La técnica que se
remonta a la necesidad de solucionar el problema de sabor de un yogur ha
abierto las puertas para modificar genes, especialmente en casos de
enfermedades. Pero sus posibilidades no terminan allí, lo que abre
cuestionamientos y habilita reflexiones en torno a lo que se puede
cambiar y cuándo hacerlo. Expertos disertarán en el marco de la Jornada de Ciencia y Tecnología.
Por Claudio Pairoba*
El ácido desoxirribonucleico (ADN) es la molécula que contiene toda la información para el desarrollo y funcionamiento de un ser vivo. A veces, esa información puede ser incorrecta, generando enfermedades o individuos con dificultad para adaptarse a determinadas condiciones ambientales, entre otros ejemplos. Imaginemos si se pudiera cortar, remover y reemplazar ese fragmento de información errónea, colocando información “correcta”. Se podrían curar enfermedades, mejorar cultivos; las posibilidades son variadas y hasta inimaginables. Al mismo tiempo, esa manipulación de la información abre la puerta a planteos éticos sobre los alcances y límites que esta nueva tecnología debería tener. Es momento de conocer y debatir.