sábado, 25 de septiembre de 2021

La experiencia Lodi: componiendo música con tecnología digital

El ingeniero electrónico y músico creó una carrera para enseñar a componer música con las nuevas tecnologías digitales incluyendo inteligencia artificial. Los desafíos de conjugar lo nuevo y lo tradicional.


 Por Claudio Pairoba*

 

Las nuevas tecnologías han permeado todas las áreas de nuestra vida. Lo vemos a cada instante y aún más en tiempos de pandemia. Por eso no debería sorprender que un ingeniero electrónico con sólida formación musical tradicional haya buscado el modo de generar una propuesta donde lo musical ocupe un espacio necesario para componer al mismo tiempo que se asienta en los nuevos caminos habilitados por la informática y la inteligencia artificial. Ese es el proyecto en el que está embarcado Daniel Lodi. 
 
¿Cuál es tu formación? 
Estudié en el Instituto Politécnico Superior General San Martín, lo cual me permitió tener una base matemática y física que fue reforzada después en la universidad con mi profesor Mario Báncora, quien fuera director de la Comisión Nacional de Energía Atómica, mentor del Instituto Balseiro y que incluso jubilado venía a dar clases. Tener docentes de esa calidad, que hacían su labor por vocación, me cambió mucho en la forma de pensar las cosas.

¿Qué estudiaste en la universidad?

Con el tiempo, me recibí de ingeniero electrónico, comencé a trabajar en industrias, después me dediqué a la parte de sistemas. También me recibí de ingeniero en seguridad. Ya de joven me había recibido de profesor de piano. Cuando estudiaba en la facultad, en "la Siberia", me escapaba a la Escuela de Música y aprovechaba para tocar nada más ni nada menos que en un piano Bechstein. Esos eran mis recreos mientras estudiaba ingeniería electrónica.

¿Qué pasó luego de graduarte?

Por suerte tuve la posibilidad de que una empresa me contratara para trabajar junto a lo que era la Federación de Cooperativas Telefónicas (Fecotel) y pude instalar los primeros nodos de internet en la Argentina, antes de que llegaran las conocidas empresas que ahora todos tenemos. Antes nadie quería Internet ni la conocía. Esto me permitió primero dar charlas en teatros y cines de las distintas ciudades del interior para mostrar la importancia de internet y su uso. Eso me dio una gran experiencia y contacto con la gente.

 

¿Seguías con la música al mismo tiempo?

Nunca dejé la música y mientras estaba haciendo toda la parte de sistemas me contratan en el Fondo Nacional de las Artes, que en ese momento dependía de Presidencia de la Nación. La señora Amalia Lacroze de Fortabat, embajadora itinerante de la Argentina y también presidenta del Fondo, me pide diseñar todos los sistemas, sitio web, programas administrativos y todo lo que era la comunicación digital del organismo. 
 
¿Hacías docencia?
Sí. Seguí trabajando mientras me desempeñaba como docente en el Centro Franciscano Rosario, también en la Universidad Nacional de Rosario, en la parte de diseño de los sistemas bibliotecológicos. También trabajaba en la Universidad Católica Argentina en la parte de sistemas y de electrónica.

¿Cómo ibas nutriendo la parte más artística?

Con el tiempo me di cuenta de las experiencias acumuladas con personalidades como Horacio Ferrer, que fue poeta de Piazolla, o con el arquitecto Clorindo Testa, diseñador de la Biblioteca Nacional. Todas estas cosas me nutrieron y yo no paraba de hacer música, que era lo que me gustaba.

¿En qué lugares das clases en la actualidad?

Hoy en día continuo dando clases en los lugares que ya mencioné. Ahora también en la Universidad Abierta Interamericana, tanto en la cátedra de Licenciatura de Videojuegos, en la cátedra de Música y Sonido así como en la de Inteligencia Artificial.
 
 
Llega el momento de unir las partes

¿Cómo se gestó este presente donde la música y la informática están unidas?

Llegó un momento donde dije: “¿por qué todas las cosas tienen que ser por separado?”. La música, la comunicación y la inteligencia artificial todas por separado. Creo que es importante unificar todo y empecé a investigar durante muchos años este tema en muchos lugares y con muchos profesionales en todo el mundo. Gracias también a las redes sociales e Internet. Comencé a generar composiciones que pueden encontrar en mi canal de YouTube (https://www.youtube.com/c/DanielLodi).

¿Es entonces cuando empezaste a componer usando la computadora?

Ahí empecé a crear distintas sinfonías, música clásica y popular, de todo estilo, tangos, etc. Utilicé la computadora para hacer todos los instrumentos pero también para usar todas las técnicas de composición así como las técnicas matemáticas y físicas, y programación para no solo lograr producir un sonido sino el efecto como si uno estuviera al lado de ese instrumento.

¿Buscaste desarrollar este enfoque desde la enseñanza?

Intenté crear algún tipo de curso en Rosario pero en todos los lugares donde trataba no resultaba fácil. Si iba a la Escuela de Música me decían que eran músicos tradicionales y eso era para ingeniería. Si iba a Ingeniería me decían que eso era arte y que tenía que ir a la Escuela de Música. Como iba de un lado a otro decidí tratar de sembrar un poco mi idea, generando un proyecto que no fuese como lo conocido.
 
 
Apuntabas a algo más integrativo.
Lo que quise fue crear una carrera donde se pudieran implementar todos los conocimientos tradicionales de composición pero volcados ahora a la parte digital. O sea, sin necesidad de utilizar un montón de técnicas que llevan mucho tiempo cuando directamente a la computadora se le puede enseñar que aprenda esas técnicas. La mayoría de los sistemas no están preparados para generar articulaciones lo cual significa que según como uno baje la tecla de un piano, por ejemplo, va a producir un sonido totalmente distinto. Eso no se lograba con los sistemas y sí se lograba con la inteligencia artificial y la parametrización/modificación de los actuales sistemas. 
 
Este fue el razonamiento para diseñar la nueva carrera.   
Con todo eso se armó una carrera con ayuda también de profesores de la talla de Gustavo Britos Zunin, director del Conservatorio de Música de Montevideo, así como muchos otros profesionales. Esta carrera para la producción de música de todos los estilos, se está dictando en Academia de Arte, Música y Ciencia de Nápoles (https://iaams.it/docenti/), en Italia. Con la posibilidad de que ese título permitiese también no solo aprender sino hacer actividad docente para que puedan pasar la posta y transmitir todos estos conceptos.
 
¿La inteligencia artificial permite “componer al estilo de”? 
Cuando lo que uno compuso se pasa a la computadora, la máquina puede interpretar esa estructura y uno puede generar una obra del estilo de distintos compositores. A veces lo que se genera asombra al propio compositor, porque uno dice “pero, ¿esto lo hice yo?”. Y alguien podría decir que lo hizo la máquina pero en realidad la configuración de toda la interpretación la hizo uno. Es como si uno se preguntara si a una escultura la hizo el cincel o el escultor. Esto es lo mismo: la computadora es una herramienta y hay que luchar muchísimo contra las estructuras tradicionales que te están diciendo que el músico tiene que aprender pentagrama, teoría y solfeo, composición de Schoenberg porque si no, no es un buen músico.

 
 
¿Y vos qué pensás? 
Soy de la idea de que el músico tiene que hacer música y de la buena. Y si la herramienta que antes usaba era una estructura determinada de asignaturas o técnicas para lograrlo y ahora existe otro tipo de herramientas que logran en menor tiempo iguales o hasta mejores resultados, no la descartaría. De hecho estoy auspiciando y dictando todos los cursos para ello en la Academia de Arte, Música y Ciencia de Nápoles donde soy docente. También uso parte de esas técnicas en la licenciatura en videojuegos para hacer música para juegos o también para films o publicidades. Esto economiza muchísimo todo lo que es la producción audiovisual. Tal vez uno escucha publicidades en distintos medios de comunicación locales y uno se pregunta por qué están usando la música de otro y hasta pagando derechos. ¿Por qué no pueden generar su propia música y ambientación, generando un clima propio para esa publicidad o film?
 
¿Qué rol jugaron las redes en el desarrollo de este proyecto? 
Empecé a publicar cosas y ahí es cuando te empezás a contactar con mucha gente que viene haciendo lo mismo, también intentando por distintos caminos en el mundo. La cantidad de ayuda recibida es enorme así como de experiencia intercambiada. Es increíble el placer y la alegría que da ver a un alumno que en cinco o seis meses está haciendo maravillas con la música cuando hasta ese momento había estado tres o cuatro años tocando la guitarra y apenas si podía lograr tocar una obra sencilla. Esto es lo que me mueve y lo que sigue dándome ese cambio que, reitero, no fue un acontecimiento en especial. Sino que fueron todos acontecimientos que me llevaron a estar donde estoy en este momento. Seguramente seguiré avanzando, vaya a saber por qué caminos. 
 
Luego de 25 años de digitalidad: ¿tendría que ser más fácil incorporar estas tecnologías a lo tradicional? 
Cuando aparece la desinformación aparece el miedo y cuando aparece el miedo aparece el rechazo a lo nuevo, por las dudas. No sea que eso nuevo pueda ser distinto, pueda ser mejor o pueda ser peor o pueda quitarme todos los años de experiencia y el círculo de confort que uno pudo lograr en toda su estructura. Quizás, y vuelvo a insistir, creo que lo mejor que existe es la información e ir de a poco mostrándole a mucha gente pero no solo yo sino a través de muchísimos otros en el mundo y con ejemplos donde uno escucha la música de una película o un corto ganador del Oscar la cual fue creada por solo un compositor con una computadora.
 
 
Resumiendo, ¿cuál sería el objetivo de la carrera que se creó en Nápoles? 
Básicamente, en la carrera Academia de Arte Música y Ciencia lo que se está pretendiendo es lograr que no se separe la música de la ciencia, del arte, del disfrute, del humanismo y de la creatividad. No son cosas separadas, es una sola cosa. Entonces todos tienen que sumar. Si al matemático, al programador, al compositor les encanta lo que hacen entonces unamos todo eso para ver cómo se puede. Otro tema no menor: el costo de los instrumentos hoy en día es muy caro. Pero la mayoría de la gente sí tiene una computadora con acceso a Internet. Y con eso es suficiente para poder lograrlo Se necesita muchísimo acompañamiento de muchos profesionales que no son músicos, sino que aportan a crear un muy buen producto.
 
¿Hay otras carreras en la Argentina con este enfoque que contás? 
No, no existe en Argentina una carrera profesional que incluya la inteligencia artificial, las matemáticas, la física, los sistemas y la música que permitan crear música de cualquier estilo. Por suerte la Academia de Arte, Ciencia y Música de Nápoles me ofreció la posibilidad de implementar esta innovadora propuesta. Tengo muchas esperanzas de poderlo hacer también en Argentina ya que existen carreras que se orientan a diversos aspectos musicales pero no totalmente a la composición digital. Aquí muchas instituciones trasladan conceptos de la enseñanza de la música tradicional para la música digital y esto no es así. La computadora es un nuevo instrumento musical que requiere un especial estilo de enseñanza y de aprendizaje. Estoy seguro que pronto voy a poder lograrlo también en mi querido país.
 

*Bioquímico, farmacéutico y doctor por la Universidad Nacional de Rosario. Master en Análisis de Medios de Comunicación y Especialista en Comunicación Ambiental. Miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.

 
 
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