domingo, 28 de noviembre de 2010

Cracks in your concrete? You need ‘BacillaFilla’



A bacteria that can knit together cracks in concrete structures by producing a special ‘glue’ has been developed by a team of students at Newcastle University.

The genetically-modified microbe has been programmed to swim down fine cracks in the concrete. Once at the bottom it produces a mixture of calcium carbonate and a bacterial glue which combine with the filamentous bacterial cells to ‘knit’ the building back together.

Ultimately hardening to the same strength as the surrounding concrete, the ‘BacillaFilla’ – as it has been aptly named – has been developed to prolong the life of structures which are environmentally costly to build.

Designed as part of a major international science competition in the USA, the students have scooped Gold for their research.

Joint project instructor Dr Jennifer Hallinan explains: “Around five per cent of all man-made carbon dioxide emissions are from the production of concrete, making it a significant contributor to global warming.

“Finding a way of prolonging the lifespan of existing structures means we could reduce this environmental impact and work towards a more sustainable solution.

“This could be particularly useful in earthquake zones where hundreds of buildings have to be flattened because there is currently no easy way of repairing the cracks and making them structurally sound.”

As part of the research, the students have not only considered the advantages of their engineered bacteria, but also the potential risks to the environment.

The BacillaFilla spores only start germinating when they make contact with concrete – triggered by the very specific pH of the material – and they have an in-built self-destruct gene which means they would be unable to survive in the environment.

Once the cells have germinated, they swarm down the fine cracks in the concrete and are able to sense when they reach the bottom because of the clumping of the bacteria.

This clumping activates concrete repair, with the cells differentiating into three types: cells which produce calcium carbonate crystals, cells which become filamentous acting as reinforcing fibres and cells which produce a Levans glue which acts as a binding agent and fills the gap.

The nine students, whose backgrounds range from computer science, civil engineering and bioinformatics to microbiology and biochemistry, took part in the International Genetically Engineered Machines contest (iGEM), is run out of the Massachusetts Institute of Technology (MIT) in Cambridge, Boston.

The aim is to get together a team of students from a variety of backgrounds to design and genetically engineer a bacterium to do something novel and useful.

Over 130 teams took part in this year’s event and it is now the third time Newcastle University has won Gold. The team instructors were Professor Neil Wipat and Dr Jennifer Hallinan, and the advisors were Dr Wendy Smith, Dr Matthew Pocock, Dr Colin Davies, Dr Jem Stach and Professor Colin Harwood.

Professor Neil Wipat added: “The students have done extremely well – this is a great achievement. Their work will now be used as a basis for research which is being carried out here at the University.”

Source:
http://www.ncl.ac.uk/press.office/press.release/item/cracks-in-your-concrete-you-need-bacillafilla

La bacteria que puede sustituir al cemento

Modificada genéticamente, consigue rellenar grietas en los edificios al reproducirse y segregar una especie de «pegamento» tan resistente como el hormigón.



Científicos de la Universidad de Newcastle ha modificado genéticamente una bacteria que se encuentra en los sueldos de casi todo el mundo para que adquiera la capacidad de rellenar las aberturas y grietas que se producen en estructuras de concreto. Cuando se encuentra en contacto con el cemento, esta bacteria se reproduce y segrega carbonato de calcio y una especie de pegamento que, juntos, poseen una solidez semejante a la del concreto. Sus creadores afirman que es el fin de las grietas, pero ¿no podrían resultar peligrosas?

¿Quien no ha visto una grieta en una pared? Las estructuras rígidas, aún las que mejor han sido construidas, tienen una inconveniente tendencia a rajarse. Por eso los ingenieros refuerzan sus obras más importantes con hierros, buscando la manera de proporcionar mayor solidez al conjunto. Pero aunque no lleguen a poner en peligro la estabilidad de un puente o edificio, las fisuras que se presenten en muros y fachadas deben ser selladas, ya que la acción de la lluvia y demás elementos puede convertir una pequeña grieta en un gran problema. Es difícil estimar cuanto dinero se gasta en el mundo reparando ese tipo de daños, pero seguramente no debe de ser una cifra pequeña.

Un grupo de nueve estudiantes de la la Universidad de Newcastle podría acabar con este problema, gracias al “trabajo” de una pequeña bacteria modificada genéticamente. Estos alumnos, procedentes de carreras tan dispares como la informática, la ingeniería civil, la microbiología y la bioquímica, participaron en el concurso Internacional Genetically Engineered Machines (iGEM, o Máquinas Manipuladas Genéticamente), que organiza el Instituto de Tecnología de Massachusetts (MIT) en Cambridge, Boston.

El objetivo del iGEM es incentivar a los estudiantes para que desarrollen organismos -generalmente bacterias- mediante técnicas de ingeniería genética para que puedan hacer algo nuevo y útil. Más de 130 equipos participaron en el evento de este año y es la tercera vez que la Universidad de Newcastle consigue el oro. El trabajo de estos estudiantes ha producido una bacteria, llamada BacillaFIlla, que es capaz de sellar grietas en estructuras de hormigón.

Excretan calcio y cola
Los microbios originales, una bacteria común que vive en los suelos, fueron modificados genéticamente para introducirse en las delgadas grietas existentes en el hormigón. Una vez allí, comienzan a reproducirse y excretar una mezcla de carbonato de calcio y cola, que al endurecerse adquiere una rigidez semejante a la del cemento, sellándola. Esto contribuye de forma directa a prolongar la vida útil de las estructuras expuestas al medio ambiente, a un costo ridículamente bajo. Además, estas reparaciones podrían tener un positivo impacto ecológico.

La Doctora Jennifer Hallinan, instructora del equipo ganador del iGEM, explica que “alrededor de cinco por ciento de las emisiones de dióxido de carbono provocadas por el hombre provienen de la producción de hormigón, siendo esta actividad una importante contribución al calentamiento global. Encontrar una forma de prolongar la vida útil de las estructuras existentes significa que podríamos reducir este impacto ambiental, y trabajar hacia una solución más sostenible.” En este contexto, la BacillaFilla con su utilísima habilidad podría convertirse en el invento del año.

Gen de autodestrucción
Hallinan cree que la bacteria “podría ser particularmente útil en zonas de terremotos, donde cientos de edificios tienen que ser derribados porque no disponemos de una forma simple de reparar las grietas y devolverles sus buenas condiciones estructurales." Sin embargo, hay otros factores a tener en cuenta. Por ejemplo, es lícito preguntarse qué ocurre con estos bichos una vez que la grieta en la que tan a gusto se han reproducido como conejos está sellada. ¿Adónde van? ¿No existe el peligro de que se multipliquen peligrosamente, sellando ranuras que en realidad no son grietas sino partes necesaria de la estructura? Dada la importancia de estas cuestiones, los integrantes del equipo han previsto que la BacillaFilla sólo comiencen a reproducirse cuando están en contacto con el hormigón -"reconocen” el pH específico de este material- y le han adosado un “gen de autodestrucción” que impide que puedan sobrevivir en el medio ambiente.

Todo parece haber sido previsto. Las bacterias llegan a un muro, comienzan a introducirse en las grietas, y “saben” que han llegado al fondo de la misma debido al incremento del número de bacterias a su lado. Esta situación activa el funcionamiento de la colonia, que está compuesta por tres tipos de individuos: los que producen cristales de carbonato de calcio, los que se convierten filamentos de refuerzo y las que producen un pegamento que actúa como agente de enlace y llena el vacío. Sin dudas, se trata de un gran avance que posee el potencial de solucionar un gran problema a la vez que protege el medio ambiente. Solo habría que comprobar a fondo la eficacia del “mecanismo de autodestrucción” incorporado en sus genes para no terminar con enorme problema entre manos.

Fuente:
http://www.abc.es/20101122/ciencia/bacteria-puede-sustituir-cemento-201011221617.html

viernes, 26 de noviembre de 2010

“Alimento maravilla” se extiende al Medio Oriente.

Hazem Badr
Traducción de Claudio Pairoba
23/11/10


¿Puede la spirulina pasar de un ingrediente gourmet en Occidente a una nutritiva fuente alimenticia para el mundo en desarrollo?

Una nutritiva alga verde azulada, conocida como spirulina, ha sido agregada a las comidas escolares en Jordania para combatir la malnutrición crónica y la anemia entre los niños.

Casi uno de cada 10 niños jordanos sufren de malnutrición crónica, o de deficiencia energética o protéica de larga data, mientras que un tercio están anémicos, de acuerdo a una encuesta por Departamento Jordano de Estadística la cual fue hecha pública en Marzo.

La Institución Intergubernamental por el Uso de la Micro Alga Spirulina contra la Malnutrición (IIMSAM por sus siglas en inglés), la cual tiene estatus de observadora con el Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, dice que la spirulina es rica en proteínas y vitamina B, y contiene beta caroteno que puede ayudar a superar problemas visuales causados por la deficiencia en vitamina A. Una cucharada sopera diaria puede eliminar la anemia por déficit de hierro, la más común de las deficiencias en minerales.

De acuerdo a la IIMSAM, un plan de alimentación piloto en dos escuelas de Kenia desde April del 2009 a Abril del 2010 ayudó a curar a 1350 alumnos que sufrían de malnutrición. El Programa de Alimentación Mundial estima que un 22 % de los niños por debajo de los 5 años en Kenia están malnutridos, bastante por encima del 15 % que la Organización Mundial de la Salud usa como límite para describir una situación de emergencia.

Naseer S. Homoud, director de la Oficina del IIMSAM para el Medio Oriente, dijo que la spirulina desempeña un papel en la lucha contra la malnutrición, especialmente en niños, y se refirió a “su bajo costo de desarrollo ya que puede crecer incluso en tierra infértil y sin una gran provisión de agua.”

“Los cambios climáticos están afectando nuestras maneras tradicionales de producir alimentos – tenemos que encontrar formas no tradicionales de nutrición,” expresó el Ministro de Agricultura Mazen Khasawneh. Pero no comentó acerca de las pruebas con la spirulina. “Todavía es demasiado temprano para saber si es un experimento exitoso o no,” comentó.

Las primeras indicaciones son que los chicos en las primeras etapas de la educación primaria no llevan a la escuela comidas con agregado de spirulina. Khaled Sarhan, un alumno, dijo que, al principio, no le gustaba el sabor de las galletitas con gusto a spirulina, pero que “después de que mi maestra me dijo lo útil que es, me acostumbré al sabor después de 2 ó 3 dias.”

“El sabor amargo de la spirulina va a ser el principal problema para que se vuelva más popular entre los niños”, Ahmed Khorshed, Profesor de Industrias Alimenticias en el Centro de Investigación en Agricultura de Egipto expresó, “pero agregarla a otros alimentos, como las galletitas, podría resolver el problema del sabor de manera parcial.”

El proyecto va a depender del Ministro de Agricultura para Junio del 2011. Si es exitoso, las comidas con spirulina van a expandirse e incluso llegar a otras partes del Medio Oriente.

“Egipto será nuestra próxima parada,” IIMSAM manifestó Remigio Maradona, director general del IIMSAM.

Fuente:
www.scidev.net

lunes, 15 de noviembre de 2010

GM mosquito wild release takes campaigners by surprise

Katherine Nightingale

11 November 2010


GM mosquitoes were released on the islands last year — but only publicised last month

Experts in the safety of genetically modified (GM) organisms have expressed concern over the release of GM mosquitoes into the wild on the Cayman Islands, which was publicised internationally only last month — a year after their initial release.

The trial of the OX513A strain of the dengue-carrying Aedes aegypti mosquito, developed by UK biotechnology company Oxitec, was carried out on Grand Cayman island by the Cayman Islands' Mosquito Research and Control Unit (MRCU) in 2009, followed by a bigger release between May and October this year. Together they represent the first known release of GM mosquitoes anywhere in the world.

Unpublished results of the trials, showing that the GM male mosquitoes competed with wild males, were presented at the American Society of Tropical Medicine and Hygiene annual meeting in the United States, last week (4 November).

The male GM mosquitoes mate with normal females to produce larvae that die unless the antibiotic tetracycline is present. In tetracycline's absence an enzyme accumulates to a toxic level, killing the larvae. The developers hope the strategy could be combined with other mosquito control methods to reduce transmission in dengue-prone areas.

Ricarda Steinbrecher, a geneticist and co-director of EcoNexus — a UK-based non-profit research organisation — expressed surprise that the trials had occurred, saying that they had not been mentioned at the fifth meeting of the Parties to the Cartagena Protocol on Biosafety — which addresses international safety issues relating to GM organisms — in Nagoya, Japan, last month.

She described the lack of publicity surrounding the trials as "worrying, both from the scientific perspective as well as public participation perspective".

Steinbrecher said that until a full, long-term environmental assessment of the Cayman trials has been carried out, the recently announced Malaysian trials of the same strain should not go ahead.

Just over three million male mosquitoes were released in the Cayman Islands this year. Oxitec sent the GM eggs to the islands, which are a British overseas territory, and they were hatched and grown at the MRCU.

Angela Harris, senior researcher at MRCU, told SciDev.Net that her unit consulted with several Cayman Islands' government departments beforehand.

"Currently there is a draft biosafety bill, and despite the fact that this bill has not yet been implemented we carried out a risk analysis and review of the trial as if this bill was already in place."

She said that there had been a newspaper article and public consultation within the Cayman Islands.


Aedes aegypti mosquito by Flickr/Marco Gaiani

Luke Alphey, research director at Oxitec, said an extensive risk analysis was carried out and "we did lots of engagement work in Cayman, but no special effort either to spread the word internationally or not to [do so]". On the sidelines of a press conference in London today he said that he had not wanted to publicise the trial until the results were known. He did not know what the Nagoya meeting was, he said. An environmental assessment of the trial site is now being carried out.

Alphey said that the experiment complied with the Cartagena Protocol because prior informed consent was obtained from the Cayman government.

John Marshall, of Imperial College London, who has argued that the Cartagena Protocol needs overhauling to deal with the special demands of GM insects, said: "Because the mosquitoes aren't going to spread to other countries, it's a national issue. I think Oxitec has done everything they needed to do."

The wild mosquito population in a 16-hectare urban area is believed to have been reduced by about 80 per cent. The next step for Oxitec, said Alphey, is to test the strategy in conjunction with other mosquito control methods.

Kathy Jo Wetter, a researcher with the ETC Group (Action Group on Erosion, Technology and Cooperation), a Canada-based organisation that promotes the socially responsible development of technologies, said ETC was unaware of the release.

"Oxitec considers its trial 'successful' just days after the experiment has ended," she said. "But unintended impacts on the environment cannot be known, and Oxitec's unproven technology could make things worse in the long term. There is no possibility of recall if something goes wrong — who takes responsibility in that case?"

"Extreme techno-fixes require extreme precaution," she added.

Alphey said they are waiting for approval for the release of GM mosquitoes in Brazil, Panama and the United States.

Source:

www.scidev.org

Activistas sorprendidos por la liberación de mosquitos genéticamente modificados

La que sería la primera liberación no informada de mosquitos genéticamente modificados en un intento por controlar el dengue en las Islas Caimán enciende luces de alerta en organizaciones internacionales.


Por Katherine Nightingale
Traducción: Claudio Pairoba
11/11/10



Expertos en la seguridad de organismos genéticamente modificados han expresado preocupación por la liberación en la naturaleza de mosquitos genéticamente modificados ocurrida en las Islas Caimán, la cual alcanzó publicidad internacional recién el mes pasado - un año después de ocurrida.

La prueba con la cepa OX513A del mosquito Aedes aegypti portador de dengue, desarrollada por la compañía de biotecnología Oxitec del Reino Unido, fue llevada a cabo en la isla Gran Caimán por la Unidad de Control e Investigación de las Islas Caimán (MRCU por sus siglas en inglés) en el 2009, seguido por una liberación de mayor importancia entre los meses de Mayo y Octubre de este año. Juntas representan la primera liberación conocida de mosquitos genéticamente modificados en el mundo.

Resultados no publicados de las pruebas, mostrando que los mosquitos machos genéticamente modificados compitieron con los machos no modificados, fueron presentados en la reunión anual de la Sociedad Norteamericana de Medicina Tropical e Higiene llevada a cabo en los EE.UU. el 4 de Noviembre pasado.

Los mosquitos machos genéticamente modificados se aparean con las hembras normales para producir larvas que mueren a menos que el antibiótico tetraciclina este presente. En ausencia de tetraciclina se produce acumulación de una enzima la cual alcanza niveles tóxicos, matando a las larvas. Los encargados de desarrollar esta estrategia esperan que la misma podría combinarse con otros métodos de control para reducir la transmisión en aquellas áreas endémicas.

Ricarda Steinbrecher, genetista y co-directora de EcoNexus - una organización de investigación sin fines de lucro del Reino Unido - manifestó sorpresa respecto de las pruebas, ya que las mismas no habían sido mencionadas en el quinto encuentro de los Integrantes del Protocolo de Cartagena en Bioseguridad - el cual se ocupa de los temas referentes a cuestiones de seguridad internacional relacionadas con organismos genéticamente modificados - que tuvo lugar en Nagoya, Japón, el mes pasado.

Steinbrecher se refirió a la falta de publicidad que rodeó a las pruebas como "preocupante, tanto desde el punto de vista científico como de la participación pública".

Agregó que hasta que se realice una evaluación completa a largo plazo de las pruebas en las Islas Caimán, las pruebas de las mismas cepas que tendrán lugar en Malasia y que fueron anunciadas recientemente no deberían llevarse a cabo.



Algo más de 3 millones de mosquitos machos fueron liberados en las Islas Caimán este año. Oxitec envió huevos genéticamente modificados a las islas, un territorio británico de ultramar, los cuales fueron incubados en el MRCU.

Angela Harris, investigadora principal en el MRCU, expresó a SciDev.Net que su unidad consultó a varias oficinas gubernamentales de las Islas Caimán de antemano.

"En la actualidad existe el borrador de un proyecto de ley, y a pesar del hecho de que dicho proyecto no ha sido implementado llevamos adelante un análisis de riesgo así como un revisión del ensayo como si este proyecto ya fuera efectivo".

Agregó que hubo un artículo publicado en un diario y una consulta pública dentro de las Islas Caimán.

Luke Alphey, Director de Investigación de Oxitec, manifestó que se llevó adelante un extenso análisis de riesgo y que "hicieron gran cantidad de trabajos participativos en Caimán, pero ningún esfuerzo especial para hacer correr la voz a nivel internacional o para no hacerlo". Hoy, en una conferencia de prensa en Londres dijo que no había querido dar a publicidad las pruebas hasta que se conocieran los resultados. Agregó que no sabía lo que es el encuentro de Nagoya. En estos momentos se está desarrollando una evaluación ambiental del sitio de prueba.

Alphey manifestó que el experimento cumplió con el Protocolo de Cartagena ya que se obtuvo el consentimiento del gobierno de la isla con anterioridad.

John Marshall, del Imperial College de Londres, quien ha expresado que el Protocolo de Cartagena necesita ser revisado para poder tratar las necesidades especiales de los insectos genéticamente modificados, dijo: "Dado que los mosquitos no se van a extender a otros países, es una cuestión nacional. Creo que Oxitec ha hecho todo lo que necesitaba hacer."



Se cree que la población de mosquitos normales en un área urbana de 16 hectáreas se ha reducido en un 80 %. El próximo paso para Oxitec, según Alphey es testear la estrategia junto con otros métodos para el control del mosquito.

Kathy Jo Wetter, una investigadora del Grupo de Acción en Erosión, Tecnología y Cooperación, una organización con sede en Canadá que promueve el desarrollo socialmente responsable de tecnologías, dijo que su grupo no estaba al tanto de la liberación.

"Oxitec considera que su prueba es "exitosa" unos pocos dias después de que el experimento finalizó", manifestó. "Pero todavía no puede saberse sobre el impacto inesperado en el medio ambiente, y la tecnología no probada de Oxitec podría hacer que las cosas se pongan peor a largo plazo. No hay posibilidad de marcha atrás si algo sale mal - ¿quién se hace responsable en ese caso?"
"Los tecno-arreglos extremos requieren de precaución extrema," concluyó.

Alphey manifestó que están esperando la aprobación para la liberación de mosquitos genéticamente modificados en Brasil, Panamá y los Estados Unidos.

Fuente:
http://www.scidev.org/

sábado, 13 de noviembre de 2010

Despejar bosques para cultivar, más dañino en los trópicos

Por Laura Plitt



Cuando se despeja una zona boscosa para hacer lugar a la agricultura se libera, inevitablemente, una cierta cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, uno de los gases con efecto invernadero que contribuye en mayor medida al calentamiento global.

Sin embargo, este problema es mucho más marcado en los trópicos que en las zonas templadas, según un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Wisconsin-Madison, en Estados Unidos.

"Es importante invertir más recursos en aumentar la producción en las tierras agrícolas ya existentes que en expandir la producción hacia nuevas tierras"
Paul West, principal autor del estudio

"En comparación con las regiones templadas, los trópicos liberan cerca del doble de carbono por cada unidad de tierra despejada", le explicó a BBC Mundo Paul West, principal autor del estudio.

Además, señalan los investigadores, los cultivos en esta región del planeta rinden menos de la mitad, cuando se compara su rendimiento con el de los cultivos de zonas templadas.

Por esta razón, para cumplir con la creciente demanda de alimentos perjudicando lo menos posible el medio ambiente, es importante "invertir más recursos en aumentar la producción en las tierras agrícolas ya existentes que en expandir la producción hacia nuevas tierras", aseguró West.

Para llegar a eta conclusión, los investigadores analizaron cómo sería el rendimiento de 175 tipos de cultivo -desde el trigo, el maíz y el arroz hasta frutos exóticos como el quinoto- se plantasen en diferentes partes del mundo y luego estimaron cuánto CO2 se liberaría en la atmósfera, si tuviesen que limpiar esos terrenos para hacerles lugar.

Manejo de tierras
Una de las razones -casi obvia- que explica por qué este fenómeno es más agudo en el trópico, es que muchos de los bosques tropicales están cubiertos por una densa masa de vegetación, que almacena una cantidad enorme de carbono.

Pero en términos de la cosecha, el rendimiento más bajo se debe a las prácticas agrícolas que se emplean en la zona, más que a las características del suelo o a las condiciones ambientales.

Actualmente, el 20% de la tierra en las regiones templadas está dedicada a la agricultura, mientras que en los trópicos este porcentaje es del 11%.

Sin embargo, es en los trópicos donde la expansión de tierras cultivables se está extendiendo más rápidamente. Según los investigadores, el 80% de los nuevos campos eran anteriormente bosques.

De ahí la importancia de maximizar el uso de las tierras cultivadas, "ya sea introduciendo distintos cultivos, variedad dentro de las cosechas, utilizando de manera más eficiente el agua o los fertilizantes y, posiblemente, rotando los cultivos dentro de los campos", dice West.

Preocupación menor
Los autores del estudio reconocen que, en la mayoría de los casos, la elección de ampliar los campos de cultivo está motivada por factores económicos, tecnológicos, de identidad nacional, y para garantizar la seguridad alimentaria.

"La cantidad de gases que se liberan en el aire es sólo una pequeña parte de la ecuación para la mayoría de la gente"
Paul West, principal autor del estudio

"La cantidad de gases que se liberan en el aire es sólo una pequeña parte de la ecuación para la mayoría de la gente", comenta West.

Pero para aumentar el rendimiento sin dañar la capacidad de los ecosistemas de brindar beneficios ambientales como el suministro de agua, entre otros, la mejor alternativa es aumentar el rendimiento dentro de la tierras cultivadas, concluye el estudio.

Y, aclaran, esta regla no sólo es válida para los trópicos, donde el la diferencia entrer CO2 liberado y rendimiento por hectárea es más marcada, sino que tiene validez para todos los suelos del mundo en donde se cultiva.

Fuente:
http://www.bbc.co.uk/mundo/noticias/2010/11/101111_agricultura_tropicos.shtml

martes, 9 de noviembre de 2010

Alfabetización científica: cómo, cuándo y por qué




Por Melina Furman

¿Cuál es el sentido de enseñar ciencia en la Argentina de hoy? ¿Cómo lograr el objetivo de alfabetizar científicamente a la población? ¿Hay estrategias mejores que otras? ¿Es posible o sólo un deseo utópico? ¿Cómo podemos despertar vocaciones científicas en nuestros alumnos? ¿Qué desafíos nos plantea la enseñanza de la ciencia?

En nuestro tiempo, estar alfabetizado implica muchísimo más que poder leer y escribir o calcular la cuenta del supermercado. En una sociedad en la que el acceso al conocimiento (entendiendo por esto tanto aquello que se sabe como la capacidad de utilizarlo cuando se necesita) establece una línea implacable entre los que quedan "adentro" y "afuera", la alfabetización científica cobra una importancia renovada. Y cada vez más fundamental, en tanto pretendemos construir una sociedad con perspectivas de crecimiento en la que las desigualdades (por fin) comiencen a desaparecer.

¿De qué hablamos, entonces, cuando hablamos de alfabetización científica? No nos referimos a que la gente pueda repetir sin errores todos los elementos de la tabla periódica o conocer al detalle las leyes de Newton. Ni tampoco a transformar a toda la población en científicos profesionales. Nada más lejos de eso. Estar alfabetizado científicamente tiene que ver con, por una parte, la comprensión profunda de las características y leyes básicas del mundo que nos rodea. Y, por otra, con el desarrollo de ciertas capacidades relacionadas con el "modo de hacer" de la ciencia: el pensamiento crítico y autónomo, la formulación de preguntas, la interpretación de evidencias, la construcción de modelos explicativos y la argumentación, la contrastación y el debate como herramientas para la búsqueda de consensos, por citar sólo algunas que creemos fundamentales.

Porque datos provenientes de la ciencia hay por todas partes. La cuestión es qué hacemos con ellos. Nos llueve información acerca de los dinosaurios, los satélites y los alimentos transgénicos. Vivimos en un contexto en el que "sobra información y faltan marcos conceptuales para interpretar esa información". La alfabetización científica implica, en este sentido, "dar sentido al mundo que nos rodea" (Pozo y Gómez Crespo, 1998).

No se trata, entonces, de conocer la mayor cantidad posible de datos (muchas veces estrambóticos y desvinculados de la vida real), sino de desarrollar una batería de herramientas esenciales para, por un lado, comprender e interactuar de modo efectivo con la realidad cotidiana y, por otro, ser capaces de tomar decisiones conscientes y responsables a partir de esa comprensión.

Melina Furman, fragmento de un artículo publicado en la revista Novedades Educativas, Nº 148

Fuente:
www.exa.unrc.edu.ar

Me siento Rosario: mostrando lo bueno de vivir en la ciudad junto al río marrón

Un grupo de jóvenes muestra su pasión por la ciudad en un corto que destaca parte de sus habitantes y actividades. Messi, Aymar, el Acuario ...