A pesar de los pedidos de control, los pagos pueden estar a la altura de aquellos de los años de bonanza.
Por LOUISE STORY y ERIC DASH
The New York Times
Traducción de Claudio Pairoba
Todos en Wall Street están obsesionados con El Número.
La época de premios en los bancos, ese rito anual con grandes cantidades de dinero y egos más grandes todavía, comienza con todo esta semana, y parece que va a ser uno de los eventos más grandes y controvertidos que la industria haya visto.
Los ejecutivos bancarios están lidiando con una pregunta que exaspera, incluso enoja, a muchos norteamericanos cansados de la recesión: ¿Cuán grandes deberían ser sus sueldos? A pesar de los pedidos para que haya autocontrol por parte tanto de Washington como de una población irritada, los bancos que resurgen se están preparando para pagar premios que estarían a la altura de los pagados en años de bonanza económica. Estamos hablando, en efectivo y acciones, de cifras que rondan muchos miles de millones de dólares.
Los ejecutivos de la industria reconocen que los números que se están considerando, (sumas de 6, 7 e incluso 8 dígitos para algunos ejecutivos de alto rango) dejarían atónitos a muchos norteamericanos que todavía sufren el colapso financiero y la consiguiente Gran Recesión.
Se espera que Goldman Sachs pague a sus empleados un promedio que ronda los U$S 595.000 para el año 2009, uno de los años de mayores ganancias en su historia de 141 años. Los trabajadores en el banco de inversiones JP Morgan Chase esperan cobrar un promedio de U$S 463.000.
¿Crear un impuesto extra?
Muchos ejecutivos se preparan para más controles en los pagos por parte de Washington, así como de oficiales tales como Andrew Cuomo, el fiscal general de Nueva York, quien el año pasado exigió que los bancos den a conocer los detalles de los pagos de premios. Algunos banqueros están preocupados por la posibilidad de que los EE.UU., al igual que Gran Bretaña, podría crear un impuesto extra que afectaría los premios pagados por los bancos, y el legislador Dennis J. Kucinich (demócrata por Ohio) propone una legislación al respecto.
Dejando de lado estas preocupaciones, solo unos pocos bancos están tomando medidas inmediatas para reducir los premios de manera sustancial. En cambio, Wall Street se enfrenta a un dilema: cómo presentar sus increíbles pagos bajo un manto de moderación. Debido a la posibilidad de que se les vuelva en contra, algunos de los bancos importantes están reorganizando sus políticas de pago o incluso eliminando algunos premios en efectivo y reemplazándolos por premios en acciones y reduciendo el porcentaje de ganancia destinado a ser pagado.
Algunos ejecutivos bancarios enfatizan que las instituciones financieras están comenzando a darse cuenta de que deben recalibrar los pagos en un mundo de post-salvataje de los bancos.
“El debate se ha reorientado en los últimos 9 meses desde simplemente “menos dinero, más acciones” hacia “¿cuál es el número total?”, dice Robert P. Kelly, el presidente y gerente ejecutivo del Bank of New York Mellon. Al igual que otros gerentes bancarios, Kelly está a favor de recompensar a los empleados con acciones a largo plazo más que con dinero para atar sus destinos al éxito de sus compañías.
Ejecutivos de alto rango cosecharán millones.
A pesar de que los banqueros y corredores de bolsa de Wall Street ganan sueldos de 6 dígitos, generalmente reciben la mayor parte de su sueldo como un premio basado en su desempeño del año previo. Mientras que los premios promedio rondan el medio millón de dólares, los mismos no serán repartidos por igual. Ejecutivos bancarios y corredores de algo rango esperan recibir millones. El año pasado, fueron los corredores que operaban con bonos y monedas, así como banqueros de inversión especializados en el sistema de salud.
Incluso algunos veteranos de la industria advierten que tales sueldos podrían opacar aún más la reputación de un sector ya mal visto. John S. Reed, uno de los fundadores de Citigroup, dijo que Wall Street no va a recuperar de manera total la confianza del público hasta que los bancos disminuyan los premios pagados, de una vez por todas, algo que para mucho parece una posibilidad muy lejana.
“No hay nada que yo haya visto que me sugiera en lo más mínimo que estas personas han aprendido algo de la crisis”, dice Reed. “Simplemente no lo entienden. Están lejos, en otro mundo.”
El poder que el gobierno federal una vez tuvo sobre los pagos bancarios ha disminuido en los últimos meses a medida que los grandes bancos han comenzado a devolver los miles de millones de dólares en ayuda federal que los mantuvo a flote durante la crisis. Todos se han beneficiado de una variedad de programas federales y políticas de bajas tasas de interés que le permitió al sector bancario volver a dar márgenes de rentabilidad en el 2009.
Este año, la compensación de nuevo se va a comer mucha de la ganancia de Wall Street. Durante los primeros nueve meses del 2009, 5 de los más grandes bancos que recibieron ayuda del gobierno, Citigroup, Bank of America, Goldman Sachs, JPMorgan Chase y Morgan Stanley, juntaron un total de U$S 90.000 millones destinados a la compensación. Esa cifra incluye salarios, beneficios y premios, pero en varias compañías, los premios constituyen más de la mitad de la compensación.
Goldman rompió con sus pares en Diciembre y anunció que sus 30 ejecutivos de más alto rango recibirán solo acciones. Casi todos en Wall Street están esperando a ver cuantas acciones le dan a Lloyd C. Blankfein, el gerente y director en jefe de Goldman, quien es el blanco de las críticas referentes al pago de los ejecutivos. En el 2007 Blankfein recibió U$S 68 millones, un record para Wall Street. No recibió premio en el 2008.
Goldman apartó U$S 16.700 millones para compensación durante los primeros nueve meses del 2009.
Respondiendo a las críticas respecto de su política de pagos, Goldman ya ha comenzado a bajar el porcentaje de ganancia que abona a sus empleados. El banco apartó un 50% en el primer cuarto del año, pero esa cifra cayó a un 48% y luego a un 43% en los próximos dos cuartos.
¿Cuál es la cantidad apropiada?
Los ejecutivos de JPMorgan así como los miembros del directorio han estado debatiendo acerca de cuanto se debe pagar.
“Hay conflictos legítimos entre la entidad que considera que está teniendo éxito y la opinión prevaleciente en el público de que Wall Street fué salvada”, expresó un ejecutivo de alto nivel de JPMorgan quien no estaba autorizado a hablar en nombre de la compañía.
El banco de inversiones JPMorgan, que tiene una nómina de cerca de 25.000 empleados, ha comenzado a reducir la cantidad de ganancia que va al pool de compensación, de un 40% en el primer cuarto del año a un 37% en el tercer cuarto.
En el Bank of America (BOA), los corredores y los banqueros se preguntan cuanto va a cobrar en el 2010 Brian T. Moynihan, el nuevo director de la institución. Se espera que el BOA, que todavía se encuentra absorbiendo a Merrill Lynch, pague jugosos premios, en base a las importantes ganancias que ha obtenido.
Esta entidad ha tomado medidas que le permitiría reclamar el pago de los empleados en el caso de que la rentabilidad del banco se incremente, y esta aumentando el porcentaje de los premios que paga bajo la forma de acciones.
“Estamos pagando por resultados, y hubo áreas de la compañía que tuvieron resultados increíbles, y van a ser recompensados por eso”, manifestó Bob Stickler, vocero del BOA.
Cómo pagarle a las estrellas
En Morgan Stanley, donde las ganancias con el manejo de acciones ha sido menor que en los otros bancos, los gerentes se enfocan en como pagar a las estrellas de acuerdo con lo que dicta la industria. Este año el banco creó un programa de pago para los 25 empleados más exitosos, atando un quinto de su pago diferido a métricas basadas en el último ejercicio de la compañía.
Un vocero de la entidad, Mark Lake, dijo que “el directorio y la gerencia de Morgan Stanley entienden la extraordinaria situación en el cual operamos y, como resultado, han llevado a cabo una seria de cambios en las prácticas de compensación de la entidad.”
A los 25 ejecutivos más exitosos se les pagará mayormente en acciones y pagos en efectivo diferidos. John F. Mack, el director, está renunciando a un premio. Mack se retiró como ejecutivo en jefe a fines del 2009.
En Citigroup, cuyo negocio bancario todavía se está recuperando, algunos gerentes, en las últimas semanas estaban desilusionados por las estimaciones preliminares de sus premios, de acuerdo a gente que está familiarizada con el tema. El pool de premios 2009 del Citigroup va a rondar los U$S 5.300 millones, casi el mismo valor que alcanzó en el 2008, aunque el banco tiene muchos menos empleados.
El premio más alto otorgado a un ejecutivo del Citigroup ya es conocido: el banco manifestó en un informe regulatorio de la semana pasada que la cabeza de su sector de inversiones, John Havens, iba a recibir U$S 9 millones en acciones. Pero el director principal del banco, Vikram S. Pandit, renunció a un premio aceptando en cambio un salario de solo U$S 1.
Fuente:
URL: http://www.msnbc.msn.com/id/34784964/ns/business-the_new_york_times/page/2/
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Realmente, no han entendido nada.
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