A partir de una conversación veraniega, Sandra Massoni invita a una exploración de aquello que el lenguaje hace en otro lado para explicar el paradigma de la comunicación estratégica.
Por Sandra Massoni *
De vacaciones y en la playa me encuentro con un amigo que hacía
tiempo no veía. Tomamos unos mates a la orilla del mar y en medio de
recuerdos, comentarios e intercambio de noticias sobre los conocidos,
salta la pregunta: ¿Me podés decir qué es eso del nuevo paradigma de la
comunicación? Vi que hace poco diste un curso en no sé dónde bajo ese
título...
Probamos. Nos salió una disquisición/explicación breve y veraniega
que conformó a mi amigo. Comenzamos por repensar la idea de comunicación
social tradicional, aquella que se corresponde con alguna de las
dimensiones del fenómeno que refieren sólo a lo comunicativo y que
típicamente abordan las teorías de la comunicación desarrolladas en el
siglo XX.
¿No será otra moda, che? Esto de lo viejo y lo nuevo no me va.
Porque queda bien decir “el nuevo paradigma comunicacional”. Muchos lo
dicen y sanseacabó: discusión cerrada. Comentario finiquitado. Nada más
que agregar.
Los enfoques que se incluyen en los nuevos paradigmas, en
contraposición, buscan desplegar una mirada sobre lo comunicacional en
reemplazo de lo comunicativo. Reconocen que, ante todo, cualquier
comunicación es una relación. Ese es su foco. Allí ubicados, lo que toca
luego es explorar ese fenómeno como una conversación multidimensional,
compleja, fluida, en la que interesa analizar cómo opera el encuentro
entre quienes hablan. No se trata de cualquier conversación: no una
charla entre vos y un Fulano, sino un vínculo intersubjetivo que
configura el mundo deseable y posible tanto para vos como para el Fulano
pero cuyos ejes y tonos se resuelven siempre a medio camino entre lo
individual y lo colectivo. Ese es el recorte de lo comunicacional. Al
examinar lo que ocurre en esa situación, los autores de los nuevos
paradigmas hablamos del sentido enactuado. Claro, ese registro antes no
se consideraba... ¿por eso también desde los nuevos paradigmas se
plantea una especificidad para la comunicación social y antes se la
ubicaba sólo como un tema de investigación que abordaban a veces otros
científicos sociales?
Entre mate y mate, pasamos a revisar la cuestión de qué hacemos hoy
los comunicadores ubicados en los nuevos paradigmas. El asunto del
recorte específicamente comunicacional requirió situar esta nueva
comunicación que plantean numerosos teóricos e investigadores en el
campo de estudios comunicacionales actuales. Tomamos como referencia al
mexicano Jesús Galindo Cáceres, quien habla de la tercera fundación de
la comunicación que hoy se registra en Latinoamérica. Repasamos
congresos y jornadas internacionales en los que se debatió el tema en el
último año en diferentes países y ubicamos a algunos coterráneos de la
Escuela de Comunicación Estratégica de Rosario. Ocurre que los
comunicadores estratégicos no nos ocupamos de las subjetividades (esto
lo hacen, entre otros, los psicólogos y los educadores), tampoco de las
sociedades (esto lo hacen, entre otros, los sociólogos y los
antropólogos); los comunicadores estratégicos nos ocupamos de la
comunicación como espacio que emerge a medio camino entre ambos.
De allí
que definimos la comunicación como encuentro sociocultural. Una tensión
que brota, a veces más cerca de un polo... a veces más cerca del
otro... siempre en situación. La interlocución hace al tono y por
consiguiente la comunicación, lejos de reducirse a la dimensión
informativa, se despliega en dimensiones múltiples. Nos detuvimos a
comentar casos cercanos en los que es evidente que lo comunicacional
genera ciertas reverberancias colectivas que a veces nos resuenan en el
cuerpo –individualmente, claro–, pero que también compone silencios como
espacios socialmente cooperados. En esa dirección pensamos que nuestro
trabajo de comunicadores implica también una exploración de aquello que
el lenguaje hace en otro lado –como dice Noé Jitrik–, y –agrego yo– de
aquello que se hace más acá y más allá de las metáforas o aun de otros
diversos dispositivos de la dominación.
Nos gustó comprobar que los nuevos paradigmas de la comunicación nos
ayudan a visualizar cierta ampliación de nuestras competencias como
productores y consumidores de medios masivos. La comunicación desde los
nuevos paradigmas es un eco, una sinergia individual/colectiva, una
sintonía que incluye y a la vez excede lo simbólico, porque lo rebasa.
Nuestra tarea actual desde estos registros de la cuestión comunicacional
es más diversa, en tanto se interesa por las relaciones de afectación
mutua de los actores sin concentrarse exclusivamente en códigos y
mensajes.
Se nos acabó el agua del termo y, como hacía calor, nos fuimos a nadar.
* Doctora en Ciencias Sociales. Maestría en Comunicación Estratégica Univ. Nacional de Rosario.
Fuente:
www.pagina12.com.ar