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María Silvia y Cecilia Ribecco, miembros de Criar |
Dos mujeres se inscriben a una capacitación para emprendedores. Una vez allí, notan que son las dos únicas en una audiencia masculina. Esta experiencia, que volvió a repetirse varias veces hace poco más de una década, constituyó el escenario desde el cual nace Criar Comunidad de Mujeres Emprendedoras, una respuesta a la necesidad de generar un espacio que atendiera al emprendedorismo femenino. Ese grupo, creado en 2013, creció para convertirse en una asociación civil que hoy brinda asesoramiento técnico y acompañamiento personalizado a mujeres que se acercan para iniciar sus negocios en distintos rubros. Cecilia Ribecco (cofundadora y presidenta) y María Silvia Ribecco (tesorera y miembro de la comisión directiva) reflexionan sobre la historia y logros de la asociación al mismo tiempo que nos cuentan sobre sus desafíos futuros.
¿Qué es CRIAR?
CR: Criar es una asociación civil, pero principalmente es una comunidad de mujeres emprendedoras que nace en Rosario, Argentina, en el año 2013. Desde entonces, venimos trabajando de manera ininterrumpida en el acompañamiento a emprendedoras a través de capacitación. Principalmente nuestro programa, que fue el primero en formar emprendedoras en nuestro país con visión de género y también, por supuesto, acceso gratuito. Un programa que revolucionó, a nuestro entender, el mundo del emprendimiento femenino.
¿Cómo nace la idea de crear CRIAR?
MSR: Criar fue fundada tanto como por Ceci como por Jimena Tomarelli en el año que que Ceci nos indicaba. Un gran equipo que luego, ante las posibilidades y viendo que era un programa disruptivo y necesario, forma la asociación civil unos años después. Algo muy sentido es esto de la comunidad. Es un pilar muy importante para nosotros y para Criar el sentido de pertenencia; el aprender, el trabajar y el acompañarse en comunidad.
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Cecilia junto a un grupo de emprendedoras |
¿Cómo era el emprendedorismo cuando empezaron a trabajar?
CR: Nos encontramos con un montón de mujeres que estaban ávidas de recibir formación, pero no formación solamente en el sentido de lo técnico. Porque muchas de ellas venían de formaciones universitarias o superiores, pero sí había una ausencia de formación a la hora de decir, ¿cómo me formo para ser emprendedora? También le pasa a los emprendedores, pero en el caso de las emprendedoras nos enfrentamos a un montón de sesgos de género que hacen que socialmente también sea mucho más complejo llevar adelante un negocio, una empresa, emprender. Porque podemos tener muchísimo conocimiento sobre aquello que estudiamos, tal vez en la universidad, en un curso, en un programa, pero llevar un negocio, un emprendimiento adelante en el día a día, conlleva otros aprendizajes. Desde ahí es que empezamos a crecer y a sostener el programa, y todas las herramientas que hoy brindamos.
Sesgo de género
CR: Junto con Jimena Tomarelli, a quien nombrábamos en un principio como cofundadora, una de las experiencias que tuvimos cuando comenzamos fue haber participado de varias instancias de encuentro con emprendedores, que supuestamente eran para emprendedores, término global, y donde éramos las únicas dos emprendedoras participando. Eran todos varones. Para nosotras, fue muy importante empezar a trabajar desde ahí porque claramente nos dimos cuenta de que las convocatorias en esa época, vamos a retrotraernos al 2013, no contemplaban una participación más masiva de las mujeres. Entonces, desde ese lugar encontramos que había que comenzar a trabajar a partir de una diferenciación, una discriminación positiva de nuestro programa para que las mujeres se acerquen.
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Desde 2013, Criar acompaña a mujeres con ganas de aprender a emprender |
Equipos con otras entidades
CR: Estamos conectadas con otras entidades. Claramente, siempre hemos aprendido a trabajar en equipo. Muchas comunidades se han contactado con Criar a lo largo del tiempo, especialmente universidades. Ahí, María Silvia también puede contar alguna de las experiencias que hemos tenido tanto en la provincia de Santa Fe, como en otras instancias con empresas privadas. Por supuesto que la amplitud de la comunidad también se fue dando en relación con empresas y otras organizaciones.
MSR: Criar fue haciéndose camino tanto en la esfera pública como en la privada y eso nos permite llegar a más emprendedoras mujeres. También expandirnos un poco más y de esa manera ir saliendo más allá de la provincia de Santa Fe. Hoy estamos dictando en la provincia de San Juan el programa de formación del que te hablaba Ceci, en su edición número 24, lo cual no es un dato menor. Creo que a estas otras organizaciones las ayudamos compartiendo esa visión que, tal vez, no encuentran dentro de la parte técnica.
Sosteniendo emocionalmente a las emprendedoras
CR: Desde el principio nosotras logramos aunar toda la formación técnica necesaria que tiene que ver con el desarrollo de modelo de negocios, aspectos como costos, presupuestos, etcétera. Pero a eso le agregamos ese componente que contábamos en un principio del enfoque de género que hace que las mujeres que participan del programa se sientan contenidas, encuentren pares. Encuentren instancias en donde poder poner en palabras situaciones que vivimos las mujeres, autopercibidas mujeres que, por ejemplo, tienen que ver con esto de la falta de acceso a ciertos espacios. El poder conseguir información que tiene que ver con la búsqueda de financiamiento, el comprender algunas instancias de inversión que, tal vez para los varones, están mucho más instaladas. Hay mucha información que se va trabajando con un componente interesante de comunidad. Por eso es que hacemos mucho foco en la comunidad lo que permite que estas mujeres que participan encuentren a otras mujeres. Se sientan más fortalecidas y, por supuesto, que generen alianzas y lleguen a obtener sus propios logros.
MSR: Creo que también generamos espacios donde ellas, más allá de sentirse identificadas con otra emprendedora que pueda estar pasando la misma situación o haya atravesado los mismos obstáculos, se sientan sin miedos y en un ambiente confortable para expresar lo que les pasa. Porque muchas veces sucede que no tienen otros espacios donde hacerlo.
Entonces, ahí también está todo el equipo de Criar sosteniendo esa situación. Me va mal, crisis, crisis personal, nadie valora lo que yo hago. Cada módulo o cada etapa del programa nos sorprende a nosotras mismas, nunca ves lo mismo. Entonces, seguís trabajando en ese acompañamiento y buscando la manera de hacerlo cada vez mejor.
Cambios notables en emprendedorismo femenino
CR: Está mucho más difundido. Años atrás, cuando uno decía “soy emprendedor o emprendedora”, de alguna manera es como que la gente te miraba diciendo “no hace mucho” o “hace artesanías”. Lo ligaban exclusivamente a la actividad en feria, que también es muy valorable. Tenemos muchísimas emprendedoras que están dedicadas a procesos artesanales y que son feriantes, pero el término emprendedor, emprendedora se fue conociendo cada vez más, fue evolucionando. Se fue metiendo en la agenda de trabajo para muchas personas y pasó a ser una posibilidad de proyecto de vida.
Por suerte hoy, en el 2025, habiendo recorrido todo este proceso en equipo junto con las chicas, podemos decir que está mucho más instalada la idea de poder emprender. En el medio, también tuvimos toda la disrupción de los emprendimientos digitales, lo cual hizo que se hablara mucho más de emprendimiento. Así que hoy, por suerte, cuando se habla de emprender, social y culturalmente, es un término que está mucho más instalado, lo cual nos da una mayor holgura a la hora de explicar qué es lo que hacemos.
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El espíritu de comunidad, uno de los pilares de Criar |
Rubros en emprendedorismo femenino
MSR: Hay una variación en zonas geográficas o en las características de la comunidad. Por ejemplo, en el centro del país hoy en día hay una orientación a todo lo que es servicio de consultoría y lo que es el mundo digital. Pero si te vas a localidades más pequeñas o te movés un poco en el mapa y ya no estás tanto en el centro del país, estás hablando más de emprendimientos atravesados por la cultura del lugar. No quiero utilizar la palabra artesanía porque no lo es, porque tiene que ver con una cuestión generacional, cultural, de oficios y técnicas que se han perdido. De hecho, por darte un ejemplo, lo que es el tejido al telar son productos que no los vemos ni en Rosario ni en Buenos Aires y se entiende que tienen otro valor. Eso es lo que hemos estado viendo en los distintos lugares.
CR: Eso también lo trasladan al tema de gastronomía. Como decía María Silvia, cuando salimos un poco del centro del país, nos encontramos con un fuerte arraigo más hacia lo cultural, lo propio de su tierra y que está trasladado en cada uno de los productos que hacen. Muy arraigado en sus propias culturas y en los oficios que estas mujeres aprendieron de sus familias y que, por supuesto, lo siguen sosteniendo.
MSR: Últimamente también estamos viendo emprendimientos ligados al bienestar personal, que tiene que ver un poco con esto de parar, bajarse de la calesita, de ver cómo está mi salud, de escucharme. Hay muchas cuestiones tendientes a eso. Voy pensando en las alumnas que vamos teniendo en los programas y también hay una mirada en ese sentido.
CR: Una mirada más puesta en las personas, no tanto en aquello que voy a hacer, el producto, etcétera. También están los sesgos de las propias emprendedoras en torno a los campos donde emprenden. Estos sesgos tienen que ver con nuestra cultura y por lo general las mujeres estamos asociadas con la cultura del cuidado, con la atención a las demás personas. Por eso, este tipo de emprendimientos surge también y aflora mucho más en las mujeres y no tanto en los varones.
Emprendedorismo como herramienta contra el desarraigo
MSR: Cuando nosotros llegamos con este programa a esas localidades más pequeñas, no solo se trata de dar las herramientas como para que ellas puedan seguir adelante y vivir por ellas mismas y de lo que hacen, lo cual es algo muy importante en esos lugares, sino también de que se vean realmente como emprendedoras. Porque tal vez es muy sencillo para nosotros definir lo que es un perfil emprendedor en una charla, pero no para algunas comunidades. Cuando se dan cuenta del valor que tienen, el cambio es extraordinario. Pero no un cambio hacia irme de mi comunidad sino un cambio hacia ampliar mi comunidad, hacerla crecer. Eso es increíble.
Próximos desafíos
CR: El primer desafío que encuentro es el de poder pensar una nueva figura de la mujer emprendedora en base a todos los cambios que estamos viviendo. No figura en lo figurativo, sino una nueva forma de hacer, un nuevo rol que encontremos dentro de lo que es ser emprendedora. Diferente, diversificado, aggiornado, que tal vez hoy todavía no conocemos.
MSR: Creo que el desafío de la mujer emprendedora está un poco entre todo el mundo digital, la inteligencia artificial que ya no es una revolución, ya estamos atravesándola, ya llegó. Pero sin perder un poco el sentido de humanidad. Esto de pensar en una inteligencia de a dos. En una inteligencia desde lo artificial, lo digital y desde la humanidad. Eso es muy importante, por lo menos para mí.
Comentario final
MSR: Agradecer esta oportunidad para que nos conozcan cada vez más mujeres, para que se acerquen y vean el trabajo que hacemos y participen. También para que accedan a nuestras jornadas, workshops, charlas, mentorias y programas.
CR: Me gustaría remarcar el camino que venimos llevando adelante entre todas. Somos un grupo que viene trabajando hace muchos años y creo que eso es algo destacable. Estamos trabajando en una nueva marca que estamos lanzando prontamente, rediseñándonos. Porque también tenemos el desafío, como organización, de seguirnos adaptando a las demandas del mercado, a los retos que tenemos las mujeres a la hora de emprender. Estamos en una revolución tecnológica que también tiene muchísimo que ver con poder apoyarnos, con pensar diferente, con conectarnos más con nosotros mismos. Quería remarcar esta parte de que somos un equipo de personas bien diferentes, compartiendo el mismo espíritu.
MSR: Muy distintas en edades, en lo que cada una sabe hacer, en habilidades. Creo que eso también es un poco el motor de Criar. Nos vamos complementando.
Contacto
Web: https://emprendedorascriar.org/
E-mail: hola@emprendedorascriar.org
Redes sociales: emprendedorascriar
Trayectorias profesionales
Cecilia Ribecco
- Licenciada en Educación
- Formada en Tecnología con especialización en Tecnologías de la Información y la Comunicación.
- Certificada en Diversidad, Equidad e Inclusión en el Trabajo.
- Cofundadora y presidente de la Asociación Civil CRIAR, Comunidad de Mujeres Emprendedoras
- Embajadora de la ONG estadounidense WED en Argentina
- Consultora en Innovación y Desarrollo de Modelos de Negocios Inteligentes
María Silvia Ribecco
- Abogada
- Posgrado en Derecho Empresarial
- Profesora universitaria
- Diplomatura en Perspectiva de Género
- Miembro de la Comisión Directiva de Criar (tesorera)
*Bioquímico, farmacéutico y doctor por la Universidad Nacional de
Rosario. Máster en Análisis de Medios de Comunicación y Especialista en
Comunicación Ambiental. Miembro de la Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario y la Red Argentina de Periodismo Científico. Acreditado con la American Association for the Advancement of Science (Science) y la revista Nature.
Enlaces de interés
Emprendedorismo femenino: mucho más que desarrollo económico
https://planetciencia.blogspot.com/2024/12/emprendedorismo-femenino-mucho-mas-que.html
Asociación Civil Criar
https://emprendedorascriar.org/
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