domingo, 6 de junio de 2010

El otro lado del continente africano: El caso de los derechos humanos de personas albinas en Uganda

Por Barry Comer
Traducción de Claudio Pairoba
ConduciveMag.
21 de Mayo de 2010.


En el ciclo templado entre el amanecer y el crepúsculo, las familias ugandesas se preparan para la cena. Viviendo con el ciclo de las estaciones y el reloj de la naturaleza, hay una quietud que rompe los sonidos del día. Las gallinas y las cabras se preparan para dormir, el aire se vuelve más tranquilo y las ventanas brillas con las luces nocturnas. Los sonidos diurnos del barrio se cubren con la sábana de la noche.

En esta parte de Africa, las expresiones situacionales se asemejan a la posibilidad de una vida armoniosa más completa. Sin las distracciones del norte mediterráneo, la validación de la vida en muchas casas es la familia. La simpleza de nuestra perspectiva es natural ante la vida digitalizada desde un sofá artificial. Sin el contexto y el tacto, hemos derrotado a lo misterioso, enviado a la bestia hacia un lugar tranquilo.

En Uganda, muchas cosas son como parecen y sobresalen naturalmente. “Si eres norteamericano, uno se refiere a ti como tal. Si eres árabe o japonés alguien te lo recordará en una conversación” – Kelly Allen, Beloit College. Aunque sea políticamente incorrecto para el oído occidental, hay una abierta documentación del extranjero.

El hecho de pasar cuatro meses en cualquier lugar habitado crea una sensibilidad más alerta. Para Allen, se convirtió en otra experiencia que le permitió distinguir a otra sociedad entre la mescolanza. Su experiencia resultante de la investigación reveló una raza dentro de una raza, y un pueblo viviendo en los márgenes de la sociedad. Su artículo “Opresión por omisión: El caso de los derechos humanos de los albinos en Uganda” es la investigación coordinada de entrevistas, gente dedicada y pasión por “arrojar luz en la oscuridad”.



Allen describe el mito y la mitología del albinismo diciendo, “El tema conector de los mitos y los malos entendidos asociados con el albinismo es la idea de que un chico con albinismo era un demonio o una maldición. De manera similar a las creencias que rodean a las personas con discapacidades, no es raro para un niño albino ser considerado una maldición de Dios, desencadenada sobre una familia por algo malo que la familia ha hecho. Otra supuesta fuente del chico podría ser que el fantasma de un colonizador embarazó a la madre. En una línea similar, a veces el padre puede concluir que la madre lo ha engañado con un hombre blanco. Fuera de la familia, un mito común que rodea a las personas albinas es que no mueren, sino que desaparecen. A los chicos se les enseña a huir de las personas albinas; “¡Un albino te va a comer!”.

“Cuando un grupo es definido como menos que humano, los actos de discriminación se vuelven aceptables.”

Allen continúa diciendo, “Tanzania y otros países vecinos comparten creencias similares a Uganda en torno al albinismo, lo que les ha permitido a los médicos brujos en estos países explotar estas supersticiones con el fin de obtener réditos económicos.” “Cuando un grupo es definido como menos que humano, los actos de discriminación se vuelven aceptables. La construcción más devastadora en Tanzania y Burundi es el mito de que ciertas partes del cuerpo de un albino pueden traer riqueza.”

“Hasta ahora, Uganda todavía tiene que documentar los casos de personas albinas asesinadas con fines de brujería. Sin embargo, es altamente probable que esta tendencia se vaya a introducir en Uganda, donde se los considera un poco sub-humanos”, concluye Allen. Sin embargo, Earl Morningstarr del The Morningstarr online, revista de noticias, informa que los juicios han comenzado en Tanzania recientemente. En los últimos meses, cerca de 40 albinos han sido salvajemente asesinados. Los médicos brujos usan su piel, huesos y genitales para hacer rituales o fetiches. Desde los hombres de negocios hasta los políticos de Ghana, consideran que los albinos vuelven a su poseedor rico y exitoso.

La protección para todas las personas es un derecho fundamental articulado progresivamente por la “Declaración de los derechos del Hombre y del Ciudadano” en Francia (1789) y luego profundizada globalmente por la “Declaración Universal de los Derechos del Hombre” (1948). En Uganda, la “Unión Nacional de Personas con Discapacidad de Uganda” (1987) se encarga específicamente de los estigmas, antecedentes y discriminación de personas con albinismo. Sin embargo, ninguno de estos “artículos de fe” contemporarios han creado el argumento persuasivo o la voluntad política para legislar.

La legislación se convierte en un imperativo cuando la causa afecta a todos y no a unos pocos. Los informes reveladores de periodistas como la tanzana Vicky Ntetema han ayudado a establecer una base política. La Fundación Internacional de Medios para la Mujer ha anunciado en Washington, D.C. que Ntetema recibirá uno de los premios al coraje periodístico que la Fundación entrega, a fines de este año.
Irónicamente, la protección de los derechos humanos a veces es combatida debido a la exclusividad.

El comportamiento arriesgado no es un derecho exclusivo propiedad de un grupo, género o persona. Irónicamente, la protección de los derechos humanos es a menudo combatida debido a la exclusividad. Durante las elecciones primarias en los EE.UU., el candidato Libertario Rand Paul causó revuelo nacional al cuestionar aspectos de la Ley de Derechos Civiles de 1964. Cuando fue entrevistado por Rachel Maddow, Paul no respondió a la pregunta que se le hacía respecto de si hubiera votado para tener una ley federal declarando ilegal la segregación en el ámbito laboral privado. Sus respuestas fueron desordenadas, recurriendo a argumentos poco claros que usaban los derechos de la Primera Enmienda como cubierta. Un Libertario sin la interpretación más sabia de su padre, el diputado Paul es un recordatorio de que se necesita de la existencia de muchos momentos de coraje – universalmente.

La comparación del sistema político de los EE.UU. y la ambigüedad social en Uganda no es una inconsistencia ni una pausa dramática. La relevancia deja perpleja a la imaginación, acercando temas entre países desarrollados y en desarrollo. Aunque sean social e históricamente diferentes, los EE.UU. y Uganda demuestran que personas diferentes comparten un lazo común en la red social. Si llevamos la cuestión a otra zona del debate, todos son vulnerables cuando alguien pone en duda la razón por la ganancia política o social.

Hay necesidad de tomar medidas rápidamente
Allen concluyen escribiendo, “La ambigüedad e ignorancia generales que rodean a la condición de albinismo, específicamente en Uganda, es causal de serias violaciones de los derechos humanos tanto en la esfera pública como en la privada, lo cual impide el acceso a los recursos y perpetúa un estado de negación y abuso entre las personas con albinismo. Existe una necesidad de tomar medidas urgentes, particularmente en lo que se refiere a la educación y la defensa general del albinismo en Africa Oriental. Debe haber un definición aceptada así como un entendimiento de la condición, lo cual requiere de información oficial que sea tanto cuantitativa como cualitativa.”
Su investigación es relevante y demuestra la claridad de una mente curiosa e intelectual. La conversación y la crianza de la gente de nuestro mundo nunca han sido más accesible. La disposición a cuestionar el corazón es debatible.

Fuente:
ConduciveMag

1 comentario:

  1. Interesante artículo, pero el foco, aunque correctamente puesto en los derechos humanos, deja de lado la causa profunda de esta cuestión: las creencias irracionales. El asesinato de albinos en Uganda, y el uso de partes de sus cuerpos como fetiches, es un atropello a los derechos humanos, pero no deja de ser más que el emergente de sistemas de creencias absurdas. Curiosamente (o no), el punto de unión con los EE.UU. sigue perfectamente vigente, donde la mayoría de las políticas expresadas por los sectores más "liberales" de aquel país no responde sino a cosmovisiones que, en última instancia, descansan sobre prejuicios y creencias infundadas, tanto o más dañinas que el asesinato de albinos, por su impacto interno e internacional.

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