Un grupo de docentes-investigadoras de la Facultad de Cs. Bioquímicas y
Farmacéuticas nos cuentan sobre este encuentro que cumplió ocho años y
sigue creciendo.
Suárez, Pardal, Reynoso y Drogo (izq. a der.) se acercaron
para contarnos sobre su pasión por difundir la Química.
La 8va edición de la Semana de la Química se llevó a cabo los días 5, 6 y 7 de agosto en la
Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas.
Con la asistencia de cerca de 800 alumnos provenientes de 28 escuelas
de la región, el encuentro tiene varios objetivos: promover el estudio
de las carreras relacionadas con las ciencias químicas, incentivar la
valoración de la importancia de la química por parte de los estudiantes y
estimular, actualizar y mejorar la enseñanza de esta disciplina en el
nivel medio.
La Semana de la Química está organizada en base a conferencias y
galerías de experimentos. Estos últimos permitieron que los estudiantes
pusieran manos a la obra y realizaran experiencias relacionadas con
química general, analítica, orgánica y fisicoquímica. Las conferencias
estuvieron a cargo de docentes-investigadores que abordaron temas de
actualidad:
1- “Los alimentos nos Hablan”, la química nos ayuda a entenderlo. Dra. María Catalina Olguín
2- “Aristóteles reciclaría”. Dra. Mabel Santoro
3- “¿Qué sabemos de las adicciones?”. Dra. Alejandra Pacchioni
4- “ Química para la Paz”. Dra Alejandra Suárez
Los organizadores de esta actividad que logró instalarse y ser reconocida en base al esfuerzo constante son la
Escuela de Química, las
Secretarías Académica y
Estudiantil
y el Servicio de Pedagogía, todos de la de la Facultad de Ciencias
Bioquímicas y Farmacéuticas, Universidad Nacional de Rosario.
Cuatro de las coordinadoras del encuentro se acercaron a ESPACIO SeCyT
para compartir sus experiencias llevando adelante esta iniciativa que ha
resultado por demás de exitosa y que sigue creciendo. Alejandra Suarez
(Directora Académica de la Escuela de Química), María Alejandra Pardal
(Directora Académica del Servicio Pedagógico), Claudia Drogo (docente
del Profesorado Universitario en Química) y Amelia Reynoso: (Servicio de
Pedagogía del Profesorado en Química).
¿Cómo fue evolucionando la idea de tener un
encuentro anual dedicado a dar a conocer distintos aspectos de la
Química?
Claudia Drogo: En un primer momento estaba dirigido a
alumnos de 5to año para motivarlos cuando estaban eligiendo la carrera.
Después nos dimos cuenta que el estudiante de quinto año ya había
elegido algo, era tarde o estaban con el viaje a Bariloche o la
graduación. Si bien lo dejamos abierto para los alumnos de quinto,
decidimos incluir a cuarto año y, como nos pidieron si podían traer a
tercero, ahora están viniendo fundamentalmente estos dos años.
También vienen algunos docentes que traen cinco alumnos que tienen
tendencia a seguir alguna de las carreras, y son de quinto. Algunos son
grupos que estudian ciencias naturales y otros son de humanidades o
economía y es el único contacto que tienen con la ciencia. Los docentes
que acompañan también se incorporan a la actividad.
Nos ha pasado en algunas escuelas con muchos estudiantes que eligen
actividades un año (si bien este año eso cambió y la parte logística
está mejor) y cuando vuelven quieren hacer otras cosas. Es un desafío
para nosotros irnos renovando y cambiando las experiencias y las visitas
a los laboratorios.
Hay una comisión que organiza la cual sale de la Escuela de Química,
que tiene tres carreras: el Profesorado en Química, la Licenciatura en
Química y la Licenciatura en Ciencia y Tecnología de los Alimentos. A
partir de esto este año incorporamos una conferencia de la parte de
alimentos, la Dra. Maquita Olguín. La idea es ofrecer cosas que sean más
motivadoras para estas tres carreras. De todas formas les damos
folletos de las seis carreras de la facultad.
¿Cuál ha sido la respuesta de los docentes?
Alejandra Suarez: Los docentes de la periferia o pueblos
cercanos, nos dicen que no vienen mucho a Rosario, así que esto es una
apertura para ver la ciudad y la universidad pública. Con las escuelas
de la periferia nos pasa que los docentes no se imaginaban que la
universidad era pública y con tan buen nivel. Podemos mostrar que hay
otra realidad de superación, por lo cual lo que hacemos tiene cuestiones
positivas no solo desde la Química, sino que también se tratan otras
cuestiones sociales. Además de escuelas de Rosario vienen escuelas de
pueblos cercanos y no tanto. Han venido de V. Constitución, Ramallo, Las
Rosas, Acebal.
María Alejandra Pardal: La directora de una
escuela nos dijo que no podían comparar porque ninguna otra facultad los
había invitado a un encuentro de este tipo. Hemos encontrado un interés
que ha tenido una respuesta. Esto nos da mucha satisfacción.
¿Qué tipo de experiencias realizan los estudiantes?
CD: Hacemos experiencias sencillas y con material que
tenés en la cocina de la casa. Con un pequeño subsidio pudimos comprar
guantes, guardapolvos. De esta manera el alumno puede hacer cosas. Los
alumnos ven que se trabaja de manera sencilla con material reciclable,
descartable y esto también motiva a los docentes para difundir esto de
la ciencia experimental más allá de la Jornada. Esta semana se hizo
durante 4 jornadas, aunque por la demanda que tenemos tal vez
incorporemos una jornada más para el año que viene.
¿Qué vínculos se establecen con los docentes?
MAP: De año a año queda un contacto fluido. En muchos
casos los profesores que vienen toman algún curso que hacemos en la
facultad, o también tenemos mini talleres para los docentes. O sea que
se vuelven a su institución con un certificado de que el tiempo que
destinaron también les fue de utilidad. El nexo con las escuelas trae un
enriquecimiento que trasciende el evento puntual. En base al vínculo
establecido podemos organizar otras actividades con las escuelas.
Por ejemplo, nos piden muchas visitas a las escuelas para dar charlas sobre toxicología, prevención de adicciones,
impacto de drogas en el cerebro, talleres con debates con los alumnos. Tenemos el calendario lleno hasta el año que viene.
¿Cómo repercutió la Semana de la Química en el ingreso de estudiantes a la FBIOyF?
MAP: En estos 8 años hemos visto que la matrícula se ha
incrementado, ha aumentado el número de ingresantes. Podemos colaborar
con esas ganas de meterse en la ciencia por parte de los chicos.
Es importante que quede claro que si bien esto sale de la Escuela de
Química y que lo disciplinar tiene un rol muy importante, no descuidamos
en ningún momento otras cuestiones que tienen que ver con la
responsabilidad social de la universidad. Por eso también hablamos de
química verde, química de la paz, educación para el desarrollo
sustentable. O sea que dejamos que se atraviesen problemáticas que nos
interesan desde una mirada más compleja.
¿Cómo se aborda la responsabilidad social en la Semana de la Química?
AS: Las temáticas que se tocaron en las conferencias
fueron sumamente adecuadas. El tema de adicción a drogas ya lo hemos
tocado antes porque es importante dado que atraviesa escuelas
secundarias. También la importancia del reciclado y tocamos el tema de
alimentos enfocado a entender lo que se lee en la tabla del valor
nutricional de los envases, tratando de desmitificar el tema de los
aditivos y los conservantes.
Uno de los objetivos principales de la Semana de la
Química es valorar la importancia de esta disciplina en la vida
cotidiana.
AS: Cuando uno habla de química, en el imaginario popular
generalmente la idea es bastante negativa. Queremos desmitificar un
poco esto, y ver que la química está todos lados y enfatizar la
responsabilidad ya que la usa todo el mundo. Este año hicimos por
primera vez una charla sobre química para la paz, en relación a los
hechos ocurridos en Siria.
Muy poca gente tuvo en cuenta el tema del
premio Nobel
y creo que son hitos históricos a nivel mundial que marcan la
diferencia. Creo que la gente tiene que estar al tanto, desmitificar la
química y manejarla con responsabilidad.
¿Cómo evolucionaron las jornadas dentro de la facultad respecto a la disposición de docentes y alumnos?
CD: Los estudiantes participan muchisimo y están
motivados, al igual que los ayudantes de cátedra. Los docentes también
se han ofrecido a participar y hacerse cargo de los experimentos.
Siempre que se le ha solicitado a algún docente-investigador, han estado
muy dispuestos. Las conferencias son lo que más ha ido mutando, con el
fin de tener un lenguaje más cotidiano.
MAP: Si bien no está escrito en ningún lugar,
todos los involucrados espontáneamente permitimos que todo alumno que
está colaborando sea relevado de otras actividades. Los alumnos de
profesorado, por ejemplo, están haciendo un anticipo de una práctica
vinculada a su función docente. Hemos tratado de responder a la buena
disposición del alumno con un reconocimiento a través del desplazamiento
de otra tarea.
AS: Uno lo hace porque es apasionado y le gusta. Vemos todo lo que le puede dejar al otro y que es importante.
¿Hay cambios para el año que viene?
MAP: Hay cosas que queremos ajustar. Una de
ellas es reencontrarnos con la gente que asistió y mediante un
cuestionario sencillo preguntarles qué tema que no se tocó les hubiera
gustado ver. Como tenemos el contacto la idea es recuperar lo que quedó
pendiente o lo que no se planteó y es de interés.
Hemos tenido que ir aceitando el trámite para asistencia de los
docentes y alumnos. Los calendarios académicos de facultad y de las
escuelas secudarias, también. En alumnos de quinto año está el tema del
viaje de estudio.
AS: La actividad ha crecido muchísimo en el
último tiempo. De todas formas queremos fortalecer la difusión porque a
veces parece que hacemos mucho pero nadie se entera. Tenemos muchísima
demanda, y quedaron escuelas afuera, todo por el boca a boca. La Jornada
va instalándose.
Las cuatro muestran amor por lo que hacen y una profunda pasión para
que todos sepan sobre su tema de trabajo cotidiano, la Química. No es de
extrañar que la Semana de la Química haya crecido de la manera que lo
ha hecho y lo seguirá haciendo. Desde nuestro ESPACIO, las seguiremos
acompañando para que la gente se siga contagiando de la pasión por
aprender y enseñar que muestran estas docentes-investigadoras. Porque es
esa pasión la que estimula a continuar en la vocación elegida.