Los avances en la ciencia y la tecnología están poniendo en duda cómo serán nuestras sociedades en un futuro muy próximo. La inteligencia artificial o la robótica plantean cuestiones que deben ser ampliamente consideradas si no queremos vernos sorprendidos por sus consecuencias. Hablamos con Julian Kinderlerer, que presidió el Grupo Europeo de Ética en Ciencia y Nuevas Tecnologías. Su visión es, cuando menos, poco complaciente.
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Jesús
Méndez. Agencia SINC.
Gran parte de las decisiones éticas modernas
tienen un pie en la ciencia y la tecnología. Así lo entendieron los
organizadores del congreso ESOF (EuroScience Open Forum), celebrado el mes pasado en la ciudad francesa de Toulouse.