Las grandes tecnológicas definen el desarrollo de este campo científico decisivo al acaparar a los mejores expertos y elegir quién tiene acceso a sus recursos.
![]() |
Procesadores de Google para inteligencia artificial. |
Por Javier Salas
El futuro de la inteligencia artificial genera muchos debates porque
será decisiva en campos tan serios como la medicina, las guerras, el
trabajo o incluso las relaciones humanas. Sin embargo, esos debates a
menudo ignoran un asunto que sobrevuela a todos los demás: el desarrollo
de las máquinas pensantes ha sido conquistado por empresas tecnológicas
que están definiendo cómo será ese futuro. Compañías como Google,
Facebook, Amazon, Microsoft, Apple e IBM fichan a los mejores expertos
en inteligencia artificial de todo el mundo, esquilman departamentos
universitarios enteros para cubrir sus necesidades, compran las empresas
incipientes del sector y marcan el rumbo de la investigación con becas y
ayudas. Así, un campo científico tan determinante como la inteligencia
artificial puede estar volcado excesivamente en los intereses
comerciales de estos negocios. Como dijo
un antiguo jefe de datos de Facebook: “Las mejores mentes de mi
generación se dedican a pensar cómo hacer que la gente pinche en
anuncios. Es un asco”.