Por Nora Bär | LA NACION
En
un panorama frecuentemente dominado por promesas sin fundamento e
ilusiones que no se cumplen más que en un puñado de trastornos de la
sangre, el Incucai acaba de aprobar el primer ensayo clínico del uso de
células madre en neurología que se realiza en el país.
Científicos de Fleni y el Cemic estudiarán la seguridad
y efectividad de estas entidades, que en cuanto se advirtió su
capacidad para reparar los tejidos fueron llamadas "la mina de oro de la
biología". Las emplearán para tratar las secuelas del accidente
cerebrovascular (ACV) o ataque cerebral.Como corresponde, la investigación se realizará en forma absolutamente gratuita y con el consentimiento informado de los participantes, y forma parte del Programa Binacional de Terapia Celular (Probitec), una iniciativa conjunta de Brasil y la Argentina. Participan seis centros del país vecino, coordinados por la Universidad de Río de Janeiro, y los dos locales, con Fleni como centro coordinador.
"El programa cuenta con financiación de los ministerios de Ciencia de ambos países -cuenta el doctor Sebastián Ameriso, jefe del Departamento de Neurología Vascular de Fleni e investigador principal del proyecto, que trabajará junto con los doctores Gustavo Sevlever , de Fleni, y Marina Romano, de Cemic, entre otros-. En estos casos es imprescindible, porque no hay una medicación de por medio que pueda interesar a una compañía privada: el «medicamento» lo preparamos nosotros." Estas células que se pondrán "bajo la lupa" durante los próximos tres años en 140 personas, son capaces de dividirse sin perder sus propiedades o de transformarse en los distintos tejidos del organismo cuando reciben las señales indicadas o se encuentran en las condiciones adecuadas. Para ser admitido en el estudio, los pacientes deberán haber padecido un ACV de la arteria cerebral media (un cuadro considerado entre moderado y grave) de entre seis horas y siete días de evolución.
El tratamiento consistirá en realizarles una punción de médula ósea para obtener las células madre, e inmediatamente procesarlas para identificar las que tengan la capacidad de producir factores neurotróficos (proteínas que protegen a las neuronas).
Tras este procedimiento, que en manos experimentadas como las de los hematólogos de Fleni y Cemic, expertos en trasplante de médula ósea, dura un par de horas, millones de esas células teóricamente prodigiosas serán inyectadas en la arteria media ingresando por la carótida.
"En algún momento se pensó que las células madre implantadas se convertirían en neuronas -explica Amerise-. Pero hoy sabemos que esto no es viable, porque se encuentran en un ambiente en el que no pueden desarrollarse y no establecen conexiones con el resto. En muchos casos, aunque se ubiquen en la lesión, no sobreviven mucho tiempo. En cambio, lo que se ha visto con estudios de tomografía de emisión de positrones (PET, según sus siglas en inglés) es que estas células productoras de factores neurotróficos son reconocidas y establecen un «diálogo» con las neuronas, y quedan fijas en la zona del infarto varios días durante los cuales las sustancias protectoras que segregan ayudarían a una mejor recuperación."
Datos preliminares
Según explica el especialista, ya existen estudios piloto en seres humanos con este mismo protocolo en Brasil, España y Gran Bretaña, y los resultados serían alentadores.La efectividad del tratamiento se evaluará con un instrumento de los Institutos Nacionales de Salud de los Estados Unidos, que mide mejoría de los déficits motores, de lenguaje, visuales o cognitivos, a corto o mediano plazo, en una escala aceptada mundialmente de entre 0 y 21 puntos.
En la actualidad no hay tratamientos probados con células madre para reemplazar los tejidos dañados o lesionados por patologías neurológicas. "Los mecanismos por los que las células trasplantadas pueden inducir la recuperación funcional todavía no se entienden completamente -dice Ameriso-, pero es posible que los efectos se deban a la liberación de factores tróficos o la modulación de los fenómenos inflamatorios."
Los únicos usos establecidos de las células madre son los destinados a tratar enfermedades mediante el trasplante de médula ósea, y aquellos que están supervisados por el organismo de control, que en este caso es el Incucai. En la actualidad no existe evidencia clínica que indique que el trasplante de células madre sea eficaz para mejorar o curar la diabetes, el mal de Parkinson, el Alzheimer u otras enfermedades altamente discapacitantes. La comisión asesora del Ministerio de Ciencia recibe consultas en cacm@mincyt.gov.ar , y la Sociedad Internacional para la Investigación en Células Madre, en su sitio web www.isscr.org ..