Por Elaine Reynoso Haynes
En el presente trabajo se discute la necesidad construir una cultura científica
a partir de un enfoque glocal e incluyente. Se analiza la labor de la comunidad de
los divulgadores de la ciencia en este proceso y se propone un modelo para la
planeación, desarrollo y evaluación de los productos y las actividades de divulgación.
Hacia la construcción de una cultura científica glocal:
La ciencia y la tecnología nos afecta, cada día más, a nivel individual,
colectivo, nacional y mundial, por lo cual es urgente incorporarlas a la cultura
general de la población. Evidentemente tanto la comunidad científica como la
docente juegan un papel central en este proceso. Los primeros como generadores del
conocimiento nuevo y por consiguiente como asesores de la interpretación y la
aplicación que se haga de éste y los segundos como los que aportan a la población los
conocimientos básicos y las habilidades requeridas para lograr lo anterior. Sin
embargo, la tarea de incorporar la ciencia y la técnica a la cultura general de la
población, rebasa a estos dos sectores.
Las actividades principales del gremio de los
científicos son la investigación y la formación de futuros investigadores por lo cual
disponen de poco tiempo y oportunidades para comunicarse con la población. Por lo
general, carecen de los medios, los conocimientos y las habilidades requeridos para
llevar a cabo esta comunicación de manera exitosa. El sistema educativo tampoco
puede satisfacer las necesidades e intereses de toda la población en asuntos
relacionados con la ciencia y la tecnología, debido a que su alcance es limitado y a la
dificultad para mantenerse al día, debido al acelerado avance en los campos
mencionados.
Se ha visto la creciente necesidad de recurrir a productos y espacios de la
divulgación de la ciencia para satisfacer estas necesidades de conocimiento de la
población en materia de ciencia y tecnología. Se emplean diferentes medios como: el
escrito (libros, revistas, periódicos), la televisión, la radio, el cine, los medios
electrónicos como el Internet, así como los espacios: museos, centros de ciencia,
exposiciones, zoológicos, acuarios, jardines botánicos y parques ecológicos. También
se organizan actividades de comunicación directa con el público como: conferencias,
foros, debates, espectáculos, demostraciones, cursos y talleres para niños.
A pesar de que se incrementa el interés por la divulgación de la ciencia, aún
existen varias interrogantes como: ¿Qué cultura científica requiere la población? ¿Qué
ciencia debemos comunicar: la global o la local? ¿Cuáles deberían ser los objetivos de
las acciones de divulgación de la ciencia?
Dado que la información relacionada con ciencia y tecnología frecuentemente
viene mezclada con intenciones de carácter económico y político, sólo una persona
con ciertas bases en la materia, podrá “leer entre líneas” para identificar lo
mensajes ocultos y extraer la información que necesita para formarse su propio
criterio. Lo anterior se aplica para el nivel colectivo y personal.
Presentado en el Congreso Iberoamericano de Ciencia, Tecnología, Sociedad e Innovación celebrado en México.Fuente:
www.cooperacionib.org/glocal.php
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