Científicos de varios
centros catalanes han descubierto que el impacto en cambios ambientales
se puede transmitir en los genes de hasta 14 generaciones, el máximo
tiempo visto hasta ahora en animales. El estudio ha utilizado como
modelo un pequeño gusano nematodo.
Imagen del gusano C. elegans, utilizado en este estudio / Adam Klosin (CRG).
En una investigación liderada por Ben Lehner, del Centro de
Regulación Genómica,y Tanya Vavouri del Instituto de Investigación
contra la Leucemia Josep Carreras y el Instituto de Investigación
Germans Trias y Pujol, los científicos han observado que el impacto en
los cambios ambientales se podía transmitir en los genes de hasta 14
generaciones. El estudio lo publica la revista Science.
En el trabajo, los expertos utilizaron unos gusanos llamados C. elegans a los que, mediante técnicas de ingeniería genética, introdujeron un chip transgénico, que es una larga cadena de copias repetidas de un gen que codifica para una proteína fluorescente.
Cuando los gusanos
estaban a 20ºC, el chip transgénico era menos activo, emitiendo solo una
pequeña cantidad de proteína fluorescente. Pero al cambiar los animales
a un clima más cálido (25ºC), la actividad del chip transgénico
incrementaba de forma significativa, haciendo que los animales emitieran
una brillante fluorescencia cuando se les observaba con luz
ultravioleta en el microscopio.
Al volver a los gusanos a su
temperatura ambiental habitual y más fría, sus transgenes continuaban
muy activos, lo que sugiere que de alguna manera estaban reteniendo la
"memoria" a su previa exposición al calor. Curiosamente, los niveles
altos de actividad se transmitieron a su descendencia y hasta siete
generaciones más tarde. Esto, teniendo en cuenta que todos estos
descendientes solo habían estado a 20ºC y nunca fueron expuestos a
calor. Este fenómeno sucedía incluso cuando los animales de origen solo
habían sido expuestos a altas temperaturas por un periodo breve de
tiempo.
El número de generaciones afectadas incrementa considerablemente, al
exponer los gusanos de las cinco primeras generaciones a 25ºC. Después,
el efecto fluorescente se mantenía durante, al menos, catorce
generaciones.
A pesar de que este fenómeno ya se había observado
en otras especies de animales, como por ejemplo, en la mosca del
vinagre, gusanos y mamíferos, incluidos los humanos. El efecto tendía a
disiparse al cabo de pocas generaciones. Estos nuevos resultados son la
muestra más duradera de la preservación de un cambio ambiental en la
memoria a lo largo de generaciones nunca observada hasta ahora.
"Descubrimos
este fenómeno por causalidad, pero demuestra que es ciertamente posible
transmitir información sobre el ambiente a lo largo de las
generaciones," explica Lehner. "Todavía no sabemos exactamente por qué
ocurre, pero podría ser una forma biológica de planificación
anticipada," añade el primer autor del estudio, Adam Klosin.
"Los
gusanos son efímeros, con una vida corta, así que tal vez el hecho de
transmitir la memoria de las condiciones vividas en generaciones previas
puede ayudar a sus descendientes a predecir qué ambiente probablemente
encontrarán en el futuro," concluye Vavouri.
Un marcador molecular: la metilación de la histona
Comparando
los transgenes que eran menos activos con aquellos que habían sido
activados por las temperaturas otros, Lehner y su equipo descubrieron
diferencias cruciales en un tipo de "marcador" molecular unido a las
proteínas que se encargan de empaquetar el ADN. Este "marcador" o
"etiqueta" molecular se conoce científicamente como metilación de la
histona.
Los transgenes de aquellos animales que siempre se habían mantenido a
20ºC tenían altos niveles de metilación de la histona, lo que se asocia
a silenciar genes. En cambio, los gusanos que se habían expuesto a 25ºC
habían perdido estos marcadores de metilación en la histona.
Lo
más importante es que, estos últimos, todavía mantenían niveles bajos de
metilación en la histona cuando se volvían a 20ºC, lo que sugiere que
este mecanismo puede tener un papel importante en el bloqueo de la
memoria en los transgenes.
Los investigadores también descubrieron
que algunos fragmentos repetitivos del genoma normal de los gusanos,
que tienen cierto parecido a los chips transgénicos, también se
comportan de la misma manera. Esto sugiere que este es un mecanismo de
memoria generalizado y no está restringido solo a genes diseñados de
forma artificial.
Referencia bibliográfica:
Referencia: Klosin et al. Transgenerational transmission of environmental information in C. elegans. Science. April 21 2017. DOI: 10.1126/science.aah6412
Referencia: Klosin et al. Transgenerational transmission of environmental information in C. elegans. Science. April 21 2017. DOI: 10.1126/science.aah6412
Si eres periodista y quieres el contacto con los investigadores, regístrate en SINC como periodista.
Zona geográfica: Cataluña
Fuente: Centro de Regulación Genómica en Barcelona
Fuente
agenciasinc.es
parte de la memoria se graba en los genes y se transmite a los descendientes, el instinto animal, si un mosquito sale a la luz intentan exterminarlo, si no lo consiguen el mosquito aprende y ya no sale más a la luz, cosa que graba y transmite en sus genes a sus descendientes que ya llevan en su instinto eso... 3d bioprinting = Inmortalidad = ir a las estrellas ((teclear: viaje interestelar aceleración constante))
ResponderEliminar