El tema de la presencia (o ausencia) de la ciencia en los medios de comunicación no es nuevo. Todos los que estamos interesados en mejorar la comunicación de la actividad científica debatimos constantemente acerca de lo que se puede hacer para lograr que la ciencia sea realmente parte de la cultura de nuestro país. Es interesante ver como cuando uno habla de la cultura de un país, lo primero que viene a la mente son actividades artísticas: música, teatro, pintura, escultura, etc., etc., etc. ¿Por qué la ciencia no aparece en esta imagen inicial? Si la cultura de un país es el conjunto de usos y costumbres de los habitantes de ese país, ¿por qué la gran mayoría de la población de la Argentina no considera el hacer ciencia como una de las actividades típicas de nuestro territorio?
Como en todo tema complejo, las responsabilidades están en distintos lugares:
1. La sociedad y las instituciones a cargo de su formación/educación.
2. Los científicos y autoridades de los centros donde se generan nuevos conocimientos.
3. Los organismos gubernamentales que tienen el poder de generar políticas que propicien la transferencia de conocimientos hacia la sociedad.
4. Los medios de comunicación.
El lugar del medio
Todos los sectores son pasibles de mejoras. Y muchas. Pero me interesa enfocarme en el tema de los medios. Tomemos como ejemplo lo que ocurrió con un trabajo científico recientemente publicado en una revista especializada. Un grupo de investigadores japoneses mostró que luego de exponer la raíz del pelo a distintas situaciones de “ estrés”, el cabello se volvía blanco. O sea que aparecía la típica cana. Hasta ahí todo bien. El tema es que muchos medios que levantaron la noticia vieron la palabra estrés y lo asociaron automaticamente con estrés emocional. Y eso no era a lo que el trabajo original hacía referencia. En ciencia la palabra estrés se usa para referirse a toda situación agresiva para un organismo vivo. Por ejemplo, se puede hablar de un estrés hídrico cuando hablamos de dejar de regar una planta para estudiar como la misma responde a esa situación que pone en peligro su supervivencia (sí, cuando tu amiga te pidió que le regaras las plantas mientras se iba de vacaciones y vos te acordaste una semana después, estuviste generando una situación de estrés hídrico).
Volviendo a lo que nos compete: como consecuencia de todo este equívoco, los medios terminaron publicando que el estrés es responsable del encanecimiento. Más allá de que los científicos no parecen ponerse de acuerdo acerca de si el estrés emocional es o no responsable de la aparición de las canas, lo que los medios publicaron no reflejó lo que los cientificos estaban diciendo.
La noticia rebelde
El concepto de que para que algo sea noticia tiene que ser atrayente e impactante a veces juega en contra de contar un trabajo científico. Se intenta hacer que la noticia científica “ encaje” en ese patrón general. Pero la “noticia científica” puede ser un poco rebelde y no encajar en esa estructura prearmada. Y si la persona que escribe el artículo de divulgación no sabe de qué está escribiendo, la aventura de convertir en impactante lo que se desconoce puede conducir a cualquier parte.
Para que la ciencia se afianze cada vez más como un elemento integral de la cultura de nuestro país es condición necesaria (pero no suficiente) que la actividad científica esté presente de manera sistemática en los medios (y no sólo en la forma de un suplemento que va y viene como variable de ajuste de acuerdo a las condiciones del mercado). Pero no solo que esté presente, si no que esa presencia sea productiva. Que la persona que lee un artículo científico de divulgación sienta que se lleva algo, que se enteró y aprendió algo en lo inmediato. Y que en lo mediato vaya incorporando esa idea de que la ciencia es importante, de que un país que no hace ciencia no puede avanzar. Algo que se repite hasta el cansancio pero que no forma parte de la mentalidad argentina de una manera generalizada.
Por eso es fundamental la formación de recursos humanos que sepan escribir una noticia científica. Una especialización dentro de la carrera de periodismo es una posibilidad, algo que no sé si se está haciendo por estos días pero que dado el estado actual de la escritura de noticias científicas es una posibilidad a considerar de manera urgente. Para que no estemos “haciendo como que” nos interesa la ciencia cuando en realidad los resultados muestran todo lo contrario.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
El Concejo Municipal distingue a docente de la UNR
Se trata de Teresita Terán quien fue declarada Ciudadana Distinguida. Por Claudio Pairoba * En una ceremonia presidida por la concejala An...
-
El padre de la menor enferma recauda en cuatro días 150.000 euros con un relato ficticio en los platós de televisión y las redes sociales...
-
La incorporación de sonido a las películas implicó cambios a nivel técnico y social en la meca del cine. El progreso llegaba pero no s...
-
El prefecto del Archivo Secreto Vaticano, el obispo Sergio Pagano, dijo ayer que la Iglesia corre el riesgo de comportarse en temas como el ...
No hay comentarios:
Publicar un comentario