jueves, 11 de septiembre de 2014

Entrevista a Patricia Ponce de León: la importancia de la formación

Recientemente doctorada, Patricia es docente-investigadora y nos cuenta sobre tu tema de trabajo y el camino profesional recorrido.

Patricia es docente-investigadora y se doctoró recientemente trabajando en parasitología.


Patricia Ponce de León es bioquímica y se doctoró el 25 de julio, en la carrera de doctorado de la Facultad de Cs. Médicas. Se desempeña como docente de la Facultad de Cs. Bioquímicas y Farmacéuticas (Cátedra de Parasitología, Departamento de Microbiología).

ES: ¿Cuál fue tu tema de tesis?
Trabajé con moléculas de naturaleza glucídica que estuvieran expresadas en el glóbulo rojo y su relación con el mecanismo de infección del parásito Ascaris lumbricoides.

ES: ¿Cuál es la incidencia de este parásito en nuestra zona?
Aproximadamente un 12-15 %. Dentro de los nematodos es el más importante. La forma infectante es el huevo larvado, el cual ingresa por vía oral a través de frutas, verduras, agua contaminada o tierra. Es una parasitosis bastante frecuente y una de las más comunes a nivel mundial.

Esto se debe a que las hembras ponen alrededor de 200.000-240.000 huevos diarios, los cuales son eliminados por material fecal. Estos huevos son extremadamente resistentes a las condiciones adversas del medio ambiente. Yo tuve la posibilidad de encontrar huevos con larvas vivas en muestras de material fecal de 4 años, conservadas en formol, que guardamos en nuestra cátedra para que las estudien los alumnos.

ES: ¿Dónde se aloja el parásito cuando penetra en el organismo?
Uno ingiere los huevos larvados, los cuales eclosionan cuando llegan al intestino. Ahí salen las larvas, atraviesan la mucosa intestinal y llegan por la circulación hasta corazón, hígado y pulmones. En pulmones ascienden por el árbol pulmonar hasta la faringe-laringe, son deglutidas y vuelven a caer al aparato digestivo. Ahí completan su maduración, transformándose en el intestino delgado en machos y hembras que copulan y ponen los huevos.

ES: ¿Cuál es el tratamiento para esta parasitosis?
Se trata con mebendazol lo cual da muy buenos resultados. El tema principal es que los huevos son muy resistentes por lo tanto la capacidad de infección es grande. Hace unos años se hizo una campaña por la cual se dió mebendazol de manera preventiva y disminuyó la cantidad de gente infectada. Es de fácil tratamiento pero hay que hacerlo bien para evitar que el parásito migre, porque los adultos alcanzan los 20-30 cm y pueden causar obstrucciones.

ES: ¿Cuáles son algunos de los resultados que encontraste con tu trabajo?
A lo largo de la evolución, los parásitos han desarrollado mecanismos de evasión parasitaria para poder perpetuar una infección en el hospedador. Ante una infección por ascaris, nuestro sistema inmunitario activa una respuesta inflamatoria que involucra distintas moléculas, por ejemplo ácido hialurónico y ácido siálico, moléculas que yo estudié. También estudié antígenos del grupo sanguíneo(moléculas que se encuentran en la superficie de los glóbulos rojos), los cuales participan en los mecanismos de mimetismo molecular. Entonces, el parásito trata de mantenerse a través de dos mecanismos: mimetismo molecular e inhibición de la respuesta inmune. El parásito utilizaría moléculas del hospedador para evadir la respuesta de defensa y poder infectar.

Los resultados que obtuve con los antígenos del grupo sanguíneo, presentes en la superficie de los glóbulos rojos, indican que el parásito los absorbe del hospedador y de esta forma se parecería a él, minimizando la respuesta inmunológica.

ES: ¿Qué otro tipo de problemas pueden aparecer asociados a la respuesta de defensa contra la presencia del parásito?
Puede darse el caso de que el individuo infectado produzca anticuerpos contra el parásito y que estos anticuerpos puedan causar problemas en caso de transfusiones o bien en el caso de una mujer embarazada que esté parasitada, ya que los anticuerpos pueden llegar al feto. No es problema en sí para el hospedante. Esto es lo que yo encontré trabajando con los antígenos del grupo sanguíneo.

ES: ¿Cómo nace tu interés por estudiar bioquímica?
Mi papá era ingeniero químico y yo tenía una cierta inclinación a esa disciplina. En ese momento, tal vez,  no había muchas mujeres que estudiaran ingeniería química, así que me pareció que bioquímica era más acorde. También tenía un componente de salud que a mí siempre me interesó.

En el ciclo básico casi desisto porque había mucha matemática, física, estadística, y yo no sabía bien cuál era el sentido. A medida que avancé y encontré las materias más específicas de la carrera, me encantó. Cuando terminé lo que más me gustó era la microbiología, por eso terminé en una de sus ramas, la parasitología.

ES: ¿Qué hiciste cuándo te recibiste?
Yo ya venía haciendo una pasantía en el Hospital Vilela haciendo bacteriología. Cuando me recibí, me fui al Instituto Nacional de Enfermedades Virales Humanas Dr. Julio  Maiztegui en Pergamino donde trabajé en fiebre hemorrágica argentina por casi dos años. Después me fui a Bariloche, al centro de zoonosis donde se estudiaba Chagas, entomología de vinchuca, hidatidosis. Mientras estaba allí, una profesora amiga de mi mamá se comunica con ella y le dice que había concurso para las cátedras de parasitología y bacteriología. Como estaba en el centro de zoonosis, tenía buenos antecedentes y eso me permitió ingresar a la cátedra.

ES: ¿Hay docentes a los que recordás de manera especial?
Cuando ingresé a la cátedra, la jefa era la Dra. Mary Zdero, ya jubilada. Ella me enseñó todo lo que yo necesitaba saber de parasitología y me hizo amar la especialidad. Una persona muy humana, que se preocupaba mucho por los pacientes. Para nosotros la tarea asistencial, de extensión al medio era y es fundamental. Nos seguimos reuniendo con ella todas las que fuimos sus discípulas.

ES: ¿Alguna reflexión después de doctorarte?
Hay gente que se doctora más joven. Yo lo que rescato en mi caso, es el esfuerzo de poder decir, en un momento donde mucha gente tal vez esté pensando en retirarse, que logré algo. El hecho de superación personal que uno se impone lo ayuda a sentirse más vivo, a actualizarse. Particularmente, lo que trato de transmitirles a mis alumnos y a mis hijos es que si yo lo pude hacer con todas las responsabilidades que ya tenía, los que son más jóvenes también pueden hacerlo. Trato de predicar con el ejemplo y les insisto a mis hijos y a mis alumnos en que hay que formarse y que vivimos en un país donde hay muchas carreras para estudiar y no puede ser que no haya algo que te guste. Ese es mi corolario.

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