miércoles, 29 de marzo de 2023

Cáncer de próstata y mama: tratamientos y avances

La prevención es uno de los puntos clave para estos tipos de cáncer que se encuentran entre los más frecuentes. Mejoras en el tratamiento y la calidad de vida.

Luis Fein presidente de GAICO

Por Claudio Pairoba*

 
El cáncer es la segunda causa de muerte en el continente americano de acuerdo a cifras de la Organización Panamericana de la Salud. Si hablamos de próstata y mama, ambos tipos de cáncer se encuentran entre los tres más frecuentes junto con los de pulmón y colon.

Con estos datos en mente, hablamos con Luis Fein, director médico del Instituto de Oncología de Rosario y presidente de GAICO (Grupo Argentino de Investigación Clínica en Oncología) para conocer sobre el estado actual de estas enfermedades, sus tratamientos y avances.

¿Cuáles son las características generales del cáncer de próstata?
 El avance de la medicina nos ha llevado a que la población envejezca. Esta es una de las características del viejo continente que se va replicando en la mayoría de los países. Menciono esto porque la edad es uno de los factores de riesgo en general para los cánceres.

El cáncer de próstata en particular es un cáncer que se da generalmente después de los 60 años, si bien hay casos en personas más jóvenes. Incluso, hay muchos casos que evolucionan y se encuentran en la autopsia porque nunca tuvieron síntomas y otros que sí, crecen y producen trastornos.

¿Cuál es su frecuencia?

Es el más frecuente de los cánceres del hombre. Hoy es más frecuente que los cánceres de pulmón y colon pero no todos necesariamente llegan a la etapa en que son metastásicos. Algunos se pueden detectar localmente y eventualmente tener tratamientos curativos.

¿Qué cuestiones predisponen a desarrollar este cáncer?
Existe algún riesgo inherente en lo que llamamos cáncer hereditario. Hay un grupo de cánceres que tiene una mutación en los genes BRCA1 y BRCA2. También hay otras mutaciones parecidas. La mayoría de los cánceres son esporádicos o relacionados con causas ambientales o con causas que todavía no conocemos. Pero estos cánceres en particular tienen un componente hereditario, distintas generaciones van heredando este gen que es una mutación o alteración de un gen normal que produce mayor sensibilidad a tener algún tipo de cáncer. Ese es el único factor que predispone al cáncer de próstata y de mama, al igual que a otros cánceres, pero estos son los dos más frecuentes que se ven en familias que tengan esta mutación. Esto implica que ahora lo podamos detectar con análisis específicos para saber que la tienen y eventualmente hacer un seguimiento más estrecho de esas poblaciones.
 
 
Ubicación de la próstata y órganos circundantes


¿Esta incidencia varía con distintos países?
Hay países donde la incidencia es mayor, son países donde la población es más avejentada. Por eso hablaba de Europa en general, o de algunas zonas de los EE.UU. Pero tiene que ver con la edad, la posibilidad de envejecer que tiene la población hoy debido a una gran cantidad de cuestiones que hemos descubierto o aportado desde el punto de vista de la medicina y la calidad de vida. Entonces, la incidencia ha crecido en muchos países.

Cuéntenos sobre los genes BRCA.
La presencia de la mutación BRCA está asociada con un aumento de la incidencia y el riesgo para distintos tipos de cáncer en el varón incluido el de próstata. No solo son los BCRA sino que hay otros genes que hemos descubierto los cuales son deletéreos y con el tiempo se pueden transmitir. La mayoría de esos genes se pueden detectar tanto en mujer como en varón. No en todos los pacientes, sino en aquellos que tienen antecedentes familiares o son jóvenes, con antecedentes de primer grado, padres, hermanos o familiares directos.

Hablando de genes BRCA es imposible no hablar de un caso emblemático como el de Angelina Jolie. 
Sí. Ella mediatizó el tema al saber que tenía la mutación BRCA. Es más frecuente en poblaciones como la judía asquenazí. Si bien esta mutación puede aparecer en cualquier población aparece con más frecuencia en aquellas que son un poco endémicas. Hay distintas formas de encarar el tema.

¿Por ejemplo?
Una forma es a través de la cirugía de ambas mamas y del ovario, ya que aumenta la frecuencia de este tipo de cáncer también. Pero no todo el mundo de los que hace consejería genética está convencido de que esa es la mejor manera de prevenirlo. Existen otras formas como el seguimiento acabado de estas pacientes o el uso de prevención con tamoxifeno. Hay discusión acerca de esta cirugía, en qué momento de la vida hay que hacerla, cuándo hay más riesgo. Algunas personas prefieren disminuir el riesgo sacándose ambas mamas y los ovarios. Esto se puede hacer después de la edad fértil, 45-50 años. Como pueden tener cáncer temprano, algunas eligen hacerlo antes y han complicado su paridad.

Volviendo al cáncer de próstata: ¿cómo es el tratamiento de este cáncer hoy comparado con unos años atrás?
Este cáncer fue uno de los primeros lugares donde descubrimos que la privación hormonal era terapéutica. Cuando todavía no reconocíamos que había hormonas pero sabíamos que había algo que daba los caracteres sexuales secundarios en hombres y mujeres, alguien intentó vincular el cáncer de mama con la ablación ovárica y el de próstata con la ablación testicular. Tuvieron resultados, sobre todo en próstata. Descubrimos que había una relación con los andrógenos que fabricaba el organismo porque privándolo de andrógenos, el cáncer de mama metastásico respondía. Después se descubrió que era por los estrógenos, pero esto se hizo, como tantas cosas en medicina, desde el punto de vista empírico y después se descubrió lo racional.

En cuanto a la técnica quirúrgica, sí, hemos avanzado. Si bien la antigua hoy se puede hacer vía laparoscópica o hasta robótica. En manos entrenadas la cirugía robótica da mucho mejor resultado que la convencional, en el sentido de que puede tener márgenes más adecuados y evitar los trastornos posteriores de la cirugía. En nuestro país se hace en algunos lugares. Por supuesto, también hemos avanzado mucho en el tema de la radioterapia. Hoy hay fuentes distintas a la bomba de cobalto, como aceleradores lineales y otro tipo de máquinas que son más poderosas llevando los rayos más profundamente, evitando los daños colaterales alrededor de la próstata y que producen, en general, mayor efecto. Esos serían los avances más importantes. 
 
La cirugía robótica permite operar con mayor precisión minimizando secuelas
 
¿Hay drogas nuevas para el tratamiento?
Se han descubierto un gran número de drogas que hace innecesaria la ablación de los testículos porque se puede hacer a través de lo que llamamos análogos que bloquean la testosterona (andrógenos) sin necesidad de hacer una orquiectomía bilateral. También hay varias drogas que se combinan con el tratamiento de la ablación. Se usa una inyección que puede ser mensual, trimestral o inclusive semestral y pastillas que son cada vez más efectivas para combinar con el fin de que los pacientes vivan mucho tiempo más con enfermedad avanzada.

En el caso del cáncer de próstata el estímulo androgénico tiene que ver con el crecimiento de las células tumorales en un 60-80 % de los tumores. La ablación hace que el cáncer retroceda y a veces hasta desaparezca. No en forma definitiva si es metastásico pero sí por muchos años.

¿Qué sucede en el caso de las mujeres?
En el caso de la mujer hay un grupo al que denominamos receptores positivos que son pacientes con una sensibilidad a los estrógenos propia de las mujeres por lo que hay que bloquear esos estrógenos en la premenopausia. Esto implica que hay que suprimir los ovarios con una droga parecida a la que usamos en próstata y dar unas pastillas. En las posmenopáusicas no hace falta suprimir la función ovárica ya que esta lo está fisiológicamente pero igual le damos algo para tratar el crecimiento de las células tumorales con los estrógenos presentes en la sangre, a los cuales se busca bloquear.

¿Cuál es el efecto del tamoxifeno?
Es un antiestrógeno que bloquea la acción de estas hormonas sobre el tumor. Se puede usar de manera preventiva en las pacientes que son receptores positivos después de que se hizo la cirugía y algún otro tratamiento que puede ser rayos, a veces quimioterapia. En las pacientes que son receptor positivo, donde se sabe que los estrógenos tienen una influencia en el crecimiento tumoral, se bloquea con tamoxifeno. Esta es una de las drogas que usamos más frecuentemente y que tiene entre 50 y 60 años de uso. Hoy existen algunos medicamentos más modernos, parientes del tamoxifeno, que se llaman en general inhibidores de las aromatasas y que cumplen la misma función o quizás mejor. Se pueden usar hoy en día cómo tratamiento, con una pastilla todos los días durante mucho tiempo si es prevención o hasta que sean efectivas si es una paciente que tiene un cáncer avanzado. 
 
Tamoxifeno: una droga históricamente usada en el tratamiento del cáncer de mama
 
¿Ha habido avances en la calidad de vida de los pacientes?
Sí. Como decía en el cáncer de próstata en particular, las cirugías son importantes porque hay que sacar la próstata y las vesículas seminales que tienen que ver con la formación del semen en el hombre. Se hace una prostatectomía radical que pasa idealmente por tejido sano, entonces se puede llevar, además de los ganglios que queremos sacar para ver si están alterados, parte de los plexos nerviosos y eso genera alteraciones como puede ser la disfunción sexual o los trastornos urinarios. Hoy a través de la cirugía en manos experimentadas, de la cirugía por medio laparoscópico o la robótica, uno intenta disminuir ese tipo de riesgo. Si bien no están disponibles para todos los pacientes porque necesita de equipos entrenados y lugares especiales. Debido a esto, habitualmente la cirugía sigue siendo convencional. Pero cuando es en manos entrenadas se minimiza el daño.

¿La próstata se saca siempre en su totalidad?
Sí. Lo que se trata es de dejar al paciente sin rastros de enfermedad. Lo que llamamos R0 como una forma de decir sacamos todo el tumor porque sacar todo el tumor puede ser siempre curativo, agregando algo o no. La próstata se saca totalmente y, como ya mencionamos, también lo que está pegado a la próstata que son las vesículas seminales y los ganglios de alrededor. Lo que se puede hacer, si bien no está recomendado en cáncer, pero si en la hipertrofia prostática benigna que es una patología muy frecuente en los varones después de los 60 años, es una resección del lóbulo medio. Con una resección endoscópica a través de la uretra, para disminuir el tamaño de la compresión de la próstata. Esto es con fines paliativos en pacientes donde no existan tumores malignos.

Entonces ante un pronóstico de cáncer de próstata, la misma se extrae siempre.
Siempre y cuando sea un tumor localizado que la cirugía puede curar.

O sea que los estudios previos han determinado que no hay metástasis.
 Así es. La prevención es clave.

¿La determinación de niveles de antígeno prostático es un estudio preventivo?
Sí, sobre todo en el cáncer de próstata no está del todo claro si hacerle al grueso de la población el antígeno prostático tiene alguna función pero para los pacientes en particular la recomendación es que después de los 50 años vayan a su urólogo, se hagan un tacto rectal y se hagan una determinación de antígeno prostático (PSA) como una forma de detectar tempranamente trastornos de la próstata.

¿Cuáles son los estudios preventivos en mujeres?
Hay tres recomendaciones básicas: que hagan un papanicolao en edad sexual adecuada y examen ginecológico a partir de que comienzan a tener relaciones sexuales, con seguimiento anual. Hoy también se puede hacer un estudio para determinar el virus del papiloma humano (VPH) en el cuello uterino que es la segunda indicación. Esto nos permite saber si la paciente tiene riesgo inmediato o tardío. Hay una costumbre y una cotidianeidad en eso para las mujeres en general, pero obviamente hay déficit de acceso. Sobre todo temas culturales y de barrera que hacen que las mujeres, a veces de algunos lugares en particular, tengan alguna crítica acerca del tema del examen ginecológico temprano. Por eso estos días tenemos mucho cáncer de cuello uterino.

También está la mamografía. Hay discusión si hay que empezar antes de los 40 años si se tiene riesgo debido a que se tienen los genes BRCA mutados. Si no, a partir de los 50 años la recomendación es hacerse una mamografía anual o bianual y un seguimiento con el ginecólogo.

Como el cáncer de colon es relativamente frecuente en ambos sexos, una sangre oculta en materia fecal en los pacientes de riesgo sería también una recomendación
 
*Bioquímico, farmacéutico y doctor por la Universidad Nacional de Rosario. Master en Análisis de Medios de Comunicación y Especialista en Comunicación Ambiental. Miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.

1 comentario:

  1. Excelente entrevista!!! Súmamente esclarecedora y perfectamente clara

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