jueves, 7 de enero de 2010
Los dinamarqueses observan a los inmigrantes después del ataque al caricaturista
Por Sarah Lyall
Traducción de Claudio Pairoba
Copenague – Como parte de un prolongado dolor de cabeza nacional causado por la decisión de un diario danés de publicar 12 caricaturas del profeta Mahoma en el 2005, el ataque sufrido la semana pasada por uno de los caricaturistas responsables tenía un viso de cierta horrible inevitabilidad.
Una vez más, el móvil fue la furia, todavía fresca después de todo este tiempo, respecto de la diseminación de las caricaturas. Y una vez más, las circunstancias, en este caso, la noticia de que la persona acusada del ataque era un inmigrante musulmán sospechado de tener conexiones con terroristas, ha conducido a los dinamarqueses hacia la incómoda situación de examinar su relación con su población musulmana.
En un país que ya tiene una de las políticas migratorias más estrictas de toda Europa Occidental, el ataque ha encendido a políticos de todos los sectores que piden reglas todavía más duras acerca de a quién se le debería permitir vivir allí.
“Lamento decirlo, pero es un déjà vu, cada vez que pasamos por uno de estos episodios, 10 minutos más tarde los tenemos diciendo que tiene que haber una nueva ley”, dice Naser Khader, miembro del Parlamento y vocero de Asuntos Exteriores e Inmigración para el Partido Popular Conservador. Se refería al cada vez mas poderoso Partido Popular Danés, en cuyos votos el gobierno se apoya para lograr la aprobación de leyes y cuya retórica populista y anti-inmigratoria ha conducido y exacerbado el debate durante los últimos años.
Luego del ataque, la líder del Partito Popular, Pia Kjaersgaard, dijo que debería ser más fácil deportar a los dinamarqueses ligados a terroristas. “Debe ser totalmente claro para cualquiera en este país que no podemos aceptar cierta tolerancia respecto a tener a Islamistas que se asocian con el terror”, dijo.
Khader es tan hostil hacia los islamistas como cualquier otro político danés; recientemente propuso prohibir las burqas. Pero agrega que los últimos comentarios han ido muy lejos. “Hay que ser responsable cuando ocurren incidentes de este tipo, y no dejar que las emociones se apoderen de uno”, dijo.
Los nuevos detalles respecto del sospechoso de atacar al caricaturista Kurt Westergaard de 74 años, han incrementado las quejas acerca de que el servicio de seguridad ha sido muy laxo en cuanto a monitorear a los sospechosos de tener simpatías terroristas.
El ataque tuvo lugar en la noche del pasado Viernes cuando Westergaard fue amenazado en su casa de Aarhus, la segunda ciudad en importancia de Dinamarca, por un hombre que portaba un cuchillo y un hacha. El caricaturista ha sido objeto de la furia musulmana desde que dibujó la que tal vez sea la más provocativa de las 12 caricaturas, la cual mostraba a Mahoma usando un turbante en forma de bomba. La víctima se refugió en un cuarto seguro y llamó a la policía con un botón de pánico.
El sospechoso de nombre Muhudiin Mohamed Geele y 28 años de edad, fue acusado de doble intento de homicidio contra el caricaturista y un policía y se ha declarado inocente.
Geele llegó a Dinamarca en 1995 como refugiado de la guerra civil en Somalia de acuerdo a las autoridades, y al año siguiente se le concedió estatus para quedarse por tiempo indefinido. Vivió en la ciudad de Aalborg y de niño fue considerado un ejemplo para otros en un club para jóvenes, de acuerdo a las declaraciones de Nuuradiin Hussein, un empleado de dicho club.
“Era uno de mis favoritos en el club”, dijo Hussein, quien ahora se desempeña como trabajador social. “La mayoría de los chicos de su edad quería hablar de chicas y futbol, pero el se preocupaba por el futuro y por tener una educación”.
Geele se casó y tuvo 3 hijos, y en cierto momento de acuerdo al Servicio de Inteligencia y Seguridad Danés, se conectó con la Shabab, una organización terrorista somalí y con Al Qaeda en Africa Oriental.
También comenzó a hacer frecuentes viajes al exterior. El último verano fue arrestado por las autoridades en Kenya. La razón fue que había perdido su pasaporte, pero oficiales de inteligencia dijeron que sospechaban que Geele estaba conectado con otros sospechosos en una conspiración para volar varios edificios incluyendo el hotel donde la Secretaria de Estado, Hillary Rodham Clinton se hospedaba.
Nicholas Kamwende, Jefe de la Policía Antiterrorista de Kenya, dijo que las autoridades de su país compartieron informes de inteligencia de manera verbal acerca de Geele con la embajada dinamarquesa.
“Les dijimos que es un hombre peligroso, pero su reacción fue negativa”, dijo Kamwende en una entrevista.
En otra entrevista con el diario Jyllands-Posten, la ahora ex-esposa de Geele dijo que el Servicio de Inteligencia y Seguridad Danés había tratado de reclutar a Geele en el 2006.
“La policía lo quería como informante”, declaró la ex-esposa al diario, “y él se puso triste y se volvió cada vez más retraído. La policía pensó que él había combatido en Somalía contra las tropas etíopes, y que había ido y vuelto para participar en la guerra. Pero él solo había estado en Somalía en 2005 para visitar a su familia.”
Los oficiales no declararon si la agencia había hecho alguna propuesta a Geele, pero dijeron que era normal para el Servicio de Inteligencia “entrevistar a individuos que pudieran ser de interés para la organización”. Jakob Scharf, director general, dijo que no había habido ninguna evidencia que pudiera justificar el arresto, enjuiciamiento o expulsión de Geele, a pesar de sus conexiones terroristas.
Recientemente, Geele había estado viviendo en un departamento ubicado en un deteriorado edificio típico de un vecindario de inmigrantes, a unos 10 km del centro de Copenague.
Sus vecinos dijeron que Geele había estado alquilando un cuarto en un departamento propiedad de un taxista egipcio y que era conocido por sus convicciones religiosas (un vecino agregó que le habían pedido varias veces que bajara el volumen de la música y las grabaciones del Corán) así como por ser, al menos al principio, distante y poco amigable.
Luego del arresto, la policía revisó el departamento por más de 8 horas, de acuerdo a los vecinos.
Lo que el ataque del cual Westergaard fue víctima muestra más que nada es como la publicación de las caricaturas ha cambiado irremediablemente el lugar de Dinamarca en el orden mundial. El daño se acrecentó en el 2008, cuando en respuesta a otro plan para matar a Westergaard, todos los periódicos más importantes de Dinamarca publicaron las caricaturas.
Fue entonces cuando Osama bin Laden denunció a las caricaturas como parte de una “cruzada” contra el Islam, y otros miembros de Al Qaeda llamaron a los musulmanes a convertir a Dinamarca en blanco de su furia. En Junio de ese año, un extremista suicida se inmoló en Islamabad, Pakistán, matando a 8 personas en la embajada danesa.
En la muestra más reciente de los problemas de Dinamarca, el gobierno de Sudán hizo una denuncia publica el pasado Martes sobre la película “The revenge”, la cual trata sobre la guerra de ese país y que fue filmada por la cinematógrafa danesa Susanne Bier. El gobierno comparó al film (el cual debería estrenarse a mediados del 2010) con las caricaturas.
Cada nuevo incidente fuerza a los círculos más extremistas de ambos grupos, anti-inmigrantes e islamistas, a adoptar posiciones cada vez más duras, de acuerdo a Ole Waever, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Copenague. Mientras, a medida que los discursos se vuelven más encendidos, dice, el sentido de identidad de Dinamarca se pone dolorosamente a prueba.
“Hay una extraña dialéctica en la reacción,” dice Waever en una entrevista. “Hay una crisis de identidad en la cual ya no nos reconocemos a nosotros mismos. Esta visión de nosotros como una sociedad liberal y relajada ya no encaja con la realidad.”
Contribuyeron con esta nota:
Walter Gibbs desde Oslo.
Johan Spanner desde Copenhagen.
Reuben Kyama desde Nairobi, Kenya.
Fuente:
http://www.nytimes.com/2010/01/07/world/europe/07denmark.html?hpw
Avance para prevenir infecciones intrahospitalarias
Equipo de investigación galardonado con el Premio Safe 2009
Cualquiera ha tenido algún conocido internado. Una de las cosas que llamaba la atención era el corto tiempo de internación, aunque se tratara de una operación de corazón. El motivo: evitar infecciones intrahospitalarias, las cuales cada vez son más complicadas de combatir por la resistencia bacterianana a los antibióticos convencionales
Bien o mal, se entiende el concepto de estas infecciones, pero un trabajo de investigación que forma parte de la tesis de la becaria Lucía Urbizu, que dirige el doctor Sergio Sánchez Bruni ambos del Conicet en la Universidad Nacional del Centro –Uncpba-, permitió la caracterización química y farmacológica de un nuevo péptido antimicrobiano AP-CECT7121, estudio que fue premiado por la Sociedad Argentina de Farmacología Experimental.
Según esta investigación co-dirigida por la doctora Mónica Sparo del Laboratorio de Farmacología de la facultad de Ciencias Veterinarias de la misma universidad, este nuevo péptido de origen bacteriano, fue aislado y purificado de una cepa no patogénica de Enterococcus faecalis y ha demostrado tener una relevante eficacia in vitro sobre cepas bacterianas intrahospitalarias y de la comunidad resistentes a los antibióticos convencionales.
La mayoría de estas bacterias fueron obtenidas de pacientes fallecidos por diferentes patologías que no respondieron a la terapia convencional, mostrando altos niveles de resistencia a antibióticos. Algunos de estos patógenos resistentes a antibióticos convencionales (Meticilina-Vancomicina) fueron Streptococcus pneumoniae –principal causante de neumonía-, Staphylococcus aureus Meticilino Resistentes (tambien causante de neumonía y septicemias), entre otros.
De la misma manera, este péptido ha demostrado eficacia sobre otras cepas bacterianas de bacterias Gram positivas sobre bacterias productoras de mastitis en bovinos lecheros.
Tradicionalmente la terapéutica con antimicrobianos se la observa desde la perspectiva farmacológica no teniendo en cuenta la importancia de la respuesta inmunológica del paciente, ni tampoco integrando las bases microbiologica a los tratamientos.
El equipo dirigido por Sánchez Bruniy Sparo está integrado por un grupo multidisplinario que favoreció este descubrimiento: Lucia Urbizu (farmacéutica); Alejandra Confalonieri (veterinaria) Virginia Rivulgo (veterinaria) y los doctores Guillermo Virkel y Alejandro Soraci, también invetigadores de Conicet.
Esto es de destacar ya que la integración interdiscplinaria permitió resultados muy promisorios tanto en medicina como medicina veterinaria.
Lo importante es que la caracterización química y el desarrollo farmacológico de este nuevo péptido con alta actividad bactericida vislumbra para el futuro el desarrollo de un nuevo antimicrobiano con un alto potencial uso clínico para el tratamiento de enfermedades bacterianas invasivas provocadas por bacterias multiresistentes.
Fuente:
http://www.conicet.gov.ar/NOTICIAS/portal/noticia.php?n=5190&t=5
Cualquiera ha tenido algún conocido internado. Una de las cosas que llamaba la atención era el corto tiempo de internación, aunque se tratara de una operación de corazón. El motivo: evitar infecciones intrahospitalarias, las cuales cada vez son más complicadas de combatir por la resistencia bacterianana a los antibióticos convencionales
Bien o mal, se entiende el concepto de estas infecciones, pero un trabajo de investigación que forma parte de la tesis de la becaria Lucía Urbizu, que dirige el doctor Sergio Sánchez Bruni ambos del Conicet en la Universidad Nacional del Centro –Uncpba-, permitió la caracterización química y farmacológica de un nuevo péptido antimicrobiano AP-CECT7121, estudio que fue premiado por la Sociedad Argentina de Farmacología Experimental.
Según esta investigación co-dirigida por la doctora Mónica Sparo del Laboratorio de Farmacología de la facultad de Ciencias Veterinarias de la misma universidad, este nuevo péptido de origen bacteriano, fue aislado y purificado de una cepa no patogénica de Enterococcus faecalis y ha demostrado tener una relevante eficacia in vitro sobre cepas bacterianas intrahospitalarias y de la comunidad resistentes a los antibióticos convencionales.
La mayoría de estas bacterias fueron obtenidas de pacientes fallecidos por diferentes patologías que no respondieron a la terapia convencional, mostrando altos niveles de resistencia a antibióticos. Algunos de estos patógenos resistentes a antibióticos convencionales (Meticilina-Vancomicina) fueron Streptococcus pneumoniae –principal causante de neumonía-, Staphylococcus aureus Meticilino Resistentes (tambien causante de neumonía y septicemias), entre otros.
De la misma manera, este péptido ha demostrado eficacia sobre otras cepas bacterianas de bacterias Gram positivas sobre bacterias productoras de mastitis en bovinos lecheros.
Tradicionalmente la terapéutica con antimicrobianos se la observa desde la perspectiva farmacológica no teniendo en cuenta la importancia de la respuesta inmunológica del paciente, ni tampoco integrando las bases microbiologica a los tratamientos.
El equipo dirigido por Sánchez Bruniy Sparo está integrado por un grupo multidisplinario que favoreció este descubrimiento: Lucia Urbizu (farmacéutica); Alejandra Confalonieri (veterinaria) Virginia Rivulgo (veterinaria) y los doctores Guillermo Virkel y Alejandro Soraci, también invetigadores de Conicet.
Esto es de destacar ya que la integración interdiscplinaria permitió resultados muy promisorios tanto en medicina como medicina veterinaria.
Lo importante es que la caracterización química y el desarrollo farmacológico de este nuevo péptido con alta actividad bactericida vislumbra para el futuro el desarrollo de un nuevo antimicrobiano con un alto potencial uso clínico para el tratamiento de enfermedades bacterianas invasivas provocadas por bacterias multiresistentes.
Fuente:
http://www.conicet.gov.ar/NOTICIAS/portal/noticia.php?n=5190&t=5
martes, 5 de enero de 2010
Se acuerdan de Apo-A1 Milano? Pfizer sí.
El siguiente es un texto traducido del blog de Derek Lowe. El Dr. Lowe es un Químico Orgánico que ha trabajado para varias e importantes compañías farmacéuticas desde 1989. Su trabajo se centra en la búsqueda de drogas para combatir esquizofrenia, Alzheimer, diabetes, osteoporosis y otras enfermedades.
Por Derek Lowe
Traducción de Claudio Pairoba
Los amigos del blog “In vivo” pronto van a anunciar su “Negocio del Año” en el sector biotecnología/compañía farmacéutica. Pero también podrían estar mostrando la competencia en reversa y entregar algunas estatuillas retroactivas a los “Malos negocios” basándose en lo que ha estado ocurriendo recientemente.
Una de esas estatuillas bien podría dársele al negocio 2003 en el cual Pfizer pago más de U$S 1000 millones para adquirir Esperion y su lipoproteína Apo-A1 Milano. Si han estado siguiendo el campo cardiovascular por unos pocos años, recordarán toda la propaganda que tuvo. La variedad Milano de la proteína parecía ser muy efectiva para revertir el transporte de colesterol (solo tipear esta frase me retrotrae en el tiempo unos años, para ser sincero). Se esperaba que el tratamiento periódico limpiaría las arterias y evitaría la ateroesclerosis.
Y ahí se quedó todo, colgado en esa zona llamada “terapia prometedora”. Por aquella época Pfizer iba a ser lo más en el área cardiovascular, con Lipitor, con su inhibidor CETP conocido como torcetrapib y con la Apo-A1 Milano todos apareciendo al mismo tiempo. Ese sueño ahora es una pila de escombros, por supuesto. Pfizer le ha quitado el apoyo a toda esa área. Esperion se desprendió en el 2008 como un negocio mucho más chico, menos la lipoproteína con la que vino, y ahora la Apo-A1 Milano propiamente dicha fué vendida a The Medicines Company. Por U$S 10 millones por adelantado.
Sip, Pfizer recuperó U$S 10 millones de los U$S 1250 millones que invirtió, bueno, un poco más si las cosas funcionan pero uno tiene que pensar que la mayor parte de ese dinero está perdido. Pero no puedo decir que esto sólo es un problema de Pfizer o una tontería sólo de ellos. Este tipo de situaciones le puede ocurrir a cualquier organización, y cuanto más grande sea es más probable que haga alguna Gran Jugada que la envía rodando escaleras abajo. Después de todo, si uno está tratando de cambiar el futuro de una gran compañía, uno tiene que hacer las cosas bien, ¿verdad? Y estas grandes cosas toman su propia inercia. Si no, fíjense en otro desastre de Pfizer, Exubera. Esa insulina para inhalar que iba a ser una droga de U$S 1000 millones, no había duda y nadie podía convencer a la compañía de lo contrario. Bueno, excepto los clientes.
Pero volviendo al tema, no veo estas situaciones como propias de una forma de pensar exclusiva de Pfizer. Cualquier otra compañía farmacéutica de ese tamaño probablemente hubiera hecho las cosas igualmente catastróficas, y a medida que se hacen más grandes, las otras también encontrarán de seguro sus propios agujeros en los cuales meterse con total confianza. Dado que este es el primer posteo del nuevo año, aquí va un pedido que espero la industria (farmacéutica) considere: que no haya grandes fusiones en 2010. Que no haya situaciones de “cerremos este negocio ahora, ya”, por favor. Simplemente tratemos de mejorar lo que hacemos en vez de hacer más de lo mismo.
Fuente:
http://pipeline.corante.com/archives/2010/01/04/remember_apoa1_milano_pfizer_does.php
Por Derek Lowe
Traducción de Claudio Pairoba
Los amigos del blog “In vivo” pronto van a anunciar su “Negocio del Año” en el sector biotecnología/compañía farmacéutica. Pero también podrían estar mostrando la competencia en reversa y entregar algunas estatuillas retroactivas a los “Malos negocios” basándose en lo que ha estado ocurriendo recientemente.
Una de esas estatuillas bien podría dársele al negocio 2003 en el cual Pfizer pago más de U$S 1000 millones para adquirir Esperion y su lipoproteína Apo-A1 Milano. Si han estado siguiendo el campo cardiovascular por unos pocos años, recordarán toda la propaganda que tuvo. La variedad Milano de la proteína parecía ser muy efectiva para revertir el transporte de colesterol (solo tipear esta frase me retrotrae en el tiempo unos años, para ser sincero). Se esperaba que el tratamiento periódico limpiaría las arterias y evitaría la ateroesclerosis.
Y ahí se quedó todo, colgado en esa zona llamada “terapia prometedora”. Por aquella época Pfizer iba a ser lo más en el área cardiovascular, con Lipitor, con su inhibidor CETP conocido como torcetrapib y con la Apo-A1 Milano todos apareciendo al mismo tiempo. Ese sueño ahora es una pila de escombros, por supuesto. Pfizer le ha quitado el apoyo a toda esa área. Esperion se desprendió en el 2008 como un negocio mucho más chico, menos la lipoproteína con la que vino, y ahora la Apo-A1 Milano propiamente dicha fué vendida a The Medicines Company. Por U$S 10 millones por adelantado.
Sip, Pfizer recuperó U$S 10 millones de los U$S 1250 millones que invirtió, bueno, un poco más si las cosas funcionan pero uno tiene que pensar que la mayor parte de ese dinero está perdido. Pero no puedo decir que esto sólo es un problema de Pfizer o una tontería sólo de ellos. Este tipo de situaciones le puede ocurrir a cualquier organización, y cuanto más grande sea es más probable que haga alguna Gran Jugada que la envía rodando escaleras abajo. Después de todo, si uno está tratando de cambiar el futuro de una gran compañía, uno tiene que hacer las cosas bien, ¿verdad? Y estas grandes cosas toman su propia inercia. Si no, fíjense en otro desastre de Pfizer, Exubera. Esa insulina para inhalar que iba a ser una droga de U$S 1000 millones, no había duda y nadie podía convencer a la compañía de lo contrario. Bueno, excepto los clientes.
Pero volviendo al tema, no veo estas situaciones como propias de una forma de pensar exclusiva de Pfizer. Cualquier otra compañía farmacéutica de ese tamaño probablemente hubiera hecho las cosas igualmente catastróficas, y a medida que se hacen más grandes, las otras también encontrarán de seguro sus propios agujeros en los cuales meterse con total confianza. Dado que este es el primer posteo del nuevo año, aquí va un pedido que espero la industria (farmacéutica) considere: que no haya grandes fusiones en 2010. Que no haya situaciones de “cerremos este negocio ahora, ya”, por favor. Simplemente tratemos de mejorar lo que hacemos en vez de hacer más de lo mismo.
Fuente:
http://pipeline.corante.com/archives/2010/01/04/remember_apoa1_milano_pfizer_does.php
lunes, 4 de enero de 2010
Hoy, pero 5 años atrás: Reabrieron la muestra de León Ferrari
Un mes y dos días después de la clausura judicial que sufrió a raíz de una demanda presentada por sectores católicos que se sintieron ofendidos, la polémica muestra del artista plástico León Ferrari reabrió sus puertas. “No se dispuso nada en especial; se reabre normalmente y continuará tal como estaba programado hasta fines de febrero”, le explicaron a Clarín.com fuentes de Cultura del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.
La controvertida exposición del artista plástico en el Centro Cultural Recoleta abrió sus puertas a las 14, y continuará hasta el 27 de febrero. Había sido clausurada el 2 de diciembre pasado. Desde esta tarde, los visitantes la podrán recorrer de martes a viernes de 14 a 29 y los sábados y domingos hasta las 19.
La reapertura vino rodeada de una gran expectativa ya que la retrospectiva sufrió un duro embate de la Iglesia Católica. El conflicto comenzó a fines de noviembre, 24 horas después de la inauguración, cuando el arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, la consideró "blasfema" (Archivo 02-12-2004).
Varios católicos —entre ellos la asociación Cristo Sacerdote— pidieron la clausura judicial de la muestra. La jueza de primera instancia, Elena Liberatori, accedió a ese pedido y cerró las puertas de la exposición argumentando que la sociedad estaba viviendo “con la sensación de un sentimiento religioso lesionado” (Archivo 18-12-2004).
Pero inmediatamente el Gobierno de la Ciudad apeló la medida. La Cámara en lo Contencioso Administrativo porteña aceptó ese recurso judicial y dispuso la reapertura (Archivo 28-12-2004). Ante este nuevo giro legal, el secretario de Cultura, Gustavo López, sostuvo que la iban a reabrir porque “lo que debemos garantizar es el derecho de expresión de todos, de las minorías y de quienes piensan diferente".
La Asociación Cristo Sacerdote ya anticipó que no apelará la reapertura dispuesta por la Justicia (Archivo 29-12-2004). La entidad católica —integrada por importantes sacerdotes— consideró que "quedó acreditada en el ámbito judicial y en la opinión pública la ofensa a los sentimientos religiosos".
La muestra sufrió también algunos ataques directos de algunos católicos que se sintieron agraviados. Rompieron algunas de las obras y provocaron destrozos, aunque no de magnitud. A pesar de este antecedente, la Secretaría de Cultura dijo que no va a reforzar la custodia en el lugar.
Fuente:
http://www.clarin.com/diario/2005/01/04/um/m-898243.htm
Frase
"El siglo XVII fue de las matemáticas, el siglo XVIII el de las ciencias físicas, el siglo XIX el de la biología y nuestro siglo XX es el siglo del miedo".
Albert Camus
Y según comenta D. Ferrán Gallego:
“Cuando Albert Camus escribió "Ni víctimas ni verdugos", comenzó con una referencia al carácter del tiempo que le había tocado en suerte; al tiempo que, habiéndole correspondido, se había atrevido a vivir. Camus dijo: «El siglo XX es el siglo del miedo». Y (por si alguien pudiera hacerle una objeción basada en el exagerado sentido del término, al compararlo con un siglo XVII de las matemáticas, un siglo XVIII de las ciencias físicas y un siglo XIX de la biología) añadió que nunca creyó que el miedo era una ciencia, aunque estaba seguro de que se trataba de una técnica."
Y debe ser una de las técnicas más extendidas.
Albert Camus
Y según comenta D. Ferrán Gallego:
“Cuando Albert Camus escribió "Ni víctimas ni verdugos", comenzó con una referencia al carácter del tiempo que le había tocado en suerte; al tiempo que, habiéndole correspondido, se había atrevido a vivir. Camus dijo: «El siglo XX es el siglo del miedo». Y (por si alguien pudiera hacerle una objeción basada en el exagerado sentido del término, al compararlo con un siglo XVII de las matemáticas, un siglo XVIII de las ciencias físicas y un siglo XIX de la biología) añadió que nunca creyó que el miedo era una ciencia, aunque estaba seguro de que se trataba de una técnica."
Y debe ser una de las técnicas más extendidas.
Un intelectual grande y molesto
Se cumplen 50 años de la muerte de Albert Camus, quien fue Premio Nobel de Literatura en 1957. Entre su extensa obra merecen destacarse relatos como La peste y La caída y ensayos como El mito de Sísifo y El hombre rebelde.
Por Sylvina Walger
Mañana, lunes 4 de enero, se cumplirán 50 años de la muerte de Albert Camus. Acaecida en 1960 cuando el Facel-Vega, que conducía el editor Michel Gallimard, patinó en el asfalto y fue a estrellarse contra un árbol. Gallimard tardó unos días en morir, pero el escritor perdió la vida instantáneamente a consecuencia de la fractura de cráneo que le provocó el impacto. Entre los papeles que le encontraron había un manuscrito inconcluso, “El primer hombre”, de fuerte contenido autobiográfico y gran belleza.
Dejaba una viuda, Francine Faure, y un par de gemelos. Fue enterrado en Lourmarin, pueblo del sur de Francia donde había comprado una casa con el fruto de sus ganancias. Pese a una opinión muy difundida, a Camus no le gustaban los autos y menos la velocidad.
Convertido en el autor de algunos de los libros más vendidos en la Francia de posguerra, en 1957, a los 44 años, obtuvo el Premio Nobel de Literatura dejando en el camino a André Malraux, que ya nunca más podría recibirlo. Dramaturgo, ensayista, polémico analista de política nacional e internacional, figura ideológicamente controvertida y odiada en los dos extremos del arco político, aquel “francés de Argelia” (al que no le ahorraron el mote de “pied noir”) seductor con vocación de don Juan y vitalista, encontró su gran amor en la actriz María Casares, “la gran dama del teatro francés”, que era hija de Casares Quiroga, ministro y jefe de Gobierno de la Segunda República Española durante el gobierno de Manuel Azaña.
A Camus se lo ha caracterizado como “socialdemócrata de razón y libertario de corazón” y ha dejado una huella indeleble, y cada día más evidente, en la cultura literaria y política de nuestro tiempo.
Entre su extensa obra merecen destacarse relatos como La peste y La caída; obras de teatro como Calígula y Los justos; y ensayos como El mito de Sísifo y El hombre rebelde, entre muchísimas más.
En la revalorización actual que Francia ha hecho de su figura tiene mucho que ver el intento de “reapropiación de su memoria por parte de un Sarkozy hambriento de un pedigree intelectual del que carece. El debate comenzó cuando el presidente francés propuso trasladar los restos de Camus al Panteón (la Recoleta culta de Francia) y sus amigos saltaron objetando que al escritor no le hubiera gustado descansar allí entre grandes que para él no siempre fueron tan grandes. Algunos llegaron a decir que a Camus no había que “panteonizarlo” sino que leerlo. Toda una verdad. La firme oposición al traslado por parte de los hijos del premio Nobel terminó con la discusión y Camus continúa descansando en Lourmarin en una tumba al lado de la casa de su hija Catherine (62) mujer –para variar– de un Gallimard y custodia insobornable del legado de su padre.
El reconocimiento del que disfruta hoy Camus es mucho más amplio del que gozó en su época. La izquierda comunista de los sesenta y setenta lo confinó a una displicente marginalidad, aún fanatizada por aquel octubre que iba engendrar “el hombre nuevo” y que acabó despertando “horrorizada y confusa ante los osarios de Pol Pot”, según explica el diario El País. El compromiso de Camus fue siempre con el hombre, no con su concepto: por eso odiaba más lo que representaba Nechtaev, el fanático terrorista retratado por Dostoievski en Los demonios (la película se llama Los endemoniados y es de Andrej Vajda). Y por eso Camus resulta hoy más vivo que Sartre.
Camus nació en Argelia el 7 de noviembre de 1913, en el departamento de Constantine y en el seno de una familia de humildes colonos franceses dedicados al cultivo del anacardo. A todos ellos (los colonos) se los conocía comúnmente con el nombre de “pieds noirs” (pies negros). Su madre, Catalina Elena Sintes, nacida en Argelia, provenía de una familia originaria de Menorca. Era sorda y analfabeta. Su padre, Lucien Camus, trabajaba en una finca vitivinícola, cerca de la localidad de Mondovi, para un comerciante de vinos de Argel y era de origen alsaciano. Como muchos “pieds noirs”, y tras la Guerra Franco-Prusiana, había huido de la anexión de Alsacia por Alemania.
Durante la Primera Guerra Mundial, Lucien Camus resultó herido en la batalla del Marne y murió en 1914. Aunque su hijo no llegó a conocerlo, de su padre le quedó una fotografía y una significativa anécdota que marcaría en parte su derrotero: la repugnancia que le producía el espectáculo de una ejecución capital.
Después de la muerte de su padre, la familia Camus se trasladó a casa de la abuela materna en Argel, donde Albert se crió y estudió. Se recibió de bachiller y obtuvo un diploma de estudios superiores en letras en la rama filosofía. Jamás obtuvo la licenciatura por una tuberculosis que arrastró durante años. Hasta entonces había sido un buen deportista y un fanático del fútbol, donde siempre jugó como arquero. La tuberculosis acabó con estas ilusiones.
En 1935 se afilia al Partido Comunista, del que sale pitando en 1937 debido a sus profundas discrepancias con el pacto germano-soviético y su apoyo a la autonomía del PC de Argelia respecto del comunismo francés. En 1940, perseguido por el gobierno de Argelia (francés, claro) se ve obligado a emigrar a París, donde acabará siendo director del diario de la Resistencia, el mítico Combat.
Su ruptura con Sartre (algunos dudan que efectivamente haya ocurrido) fue en 1952 tras la publicación en Les Temps Modernes de un artículo en el que Sartre (su director y fundador) le reprochaba que su rebeldía era “deliberadamente estética”.
Camus era todo salvo un demócrata blando, explica el historiador húngaro Francois Fejtö, quien lo conoció en el momento de la liberación. “En su amor por la libertad había algo muy viril y es este idealismo puro, este heroísmo, que lo hace hoy tan popular sobre todo en los países del Este”.
Camus llevaba en sí un tremendo rechazo por la desmesura, que lo obligaba a marcar un umbral ético para la violencia política. En Los justos, por ejemplo, opone un terrorismo moderado, encarnado por el personaje de Kaliayev, al terrorismo incontrolado de Stepan. Para Camus el fanatismo de Stepan era el resultado de una mentalidad absolutista que cree detentar la verdad absoluta. Sin embargo hoy, tanto en Argelia como en el Medio Oriente, el que ha triunfado es Stepan. Triste final para quien su lema había sido “ni víctimas ni verdugos”.
Lo que el escritor no aceptaba era el pasaje de la resistencia al terrorismo, ya que a sus ojos el fin no justificaba jamás los medios (al contrario, los determinaba), y nada podía legitimar la agresión a los civiles.
Este pensador político, solitario, intuitivo y solidario lograba que sus editoriales de Combat testimoniaran una lógica sin fallas. Camus será uno de los raros resistentes a firmar para pedir la gracia de algunos colaboracionistas. Es el único que se pronunciará para denunciar el horror de Hiroshima en 1945. Sobre el drama argelino, que lo divide entre su solidaridad de “petit blanc” (blancos no nacidos en Francia, así de racistas…) y un anticolonialismo que excluye la violencia ciega del FLN, elige la irrealizable tregua civil. En su discurso ante el Nobel había llegado a preguntarse si el FLN no sería un “totalitarismo soft”.
Para Camus, siempre situado a la izquierda (hay quien piensa que “a pesar de él y a pesar de ella”), la vida merecía ser vivida, aunque el absurdo hubiera suplantado a la antigua esperanza en Dios o en la Razón. Hoy, cuando los intelectuales dan risa al intervenir en el debate público, Camus se agiganta. Leerlo sin prejuicios es no sólo homenaje sino restitución. Y el cincuentenario de su muerte resulta un buen pretexto para hacerlo.
Fuente:
http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=35390
Por Sylvina Walger
Mañana, lunes 4 de enero, se cumplirán 50 años de la muerte de Albert Camus. Acaecida en 1960 cuando el Facel-Vega, que conducía el editor Michel Gallimard, patinó en el asfalto y fue a estrellarse contra un árbol. Gallimard tardó unos días en morir, pero el escritor perdió la vida instantáneamente a consecuencia de la fractura de cráneo que le provocó el impacto. Entre los papeles que le encontraron había un manuscrito inconcluso, “El primer hombre”, de fuerte contenido autobiográfico y gran belleza.
Dejaba una viuda, Francine Faure, y un par de gemelos. Fue enterrado en Lourmarin, pueblo del sur de Francia donde había comprado una casa con el fruto de sus ganancias. Pese a una opinión muy difundida, a Camus no le gustaban los autos y menos la velocidad.
Convertido en el autor de algunos de los libros más vendidos en la Francia de posguerra, en 1957, a los 44 años, obtuvo el Premio Nobel de Literatura dejando en el camino a André Malraux, que ya nunca más podría recibirlo. Dramaturgo, ensayista, polémico analista de política nacional e internacional, figura ideológicamente controvertida y odiada en los dos extremos del arco político, aquel “francés de Argelia” (al que no le ahorraron el mote de “pied noir”) seductor con vocación de don Juan y vitalista, encontró su gran amor en la actriz María Casares, “la gran dama del teatro francés”, que era hija de Casares Quiroga, ministro y jefe de Gobierno de la Segunda República Española durante el gobierno de Manuel Azaña.
A Camus se lo ha caracterizado como “socialdemócrata de razón y libertario de corazón” y ha dejado una huella indeleble, y cada día más evidente, en la cultura literaria y política de nuestro tiempo.
Entre su extensa obra merecen destacarse relatos como La peste y La caída; obras de teatro como Calígula y Los justos; y ensayos como El mito de Sísifo y El hombre rebelde, entre muchísimas más.
En la revalorización actual que Francia ha hecho de su figura tiene mucho que ver el intento de “reapropiación de su memoria por parte de un Sarkozy hambriento de un pedigree intelectual del que carece. El debate comenzó cuando el presidente francés propuso trasladar los restos de Camus al Panteón (la Recoleta culta de Francia) y sus amigos saltaron objetando que al escritor no le hubiera gustado descansar allí entre grandes que para él no siempre fueron tan grandes. Algunos llegaron a decir que a Camus no había que “panteonizarlo” sino que leerlo. Toda una verdad. La firme oposición al traslado por parte de los hijos del premio Nobel terminó con la discusión y Camus continúa descansando en Lourmarin en una tumba al lado de la casa de su hija Catherine (62) mujer –para variar– de un Gallimard y custodia insobornable del legado de su padre.
El reconocimiento del que disfruta hoy Camus es mucho más amplio del que gozó en su época. La izquierda comunista de los sesenta y setenta lo confinó a una displicente marginalidad, aún fanatizada por aquel octubre que iba engendrar “el hombre nuevo” y que acabó despertando “horrorizada y confusa ante los osarios de Pol Pot”, según explica el diario El País. El compromiso de Camus fue siempre con el hombre, no con su concepto: por eso odiaba más lo que representaba Nechtaev, el fanático terrorista retratado por Dostoievski en Los demonios (la película se llama Los endemoniados y es de Andrej Vajda). Y por eso Camus resulta hoy más vivo que Sartre.
Camus nació en Argelia el 7 de noviembre de 1913, en el departamento de Constantine y en el seno de una familia de humildes colonos franceses dedicados al cultivo del anacardo. A todos ellos (los colonos) se los conocía comúnmente con el nombre de “pieds noirs” (pies negros). Su madre, Catalina Elena Sintes, nacida en Argelia, provenía de una familia originaria de Menorca. Era sorda y analfabeta. Su padre, Lucien Camus, trabajaba en una finca vitivinícola, cerca de la localidad de Mondovi, para un comerciante de vinos de Argel y era de origen alsaciano. Como muchos “pieds noirs”, y tras la Guerra Franco-Prusiana, había huido de la anexión de Alsacia por Alemania.
Durante la Primera Guerra Mundial, Lucien Camus resultó herido en la batalla del Marne y murió en 1914. Aunque su hijo no llegó a conocerlo, de su padre le quedó una fotografía y una significativa anécdota que marcaría en parte su derrotero: la repugnancia que le producía el espectáculo de una ejecución capital.
Después de la muerte de su padre, la familia Camus se trasladó a casa de la abuela materna en Argel, donde Albert se crió y estudió. Se recibió de bachiller y obtuvo un diploma de estudios superiores en letras en la rama filosofía. Jamás obtuvo la licenciatura por una tuberculosis que arrastró durante años. Hasta entonces había sido un buen deportista y un fanático del fútbol, donde siempre jugó como arquero. La tuberculosis acabó con estas ilusiones.
En 1935 se afilia al Partido Comunista, del que sale pitando en 1937 debido a sus profundas discrepancias con el pacto germano-soviético y su apoyo a la autonomía del PC de Argelia respecto del comunismo francés. En 1940, perseguido por el gobierno de Argelia (francés, claro) se ve obligado a emigrar a París, donde acabará siendo director del diario de la Resistencia, el mítico Combat.
Su ruptura con Sartre (algunos dudan que efectivamente haya ocurrido) fue en 1952 tras la publicación en Les Temps Modernes de un artículo en el que Sartre (su director y fundador) le reprochaba que su rebeldía era “deliberadamente estética”.
Camus era todo salvo un demócrata blando, explica el historiador húngaro Francois Fejtö, quien lo conoció en el momento de la liberación. “En su amor por la libertad había algo muy viril y es este idealismo puro, este heroísmo, que lo hace hoy tan popular sobre todo en los países del Este”.
Camus llevaba en sí un tremendo rechazo por la desmesura, que lo obligaba a marcar un umbral ético para la violencia política. En Los justos, por ejemplo, opone un terrorismo moderado, encarnado por el personaje de Kaliayev, al terrorismo incontrolado de Stepan. Para Camus el fanatismo de Stepan era el resultado de una mentalidad absolutista que cree detentar la verdad absoluta. Sin embargo hoy, tanto en Argelia como en el Medio Oriente, el que ha triunfado es Stepan. Triste final para quien su lema había sido “ni víctimas ni verdugos”.
Lo que el escritor no aceptaba era el pasaje de la resistencia al terrorismo, ya que a sus ojos el fin no justificaba jamás los medios (al contrario, los determinaba), y nada podía legitimar la agresión a los civiles.
Este pensador político, solitario, intuitivo y solidario lograba que sus editoriales de Combat testimoniaran una lógica sin fallas. Camus será uno de los raros resistentes a firmar para pedir la gracia de algunos colaboracionistas. Es el único que se pronunciará para denunciar el horror de Hiroshima en 1945. Sobre el drama argelino, que lo divide entre su solidaridad de “petit blanc” (blancos no nacidos en Francia, así de racistas…) y un anticolonialismo que excluye la violencia ciega del FLN, elige la irrealizable tregua civil. En su discurso ante el Nobel había llegado a preguntarse si el FLN no sería un “totalitarismo soft”.
Para Camus, siempre situado a la izquierda (hay quien piensa que “a pesar de él y a pesar de ella”), la vida merecía ser vivida, aunque el absurdo hubiera suplantado a la antigua esperanza en Dios o en la Razón. Hoy, cuando los intelectuales dan risa al intervenir en el debate público, Camus se agiganta. Leerlo sin prejuicios es no sólo homenaje sino restitución. Y el cincuentenario de su muerte resulta un buen pretexto para hacerlo.
Fuente:
http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=35390
domingo, 3 de enero de 2010
Medio siglo sin Albert Camus
A cinco décadas del accidente que acabó con su vida, Francia recuerda al autor de "El extranjero" Y "La peste". Sarkozy busca trasladar sus restos al Panteón.
Cincuenta años después del accidente de tráfico que acabó con la vida del escritor Albert Camus (1913-1960) cuando se encontraba en la cúspide de su carrera, Francia recuerda al autor de "El extranjero", una de las figuras más relevantes de sus letras.
En ese sentido, el presidente Nicolas Sarkozy hizo público su deseo de llevar los restos del Nobel de Literatura de 1957 al Panteón, templo laico más elevado del país, donde yacen personalidades de la talla de Voltaire, Marie Curie o Victor Hugo.
La iniciativa dividió a su familia, que aún no ha dado una respuesta contundente y unánime sobre la conveniencia de trasladar el féretro de Camus, cuya vida terminó a los 47 años a bordo de un mítico "Facel-Véga" el 4 de enero de 1960 entre París y Lyon.
La prematura muerte del "Humphrey Bogart de la literatura" -por su pelo negro engominado y su inseparable cigarrillo en los labios- consternó a la intelectualidad del mundo entero. Los años 60 del siglo pasado se iniciaban así con la pérdida del "existencialista de lo absurdo", un hombre marcado por el pesimismo de quien vio de cerca dos guerras mundiales y la alienación de la Guerra Fría.
Camus fue un escritor que reflexionó sobre la indiferencia del ser humano respecto al mundo que lo rodea: "Hoy ha muerto mamá. O quizá ayer. No lo sé", con esas tres indolentes frases arranca "El extranjero", que quedó en la historia de la Literatura como su obra más célebre, en la que indaga sobre las consecuencias morales del asesinato y la indiferencia ante el fenómeno de la muerte.
Influenciado por la filosofía decimonónica de Soren Kierkegaard y de Friedrich Nietzsche, denominador común de los existencialistas, Camus afirmaba que la existencia es insignificante en sí misma y prefería considerarse un "absurdista". Entendía que la verdad y la moral son propias de cada individuo y que no se ajustan a modelos universales y absolutos.
Pero además de a la historia de la Filosofía, el nombre de Albert Camus está también muy ligado a la historia de Francia. Y ello se debe no sólo a que su pluma conmovió al mundo con obras como "La peste" o "El mito de Sísifo" o porque mantuvo una sonada polémica intelectual con el filósofo galo Jean-Paul Sartre, sino también porque su trayectoria recorre el pasado reciente de su país.
Esta ilación comienza en su Argelia natal, un territorio al que había emigrado su familia de colonos franceses y que marcó profundamente su vida y el conjunto de su obra. Sobre ello se centran varias biografías editadas con motivo de su cincuentenario -como "Camus, une passion algérienne", de Stéphane Babey-, que recogen el desencanto del autor con motivo de la guerra de independencia de ese país (1954-1962), barbarie que lo desgarró.
Tras la muerte de su padre en la Primera Guerra Mundial, Camus fue educado por una madre analfabeta de origen español, Catalina Sintes, en un hogar mísero, que no fue un obstáculo para que estudiara filosofía.
Después de militar en el Partido Comunista y de colaborar en varias revistas, a los 27 años se trasladó a París. Allí trabajó como periodista para el diario "Paris-Soir" y como lector de textos en la editorial Gallimard. Allí conoció, además, a la que fue su pareja más célebre, la actriz española exiliada en Francia María Casares, hija de un presidente del Gobierno de la Segunda República Española.
Cercano entonces al movimiento anarquista, fue en París donde su pluma y su verbo lo convirtieron en el afamado autor que recibió el Nobel de Literatura. Fue también en París donde conoció a Sartre, con el que, tras diez años de amistad, se enzarzó en una disputa teóricamente filosófica, aunque profundamente política.
Si bien ambos eran pensadores comprometidos con la izquierda, Sartre defendía la violencia inherente a la revolución social, mientras que Camus entendía que el fin no justifica los medios, como analizaría en su obra "La Caída".
"Me decían que eran necesarios unos muertos para llegar a un mundo donde no se mataría", resumía Camus, un filósofo que pensaba que "la tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas".
Estas reflexiones llenarán otros libros editados para conmemorar las cinco décadas de su muerte, como "Albert Camus, solitaire, solidaire", publicado por su hija, Catherine, "Dictionaire Albert Camus", concebido por Jeanyves Guérin, o la adaptación al cómic de "L'hôte" (El anfitrión), de la mano del dibujante Jacques Ferrandez.
Fuente
http://www.criticadigital.com/index.php?secc=nota&nid=35378
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