El 21 de diciembre de 1824, ninguno de los diarios médicos de la época hizo referencia a la muerte de James Parkinson.
Este botánico y cirujano había estado más de tres décadas ejerciendo la
medicina desde su hogar en Hoxton, a las afueras de Londres. Fue
también uno de los 13 fundadores de la Sociedad Británica de Geología.
Publicó una decena de libros y trabajos sobre campos tan distintos como
la paleontología o la enfermedad de la gota.
Por Beatríz Guillén Torres
Uno de ellos cambió el futuro de millones de personas. En su obra de 1817 “An Essay of the shaky palsy” (“Ensayo sobre la parálisis temblorosa”, en su traducción al castellano), James Parkinson fue el primero en describir con exactitud los síntomas de la enfermedad que hoy lleva su nombre. Han pasado ya 200 años de la elaboración de este trabajo, que nadie recordó ese día de diciembre de 1824, y las causas del mal de Parkinson siguen siendo un enigma.