lunes, 14 de junio de 2010

“Sabios” e “ignorantes”, o una peligrosa distinción para América Latina (2da. parte)

Por Carmelo Polino



Las consecuencias de manejarse en términos de “sabios” e “ignorantes”, sin embargo, están a la vista. Hemos transformado la comunicación de la ciencia en un acto pedagógico dentro de un contexto de enseñanza-aprendizaje y, por ello, siempre en el público existirá una laguna de conocimientos a ser llenada. La percepción de riesgos se reduce entonces a un problema de alfabetización. Si las personas supieran más, habría entonces menos resistencia a ciertas aplicaciones tecnológicas.

La aparición pública de la biología molecular ofrece incontables ejemplos donde este argumento es el que prevalece. El lugar común de las encuestas de percepción pública ha consistido en enfatizar la ignorancia científica y cierta insensatez en algunas actitudes precavidas de grupos sociales frente a campos de desarrollo científico que pueden considerarse promisorios. Nos quejamos entonces de que el público percibe mal la ciencia.

Pero el problema puede ser que estemos percibiendo mal al público. No se puede calificar tan livianamente de ignorante a una persona que manifiesta su desconfianza o incertidumbre ante los avances de la clonación, incluso cuando le falte conocimiento para distinguir las diferencias entre la clonación terapéutica y la reproductiva; pues lo que está en juego en su representación del tema, lo que le puede ocasionar vértigo, excede la comprensión de un concepto o una técnica. Se articula, más bien, con otros elementos de su cultura y representaciones del mundo.

La ciencia ha estado avanzando sobre terrenos que obligan interpelan la naturaleza de nuestra existencia misma y que, por eso, las respuestas exceden a la ciencia y a sus practicantes. Las respuestas son de la cultura de la sociedad ¿Por qué podríamos estar tan seguros entonces de que un mayor conocimiento científico conduce inexorablemente a un mayor apoyo y de allí a una mayor aceptación social de la ciencia?

Otro tanto podría decirse de aquél que mira con recelo las posibilidades que la teletransportación de átomos abre al universo de la física cuántica, preguntándose si algún día será posible que alguien desintegre a una persona en una punta de la ciudad para volver a integrarla en la otra. Si bien las intenciones de la amplia mayoría de los científicos y tecnólogos son indudablemente buenas, y los efectos de la ciencia y la tecnología en la sociedad han sido, ¿quién en su sano juicio podría negarlo?, en esencia abrumadoramente más benéficos que otra cosa, después de todo sí hubo sueños de la razón que engendraron monstruos. ¿Qué pretendemos que piense la sociedad de los científicos e ingenieros al servicio del estado que en este momento ponen a punto la parafernalia tecnológica de bombas inteligentes que explotan a diario en el suelo de Irak?

Desde ya que hay que combatir la falta de información, pero debemos reconocer que ello es un deber cívico que excede la información científica. ¿O acaso pensamos que una encuesta de comprensión de la pintura contemporánea o las leyes laborales arrojaría mejores resultados? La sociedad moderna – abandonados los ideales del uomo universale que lo comprendía todo- basa su estructura organizativa en la delegación del saber, el reverso de la moneda de la delegación del poder.

Se ha depositado así en los científicos e ingenieros -en los expertos en general- la confianza para resolver problemas de salud, higiene, seguridad, infraestructura, educación, urbanización, medio ambiente, etc. Corresponde a los expertos brindar información confiable y proponer alternativas tecnológicas acordes a garantizar el desarrollo social y el medio ambiente. En este sentido, no va a ser la industria privada quien asuma como propia esta aventura. El estado sigue siendo la garantía de que no se pierdan los objetivos fundamentales de fondo: una mejor ciudadanía, para una sociedad más justa.

Esta perspectiva hace palidecer un tratamiento de la cultura científica en términos del “modelo de déficit”. Parece evidente que ninguno de nosotros interactúa con la ciencia sólo cognitivamente; lo hacemos en “contexto de sentidos” y por eso cobra relevancia hablar de representaciones sociales. Considero que se trata de una miopía interpretativa reducir la noción de cultura científica a las cualidades de la alfabetización.

La defensa de un modelo deficitario de este tipo tiene consecuencias directas para la práctica de la comunicación, pues convalida una supuesta “inferioridad cognitiva” por parte del público, refuerza los prejuicios respecto a la capacidad de éste para acceder a la ciencia, y protege la legitimidad de la ciencia como saber superior. En el medio, perdimos la oportunidad de analizar la ciencia en una dinámica social y cultural más amplia y, por ende, más rica. Pero, fundamentalmente, margina la dimensión más relevante de todas: la democratización del conocimiento.

Continuará

sábado, 12 de junio de 2010

“Sabios” e “ignorantes”, o una peligrosa distinción para América Latina (1ra. parte)

Por Carmelo Polino



Nunca como ahora hubo tanta ciencia y tanta tecnología en tantos lados. La expansión de la información científica en la esfera social es francamente impresionante. En el diario, la televisión, el cine y la radio,las ideas científicas circulan libremente de lunes a lunes. La ciencia está metida en los teléfonos celulares, el champú, los discos compactos, la ropa de los atletas olímpicos, la comida, los perfumes y,
así, en tantos sitios que intentar enumerarlos sería insensato. Después de todo, ¿por qué tendría que resultarnos particularmente extraño hablar de ciencia y tecnología si finalmente el pensamiento científico moldea nuestras fibras más profundas? La sociedad actual, desarrollada o no, vive inmersa en una
cultura científica y tecnológica que guía el curso de los acontecimientos más fundamentales.

Aunque por supuesto el sentido común obliga a admitir que la mayoría no somos plenamente consciente de sus alcances y consecuencias. Tal vez esto ayude a comprender por qué todavía sentimos algo de pudor cuando en una reunión social comentamos que nuestra actividad consiste en difundir la ciencia o analizar
de qué forma circula y repercute en la opinión pública; puede que vivamos con el temor de que alguien nos mire con extrañeza e incredulidad y nos pida que le expliquemos en qué consiste eso de la comunicación científica, o los estudios sociales de la ciencia; o, mucho peor aún, que nos veamos ante la embarazosa situación de ensayar una respuesta para justificar la importancia de pensar la ciencia en la vida cotidiana.

Sospecho que este temor, por cierto en absoluto infundado, se conecta con
frustraciones que tienen su origen en la utopía irrealizada de la cultura moderna. Ésta vaticinaba el progreso social a consecuencia de revoluciones científicas y tecnológicas superadoras de los defectos de la condición humana. Mi conjetura es que el fracaso de los ideales de la modernidad también fue la derrota de la ciencia en su
carácter de actividad social comunicándose con amplias audiencias alejadas de la práctica científica como una vivencia en primera persona. Cuando la modernidad fracasó, entre la ciencia y la sociedad terminaron de levantarse los muros que actualmente toda la comunicación científica intenta derribar.

El problema es que la modernidad, paradójicamente, tenía en su seno el germen de la incomunicación. Incluso los hombres más lúcidos de los siglos XVII y XVIII que habían ayudado a que la ciencia llegara a los salones, a las calles y a las plazas, sin ser conscientes ponían un límite, una distinción fundamental, constitutiva, entre los científicos y los no científicos. Ofrezco un ejemplo ilustrativo, pues a veces la interpretación de los grandes problemas se esconde en los pequeños detalles que pasan desapercibidos: Francesco Algarotti publicó en 1737 El newtonianismo para las damas, un ensayo que hoy consideramos clásico de la popularización de la ciencia -entendida según los cánones modernos- no sólo por la intención que el título mismo denota, sino porque además fue escrito en formato de diálogo y en lengua vernácula, siguiendo la tradición que acaso comenzara Galileo Galilei.

Pero si bien había una intención explícita de repartir conocimientos e incluir al público en el ámbito científico, la audiencia era, inevitablemente, un ciudadano de segunda en el país de la ciencia: “el Santuario del Templo, escribe Algarotti, estará siempre reservado a los Sacerdotes y favoritos de la Deidad; pero la Entrada y sus otras Partes estarán siempre abiertas al Profano”. La actividad científica consistía en una experiencia sacra de espíritus elevados. Los hombres de la Ilustración se encargaron de marcar y propagar esta distinción frente al resto de la sociedad.

Mi hipótesis, nuevamente, es que siendo la divulgación científica una creación de la modernidad acarrea sus triunfos y contradicciones. En otros términos, que en el ímpetu por liberar el espíritu y emancipar la razón también se desarrolló un sistema de comunicación con un doble efecto: por un lado,acercando al público al ámbito de la ciencia, pero, por otro lado, rechazándolo. Como resultado, se fue construyendo un modelo jerárquico y unidireccional de comunicación social de la ciencia que tiene una vigencia abrumadora. La distancia entre los científicos y el resto de la sociedad se define como un problema de educación, de conocimiento, de déficit.

Lógicamente, no existe ciencia por un lado y cultura por otro, hay ciencia en la cultura. Pero el problema central está en nuestra herencia cultural misma, la
cual nos obliga a elegir constantemente una pésima estrategia de comunicación. Los resultados han sido deplorables. Hemos reforzado en el público la idea de que la ciencia es un santuario al que sólo acceden los elegidos, a la que se debe respeto reverencial, y sobre la cual sólo podemos hablar de la forma más solemne posible.

Todo aquél que se desvíe de la norma se arriesga a ser calificado de anti científico o irracionalista. Allí, en esas imágenes profundas, encuentro la explicación a nuestra incomodidad y al temor que nos provocan las hipotéticas preguntas molestas que acechan en las reuniones sociales.

Continuará

Fuente:
http://jcom.sissa.it/archive/03/03/F030303/?searchterm=polino

viernes, 11 de junio de 2010

Mejor arroz gracias a los hongos

Por ScienceNOW
Traducción de Claudio Pairoba


Amigo fúngico.Los hongos de Arbuscular mycorrhizal producen cientos de esporas, tales como las aquí mostradas, afuera de las raíces de la planta.


Más del 80% de especies vegetales hacen relaciones amistosas con un hongo común. A cambio de azúcar, el hongo ayuda a las plantas a extraer nutrientes del suelo. Pero las plantas de arroz, una fuente alimenticia primaria para miles de millones de personas, no tienen esta relación especial – y por lo tanto no reciben el empujoncito extra que los hongos le dan a otras plantas.

Un nuevo estudio sugiere que con una pequeña ayudita de los investigadores, sin embargo, el hongo puede unirse con el arroz, aumentando la tasa de crecimiento de la planta hasta 5 veces.

El patólogo vegetal Ian Sanders tiene la hipótesis de que a algunas esporas del hongo – conocido como Arbuscular mycorrhiza – sí les gusta el arroz pero que son genéticamente descartadas por sus hermanos. Cada espora de hongo tiene un maquillaje genético único, de acuerdo a lo que él y otros colegas encontraron en trabajos anteriores, de manera tal que algunas esporas pueden estar más predispuestas genéticamente a juntarse con el arroz que otras.

Para averiguar si este era el caso, Sanders y sus colegas en la Universidad de Lausana, Suiza, juntaron esporas fúngicas de campos cercanos a Zurich y los cultivaron en el laboratorio. Cuando los hongos maduraron, los investigadores extrajeron esporas individuales de cada progenitor y las cultivaron por 3 generaciones.

Luego, los investigadores agregaron esporas de cada generación a las plantas de arroz. Encontraron que la tercera generación de hongos – los nietos – incrementaron la tasa de crecimiento de las plantas entre 2 y 5 veces más que las otras generaciones. Aunque los científicos no están seguros sobre por qué sólo los nietos tuvieron este efecto, es probable que sea debido a la mayor variabilidad genética de la tercera generación, la cual pudo ser lograda por los científicos al cultivar esporas individuales en el laboratorio, según explica Daniel Croll, uno de los coautores del estudio que ahora se desempeña como biólogo evolutivo en Instituto Federal Suizo de Tecnología en Zurich. Los investigadores publicaron sus hallazgos en la edición online de Current Biology (1).

“Es alentador que la manipulación genética de estos organismos cosmopolitas pueda tener impacto en la producción de cultivos,” dice James Correll, un patólogo vegetal de la Universidad de Arkansas, Little Rock. Pero, aclara, todavía hay muchas preguntas sin responder. “Aunque uno pueda mostrar un aumento de los cultivos en el invernadero, esto puede no traducirse en las condiciones encontradas en el campo,” expresa.

Los investigadores reconocen que el trabajo está lejos de llegar al campo. Además de mayor cantidad de estudios en invernadero, planean estudiar el impacto de los hongos manipulados sobre la tasa de crecimiento de otro cultivo comestible – la mandioca, un arbusto cuyas hojas y raíces son el alimento básico para cerca de 500 millones de personas alrededor del mundo. Este estudio se llevaría a cabo el año que viene en Colombia.

1.http://www.cell.com/current-biology/abstract/S0960-9822%2810%2900599-3

Fuente:
http://news.sciencemag.org/sciencenow/2010/06/better-rice-through-fungi.html

lunes, 7 de junio de 2010

Tony Blair formará parte de una innovadora firma de capitales de riesgo para tecnología verde

Por EconomyWatch
Traducción de Claudio Pairoba



Tony Blair se convertirá en consejero de alto rango en Khosla Ventures, la firma de capitales de riesgo fundada por Vinod Khosla, un inversor que propone el uso de tecnología verde.

Khosla Ventures, fundada por Khosla en 2004 después de dejar la firma de capitales de riesgo Kleiner Perkins Caufield y Byers, hizo el anuncio en una reunión de inversores.

La firma va a invertir U$S 1.100 millones en tecnología limpia así como en compañías de tecnología de la información.

Blair ofrecerá asesoramiento estratégico en políticas públicas a las empresas con cartera de inversiones verdes que posee la firma.

Entre las mismas se incluyen Calera, un fabricante que usa dióxido de carbono para crear productos de hormigón; Kior, la cual transforma biomasa tal como astillas de madera en biocombustibles; y Pax Streamline, la cual apunta a hacer los sistemas de aire acondicionado menos contaminantes para el medio ambiente.

“Cuanto más estudiaba todo el tema del cambio climático, conectándolo con temas de seguridad energética y desarrollo, me convencí cada vez más que las respuestas están en la tecnología”, expresó Blair en una entrevista.

Blair trabajó en el tema de políticas internacionales sobre cambio climático cuando fue primer ministro, y ahora encabeza el proyecto “Rompiendo el Estancamiento del Clima”, a través del cual apunta a moldear la política internacional sobre cambio climático.

Silicon Valley y Washington tienen una relación distante y a veces enfrentada.

Eso está bien cuando se trata de tecnología de la información, dijo Blair, ya que el gobierno no es su fuerza propulsora.

La tecnología verde es diferente, dado que los gobiernos están tratando de usarla para alcanzar objetivos de política ambiental.
“Progresos tecnológicos que sean económicamente viables – para los gobiernos, ese es el santo grial,” dijo.

Khosla dijo que la gente que trabajó en tecnología subestimó la importancia de trabajar con los creadores de políticas, y que Blair ayudaría a superar esa separación.

De la misma manera que lo han hecho Al Gore y Colin Powell, quienes son consejeros en Kleiner Perkins, Blair prestará su nombre a los proyectos, hacer presentaciones y repartir consejos, pero no estará involucrado en la actividad diaria de la firma.
Por ejemplo, dijo Blair, él podría potencialmente ayudar a cerrar un trato para que una de las compañías construya una planta piloto en un país determinado.

Khosla Ventures, con sede en Menlo Park, California, generalmente invierte entre U$S 5 y 15 millones en emprendimientos tecnológicos, y también invierte cantidades más pequeñas, cerca de U$S 2 millones, en lo que Khosla denomina “experimentos científicos”, o sea ideas para tecnología verde que son tan riesgosas y prematuras que probablemente fallarán, de acuerdo a un artículo del New York Times (1).

Su objetivo es ayudar a desarrollar tecnologías que no requieran subsidios del gobierno para sobrevivir y que sean económicamente viables en países como China y la India, manifestó Khosla.

“No estamos tratando de construir sobre lo conocido,” dijo Khosla. “Estamos tratando de hacer los sueños realidad.”

Khosla Ventures está incrementando sus inversiones en tecnología verde a medida que muchos capitalistas de riesgo han estado disminuyendo tales inversiones, en especial aquellas que requieren la construcción de industrias para producir energía alternativa.

Parece que la mediación Israel/Palestina no resultó tan buena para Blair.


1. Blair to join venture firm as adviser on technology.
Por Claire Can Miller. http://www.nytimes.com/2010/05/25/technology/25blair.html?emc=eta1

domingo, 6 de junio de 2010

El otro lado del continente africano: El caso de los derechos humanos de personas albinas en Uganda

Por Barry Comer
Traducción de Claudio Pairoba
ConduciveMag.
21 de Mayo de 2010.


En el ciclo templado entre el amanecer y el crepúsculo, las familias ugandesas se preparan para la cena. Viviendo con el ciclo de las estaciones y el reloj de la naturaleza, hay una quietud que rompe los sonidos del día. Las gallinas y las cabras se preparan para dormir, el aire se vuelve más tranquilo y las ventanas brillas con las luces nocturnas. Los sonidos diurnos del barrio se cubren con la sábana de la noche.

En esta parte de Africa, las expresiones situacionales se asemejan a la posibilidad de una vida armoniosa más completa. Sin las distracciones del norte mediterráneo, la validación de la vida en muchas casas es la familia. La simpleza de nuestra perspectiva es natural ante la vida digitalizada desde un sofá artificial. Sin el contexto y el tacto, hemos derrotado a lo misterioso, enviado a la bestia hacia un lugar tranquilo.

En Uganda, muchas cosas son como parecen y sobresalen naturalmente. “Si eres norteamericano, uno se refiere a ti como tal. Si eres árabe o japonés alguien te lo recordará en una conversación” – Kelly Allen, Beloit College. Aunque sea políticamente incorrecto para el oído occidental, hay una abierta documentación del extranjero.

El hecho de pasar cuatro meses en cualquier lugar habitado crea una sensibilidad más alerta. Para Allen, se convirtió en otra experiencia que le permitió distinguir a otra sociedad entre la mescolanza. Su experiencia resultante de la investigación reveló una raza dentro de una raza, y un pueblo viviendo en los márgenes de la sociedad. Su artículo “Opresión por omisión: El caso de los derechos humanos de los albinos en Uganda” es la investigación coordinada de entrevistas, gente dedicada y pasión por “arrojar luz en la oscuridad”.



Allen describe el mito y la mitología del albinismo diciendo, “El tema conector de los mitos y los malos entendidos asociados con el albinismo es la idea de que un chico con albinismo era un demonio o una maldición. De manera similar a las creencias que rodean a las personas con discapacidades, no es raro para un niño albino ser considerado una maldición de Dios, desencadenada sobre una familia por algo malo que la familia ha hecho. Otra supuesta fuente del chico podría ser que el fantasma de un colonizador embarazó a la madre. En una línea similar, a veces el padre puede concluir que la madre lo ha engañado con un hombre blanco. Fuera de la familia, un mito común que rodea a las personas albinas es que no mueren, sino que desaparecen. A los chicos se les enseña a huir de las personas albinas; “¡Un albino te va a comer!”.

“Cuando un grupo es definido como menos que humano, los actos de discriminación se vuelven aceptables.”

Allen continúa diciendo, “Tanzania y otros países vecinos comparten creencias similares a Uganda en torno al albinismo, lo que les ha permitido a los médicos brujos en estos países explotar estas supersticiones con el fin de obtener réditos económicos.” “Cuando un grupo es definido como menos que humano, los actos de discriminación se vuelven aceptables. La construcción más devastadora en Tanzania y Burundi es el mito de que ciertas partes del cuerpo de un albino pueden traer riqueza.”

“Hasta ahora, Uganda todavía tiene que documentar los casos de personas albinas asesinadas con fines de brujería. Sin embargo, es altamente probable que esta tendencia se vaya a introducir en Uganda, donde se los considera un poco sub-humanos”, concluye Allen. Sin embargo, Earl Morningstarr del The Morningstarr online, revista de noticias, informa que los juicios han comenzado en Tanzania recientemente. En los últimos meses, cerca de 40 albinos han sido salvajemente asesinados. Los médicos brujos usan su piel, huesos y genitales para hacer rituales o fetiches. Desde los hombres de negocios hasta los políticos de Ghana, consideran que los albinos vuelven a su poseedor rico y exitoso.

La protección para todas las personas es un derecho fundamental articulado progresivamente por la “Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano” en Francia (1789) y luego profundizada globalmente por la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre” (1948). En Uganda, la “Unión Nacional de Personas con Discapacidad de Uganda” (1987) se encarga específicamente de los estigmas, antecedentes y discriminación de personas con albinismo. Sin embargo, ninguno de estos “artículos de fe” contemporarios han creado el argumento persuasivo o la voluntad política para legislar.

La legislación se convierte en un imperativo cuando la causa afecta a todos y no a unos pocos. Los informes reveladores de periodistas como la tanzana Vicky Ntetema han ayudado a establecer una base política. La Fundación Internacional de Medios para la Mujer ha anunciado en Washington, D.C. que Ntetema recibirá uno de los premios al coraje periodístico que la Fundación entrega, a fines de este año.
Irónicamente, la protección de los derechos humanos a veces es combatida debido a la exclusividad.

El comportamiento arriesgado no es un derecho exclusivo propiedad de un grupo, género o persona. Irónicamente, la protección de los derechos humanos es a menudo combatida debido a la exclusividad. Durante las elecciones primarias en los EE.UU., el candidato Libertario Rand Paul causó revuelo nacional al cuestionar aspectos de la Ley de Derechos Civiles de 1964. Cuando fue entrevistado por Rachel Maddow, Paul no respondió a la pregunta que se le hacía respecto de si hubiera votado para tener una ley federal declarando ilegal la segregación en el ámbito laboral privado. Sus respuestas fueron desordenadas, recurriendo a argumentos poco claros que usaban los derechos de la Primera Enmienda como cubierta. Un Libertario sin la interpretación más sabia de su padre, el diputado Paul es un recordatorio de que se necesita de la existencia de muchos momentos de coraje – universalmente.

La comparación del sistema político de los EE.UU. y la ambigüedad social en Uganda no es una inconsistencia ni una pausa dramática. La relevancia deja perpleja a la imaginación, acercando temas entre países desarrollados y en desarrollo. Aunque sean social e históricamente diferentes, los EE.UU. y Uganda demuestran que personas diferentes comparten un lazo común en la red social. Si llevamos la cuestión a otra zona del debate, todos son vulnerables cuando alguien pone en duda la razón por la ganancia política o social.

Hay necesidad de tomar medidas rápidamente
Allen concluyen escribiendo, “La ambigüedad e ignorancia generales que rodean a la condición de albinismo, específicamente en Uganda, es causal de serias violaciones de los derechos humanos tanto en la esfera pública como en la privada, lo cual impide el acceso a los recursos y perpetúa un estado de negación y abuso entre las personas con albinismo. Existe una necesidad de tomar medidas urgentes, particularmente en lo que se refiere a la educación y la defensa general del albinismo en Africa Oriental. Debe haber un definición aceptada así como un entendimiento de la condición, lo cual requiere de información oficial que sea tanto cuantitativa como cualitativa.”
Su investigación es relevante y demuestra la claridad de una mente curiosa e intelectual. La conversación y la crianza de la gente de nuestro mundo nunca han sido más accesible. La disposición a cuestionar el corazón es debatible.

Fuente:
ConduciveMag

Virus Sincicial Respiratorio: convocan a participar en estudio para vacuna infantil

Un equipo de científicos en Rosario participa de un estudio internacional para desarrollar una vacuna pediátrica intranasal. El objetivo es ...