El abordaje del hecho teatral desde las neurociencias descubre nuevas posibilidades para explicar prácticas establecidas y sistematizar el desarrollo y aplicación de nuevas herramientas.
Por Claudio Pairoba*
Por Claudio Pairoba*
En 1979 tiene lugar en Polonia el congreso
denominado “Los aspectos científicos del teatro” con la participación de Jerzy Grotowski
y Eugenio Barba entre otros destacados representantes. Durante el mismo período,
Victor Turner y Richard Schechner desarrollan los Performance Studies,
compartiendo la idea de lo multidisciplinar y la interacción del teatro con la
neurociencia y la biología (1).
Los ´90 se caracterizan por la continuidad de estudios entre neurociencias y teatro. Llegando a nuestros días, en 2007 tiene lugar en Bologna el seminario “Teatro y Neurociencias, que busca visibilizar el abordaje del fenómeno teatral usando las herramientas de la neurociencia cognitiva. En 2009 se organiza el primer congreso internacional “Diálogo entre teatro y neurociencia”, el cual origina varias producciones del joven y prestigioso investigador Gabriele Sofía, quien se centra en la interacción actor-espectador y ha publicado un libro sobre el tema, “Las acrobacias del espectador”.
El camino transitado deja en evidencia que
los avances y descubrimientos neurocientíficos nos están brindando nuevas
formas de entender el funcionamiento del ser humano como cuerpo-mente en acción.
De igual manera, estos nuevos hallazgos pueden ayudarnos a comprender mejor los
fenómenos artísticos en general (teatro, danza, música).
Algunas
definiciones
Aclaremos brevemente algunos términos
que estaremos usando:
- Neurociencias: campo que busca integrar todas las ciencias dedicadas el estudio del sistema nervioso (normal y patológico) con las metodologías para el estudio del cerebro y sus alteraciones.
- Cognición (del latin “cognoscere”, o sea “conocer”): actividad mental.
Si uno busca una definición más profunda
de cognición podemos utilizar la siguiente: capacidad que tenemos los seres vivos de procesar la información a
partir de la percepción (estímulos que nos llegan del mundo exterior a través
de los sentidos), el conocimiento adquirido con la experiencia y nuestras
características subjetivas que nos permiten integrar toda esta información para
valorar e interpretar el mundo.
Líneas
de investigación
El campo de
trabajo es muy amplio e interdisciplinar, involucrando también a la biología,
etología (estudio del comportamiento) y psicología de la emoción. Algunas de
las líneas de indagación entre teatro y neurociencias incluyen:
- Creatividad, juegos y actividad neuronal
- Psicobiología de la emoción representada sobre la escena
- El espectador y los procesos de empatía
Generando
emociones
De acuerdo a
Gabriele Sofía una línea de investigación en la que se viene trabajando es “El
actor y la neurofisiología de le emoción”. La misma cuenta con mayor
tradición de investigación ya que existen estudios puntuales del proceso
creativo del actor desde fines del siglo XIX los cuales se han retomado desde
los ´90. Para acotar el desarrollo del presente artículo nos centraremos en
esta línea.
El proceso
creativo del actor está íntimamente ligado con la neurociencia cognitiva
motora, o sea con la relación entre actividad mental y movimiento. De acuerdo a
maestros teatrales como Stanislavsky, Barba, Grotowski, el actor es el “hombre
de acción”. Es esta acción que él genera la que nos conduce a la emoción y la
construcción del cuerpo escénico del intérprete. En base a esto, podemos
definir al actor como un “organismo vivo
en situación de representación”.
En 1996 Giacomo
Rizzolatti descubre las neuronas espejo y esto impacta en las teorías interpretativas. Estas neuronas nos permiten
entender acciones, intenciones y emociones de otras personas (asociado a la inteligencia
emocional y empatía de Daniel Goleman, 2). Los seres humanos tenemos la
facultad de ponernos en el lugar del otro, visualizar la acción y hacerla.
Las acciones se
planifican con un objetivo específico. De esta manera, la cognición motora se
enfoca en procesos mentales involucrados en la planificación, preparación y
producción de nuestras propias acciones así como en de los otros.
Actor
y acción
Acción
externa
Las acciones
desarrolladas por un actor son resultado de una interacción cuerpo-mente con el
fin de conseguir un objetivo. Esto implica decir que hay una dimensión psicofísica en el proceso
creativo del intérprete. La acción no es solo un proceso externo (postura,
gesto).También implica procesos imaginativos. Este proceso imaginativo se
desarrolla en el Sistema Nervioso Central. Es así que la actividad mental y la
actividad física tienen una relación de constante retroalimentación.
Acción
interna
La simulación
mental de una acción o imagen en movimiento sin llegar a realizarse físicamente
tiene un efecto positivo en la realización de la acción posterior (3, 4). Un
trabajo de investigadores de Italia y Suecia menciona que las mismas redes
neuronales utilizadas para realizar acciones motoras pueden ser utilizadas cuando
esa misma acción se realiza de manera mental (5). Pero no solo esto, de acuerdo
a Fons Sartre (6) imaginar acciones tiene una serie de consecuencias: a. mejora
la realización de la acción posterior, b. genera cambios físicos (por ejemplo ritmo
cardíaco) c. induce estados emocionales.
Conclusión
Resumiendo, el
objetivo de estudiar la interpretación teatral a través de las neurociencias es
entender en mayor profundidad el trabajo del actor con el fin de aplicar sus
descubrimientos al entrenamiento diario. La mirada neurocientífica sobre el
actor evidencia los múltiples factores que interactúan a la hora de estudiar los
procesos de creación escénica con un enfoque interdisciplinario e integrador.
*Miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.
Referencias
Basada en artículo del punto 3.
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