Tecnología tuvo lugar el Primer Simposio Internacional de Biotecnología UNR-UNU BIOLAC. El encuentro se desarrolló en el Salón Sur (Sede de Gobierno UNR) durante la tarde del 5 de abril y contó con la presencia de investigadores locales e internacionales quienes expusieron los resultados de sus proyectos con aplicaciones biotecnológicas.
El encuentro comenzó con palabras de bienvenida de la Secretaria de Ciencia y Tecnología de nuestra universidad, Dra. Elena Orellano, quien se encontraba presente junto a la subsecretaria Dra. Estela Alvarez.

Reflexiones
Esteban Serra, miembro del comité científico asesor del programa UNU BIOLAC y decano de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas (UNR), dió detalles de las actividades desarrolladas.
¿Cómo surgió la posibilidad de organizar el simposio?
Por una invitación del coordinador, Iván Galindo. Yo me incorporé al comité científico asesor hace un año y medio. La reunión de este comité va rotando y me pidieron si la UNR podía ser huésped y organizarla en Rosario. Esto se habló con el rector, teniendo en cuenta una cuestión protocolar porque venía uno de los rectores de la Universidad de las Naciones Unidas. Se acordó la fecha y que la UNR oficialmente reciba y sea un poco la hospedadora del encuentro.
¿Cuál es el balance general?
Al margen del simposio, que de por sí tiene un balance positivo, en la reunión se revisó la actividad del Programa BIOLAC de los últimos doce meses y se fijaron algunas líneas de trabajo para los próximos doce meses. Este trabajo está a cargo del comité científico asesor, el cual se reúne una vez al año para revisar y evaluar.
Nosotros funcionamos como un comité que evalúa el avance del programa. Se hicieron las presentaciones correspondientes y se revisaron los números, la cantidad de cursos y los procedimientos que se están utilizando. En base a esto se dieron recomendaciones para la mejora. En este caso se trabajó bastante para mejorar la difusión de las actividades de la UNU BIOLAC y también para producir algunos cambios en el sistema de evaluación interno. Esperamos que con los cambios en difusión habrá más propuestas.
También se discutió sobre la posibilidad de tener mecanismos de evaluación  más eficientes.

¿Cómo pueden hacer los interesados en contactarse con la UNU BIOLAC para ofrecer sus cursos?
Se puede chequear en la página. Este año va a estar abierta la convocatoria. En la reunión se acordó que, a partir del año que viene, habrá dos llamados anuales para el semestre equivalente del año siguiente. También habrá un formulario nuevo.
Hay cuatro áreas prioritarias, definidas en la página web, en base a las cuales se pueden financiar los cursos.
En el intervalo, el Dr. Galindo me dijo que, de las presentaciones que se escucharon, le pareció que había algunas que merecían ser convocadas para cursos ya que están entre los temas prioritarios de UNU BIOLAC.

sábado, 9 de abril de 2016

¿Qué pretende usted de mí?

Corre el año 3016, y un experto en docencia universitaria propone cambiar de manera radical el modo de enseñar. El siguiente es un fragmento de su exposición: “Este año puede ser el de la revolución educativa. Intentaremos mejorar los resultados …





Por Alejandro Olivieri*

Corre el año 3016, y un experto en docencia universitaria propone cambiar de manera radical el modo de enseñar. El siguiente es un fragmento de su exposición: “Este año puede ser el de la revolución educativa. Intentaremos mejorar los resultados de los exámenes e incrementar el interés estudiantil por los conocimientos científicos, empleando un concepto absolutamente revolucionario. En un recinto relativamente pequeño, un grupo de estudiantes se encontrará personalmente con un docente humano, en lugar de conectarse digitalmente con un dispositivo de educación virtual, un robot o un repositorio digital de información científica”.

“De ese modo –continúa el experto– se podrá visualizar la mente del docente trabajando en tiempo real, observar cómo aquel razona, se detiene antes de escribir la próxima ecuación, o incluso se equivoca, retrocede y modifica su relato. Se le podrá preguntar y repreguntar, interpelarlo si no se comprende un concepto, o corregirlo si se cree detectar un error, actividades imposibles en la actualidad”.
Y detalló: “Para comunicar los conocimientos, el docente dispondrá de un dispositivo plano que cubrirá casi toda la pared ubicada detrás suyo, de color negro, similar a una pantalla táctil pero de mayor tamaño y de consistencia sólida. Escribirá sobre su superficie mediante un segundo dispositivo, de reciente desarrollo, consistente en un pequeño cilindro de unos diez centímetros de altura y un centímetro de radio, compuesto básicamente de yeso, que al ser apoyado sobre la pantalla negra deja un rastro visible de color blanco. Este singular efecto se debe a que pequeñas partículas de yeso quedan adheridas a la pantalla, de donde pueden luego quitarse pasando sobre ella un trozo de paño. El dispositivo de escritura se asemeja a lo que antiguamente se denominaba tiza, pero contiene, además de yeso, un polímero estructurado que impide que el polvo se disperse por el aire, tanto durante la escritura como el borrado, evitando así potenciales inconvenientes en las vías respiratorias del docente …”.

Ciencia y ficción
Lo anterior no es completamente original. La idea proviene del capítulo titulado Lo antiguo y lo definitivo, que integra el libro Los secretos del universo y otros ensayos, cuyo autor es el novelista de ciencia ficción y divulgador científico Isaac Asimov.

Frente a un futuro presuntamente dominado por el video como único medio de lectura, y en el que los libros no existen, el ensayo plantea la necesidad de una cinta de video que se pueda controlar por la voluntad humana, deje de correr en el momento mismo en que se aparte la mirada, se ponga en marcha en cuanto se le vuelva a prestar atención y corra más rápido o más despacio, hacia adelante o hacia atrás, dependiendo sólo de los deseos del usuario.

Una cinta autónoma, fácilmente transportable, absolutamente privada y que no consuma energía. Describe así el redescubrimiento del libro impreso, tal como más arriba se redescubren la tiza y el pizarrón en un futuro lejano sin clases presenciales.

Quiero usar esta idea como base para reflexionar acerca de los cuestionamientos que vengo escuchando, desde hace un tiempo, a la clásica clase teórica, llamada también, en forma un tanto despectiva, “magistral”.

Lo magistral
A propósito, convendría consultar el diccionario de la Real Academia Española en relación con el adjetivo “magistral”. Recién en tercer lugar se registra una acepción de cariz negativo, referente al uso de modales afectados o de un tono engreído en el lenguaje. Sin embargo, la segunda acepción es elogiosa, y reconoce que “magistral” se aplica a una acción realizada con maestría. Desde que lo supe, tengo menos vergüenza en llamar a nuestras clases teóricas de ese modo.

La crítica más difundida a la clase magistral es que se trata de una exposición continua por parte de un docente, sin participación del estudiante. En esta visión, al primero le corresponde un rol activo, al segundo uno pasivo, y la información fluye en un único sentido. Es por esto que se pretende abolir la clase magistral, reemplazándola por sucedáneos menos aburridos, más interesantes y motivadores, con mayor convocatoria hacia los jóvenes de hoy.

Se proponen como alternativas distintos medios digitales, conexiones a internet, audiovisuales animados, videos y otras herramientas modernas, capaces de captar la atención de la juventud actual con mayor eficiencia. Estos ingenios estarían fatalmente destinados a suceder a la clase magistral, declarada obsoleta y en franco proceso de extinción.

Dinosaurio vivo
Pero, ¿reside el problema en la propia clase magistral, que por definición es deficiente para transmitir conocimientos y fomentar el espíritu crítico y el razonamiento científico, o la cuestión se centra en la manera en que se la aplica? ¿Está la clave en la herramienta o en el modo en qué esta se usa? ¿Se trata, por así decirlo, de un cuchillo útil para dividir un pan y sosegar el hambre, o de un puñal afilado que amenaza el corazón de la comunicación docente-estudiante?

En mi opinión, el dinosaurio magistral puede estar más vivo de lo que aparenta, y haríamos bien en dotarlo de movimiento en lugar de dejarlo expuesto en la vidriera de un museo. Si la iniciamos con una adecuada introducción al tema, si la organizamos y desarrollamos correctamente, si le damos enfoques variados, si la ilustramos con ejemplos, si proponemos una discusión crítica y aceptamos diferentes puntos de vista, la clase magistral seguirá siendo el mejor complemento de las actividades de laboratorio o de campo para la enseñanza de la ciencia.

Cumpliendo en primer lugar con la premisa de un contenido curricular preciso, podemos hacerla también entretenida, sin más secreto que variando el tono de voz, pasando de temas serios a banales, hasta contando un chiste si es pertinente, y por supuesto intentando en todo momento dar participación a los estudiantes. Estos simples recursos podrían asegurarnos el logro de dos éxitos simultáneos: uno duradero y sólido, disfrutar del avance de nuestros educandos, otro efímero y frágil: verlos sonreír. Es preciso también, claro, que la propia audiencia intervenga de buena fe en el juego colectivo, y concurra con genuino espíritu participativo. De lo contrario, ni la más histriónica de las actuaciones logrará el objetivo buscado.

Multifuncionalidad
En el actual contexto, los profesores universitarios debemos ocuparnos de clases, exámenes y consultas, y además planificar, organizar, supervisar y gestionar proyectos de investigación científica, completar formularios por una casi infinita variedad de motivos, escribir y corregir informes de becarios, doctorandos, tesinistas y pasantes, redactar trabajos científicos y artículos de divulgación, participar en reuniones de variada índole, recibir en nuestros laboratorios, atender y acompañar a colegas nacionales y extranjeros, actuar en diversas comisiones evaluadoras y en jurados de concursos, tesis y tesinas, y atender la solicitud de servicios y asesorías técnicas. Al parecer, pesa también sobre nosotros la responsabilidad de motivar a los estudiantes y aumentar su presencia y nivel de participación en las clases, buscando, adoptando y desarrollando nuevas herramientas de comunicación compatibles con las necesidades de las actuales generaciones, en reemplazo de la vieja y entrañable clase magistral. Es por eso que el título de este escrito repite la ya memorable pregunta, hoy formulada por un docente al sistema universitario: ¿Qué pretende usted de mí?

(*) Profesor del Departamento de Química Analítica de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas, UNR

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Virus Sincicial Respiratorio: convocan a participar en estudio para vacuna infantil

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