martes, 5 de enero de 2010

Se acuerdan de Apo-A1 Milano? Pfizer sí.

El siguiente es un texto traducido del blog de Derek Lowe. El Dr. Lowe es un Químico Orgánico que ha trabajado para varias e importantes compañías farmacéuticas desde 1989. Su trabajo se centra en la búsqueda de drogas para combatir esquizofrenia, Alzheimer, diabetes, osteoporosis y otras enfermedades.
Por Derek Lowe
Traducción de Claudio Pairoba

Los amigos del blog “In vivo” pronto van a anunciar su “Negocio del Año” en el sector biotecnología/compañía farmacéutica. Pero también podrían estar mostrando la competencia en reversa y entregar algunas estatuillas retroactivas a los “Malos negocios” basándose en lo que ha estado ocurriendo recientemente.

Una de esas estatuillas bien podría dársele al negocio 2003 en el cual Pfizer pago más de U$S 1000 millones para adquirir Esperion y su lipoproteína Apo-A1 Milano. Si han estado siguiendo el campo cardiovascular por unos pocos años, recordarán toda la propaganda que tuvo. La variedad Milano de la proteína parecía ser muy efectiva para revertir el transporte de colesterol (solo tipear esta frase me retrotrae en el tiempo unos años, para ser sincero). Se esperaba que el tratamiento periódico limpiaría las arterias y evitaría la ateroesclerosis.

Y ahí se quedó todo, colgado en esa zona llamada “terapia prometedora”. Por aquella época Pfizer iba a ser lo más en el área cardiovascular, con Lipitor, con su inhibidor CETP conocido como torcetrapib y con la Apo-A1 Milano todos apareciendo al mismo tiempo. Ese sueño ahora es una pila de escombros, por supuesto. Pfizer le ha quitado el apoyo a toda esa área. Esperion se desprendió en el 2008 como un negocio mucho más chico, menos la lipoproteína con la que vino, y ahora la Apo-A1 Milano propiamente dicha fué vendida a The Medicines Company. Por U$S 10 millones por adelantado.

Sip, Pfizer recuperó U$S 10 millones de los U$S 1250 millones que invirtió, bueno, un poco más si las cosas funcionan pero uno tiene que pensar que la mayor parte de ese dinero está perdido. Pero no puedo decir que esto sólo es un problema de Pfizer o una tontería sólo de ellos. Este tipo de situaciones le puede ocurrir a cualquier organización, y cuanto más grande sea es más probable que haga alguna Gran Jugada que la envía rodando escaleras abajo. Después de todo, si uno está tratando de cambiar el futuro de una gran compañía, uno tiene que hacer las cosas bien, ¿verdad? Y estas grandes cosas toman su propia inercia. Si no, fíjense en otro desastre de Pfizer, Exubera. Esa insulina para inhalar que iba a ser una droga de U$S 1000 millones, no había duda y nadie podía convencer a la compañía de lo contrario. Bueno, excepto los clientes.

Pero volviendo al tema, no veo estas situaciones como propias de una forma de pensar exclusiva de Pfizer. Cualquier otra compañía farmacéutica de ese tamaño probablemente hubiera hecho las cosas igualmente catastróficas, y a medida que se hacen más grandes, las otras también encontrarán de seguro sus propios agujeros en los cuales meterse con total confianza. Dado que este es el primer posteo del nuevo año, aquí va un pedido que espero la industria (farmacéutica) considere: que no haya grandes fusiones en 2010. Que no haya situaciones de “cerremos este negocio ahora, ya”, por favor. Simplemente tratemos de mejorar lo que hacemos en vez de hacer más de lo mismo.

Fuente:
http://pipeline.corante.com/archives/2010/01/04/remember_apoa1_milano_pfizer_does.php

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