miércoles, 31 de marzo de 2010

Biodiversidad: mucho más cerca de lo que pensamos.



La vez pasada leía un artículo sobre la biodiversidad y como la misma peligra. Todos los seres vivos que habitamos este mundo vemos nuestra existencia amenazada. Algunos de manera más inminente que otros.

Los peces, por ejemplo, no enfrentan un 2010 muy alentador, en especial después de la cumbre de Doha que, como toda cumbre últimamente, solo sirvió para enterarse de lo que no se va a hacer o de cómo las cosas no van a cambiar. Nemo y sus amigos van a continuar estando en apuros, y ya sea por la pesca o por los niveles de bisfenol A (entre otras cosas) que siguen inundando los mares, su existencia va a ser de todo menos segura.

Biodiversidad. La palabra nos hace pensar en plantas, peces, insectos, un osito koala. ¿Y el ser humano? ¿Y la biodiversidad del ser humano? ¿Qué pasa con aquellos seres humanos que nacen en condiciones desfarovables sino terribles? ¿Qué pasa con sus talentos y capacidades que nunca van a ser desarrolladas, ni apreciadas, ni disfrutadas ni utilizadas por el resto de los seres humanos? ¿Cuántos matemáticos están muriendo de hambre en el norte de nuestro país? ¿Cuántas sopranos están disolviendo sus cerebros en lagos de paco en el conurbano bonaerense?

¿Cuántos escultores están muriendo en las villas miseria de Rosario? ¿Cuántos maestros, investigadores, médicos, enfermeras, madres y padres están muriendo en cada rincón de este bendito planeta por no poder llegar a crecer?

¿Cuántas mentes iluminadas para encontrar las soluciones que tanto necesitamos se disuelven en la nada sin que nadie se entere? ¿Cuántos talentos desaparecen sin haber tenido la oportunidad?

Biodiversidad. Nos está tocando mucho más de cerca de lo que pensamos.

lunes, 29 de marzo de 2010

Economía mundial: ¿la moneda china es realmente el problema? (2da. parte)

David Caploe, analista económico y político nos da su visión profunda, reveladora y distinta de la situación económica mundial. El Dr. Caploe es el economista político en jefe del sitio EconomyWatch.com



“Equilibrio”, sin embargo, es un concepto CLAVE en la economía académica convencional – sin importar que no exista en el mundo real – y ellos harán lo que sea para POSTULAR el equilibrio en CUALQUIER situación.

Aunque sea totalmente irrelevante en relación a lo que está ocurriendo, como es el caso con la actual recesión mundial en general y la situación comercial en particular.

Ahora bien, la mayoría de las veces gente capaz como Krugman /el comité editorial del New York Times / Roubini se dan cuenta de ésta situación, en especial cuando se trata de economías DOMÉSTICAS.

Allí es absolutamente obvio que el equilibrio puede ser una “consumación devotamente deseada”, pero lo reconocen por lo que es: “una completa falsedad”, como Michael Corleone le dice al Senado en “El Padrino II”.

Pero de alguna manera, cuando se trata de problemas de comercio y la economía mundial –especialmente en el terrible estado en que se encuentra hoy – ellos quieren volver al consuelo emocional de los mitos dominantes de sus días de facultad y simular que un equilibrio, que saben es totalmente de ficción en la economía política doméstica, realmente existe en el escenario mundial.

De hecho, sin embargo, NUNCA ha existido – los EE.UU., por ejemplo, ha tenido un déficit en su balanza de pagos desde 1959, y un déficit comercial desde 1971, sin ninguna declinación apreciable en el nivel de vida norteamericano. Y dado que la economía política mundial está centrada en los EE.UU. desde 1947, nunca debería haber tal cambio.

En pocas palabras, tanto los EE.UU. como el resto del mundo se han beneficiado grandemente de una economía política global que está básicamente desbalanceada.
Es bueno tanto para los EE.UU. como para otros países que el primero tenga constantes déficits de pagos y comercial, ya que esto permite a ALGUNOS países tener pagos y comerciar excedentes, los cuales, a propósito:
a) No son lo mismo.
b) No son necesariamente buenas cosas en sí mismas, pero eso es tema para otro día.

De hecho, HAY algunos países que PODRÍAN ser perjudicados por la fiera determinación china de mantener un valor particular de su moneda, pero no son economías desarrolladas como los EE.UU. y Europa Occidental, aunque el editorial del Times diga lo contrario.

A pesar de la retórica que surge de los EE.UU. – pero NO de otros países supuestamente dañados por el fortalecimiento de la moneda china, razones que el Times no puede explicar –las exportaciones chinas de bajo valor agregado NO compiten con los productos de alto valor agregado que vienen de esos países.

Y esto es por la simple razón de que los productos de bajo valor agregado dejaron el mundo desarrollado hace mucho tiempo debido a costos de salarios que son muy elevados.

En otras palabras, todos los empleos industriales que se fueron de los EE.UU. a México o China o cualquier otro país de bajos salarios NUNCA van a volver.

Y pretender que sí van a hacerlo no es sólo absurdo y autocomplaciente desde lo analítico, sino que engaña a los norteamericanos y es peligroso para la paz económica mundial.

Los 3 primeros son bastante obvios. Pero ¿¿¿por qué es esta obsesión sin sentido con que el fortalecimiento de la moneda china sea tan dañino para la paz económica mundial???

Muy sencillo: porque pretende que hay un motivo malicioso detrás de prácticas económicas perfectamente “normales” que EE.UU. mismo a) ha practicado por años; y b) promueve de manera continua en principio ¬– es decir, la movilidad del capital, la cual Karl Marx tan elocuentemente destacó, siempre busca los salarios más bajos para obtener las ganancias más elevadas.

En este contexto, los países cuyas industrias tienen más probabilidades de verse afectadas por pequeños fortalecimientos de la moneda china no son los EE.UU. y Europa – cuyos consumidores solo se benefician de los bajos precios de las exportaciones chinas – sino lugares como Indonesia y Vietnam, cuyas manufacturas de exportación compiten directamente con China, tanto en sus mercados internos como en otros mercados, ya sea los EE.UU. o Europa.

Estos países definitivamente podrían tener recelos de China, aunque muchos de ellos superan sus problemas con los productos manufacturados, haciendo ventas significativas de materias primas a la misma China.

Pero para importantes e iluminados sectores de la elite norteamericana – como Paul Krugman y el Comité Editorial del New York Times, así como la horda abiertamente egoísta de lobistas de la calle K moviéndose por todo Capitol Hill – estar haciendo semejante escándalo acerca de los “bajos” valores de la moneda china y como son problemáticos para los EE.UU. o la economía global es totalmente absurdo.

Como hemos mencionado, los consumidores norteamericanos – prácticamente más que cualquier otro “actor” económico importante en el mundo – de hecho se benefician significativamente del bajo costo de las importaciones chinas. De la misma manera que lo harían los consumidores europeos, si sus gobiernos más proteccionistas les permitieran la entrada, la cual, por lo menos hasta ahora, son reacios a autorizar, dado el poder político que todavía tienen aquellas manufacturas domésticas que todavía existen.

El problema con los EE.UU. y, dado que la economía política global esta centrada en este país, las economías mundiales tienen poco que ver con China en general, y ciertamente NADA que ver con el valor de la moneda China.

Esos problemas tienen que ver con las mentiras que las elites académicas / de los medios / corporativas / políticas les han estado diciendo al pueblo norteamericano y al resto del mundo – y por lo que sabemos a ellos mismos – desde el último régimen de Reagan, multiplicadas, por supuesto, durante la era de Cheney / Bush.

Y si los EE.UU. van de alguna manera a tratar de encontrar una salida de este embrollo en el que están metidos, debería dejar de culpar a China, y admitir, como ya lo dijo Shakespeare, “la falla yace no en nuestras estrellas, sino en nosotros mismos”.

Pero por supuesto que eso es mucho más difícil que cargarle el fardo a uno de los pocos países en el mundo que – si bien tiene problemas, sobre todo en los temas de medio ambiente, ocupacional, seguridad de productos, así como en cuanto a libertad de expresión y derechos humanos – tiene un liderazgo político que en realidad sabe lo que está haciendo cuando se trata de política económica.

Como lo expresamos en el asunto de Lehman / Repo 105 y Goldman Sachs / Grecia – los cuales tienen MUCHO más que ver cuando hablamos de los problemas reales de los EE.UU. – “Bienvenidos a las Décadas Perdidas”, las cuales, desafortunadamente, recién están comenzando.

David Caploe, PhD
Economista Político en Jefe.
EconomyWatch.com
Presidente / acalaha.com

domingo, 28 de marzo de 2010

Economía mundial: ¿la moneda china es realmente el problema? (1ra. parte)

China: Krugman, el editorial del New York Times y la pandilla de Beltway, todos equivocados con respecto a la devaluación de la moneda

Por David Caploe PhD - Economista Político en Jefe - EconomyWatch.com
Traducción de Claudio Pairoba



La economía académica convencional es una enfermedad.

A pesar de sus pretensiones y “certezas” matemáticas, no hay rama de las ciencias sociales mas desconectada de su supuesto tema de estudio que la economía, y eso está diciendo algo, algo que no es bueno.

Así que si bien es especialmente desalentador, no es particularmente sorpresivo que los economistas usualmente no convencionales –notablemente Paul Krugman de Princeton y, más importante, el New York Times, y Nouriel Roubini de la Universidad de Nueva York, alias Dr. Desastre, uno de los pocos académicos que tuvo la vaga idea de que el desastre conocido como Septiembre Negro de 2008 se venía- caigan en la ortodoxia que generalmente evaden.

De manera intrigante, estos lapsus conceptuales a menudo aparecen en el área de comercio global y balance de pagos, donde la gente que en general es inteligente como Krugman y Roubini parece no poder librarse de las tonterías con olor a naftalina las cuales no aceptan cuando se trata de la mayoría de los problemas de Economía Política.

En el caso de Roubini, el “sub-óptimo” estado del sistema financiero norteamericano como un todo, el cual él correctamente predijo bastante antes de que ocurriera el colapso de Bear Sterns en Marzo y, por supuesto, lo de Lehman Bros. en el Septiembre Negro de 2008.

Con respecto a Krugman, está en lo correcto con respecto en cada una de las situaciones – en los últimos tiempos lo que ha estado ocurriendo con la insuficiencia del estímulo de Obama, lo cual él consideró que no sería suficiente para promover una recuperación sostenible en el momento en que fue aprobado por el Congreso y el imperativo económico (no sólo humano) de una seria “reforma” del sistema de salud, aunque tardó un poco en darse cuenta cuan significativo sería un bloqueo del “sistema” de contribución a las campañas para obtener algo concreto.

De esta forma fue bastante desalentador despertarse el Lunes, ansioso por leer su último comentario inteligente contra todas las cosas estúpidas en la política económica norteamericana, y en cambio encontrarse con su grosero e interminable discurso en contra de la supuesta manipulación de la moneda china, la cual aparentemente estaría teniendo tan malos efectos sobre los débiles esfuerzos de recuperación mundial.

Paul Krugman escribió en el New York Times:
"Las tensiones se incrementan en el tema de la política económica china, y con razón: la política china de mantener su moneda, el renminbi, subvaluada se ha convertido en un lastre significativo para la recuperación económica global. Hay que hacer algo".

Y así siguió desde ahí.

Igualmente desilusionador fue leer dos días más tarde un editorial del New York Times – cuyo directorio, al igual que Krugman, se ha destacado por dar argumentos sólidos y convincentes en contra de la perorata superficial que se disfraza de “discurso público” en los EE.UU. por estos días – adoptando la misma línea de falta de información en toda la cuestión de los valores de la moneda China.

Dice el New York Times:
"La decision china de basar el crecimiento de su economía en exportar artículos deliberadamente devaluados amenaza a las economías del mundo. Está alimentando grandes déficits comerciales en los EE.UU. y Europa. Es más, está desalojando a las exportaciones de otros países en desarrollo, poniendo en peligro sus esperanzas de recuperación".

Y así siguieron ELLOS, haciendo que el problema internacional sobre el cual habían advertido en el final de su comentario editorial se vuelva realidad, o sea que “este desacuerdo [puede] escalar hasta llegar a una pelea en la cual nadie gana”.
Así que, ¿¿¿cuál es el problema con esta idea y por qué se retrotrae al sinsentido de la economía académica convencional???

Hablando claro, tanto Krugman como el comité editorial del Times están ignorando el hecho central de la economía política mundial que ha existido desde finales de la década del 40: los países, ya sea, venden a los EE.UU. o le venden a países que le venden a los EE.UU.

En cambio, se pliegan a la inexacta pero diseminada SUPOSICIÓN de que el comercio mundial debería de alguna manera estar “balanceado” – o sea, que cada país debería hacer que sus pagos comerciales y totales estén mayormente “balanceados”.
De hecho, esto se estrella en la cara no solo de la actual situación económica mundial, sino de toda la historia de las economías políticas mundiales que han existido, en distintas formas, desde por lo menos 1815 y la aparición del “segundo” Imperio Británico, a continuación de su victoria en las guerras napoleónicas de principios del siglo 19.

Continuará.

miércoles, 24 de marzo de 2010

Brasil: ¿Cómo está la colaboración entre los institutos de investigación y el sector productivo?

Por Danilo Albergaria. Labjor.
Traducción de Claudio Pairoba


Actualmente, una de las mayores preocupaciones relacionadas con el desenvolvimiento económico de un país reside en la producción de innovaciones. En una comparación entre la economía emergente brasileña con otras ya bastante desarrolladas, como la de los EE.UU. o Japón, una de las diferencias más perceptibles está en las relaciones entre los centros de producción de saber, como las universidades e institutos de investigación, con las empresas privadas que constituyen el sector productivo. La simbiosis entre estos dos sectores es cada vez mayor en los países desarrollados, mientras que en Brasil esa interacción todavía patina.

En la búsqueda por entender en qué estado se encuentra la situación de colaboración entre investigación científica y empresas en Brasil, hace cerca de dos años, investigadores del Departamento de Política Científica y Tecnológica (DPCT) del Instituto de Geociencias de la Universidad Estatal de Campinas (Unicamp) constituyeron un grupo de investigación que comienza a mostrar resultados.

En líneas generales, el proyecto del DPCT busca entender el patrón actual, en Brasil, de la colaboración entre universidades e institutos de investigación con las empresas privadas, mirando a la producción de innovaciones tecnológicas. Se preveen 4 años de trabajo y dos ya han transcurridos. El proyecto forma parte de una iniciativa internacional encabezada por Richard Nelson, de la Universidad de Columbia, una de las autoridades mundiales sobre el tema.

Como indica Wilson Suzigan, uno de los investigadores del grupo, el proyecto pasó por la fase de recolección y discusión de la literatura teórica sobre el tema, producida principalmente por autores de los países centrales, económicamente desarrollados, como los EE.UU. y buena parte de Europa, y de un país en desarrollo, que se destaca en la relación entre investigación y sector productivo, Corea del Sur. El objetivo es saber si esa producción teórica sería útil para entender el caso brasileño.

De inmediato, los investigadores del DPCT prepararon una encuesta para entender mejor el perfil tanto de los grupos e instituciones de investigación así como de las empresas que interaccionan con ellos. Usando la base de datos del CNPq (NT: Centro Nacional de Investigaciones) para llegar a los jefes de los grupos de investigación del interior del país y aplicando un cuestionario, el grupo de Unicamp consiguió encontrar más de 2.300 grupos de investigación que se declararon en estado de interacción con empresas privadas. “La idea es comparar los grupos de investigación que colaboran con aquellos que no colaboran con el sector productivo”, afirma Suzigan.

De los 2.300 grupos que afirmaron alguna interacción con empresas, 1.005 dieron respuestas que posibilitaron un conocimiento en detalle de esa interacción, permitiendo incluso al grupo de la DPCT llegar a las empresas involucradas en la colaboración con los centros del saber. El primer trabajo resultante de esos estudios fue presentado en el Febrero de 2009, en un seminario internacional sobre el tema en Seúl, Corea del Sur, y publicado en Diciembre por la Seoul Journal of Economics.

Esa primera producción del grupo de Suzigan se inclinó, por el momento, un poco hacia el lado de las universidades, intentando entender cuál es la visión de los investigadores que interaccionan con las empresas privadas, por ejemplo si realizan proyectos conjuntos o si sólo hacen trabajos de consultoría.

Suzigan dice que, con respecto a las encuestas enfocadas para entender el lado de las empresas, ha sido mucho más difícil extraer información que ilumine el problema: de las 1.500 empresas consultadas, sólo 326 respondieron al cuestionario. Suzigan recuerda que la falta de predisposición para responder a la investigación se da, fundamentalmente, entre empresas que son de sectores económicamente estratégicos o de la frontera tecnológica. Aunque los resultados preliminares todavía están siendo redactados, Suzigan adelanta que hay algunas sorpresas, como la constatación de que las universidades son buscadas para desarrollar proyectos en conjunto con las empresas y no simplemente para hacer consultoría, aunque la consultoría de los investigadores todavía tenga importancia en las interacciones investigación-empresa.

Una de las conclusiones preliminares de este proyecto es la de que los beneficios que derivan de la colaboración entre empresas e investigadores son muy valoradas por ambas partes. Hay un claro intercambio y transferencia de conocimientos entre los sectores, afirma Suzigan. Los investigadores ganan un importante conocimiento al cual, de otra forma, tal vez no tendrían acceso; con respecto a las empresas, consiguen complementar su conocimiento técnico-científico, aplicándolo a la producción de innovaciones. El objetivo final del grupo de investigación de la Unicamp es justamente sugerir políticas públicas que implementen y profundicen, en el Brasil, esas interacciones fundamentales para el desarrollo económico contemporáneo.

Fuente
http://www.oei.es/divulgacioncientifica/noticias_261.htm

Martillazo al tiburón

Nota de CP: No me queda en claro por qué se siguió adelante con la votación si el sistema no funcionaba. Parece que vamos saltando de cumbre inútil en cumbre inútil.

La cumbre de especies de la ONU rechaza aumentar la protección de los escualos
MANUEL ANSEDE - ENVIADO ESPECIAL - 24/03/2010 08:15



La cumbre de Doha sobre el comercio con especies amenazadas vivió ayer por la tarde un momento surrealista, pero significativo. La presidencia pidió a los delegados de los 137 países presentes en la capital de Qatar que apretaran el botón del sí para comprobar que el sistema de votación funcionaba. Siete votaron que no. Algunos países, ni por esas.

Los miembros de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas (CITES), bajo el paraguas de la ONU, volvieron ayer a apretar el botón del no y rechazaron aumentar la protección del tiburón oceánico y de tres especies de pez martillo, todas en caída libre por la brutal demanda de ingredientes para elaborar la sopa de aleta de escualo; y también tumbaron la propuesta de endurecer las condiciones para exportar mielga, el tiburón con el que se prepara el fish and chips británico. Sólo se aprobó, por un voto, un cierto blindaje para el marrajo sardinero, codiciado por su sabrosa carne, aunque el plenario de CITES podría revisar hoy esta protección.

Indignación ecologista
Las organizaciones de conservación presentes en Doha estallaron. El director de la campaña de tiburones del Pew Environment Group, Matt Rand, explicaba con rabia a Público: "Se han impuesto los intereses económicos, el rechazo está científicamente injustificado". Según sus datos, la venta de aletas se cobra 73 millones de tiburones al año. El kilo alcanza los 100 euros en las lonjas de Hong Kong.

Por teléfono desde Madrid, el secretario general de la Confederación Española de Pesca, Javier Garat, aplaudió las decisiones de Doha. "Nos parece estupendo que no entren especies marinas en CITES, porque para gestionarlas ya existen las organizaciones regionales de pesca", declaró. La flota española es responsable del 95% de las exportaciones de aleta de tiburón de la UE, aunque casi la totalidad procede, según Garat, de especies no amenazadas, como la tintorera y el marrajo. España se convirtió el 1 de enero en el primer país europeo que prohíbe la pesca de tiburones martillo.

Fuente:
http://www.publico.es/ciencias/302775/martillazo/tiburon

Virus Sincicial Respiratorio: convocan a participar en estudio para vacuna infantil

Un equipo de científicos en Rosario participa de un estudio internacional para desarrollar una vacuna pediátrica intranasal. El objetivo es ...