Hemos hecho de la ciencia la base de nuestro
conocimiento. Pero ¿por qué nos fiamos del método científico? Permitidme
que os lo explique en las siguientes líneas.
Por qué la ciencia
A la ciencia como conocimiento fiable y su escrupuloso método para
conseguirlo no se llegó azarosamente, sino por necesidad, porque requeríamos un sistema que nos pudiese dar seguridad en la obtención del saber,
para no dudar de que algo que consideramos cierto o falso realmente lo
sea; aunque, en verdad, ponerlo en duda es uno de los procedimientos
principales de la ciencia.
"La ciencia es lo que nos hace ver y comprender el mundo más allá de nuestras propias limitaciones"
La razón de esta necesidad no es otra que nuestro propio cerebro, que no viene preparado de serie para eludir todos los errores de lógica, sesgos ideológicos y de popularidad en que somos capaces de caer (más bien, justo lo contrario), y nuestras limitaciones de percepción,
puesto que no advertimos ni distinguimos todo lo que tenemos a nuestro
alrededor y nos hacen falta instrumentos para ello, es decir,
tecnología, que es una de las consecuencias directas de la aplicación
del método científico.
El grado de rigor intelectual preciso para poseer una mente absolutamente racional y escéptica que separe por completo el grano de la paja, incluso para las más cultivadas y que mejor ejerciten una disciplina cerebral, es inalcanzable
para cualquiera de nosotros. Por eso necesitamos la ciencia, porque nos
hace ver y comprender el mundo más allá de nuestras propias
limitaciones.
La dinámica científica
El trabajo científico no es el que realizan sabios individuales, sino
el de toda una comunidad dedicada a ello; olvidémonos, pues, del
argumento de autoridad, que es una falacia. Los científicos llevan a cabo un experimento o una serie de experimentos con pruebas de doble ciego y construyen una hipótesis,
y no basta con que expongan sus conclusiones para que estas sean una
verdad y ni mucho menos aceptada por todo el mundo, sino que le piden al resto de la comunidad científica que comprueben si están en lo cierto,
que traten de encontrar errores o detalles de los que no se hayan
percatado e incluso de demostrar su falsedad: si cuatro ojos ven más que
dos, cientos ven más que cuatro.
El trabajo científico no es el que realizan sabios individuales, sino el de toda una comunidad
Distintos científicos, probablemente menos implicados emocionalmente
en el asunto que se investiga y en la propia investigación, repiten los
experimentos y analizan y comparan los datos obtenidos. Porque cualquier
materia o afirmación que pretenda ser científica debe poder reproducir
sus experimentos y, así, dar la posibilidad de ser refutada por
alguien ajeno al esfuerzo realizado. De otro modo, resulta imposible
demostrar nada: si alguien asegura que ha encontrado un nuevo elemento
químico, por ejemplo, debe facilitar que sus colegas comprueben que su
composición es del todo distinta a la de los que ya conocemos; si
alguien dice que ha hallado una vacuna muy eficaz para cualquier
enfermedad infecciosa grave que carecía de ella, tiene la obligación
científica de permitir que otros reproduzcan las pruebas clínicas que le
han conducido a tan estupenda declaración.
Cuando los medios de comunicación nos cuentan que tales
investigadores de tal universidad han descubierto tal cosa, su
investigación sólo se encuentra en una de las etapas del trabajo
científico: otros compañeros de su profesión serán los encargados de comprobar la veracidad de sus afirmaciones; y si, tras una minuciosa criba y una buena revisión por pares,
se mantienen en pie, se publicarán en revistas científicas de
referencia y podremos decir que hemos añadido una pieza más al
conocimiento que tenemos del mundo. Pieza que, según lo que
vamos averiguando, quizá sea reformulada más adelante para conseguir una
mayor precisión en el entendimiento de su ámbito.
Sin el método científico, permaneceríamos ciegos a las realidades del cosmos
Y a pesar de todas nuestras precauciones, a veces se nos cuelan propuestas pseudocientíficas, lo cual demuestra que, si con el método científico y el trabajo conjunto ya tenemos que ir con cautela,
permaneceríamos prácticamente ciegos a las realidades del cosmos si no
contásemos con él. Así que alegrémonos de poder utilizarlo.
Fuente
No hay comentarios:
Publicar un comentario