viernes, 21 de noviembre de 2014

Comenzó el Primer Simposio Internacional sobre Papilomavirus Humanos


Durante tres días convocará a expertos nacionales e internacionales y está organizado por docentes-investigadores de nuestra universidad y el CONICET.
Estela Alvarez, Daniela Gardiol y Claudio Pairoba durante la ceremonia de apertura (Foto: C. Pairoba).

El encuentro es el primero propiciado por el International Centre for Genetic Engineering and Biotechnology (ICGEB) en la ciudad de Rosario. El comité organizador está integrado por las doctoras Daniela Gardiol, María Alejandra Picconi, Adriana Giri y Ana Laura Cavatorta.
 
Como indican sus organizadoras “el presente simposio propone una análisis multidisciplinario sobre distintos aspectos de las infecciones por papilomavirus y las patologías asociadas, en especial el cáncer cervical de alta prevalencia en Latinoamérica. Esta reunión contará con un foro de expertos ya que los invitados son investigadores de excelencia a nivel internacional sobre la temática propuesta. Asimismo, esta iniciativa posibilitará la generación de trabajos en colaboración ya que a esta reunión asistirán participantes de diversos países latinoamericanos”.
 
El acto inaugural comenzó con palabras de la Dra. Daniela Gardiol (investigadora del Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario) y un video con el saludo del Dr Fernando Goldbaum (presidente de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica).
 
Posteriormente se presentaron tres charlas a cargo de John Doorbar (Departamento de Patología, Universidad de Cambridge, Reino Unido), Lawrence Banks (Laboratorio de Virología de Tumores, ICGEB, Trieste, Italia) y Robert Garcea (Instituto Biofrontiers, Universidad de Boulder, Colorado, EE.UU.).
 
Los especialistas disertaron sobre la biología de los papilomavirus de alto y bajo riesgo, sus mecanismos de infección y estructura. Las charlas fueron claras y permitieron tener una idea más profunda del estado actual del conocimiento de esta temática de indudable relevancia.
 
El encuentro cuenta con el auspicio de numerosas entidades locales, nacionales e internacionales, incluyendo a la Universidad Nacional de Rosario, y continuará los días jueves y viernes en el hotel Ariston de Córdoba 2554.

viernes, 14 de noviembre de 2014

Jornadas Universidad y Desarrollo


"Educación pública para la inclusión" es el lema de estas Jornadas.

Victoria Arrabal
Patricio Irisarri

Las Jornadas se desarrollarán los días 12 y 13 de noviembre en la Facultad de Arquitectura para analizar los modos en que la Universidad participó y colaboró en la construcción de un modelo de país para todos, desde cuatro ejes transversales:  internacionalización, integración y desarrollo socio comunitario, comunicación convergente para el siglo XXI, ciencia y tecnología.
 
 
Participaron del  acto de apertura  el Rector Darío Maiorana, el Vicerrector Fabián Bicciré y en representación de la Secretaría de Políticas Universitarias de la Nación, Emanuel Damoni.
 
 
“Desde el 2003 la educación superior es central en este modelo político, no sólo en los discursos sino también en los hechos, en  el compromiso real y la toma de decisiones para invertir, asignar recursos”, afirmó Damoni y agregó: “Las 1.700 escuelas, las 4 millones de netbooks, las 9 nuevas Universidades son una realidad y han permitido un cambio estructural para que la educación sea más inclusiva”.
 
 
En cuanto a  la educación pública sostuvo que no sólo se define como tal porque la financie el Estado, sino también porque  el conocimiento que se produce en las aulas, en los laboratorios, en los institutos,  están al servicio de las mayorías, sobre todo de los sectores más postergados.
 
 
El Vicerrector Fabián Bicciré consideró que la Universidad no puede estar ajena al proyecto de transformación que se vive en materia de políticas sociales y científico tecnológicas. “En los últimos años experimentamos una alianza estratégica de esta Universidad con el Ministerio de Educación, en un hecho inédito que permitió tomar decisiones estratégicas”, dijo y agregó: “Queremos una Universidad pública de puertas abiertas, inclusiva, crítica y transformadora, en permanente interacción y diálogo con la sociedad”
 
 
El Rector Darío Maiorana se refirió al concepto de desarrollo acuñado en los años 60 y 70 que  categorizó a los países de la región,  para afirmar que  hoy no se puede plantear un desarrollo  si no está unido a otros conceptos, como los de sustentabilidad, pertinencia e inclusión.
 
 
“En nombre del desarrollo, los grandes capitales llevaron adelante emprendimientos que tenían como fundamental  objetivo la acumulación de riqueza y la avaricia”, cuestionó y aclaró que  la sustentabilidad debe considerar  el hábitat y la pertinencia: “No cualquier emprendimiento, porque solucione algún problema, es pertinente sino que debe tener en cuenta la conservación del medio ambiente e incluir  a la mayoría de la población”.
 
 
En este sentido, expresó que el papel de las Universidades es plantear una voz autorizada respecto a distintas problemáticas, asesorar y asistir a los Estados cuando tienen que determinar políticas públicas ligadas a la inclusión y el bienestar de los pueblos.
 
 
Otra cuestión que destacó Maiorana es la cercanía cada vez más necesaria de las Universidades públicas con los Estados locales para poder generar cambios que sean pertinentes y tengan impacto.
 
 
“Desarrollo, pertinencia e inclusión social significa colocar a las comunidades por encima de los intereses y ahí debe estar el Estado protegiendo los derechos de todos y  la Universidad, generando masa crítica y conciencia”, enfatizó.
 
Fuente
www.unr.edu.ar

miércoles, 12 de noviembre de 2014

La ensenanza de las ciencias duras y las ciencias blandas - El problema de las dos culturas

Por Marcelo J. Vernengo

Presentación en la Academia Nacional de Educación
 2 de junio de 2003


Posiblemente haya surgido de la exaltación por el positivismo comtiano de las ciencias experimentales sobre las teóricas y de las leyes físicas y biológicas sobre las construcciones filosóficas (1) atribuyendo a las ciencias naturales cualidades extremas de racionalidad y empirismo que no siempre alcanzan en la práctica (2). Puede, también, atribuirse esta partición de las ciencias al Círculo de Viena y el empirismo lógico que, en cierta manera, realizó una clasificación maniquea de las ciencias (3). Algo tuvo que ver también Popper con su criterio de falseabilidad como recurso de clasificación y legitimación de las ciencias.

Me atrevo a decir, sin embargo que esta connotación peyorativa de las ciencias sociales y humanas no es compartida por la mayoría de los científicos de las ciencias experimentales. En realidad, existe una sensación inversa en el mundo de las ciencias donde se percibe que las ciencias positivas no son consideradas parte de la cultura en el sentido con que se conoce generalmente. También podríamos pensar que esta sensación inversa es válida si consideramos los niveles diferenciados en que se colocan a la ciencia y a la cultura en la organización administrativa del Estado.

La ubicación en el aparato administrativo del Estado quizás no tenga mucha importancia porque, en realidad, lo que hay que medir es la influencia real en el área social y política. La valoración que las ciencias positivas o naturales tienen en el mundo social y, también en el económico y político no es el mismo que se da a las artes, a la literatura y a otras expresiones de las ciencias humanas a pesar de la amplia utilización de la tecnología en todos los ámbitos de la vida diaria.

La clasificación en ciencias duras y en ciencias blandas tiene que ver, ciertamente, con el grado de certidumbre de las metodologías empleadas. Así se podría hablar de metodologías duras y de metodologías blandas en relación al grado de certeza que otorgan las diversas ciencias.

En el ámbito de las ciencias naturales - física, química, biología y otras - se menciona frecuentemente al "método científico" como el bastión de su desarrollo. Como indica Klimovsky en su libro "Las desventuras del Conocimiento Científico" (4) es discutible hablar del método científico como algo definido. Los científicos usan, en realidad, numerosos métodos: definitorios, clasificatorios, estadísticos, observacionales, experimentales, etc., basados en procedimientos generalmente hipotético-deductivos. Se trata, en verdad, de un conjunto de tácticas que están constantemente modificándose por virtud de los continuos avances científicos y los progresos tecnológicos e instrumentales a la par que avanzan las concepciones teóricas que alimentan esos avances.

Si nos referimos exclusivamente a las ciencias naturales, agrega Klimovsky (4), que dejando de lado las ciencias formales como la matemática y a las ciencias sociales, resulta claro que el método hipotético-deductivo y los procedimientos estadísticos son esenciales para la investigación científica.

¿Qué ocurre en el caso de las ciencias sociales o ciencias humanas? ¿Se utiliza el método hipotético-deductivo? Recurriendo nuevamente a Klimovsky (4) se puede afirmar que no existe un "salto metodológico" entre las ciencias duras y las ciencias blandas. En sociología, por ejemplo, se puede aplicar con igual legitimidad que en la física, el método hipotético-deductivo pero posiblemente debe reconocerse que existen algunos problemas en su utilización. Algunos epistemólogos eliminarían del espectro científico a casi toda la psicología, la sociología, la antropología, la economía y a las ciencias políticas.

Los proponentes de una orientación interpretativa o hermenéutica de las ciencias sociales presentan objeciones contra la aplicabilidad del método hipotético deductivo en el ámbito de lo histórico, lo cultural o lo social dado que no podrían obtenerse leyes o regularidades como en física o en química y, en menor grado, en biología. El libre albedrío del hombre complica el valor predictivo de las conclusiones pero eso, también, ocurre en muchas áreas de las ciencias naturales. Se descalifica, de esta manera, el conocimiento que procura comprensión de un problema, aún cuando esta comprensión puede conseguirse utilizando una metodología transparente sin caer en la subjetividad afectiva y arbritraria. Por su parte, el mundo de las ciencias naturales no ha estado, libre de discusiones y controversias, resueltas generalmente positivamente como lo comprueba la historia científica.

"La propia dificultad de comprender muchos de los conocimientos generados por la ciencia, ha hecho que la opinión pública le haya atribuido cierta deshumanización, pareciendo que está más allá de las capacidades e intereses del ciudadano medio; idea que ha contribuido a aislar la ciencia de la cultura humanística, simplemente del mundo de las letras y las artes, a pesar que, en los últimos lustros, los estudios epistemológicos, históricos y de sociología de la ciencia han falseado esta visión positivista" (5).

Hace casi cincuenta años, C. P. Snow, escritor y ensayista británico, funcionario público durante la Segunda Guerra Mundial y físico por formación en una famosa conferencia en Cambridge en 1959 titulada "Las dos Culturas" (6) se refirió a la separación que, a su juicio, existía entre los ámbitos culturales de las ciencias naturales y de las letras, artes y humanidades; hiato o barrera con consecuencias sociales y políticas. Según Snow los políticos y los funcionarios públicos de su país tenían una mala formación técnica, un desconocimiento general sobre aspectos científicos y una actitud negativa frente a las disciplinas científicas separadas por una insuperable barrera construida por lenguajes herméticos. El caso Sokal de hace unos años fue una manifestación actualizada de este desconocimiento que conduce, muchas veces, al uso indebido de metáforas científicas en literatura y en las ciencias sociales (7).

Los continuos avances científicos y tecnológicos que ha experimentado la humanidad desde entonces, nos obliga a ponderar el problema más precisamente desde la ambivalencia de los avances tecnológicos que nos amenazan ética y físicamente frente al hecho que nuestros dirigentes y la población, en general, no están adecuadamente informados y apropiadamente educados. Cada día es más claro que el mundo no puede estar dirigido ni poblado por personas que no conozcan las implicancias de todo orden del desarrollo científico y tecnológico. Es pues un problema educativo y cultural que debemos enfrentar.

Se trata de exponer el tema científico no como una presentación de ciencia ficción sino como ha tratado de hacerlo en los últimos años, Carl Djerassi, científico y escritor de novelas y de teatro, como "ciencia en la ficción" (8), procurando una más adecuada descripción de problemas científicos en el marco de problemas personales y sociales, muchas veces de carácter ético, que se presentan en el ambiente científico, con el fin de estimular una mayor comprensión y escapar a los compartimentos estancos de ciencia y de cultura que subsisten en nuestra sociedad actual. Recientemente, la obra "Copenaghe" ha sido un buen ejemplo al describir los dilemas que enfrentan los científicos en el desarrollo de sus actividades aparentemente alejadas de la vida real.

Sin intentar hacer una extrapolación muy precisa al caso argentino vale la pena que conozcamos que esta separación ocurre en nuestro país. Una buena parte de los problemas del desarrollo nacional se debe al desconocimiento público y de nuestros dirigentes sociales, empresariales y políticos de las ventajas del desarrollo científico. Más aún existe un generalizado "analfabetismo científico" que ha llevado, pese al uso y aprovechamiento que hacemos de las tecnologías más actualizadas, al poco interés nacional en producir innovaciones recurriendo a la mera importación de novedades técnicas y relegándonos a ser un país de segundo orden. Salvo excepciones en el pasado en el orden político que se remontan a Rivadavia y a Sarmiento ha existido una ausencia casi total de estímulos de todo tipo y un real interés de nuestros dirigentes políticos y empresariales en promover, estimular y financiar el campo científico y tecnológico.

No augura bien para el país, este escaso espíritu innovador de nuestros empresarios y el nulo o casi nulo apoyo privado a la investigación científica y aplicada en las universidades y en los institutos de investigación del país así como su escasa contribución al desarrollo de nuestras universidades.

Pero esto no ocurre solamente en nuestro país. En una reciente editorial de la revista "Chemical and Engineering News" de la American Chemical Society se menciona "el creciente hiato entre ciencias y humanidades" como un problema de envergadura que debe resolverse (9).

En una Encuesta de realizada en 1999 por la Secretaría de Ciencia y Tecnología de la Nación se encontró que "la ciencia y el científico representan entidades poco asequibles para la mayoría del público entrevistado" y "que existe una importante diferencia entre las opiniones de la población general y los estudiantes secundarios y universitarios" (10). Los datos obtenidos evidenciaron un bajo nivel de atracción a la actividad científica en los estudiantes encuestados pese a que en su imaginario esa actividad otorga prestigio y superioridad quizás por lo ignoto y porque implica estudios rigurosos, serios, complejos y prolongados. 

Recuerdo, a este respecto, el incidente de los alumnos dejados libres hace unos años en el Buenos Aires que postergaron sus exámenes de química porque se trataba, según manifestaron algunos padres, de algo difícil. 

En la misma Encuesta se encontró que la tecnología es muy estimada por su contribución al confort y por su asociación a lo que se considera la modernidad y al adelanto como ocurre en el caso de la informática. Sin embargo, los estudiantes no demostraron conocer con precisión quienes son los que generan las herramientas tecnológicas y si esto puede hacerse en el país. No creo que estas percepciones hayan cambiado desde 1999.

Un Estudio llevado a cabo unos años antes en España cuyas conclusiones fueron solamente publicadas hace poco pretendía obtener información sobre las percepciones de graduados y estudiantes secundarios y universitarios sobre la influencia de la ciencia en la cultura. Los encuestados no otorgaron a la ciencia y a la tecnología un papel demasiado influyente en la sociedad a pesar de que reconocieron una cierta incorporación de la ciencia y de la tecnología en la cultura social actual. Entre los encuestados que aceptaron la existencia de dos culturas separadas predominó la idea que el mayor conocimiento y estudio de las ciencias no mejoraría el escaso o nulo interés de muchas personas por las ciencias. La mayoría también manifestó no creer en la utilidad de la ciencia a nivel escolar para promover capacidad y destrezas necesarias en la vida cotidiana dado que las clases de ciencias no tenían nada que ver con el mundo real. Esta respuesta pone en clara evidencia la necesidad de examinar los objetivos y las formas de la enseñanza de las ciencias a nivel escolar. (2).

La Royal Society en el Reino Unido ha promovido (11) actividades tendientes a crear una mayor "comprensión pública de las ciencias" y acciones iguales realizan las Academias Nacionales de los Estados Unidos (12). Algo se hace en nuestro país en materia periodística escrita o visual. Hay datos que muestran cierta sensibilización con respecto a ciencia y tecnología. En la encuesta de 1999 (10) en nuestro país se evidenció una propensión a pensar que los estudios e investigaciones deberían ser, en el país, más coincidentes con las necesidades y preocupaciones de la sociedad en su conjunto volcándose hacia la utilización práctica de la ciencia como factor de desarrollo y hacia una consideración mercantilista de las actividades científicas lo que constituye otro tema de discusión en el ambiente científico y la necesidad de asumir posiciones filosóficas y políticas al respecto.

Estamos, en realidad, frente a un problema de Educación. Pese al buen desempeño de nuestros estudiantes en Olimpiadas Internacionales de matemáticas, física, química y biología, en realidad es alarmante el nivel de conocimientos que alcanzan los egresados de las escuelas secundarias, el bajo interés en proseguir estudios en ciencias naturales a juzgar por el bajo porcentaje de los que ingresan a esas áreas en nuestras universidades.

El sistema formal de enseñanza estimula el desconocimiento de lo científico y contribuye al hiato entre ciencias naturales y ciencias sociales y humanas. El estudiante no recibe en la escuela, información sobre que significa saber y dedicarse a las ciencias y la enseñanza no despierta interés en la búsqueda de esa información, de las novedades y en la realización de experiencias.

Por otra parte, la educación formal está diseñada para fomentar una selección demasiado temprana de estudios especializados con el fin de acercar y facilitar las salidas laborales. Por más que esto último sea algo muy laudable y que se está desarrollando en casi todo el mundo como una respuesta al espectro de la desocupación lo que se incrementa, de hecho, es un descenso en el papel de la escuela como catalizador de una formación cultural amplia que facilite posteriormente una mejor ubicación en el mundo. Se olvida, en definitiva, lo que debería ser el objetivo principal de la enseñanza que es la formación de una "persona culta" con un adecuado balance de los conocimientos que incluye a las ciencias naturales.

La UNESCO afirmó en 1999 en la Declaración de Bucarest sobre la Ciencia y el Uso del Saber Científico y posteriormente en el 2001 la necesidad de hacer "apreciar el papel humanístico de la Ciencia" (13) y se ha dicho que "nadie que hoy pretenda considerarse culto puede ignorar la ciencia, su historia, sus hechos y su sentido global como empresa humana, pero los científicos también deben abdicar de su aislamiento y de la pretensión del monopolio del conocimiento" (2).

Las dificultades en trascender lenguajes herméticos y modelos científicos bastante abstrusos y otras características sociales y psicológicas de los científicos dificultan que se superen estas barreras. En la Argentina, ya en la década de los 30, Bernardo Houssay y Eduardo Braun Menéndez, junto con otros científicos, crearon la Asociación Argentina para el Progreso de las Ciencias y a partir de 1945 comenzaron a publicar la revista Ciencia e Investigación para divulgar avances científicos. En sus momentos alcanzó una circulación muy grande que se vendía en los quioscos pero actualmente languidece por falta de apoyo financiero aunque sigue procurando que los científicos escriban artículos que sean accesibles al público en general.

A nivel familiar e institucional cuando se piensa en ampliar la educación de los hijos se busca complementarla casi exclusivamente con cursos de idiomas, de música, artes visuales, literatura. El término educar no incluye a la ciencia y a la tecnologìa, al menos para orientar hacia su comprensión general y hacia un mayor entendimiento de sus métodos y de lo que aportan al desarrollo de la sociedad.

En el ámbito universitario ocurre algo semejante. Nuestras universidades forman profesionales en áreas específicas de las actividades sociales. Esto es un hecho inevitable y irreversible dada la historia del desarrollo universitario en la Argentina, dadas las aspiraciones de la sociedad y la conformación del aparato productivo y de servicios. Pero creo que deberíamos enfatizar el papel que las Universidades deberían cumplir como formadores de la clase dirigente y, en tal sentido, correspondería darle una mayor gravitación a la "formación integral de las personas" incorporando disciplinas y temas que no sean específicos de sus estudios especializados.

Agulla en La Educación Cuaternaria y la Dirigencia (14) propugnaba una mayor especialización en los estudios de posgrado. Como contrapartida debería buscarse una formación más general en los estudios de grado, hacia un desarrollo más integral de las personas que podría conducir a una mayor flexibilidad y adaptabilidad frente al mercado de trabajo.a la manera de los "liberal studies" de Estados Unidos (15). Se lo difícil que sería hacerlo frente a las demandas de cada sector profesional y del mercado de trabajo pero lo señaló, porque inadvertidamente, se está fomentado como una consecuencia de requisitos oficiales de calidad y de intereses en establecer áreas de reserva profesional, un creciente enciclopedismo técnico que va en contra de la formación integral de las personas.

Lo que es criticable no es la especialización sino la falta de una cosmovisión de la vida, una concepción integradora de la historia, de las posibilidades y de los valores que sustentan la existencia humana. La propia dinámica de los avances científicos y tecnológicos han causado la super-especialización y la sectorización en dominios científicos aislados, herméticamente cerrados por códigos y lenguajes muchas veces inexpugnables por extraños. Si bien, muchos han creído que este fenómeno es negativo para la cultura y el desarrollo humano, no se puede desconocer el hecho innegable de que al avanzar en los respectivos desarrollos es necesaria la concentración de esfuerzos en áreas específicas para evitar dispersiones ineficaces y lograr resultados ciertos y concretos. ¿Cómo resolver esta disyuntiva que plantea el progreso científico y tecnológico sin olvidar que la educación forma parte de un sistema dinámico sujeto a los cambios de todo tipo que permanentemente ocurren en la sociedad pero recordando que el interés de la gente en general y de los estudiantes en particular, en las ciencias está directamente relacionado con la visión que adquieren del trabajo científico y de los científicos?

Todavía predomina la idea positivista de la ciencia según la cual los científicos descubren inductivamente lo que ocurre en la naturaleza y, como consecuencia de ello, se presentan en clase teorías, hipótesis y leyes inmutables a veces muy difíciles de entender sino se forma parte de la casta científica, siempre cerrada en sus laboratorios y en sus experiencias en inexpugnables torres de marfil.

Este punto de vista lleva a considerar a la enseñanza de las ciencias como una mera descripción de hechos y teorías indiscutidas que sólo pueden memorizarse. No es esta la oportunidad de discutir las diferentes formas como puede considerarse el papel del científico o como se lo puede ver, pero lo cierto es que deben buscarse otras formas de enseñanza que estimulen la búsqueda del espíritu de observación y de averiguación y el uso más amplio y más correcto de la experimentación así como una más adecuada inserción del aspecto histórico del desarrollo de las ciencias para que los estudiantes sean capaces de vislumbrar algo de las formas como se producen los conocimientos científicos y los avances tecnológicos para no darlos como un hecho dado.

En cuanto a la educación científica en general del público y de los estudiantes que no tienen intención de seguir ciencias en lo que podríamos denominar "la enseñanza a no expertos o a no interesados", habría que tomar en cuenta que los diferentes dominios de la ciencia constituyen, en realidad y pese a su diversidad metodológica y de lenguajes especializados, construcciones históricamente desarrolladas que no tienen correlato en la realidad de la naturaleza que explora la ciencia.

La física, la química, la biología, la geología y otras ciencias naturales no abarcan, cada una de ellas, la totalidad del objeto de estudio de modo que sería conveniente combinar la enseñanza y su difusión. Esto no significa promover una indiscriminada interdisciplinaridad sino contribuir a vincular conocimientos en ciencias naturales con los de las ciencias sociales y las humanidades y alentar una intervención más amplia del público en la toma de decisiones sobre problemas que tienen implicancias sociales, económicas, éticas y políticas que deban basarse en conocimientos científicos y tecnológicos. Así se evitarían soluciones tecnocráticas o simplemente populistas y la ausencia de consideraciones integrales que hemos visto mucho en los últimos tiempos en la Argentina.

No existen o no deberían existir autonomías o sectores inconexos en el conocimiento y en la cultura ni interpretar el desarrollo humano en lo individual y social basado en la independencia de lo científico, de lo social o de lo cultural. No puede haber una "racionalidad científica" separada y aislada de una "racionalidad social" basada en valores éticos y morales.

Referencias
  1. Gaymonet, L. - "Historia de la Filosofía y de la Ciencia", Crítica, Barcelona, 1998.
  2. Manassero Mas M.A., Vázquez Alonso A. y Acevedo Díaz J.A. , Opiniones sobre la influencia de la ciencia en la Cultura, www.campñus-oei.org/salactsi/acevedo17.htm, 2003.
  3. Nuño, J. - El Eclipse del Marxismo, Venezuela, 2002.
  4. Klimovsky, G. - "Las desventuras del Conocimiento Científico", A.Z. Editora, Buenos Aires, 1995.
  5. Vázquez y otros, Cuatro paradigmas básicos sobre la naturaleza de la ciencia, Argumentos de Razón Técnica, 4, 135-176, 2001.
  6. Show, C.P. "The Two Cultures and the Scientific Revolution", The Rede Lecture, Cambridge University Press, Cambridge, UK, 1959.
  7. Sokal A. y Brikmont J. -"Imposturas Intelectuales", Editorial Paidos, España, 1999.
  8. C.Djerassi, www.djerassi.com - 2003.
  9. Jacob, M. - "In praise of Teachers", Chemical and Engineering News, page 5, Apriel 14, 2003.
  10. "Nos interesa saber que piensan los jóvenes. Un Recorrido Interesante", www.secyt.gov.ar, - 2003.
  11. Copus, The Royal Society, UK, London, 1987-2003.
  12. National Academies, www.nas.edu, USA.
  13. UNESCO - "Declaración sobre la Ciencia y el Uso del Saber Científico", Conferencia Mundial sobre la Ciencia para el Siglo XXI, Budapest, 1999.
  14. Agulla, J.C. - "La educación Argentina y la Dirigencia", Academia Nacional de Educación, Buenos Aires, 2000.
  15. Aronowitz, S. - "The Knowledge Factory", Beacon Press, Boston, 2000.
Fuente
www.ub.edu.ar

martes, 4 de noviembre de 2014

Rosario tendrá un laboratorio de excelencia mundial en Neurociencias


El próximo 11 de noviembre se inaugurará el Laboratorio Max Planck de Biología Estructural, Química y Biofísica Molecular de Rosario (MPLbioR) Así, Rosario pasará a ser el segundo nodo en Latinoamérica de la Sociedad Max Planck de Alemania.
El nuevo centro cuenta con equipamiento de última generación y personal altamente calificado (Foto: C. Pairoba).

Se inaugurará además el Centro Internacional de Microscopía de Excelencia Nikon-UNR, que será el primero en Latinoamérica y desde el cual se realizarán todos las demostraciones y anuncios de avances tecnológicos para la región latinoamericana.
 
Todo ello con una inversión de 1.300.000 euros para la adquisición del  equipo de Resonancia Magnética Nuclear y de 300 mil dólares para los microscopios, en el marco de una política de estado que ha contribuido, entre otras cosas, a la internacionalización de la ciencia y universidad argentinas, y que permite posicionar a nuestro país en el centro de las escena a nivel internacional.
 
La tecnología descripta permitirá repatriar a dos científicos rosarinos que hoy están radicados en Berlín, al tiempo que cuatro estudiantes alemanes llegarán a esta ciudad a hacer su doctorado internacional en 2015. En ese mismo año vendrá a dictar clases a la Universidad Nacional de Rosario (UNR) el último premio Nobel de Química, Stefan Hell, Director del Instituto Max Planck de Biofísica Química de Göttingen, quien forma parte del cuerpo de Profesores del Doctorado Binacional en Biociencias Moleculares y Biomedicina de la Universidad Nacional de Rosario con la Universidad Georg-August de Göttingen, Alemania, la que cuenta con 47 Premios Nobel asociados en su historia.
 
El edificio del Max Planck Rosario ya está construido en el predio de la Ciudad Universitaria. Cabe recordar que entre la infraestructura edilicia (1500 m2 de superficie) y el resto de la tecnología menor adquirida la Nación ya lleva invertidos otros 14 millones de pesos en ese sector de la Universidad Nacional de Rosario.
 
El equipo de Resonancia Magnética Nuclear de este laboratorio es el más potente y sensible de la Argentina. Está montado con tecnología de criosonda, que permitirá investigar la estructura de biomoleculas directamente en el interior de las células, convirtiéndose este laboratorio en uno de los pocos   en el mundo especializado en la técnica de “In Cell RMN”, una herramienta fundamental para el descubrimiento de fármacos en fase pre-clínica.
 
La dirección estra a cargo del Dr. Claudio O. Fernández,  cientifíco repatriado en el año 2006 y de reconocida trayectoria en el estudio y análisis del campo de las enfermedades neurodegenerativas, como Parkinson y Alzheimer.
 
El 11 de noviembre estarán presentes el vicepresidente de la firma internacional Nikon, Jim Hamlin, además del embajador alemán, Bernhard Graf Von Waldersee y el prestigioso científico alemán Christian Griesinger, Director de Institutos Max Planck y galardonado el año pasado por la Honorable Cámara de Diputados de la Nación por su trayectoria y contribución a la ciencia mundial.
 
CENTRO NIKON
El Centro Nikon será el primero en su tipo en Latinoamérica y el séptimo a nivel mundial (actualmente hay un solo Centro en Estados Unidos, en el prestigioso Scripps Research Institute,  y otros cinco Centros distribuidos en Europa) y pondrá a Rosario en un sitio de excelencia científica a nivel internacional. La nómina de Centros Internacionales de Microscopía de Excelencia Nikon son:
1.    The Scripps Research Institute (USA),
2.    Université de la Méditerranée (Francia),
3.    University of Amsterdam (Holanda),
4.    The Institute of Photonic Sciences ICFO-STORM (España),
5.    The Institute of Experimental Medicine (Hungría),
6.     Karolinska Institute (Suecia),
7.     Institute of Molecular Genetics (República Checa).
 
Fuente
Laboratorio Max Planck Rosario
 

sábado, 1 de noviembre de 2014

VIII Jornada de Ciencia y Tecnología: Reflexiones


El encuentro anual sirvió, una vez más, como espacio de encuentro para nuestros docentes-investigadores y socialización de su producción científica.

El encuentro anual permite conocer los trabajos de docentes-investigadores de la Universidad Nacional de Rosario.


Más de 350 posters de 1400 autores y cerca de 200 trabajos ampliados para publicar en el libro que aparecerá en el 2015, son algunos de los números que definieron a este espacio que estuvo abierto desde las 9 de la mañana hasta las 17:30 hs.

El acto inaugural tuvo palabras de las doctoras Clara López y Estela Alvarez (Secretaria y Subscretaria de Ciencia y Tecnología respectivamente) y sirvió de marco para la entrega de certificados a los nuevos becarios del Consejo Interuniversitario Nacional y a los becarios de la Universidad Nacional de Rosario que concluyeron sus becas 2013.

Los trabajos se distribuyeron en 6 sesiones que permitieron tener una idea de la rica y variada producción científica de los docentes-investigadores de nuestra universidad.

Pero no todo terminó allí. A través de los distintos canales de difusión de nuestra secretaría, continuaremos dando a conocer lo que se vivió el día de la jornada: la profundidad de las distintas temáticas abordadas, el entusiasmo de todos los participantes y las posibilidades de generar acciones conjuntas a futuro. El espacio de la jornada se ha perfilado como una manera de estimular el trabajo interdisciplinario, como lo destaca la Dra. López.

“Lo que más quiero destacar respecto al desarrollo de esta jornada es la posibilidad de la interacción entre los distintos actores”, remarcó la Secretaria de Ciencia y Técnica. “Es decir, la presentación de los proyectos ante docentes-investigadores no de la misma área de trabajo del investigador, si no de otras disciplinas. Esto es bueno porque permite realizar a futuro proyectos interdisciplinarios.”

La funcionaria destacó “el interés manifiesto por los participantes, quienes cada vez son más” así como “el número de autores que ven la posibilidad de ampliar sus trabajos para darlos a conocer en el libro que la secretaría publica anualmente”.

Video de la Jornada


Por su parte, Estela Alvarez destacó el entusiasmo de los participantes, haciendo especial hincapié en las nuevas generaciones.

“Lo que noté con respecto a otros años es la participación de investigadores cada vez más jóvenes, recién doctorados por ejemplo, en la socialización que realizan las distintas unidades académicas. El entusiasmo que ponen en ese intercambio que se realiza cuando escuchan otro tipo de trabajos, el interés de sus comentarios y cómo valoran el acceder a otras áreas del conocimiento, es algo digno de destacar”, enfatizó la subsecretaria.

Los coordinadores de cada sesión tuvieron un papel preponderante en destacar temáticas y trabajos que les parecieron novedosos, sirviendo como puente para darlos a conocer desde la nueva sección creada en nuestra secretaría, el ESPACIO SeCyT. Este canal tiene por objetivo conocer más sobre los docentes-investigadores tanto en lo que concierne a sus actividades académicas como en lo relacionado con sus historias de vida y los recorridos que los llevaron a elegir y crecer en la actividad desarrollada.

Cabe recordar que ESPACIO SeCyT está abierto para todos aquellos docentes-investigadores y estudiantes avanzados que quieran dar a conocer aspectos de su trabajo que consideren merezcan ser destacados.

miércoles, 29 de octubre de 2014

SAIB 50: Entrevista con Carlos Andreo


Núcleo de formación para el sistema científico rosarino, la prestigiosa y productiva organización celebra sus 50 años en la ciudad que resultó profundamente favorecida por su accionar. 

La historia de la SAIB tiene un capítulo especial en Rosario.

Por Claudio Pairoba*

El Dr. Carlos Andreo, presidente de la Sociedad Argentina de Investigación Bioquímica y Biología Molecular (SAIB), nos cuenta sobre la historia y el presente de la organización que conduce.

¿Cómo nace la SAIB?
La primera reunión de la (SAIB) es del año 1965. A principios de ese año se tenía el estatuto ya escrito, pero la idea surge en 1964 y esto, tengo entendido, fue consecuencia de reuniones y seminarios que se realizaban siempre en Buenos Aires en forma rotativa y en los cuales intervenían investigadores de los distintos laboratorios.
Con esta primera reunión del año 1965 se reemplazó ese sistema y ahora vamos llegando a la reunión número 50.

¿Quiénes estuvieron en su creación?
Leloir fue el primer presidente y estuvo en el grupo inicial que decidió sobre la creación de la organización. Tengo entendido que en esa época también tienen que haber participado Hector Torres, Hector Carminatti, probablemente Israel Algranati, Rodolfo Brenner, Alejandro Paladini, Ranwell Caputo (quien ya para ese entonces estaba en Córdoba según recuerdo). Él da origen a toda la investigación en Química. Biológica que se desarrolla como consecuencia de su traslado a esa ciudad.

¿Por qué es importante la SAIB para Rosario?
Para contestar esta pregunta hay que hacer un poco de historia. En el ‘65, cuando se crea SAIB, yo comenzaba como estudiante la carrera de Bioquímica. Llego al cuarto año para cursar Química Biológica, que era la primera materia biológica que se tenía en la carrera. Los tres primeros años eran exactamente iguales a los de cualquier ingeniería. Es más, muchos de nuestros profesores eran profesores de las mismas asignaturas que en la Facultad de Ingeniería. La universidad en ese momento era Universidad Nacional del Litoral (UNL) y Bioquímica se estudiaba en la Facultad de Cs. Médicas, Farmacia y Ramos Menores, o sea que Bioquímica era uno de los ramos menores de esa facultad.

La división de la UNL y la aparición consecuente de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) es del año 1968. Yo terminé mi carrera en la UNR pero la empecé en la UNL. Y de estudiar Bioquímica en la Facultad de Cs. Médicas, Farmacia y Ramos Menores terminé como bioquímico de la Facultad de Cs. Bioquímicas de la UNR. 

La materia Química Biológica tuvo entonces un papel preponderante en todo lo que vendría.
Tuvimos la suerte de cursar Química Biológica en ese momento. Por única vez surgió la organización del cursado de estas dos asignaturas anuales (Química Biológica I y II) dictadas por profesores que viajaban desde diversas partes del país. Todos ellos fueron y aún son miembros destacados de la SAIB. Muchos fueron también presidentes de la sociedad. Tenemos la suerte de tener a muchos de ellos presentes en este momento y en la reunión. 

¿Quiénes eran los profesores que venían a dictar la materia?
Con errores y omisiones, no quisiera generar un problema, pero los nombres que recuerdo son los de los doctores Santomé, Delhacha y Paladini, dictándonos clase aquí en Rosario. También Algranati, Carminatti, Gomez de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires (UBA), Andrés Stoppani (profesor de Química Biológica de la Facultad de Bioquímica de la UBA). Recuerdo la presencia de Federico Cumar dictando alguna de las clases teóricas y viniendo de la Universidad de Córdoba para dictarlas, también del Dr. Torres. Tuvimos prácticamente a miembros y ex presidentes de la SAIB, dictándonos estas clases de Química. Biológica. Además tuvimos la presencia de la Dra. Mirta Biscoglio como coordinadora de todas las actividades prácticas dictadas durante dos años, 68 y 69. 

¿Cuál es el resultado de esta experiencia?
Esta experiencia, que fue única, fue muy importante porque posteriormente a estos dos años se decidió la creación del Departamento de Química Biológica en la Facultad de Bioquímica. Su primer profesor fue el Dr. Rubén Vallejos, quien también había venido a dictar algunas de estas clases y ha sido miembro por muchos años de esta sociedad. Además de contar con él, al poco tiempo se unió aquí Juan José Cazzulo, regresando de su estadía posdoctoral en Inglaterra. Estuvo alrededor de 10 años como profesor asociado de Química. Biológica con lo cual también contribuyó muchísimo a la creación de un núcleo de investigación en ese Departamento de Química Biológica que con el tiempo se transformó en un instituto del CONICET. Este instituto fue el CEFOBI (Centro de Estudios Fotosintéticos y Bioquímicos), el cual fue el primer instituto de doble dependencia entre CONICET y la UNR, que se crea aquí en Rosario.

La creación del CEFOBI marca otro punto de inflexión en la investigación de nuestra ciudad.
Esto generó proyectos de investigación muy importantes y la realización de tesis doctorales que prácticamente no existían ya que no había un reglamento para llevarlas adelante. En esa época, mucha gente hacía la tarea experimental en Rosario y terminaba defendiendo y presentando sus tesis doctorales en la UBA, ya que no existía la posibilidad de tramitar el título aquí. Por eso hubo que hacer camino allí, en la universidad, generando esas carreras de doctorado, que pasaron por tener un doctorado único de la universidad a tener los doctorados en cada una de las facultades que así lo requirieran.

Todo esto constituyó un núcleo muy importante de investigadores jóvenes en este instituto, este grupo se consolidó en el CEFOBI y originó con el tiempo la posibilidad de la creación de nuevos institutos. Entre ellos uno que tiene una significación muy importante para Rosario, su región y el país como es el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario (IBR). 

¿Cuál es el balance de todo lo sucedido?
Entiendo que esta experiencia inicial en la cual participaron ex presidentes de la SAIB y miembros comunes de la sociedad, ha sido el motor que impulsó todo este desarrollo y por lo cual Rosario tiene que estar realmente agradecida a la Sociedad, a la Universidad, al CONICET y a todos esos jóvenes que tuvieron la posibilidad de desarrollarse y potenciar las facilidades que actualmente existen.

La reunión anual de la SAIB se celebrará entre el 11 y el 14 de noviembre en los Salones Puerto Norte con la presencia de destacados conferencistas nacionales y extranjeros. El acto inaugural tendrá un momento especial para recordar a sus ex presidentes. Para mayor información consultar saib.org.ar

miércoles, 8 de octubre de 2014

Alarma en Bolivia ante un virtual caso de ébola

Un africano ilegal que pretendía ingresar luego a Argentina fue internado con vómitos y fiebre. Aseguró que su familia murió por el virus.

Un hombre que llegó desde Sierra Leona a Bolivia e intentaba cruzar a Argentina fue detenido e internado en las últimas horas por los síntomas que presentaba. Las autoridades de salud bolivianas temen que se trate de un caso de ébola.

El africano de 28 años está internado en el hospital de Yacuiba, según publica el Diario Nacional, de Bolivia. “Se le realizan análisis para determinar si está contaminado con el virus ébola, enfermedad de la que murió toda su familia”, alerta la publicación.

El hombre está aislado y bajo el cuidado de médicos cubanos. De acuerdo al relato de la prensa boliviana, el paciente no tiene pasaporte, no habla español y busca refugio. Al momento de ser aprehendido, sólo contaba con una libreta donde figura su procedencia, su nombre y su fotografía. Luego fue internado con vómitos y fiebre.

Al ser interrogado, el supuesto paciente no quiso dar mayor información “porque primero quiere asegurar documentación que le asegure residencia en Bolivia o Argentina”, señaló el portal.

El ministro de Salud, Juan Carlos Calvimontes, confirmó a la radio Fides que el africano se encuentra en cuarentena y que se le realizaron todos los exámenes correspondientes.

Por su parte, la directora distrital de Migración, Lourdes Aldana, informó que el supuesto portador de ébola fue detenido el lunes en la mañana en San José de Pocitos. Habría ingresado al país norteño de forma ilegal por lo que fue aprehendido por personal del control migratorio cuando pretendía salir de Bolivia hacia nuestro país.

“Por los problemas de salud que presentaba fue internado en el hospital de Yacuiba, donde permanece aislado conforme manda el protocolo para los pacientes con sospecha del virus, mientras se espera el resultado del análisis”, publicó Diario Nacional.

El director del Servicio Departamental de Salud, Víctor Tavera, señaló que se tomaron todas muestras de laboratorio y se envió una brigada especial de salud a Yacuiba para que apoye en la atención del caso, mientras se espera el resultado de los análisis.

“De acuerdo al informe médico, el paciente está estable y no presenta ningún síntoma de portar el ébola. Además que de ser cierto que ha estado en la región por unos cuatro meses, se podría descartar, tomando en cuenta que el virus se manifiesta entre los 10 a 21 días”, explicó el funcionario al portal boliviano.

Fuente:
 www.losandes.com.ar

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