BBC Ciencia
Un estudio en el Reino Unido reveló que ha habido un aumento sustancial en el número de infecciones de VIH en personas mayores de 50 años.
Según la Agencia de Protección a la Salud (HPA, por sus siglas en inglés), el número de personas mayores de 50 años a quienes se les diagnosticó el contagio en Inglaterra, Gales e Irlanda del Norte, aumentó casi tres veces desde el año 2000.
En el 2007 hubo 7.382 nuevos diagnósticos de VIH y el 8% de éstos fueron en mayores de 50 años, informó la HPA en la Conferencia Internacional de SIDA que se celebra en Viena, Austria.
La tendencia, afirman los expertos, también se ha visto en otros países.
Cifras en Estados Unidos muestran que, en algunos estados, hasta 37% de las personas que sufren el contagio tienen más de 50 años.
El estudio, dice la HPA, pone de manifiesto la importancia de practicar relaciones sexuales protegidas sin importar la edad que se tenga.
En el pasado, estudios llevados a cabo en otros países del mundo sobre la incidencia de otras infecciones sexualmente transmitidas han mostrado un aumento similar -en la última década- entre este mismo grupo de edad.
De hecho, dicen los científicos, estas enfermedades han aumentado a un ritmo mucho más rápido entre los mayores que entre los jóvenes.
"Lo que estamos mostrando es que el VIH, igual que cualquier otra infección sexualmente transmitida, es un riesgo en los mayores de 50 años. Estas infecciones no tienen una barrera de edad y pueden afectar a cualquiera"
Valerie Delpech
Mismo riesgo
Los investigadores creen que quizás entre los adultos mayores existe cierta complacencia, o la creencia de que tienen muy pocas probabilidades de contagiarse.
"Una persona de más de 50 años quizás no piensa que está en riesgo de contagiarse", afirma Valerie Delpech, una de los autores del estudio.
"Y lo que estamos mostrando es que el VIH, igual que cualquier otra infección sexualmente transmitida, es un riesgo en los mayores de 50 años. Estas infecciones no tienen una barrera de edad y pueden afectar a cualquiera", agrega.
Otra posible razón de este aumento podría ser el diagnóstico tardío de la infección entre los adultos mayores, lo cual dificulta el tratamiento.
Los autores creen que la mitad de los individuos contagiados fueron diagnosticados de forma tardía.
Entre más pronto se detecta y se trate el VIH, dicen, menos probabilidades de que éste sea transmitido y más posibilidad de tener un tratamiento exitoso.
Ruth Smith, quien dirigió la investigación, afirma: "Calculamos que casi la mitad de los adultos mayores diagnosticados entre 2000 y 20007 se contagiaron a los 50 años o después".
"Esto demuestra la importancia de llevarse a cabo análisis para detectar el VIH, a la edad que sea".
"Debemos continuamente reforzar el mensaje del 'sexo seguro': utilizar un condón con todas las parejas sean nuevas o casuales es la mejor forma de asegurar que las personas no se contagian con una infección sexualmente transmitida como el VIH".
Mayor contagio
Otro estudio llevado a cabo por la organización de ayuda Terrence Higgins Trust, encontró que en el Reino Unido las personas de más de 50 años son ahora el grupo donde el contagio de VIH está aumentando más rápidamente.
La tendencia también se está viendo en otros países, como Estados Unidos, donde se han llevado a cabo estudios sobre la incidencia de VIH entre adultos mayores.
Cifras del Instituto Nacional del Envejecimiento (NIA) -que forma parte de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos- muestran que cada vez más personas mayores en ese país viven con VIH o Sida.
Según el Instituto, cerca de 25% de los individuos con VIH/Sida tienen 50 años o más, y en algunos estados la cifra llega a 37%.
"Esto se debe a que los médicos están detectando el VIH con más frecuencia que antes en las personas mayores y debido a que la mejora en los tratamientos está ayudando a que la gente que tiene la enfermedad viva más tiempo", dice el NIA.
Fuente:
http://www.bbc.co.uk/mundo/ciencia_tecnologia/2010/07/100721_vih_viejos_men.shtml
miércoles, 21 de julio de 2010
martes, 20 de julio de 2010
Los recortes energéticos podrían poner freno al crecimiento de la Argentina
13 de Julio de 2010.
Por Jude Webber
Traducción de Claudio Pairoba
Para un gobierno que apuesta al crecimiento, la falta de una política energética a largo plazo en la Argentina – la cual resulta cada invierno en cortes de gas a las industrias ya que la provisión está destinada a los hogares – es incomprensible.
Es difícil conseguir cifras concretas dado que el tema es tan delicado para el gobierno (el cual, como cada año, está ahora negando que haya un problema con la provisión de gas). Los informes periodísticos hablan de hasta 300 grandes industrias en todo el país – 130 en el área metropolitana de Buenos Aires y 170 en el resto del país – las cuales se espera que se queden sin gas hasta el Sábado.
Las industrias han estado sufriendo los cortes de gas desde Mayo pero la situación ha empeorado a medida que las temperaturas se han vuelto más bajas en los últimos días, y muchos clientes están recibiendo el mínimo necesario de manera de no tener que apagar las máquinas y los hornos.
Es demasiado temprano para cuantificar el impacto que esto tendrá en la producción, pero hay temores de que la cosecha de azúcar en la provincia de Tucumán podría sentir el cimbronazo. El azúcar ya empezó a desaparecer de las estanterías en las últimas semanas y los supermercados solo permitían un paquete por cliente en las últimas semanas.
La Argentina es productora de gas natural y depende en gran manera del mismo como combustible industrial y doméstico así como para la generación de electricidad, a pesar de esto las tarifas domésticas están muy por debajo de aquellas en países vecinos – un recuerdo del crash argentino en el 2001. Esto estimula el uso doméstico intenso y restringe la habilidad de las empresas de reinvertir y expandir la producción y las redes. Metrogas, una distribuidora, fue recientemente intervenida por el gobierno después de decir que estaba siendo estrangulada por las deudas – pero el gobierno rechazó su aseveración de que la crisis fue causada por la demora en darle la luz verde a los aumentos de tarifas.
El mercado energético de la Argentina está plagado con subsidios, y los productores dicen que tienen dificultades por las elevadas tarifas de exportación y los bajos precios internos, y ellos necesitan invertir para expandir la producción. Como resultado, la producción de gas cayó cerca de un 5 % en los primeros cuatro meses de este año, comparado con el mismo período del año pasado, y la caída en Abril solamente fue del 6,2 % - el mes número 11 de caída constante en la producción de gas, de acuerdo a Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), un grupo de estudio.
Ahora se espera que la Argentina sea un importador neto de este combustible en menos de una década. De hecho, en los primeros 4 meses del 2010, la importación de energía creció cerca de un 50 % comparado con igual período del año pasado, según indica el IES. En el corto plazo, las restricciones al gas han encendido la importación de combustibles líquidos como el diesel y el fuel oil, los cuales son más caros y menos eficientes.
Mientras tanto, el gobierno considera que un crecimiento económico del 6,8 % este año es el piso, no el techo – una estimación compartida por muchos. Goldman Sachs acaba de subir su propia predicción a un 8 %. Para posibilitar esto, la importación de combustibles caros se ha estado incrementando – las importaciones de combustibles y lubricantes subieron un 87 % en los primeros 5 meses del año llegando a los 1390 millones de un inicio en 741 millones, y en Mayo solamente se disparó llegando a un 182 %, de acuerdo a datos oficiales. Mientras tanto, las exportaciones de combustibles y de energía cayeron un 9 % de un año a otro en Mayo pero se incrementaron un 4 % en los primeros 5 meses (los datos muestran que específicamente la exportación de hidrocarburos no se movió – elevándose solo un 1 % en el período de Enero a Mayo).
Bolivia y la Argentina renegociaron este año un ambicioso contrato de provisión de gas del 2006 el cual Bolivia no cumplió. Pero el país andino no parece ni siquiera garantizar el mínimo de 5 metros cúbicos de gas por día para su vecino sureño bajo el nuevo contrato.
El panorama es sombrío. Los ex secretarios de energía han urgido al gobierno para que acelere la exploración petrolera en alta mar, y la empresa Repsol-YPF (controlada por España), la Panamerican Energy, controlada por la británica BP y Petrobras (de Brasil) están empezando a hacer perforaciones conjuntas en la cuenca de las Malvinas (no confundir con la cuenca de las Falklands alrededor de las islas en disputa) a finales de este año, de acuerdo a los medios.
Pero incrementar la producción va a llevar tiempo. Subir las tarifas e impulsar el ahorro energético es más rápido – pero con las elecciones presidenciales acercándose el año próximo, políticamente inconveniente. Para un gobierno decidido a mantener el pie en el acelerador en términos de crecimiento, sería irónico si la escasez energética se lo impidiera.
Fuente:
http://blogs.ft.com/beyond-brics/2010/07/13/energy-shortages-could-put-brakes-on-argentinas-growth/
Por Jude Webber
Traducción de Claudio Pairoba
Para un gobierno que apuesta al crecimiento, la falta de una política energética a largo plazo en la Argentina – la cual resulta cada invierno en cortes de gas a las industrias ya que la provisión está destinada a los hogares – es incomprensible.
Es difícil conseguir cifras concretas dado que el tema es tan delicado para el gobierno (el cual, como cada año, está ahora negando que haya un problema con la provisión de gas). Los informes periodísticos hablan de hasta 300 grandes industrias en todo el país – 130 en el área metropolitana de Buenos Aires y 170 en el resto del país – las cuales se espera que se queden sin gas hasta el Sábado.
Las industrias han estado sufriendo los cortes de gas desde Mayo pero la situación ha empeorado a medida que las temperaturas se han vuelto más bajas en los últimos días, y muchos clientes están recibiendo el mínimo necesario de manera de no tener que apagar las máquinas y los hornos.
Es demasiado temprano para cuantificar el impacto que esto tendrá en la producción, pero hay temores de que la cosecha de azúcar en la provincia de Tucumán podría sentir el cimbronazo. El azúcar ya empezó a desaparecer de las estanterías en las últimas semanas y los supermercados solo permitían un paquete por cliente en las últimas semanas.
La Argentina es productora de gas natural y depende en gran manera del mismo como combustible industrial y doméstico así como para la generación de electricidad, a pesar de esto las tarifas domésticas están muy por debajo de aquellas en países vecinos – un recuerdo del crash argentino en el 2001. Esto estimula el uso doméstico intenso y restringe la habilidad de las empresas de reinvertir y expandir la producción y las redes. Metrogas, una distribuidora, fue recientemente intervenida por el gobierno después de decir que estaba siendo estrangulada por las deudas – pero el gobierno rechazó su aseveración de que la crisis fue causada por la demora en darle la luz verde a los aumentos de tarifas.
El mercado energético de la Argentina está plagado con subsidios, y los productores dicen que tienen dificultades por las elevadas tarifas de exportación y los bajos precios internos, y ellos necesitan invertir para expandir la producción. Como resultado, la producción de gas cayó cerca de un 5 % en los primeros cuatro meses de este año, comparado con el mismo período del año pasado, y la caída en Abril solamente fue del 6,2 % - el mes número 11 de caída constante en la producción de gas, de acuerdo a Investigaciones Económicas Sectoriales (IES), un grupo de estudio.
Ahora se espera que la Argentina sea un importador neto de este combustible en menos de una década. De hecho, en los primeros 4 meses del 2010, la importación de energía creció cerca de un 50 % comparado con igual período del año pasado, según indica el IES. En el corto plazo, las restricciones al gas han encendido la importación de combustibles líquidos como el diesel y el fuel oil, los cuales son más caros y menos eficientes.
Mientras tanto, el gobierno considera que un crecimiento económico del 6,8 % este año es el piso, no el techo – una estimación compartida por muchos. Goldman Sachs acaba de subir su propia predicción a un 8 %. Para posibilitar esto, la importación de combustibles caros se ha estado incrementando – las importaciones de combustibles y lubricantes subieron un 87 % en los primeros 5 meses del año llegando a los 1390 millones de un inicio en 741 millones, y en Mayo solamente se disparó llegando a un 182 %, de acuerdo a datos oficiales. Mientras tanto, las exportaciones de combustibles y de energía cayeron un 9 % de un año a otro en Mayo pero se incrementaron un 4 % en los primeros 5 meses (los datos muestran que específicamente la exportación de hidrocarburos no se movió – elevándose solo un 1 % en el período de Enero a Mayo).
Bolivia y la Argentina renegociaron este año un ambicioso contrato de provisión de gas del 2006 el cual Bolivia no cumplió. Pero el país andino no parece ni siquiera garantizar el mínimo de 5 metros cúbicos de gas por día para su vecino sureño bajo el nuevo contrato.
El panorama es sombrío. Los ex secretarios de energía han urgido al gobierno para que acelere la exploración petrolera en alta mar, y la empresa Repsol-YPF (controlada por España), la Panamerican Energy, controlada por la británica BP y Petrobras (de Brasil) están empezando a hacer perforaciones conjuntas en la cuenca de las Malvinas (no confundir con la cuenca de las Falklands alrededor de las islas en disputa) a finales de este año, de acuerdo a los medios.
Pero incrementar la producción va a llevar tiempo. Subir las tarifas e impulsar el ahorro energético es más rápido – pero con las elecciones presidenciales acercándose el año próximo, políticamente inconveniente. Para un gobierno decidido a mantener el pie en el acelerador en términos de crecimiento, sería irónico si la escasez energética se lo impidiera.
Fuente:
http://blogs.ft.com/beyond-brics/2010/07/13/energy-shortages-could-put-brakes-on-argentinas-growth/
domingo, 18 de julio de 2010
Ciencia, comunicación, ayuda y diplomacia
David Dickson
16 julio 2010
Ayudar a los países en desarrollo a comunicar y utilizar la ciencia es esencial para la cooperación internacional y la diplomacia.
El mayor factor que por sí solo limita el potencial de los países en desarrollo para alcanzar un crecimiento económico sustentable — o incluso lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio — es su habilidad para acceder y aplicar los frutos de la ciencia y la tecnología modernas.
Esta declaración es más compleja de lo que suena. Hay, por ejemplo, muchos obstáculos políticos y económicos para acceder a la ciencia y a la tecnología. E, incluso, si el acceso está garantizado, usar la ciencia y la tecnología de forma efectiva y adaptar el conocimiento a las condiciones locales sigue siendo un desafío.
Por otro lado, genera un concepto útil. Necesitamos construir capacidades que ayuden a los países en desarrollo a usar la ciencia y la tecnología en el centro de las políticas internacionales de cooperación y de iniciativas diplomáticas más amplias.
También subraya la importancia de una comunicación efectiva de la ciencia, crucial para reducir la brecha entre producir nuevo conocimiento y convertir ese conocimiento ya sea en práctica o en política, y por lo tanto, aumentar significativamente los retornos de las inversiones iniciales en investigación.
Aumentar el rol de la ciencia
Afortunadamente, la comunicación de la ciencia como una estrategia de desarrollo está abriéndose camino lentamente en la agenda política, tanto en países desarrollados como en aquellos en desarrollo.
Un creciente número de agencias de cooperación y fundaciones benéficas, por ejemplo, ahora auspician proyectos y programas en esta área. Éstas incluyen a las agencias de cooperación de Canadá, Holanda, Suecia y el Reino Unido, cada una de las cuales apoya a SciDev.Net y a otras organizaciones tales como la Federación Mundial de Periodistas Científicos.
Es difícil demostrar directamente cómo estas organizaciones ayudan a lograr metas explícitas de desarrollo. Son muchos los factores que contribuyen a conseguir logros medibles, tales como tasas más bajas de mortalidad infantil o incrementos en la producción de alimentos.
Pero parece poco probable que la creciente atención que los tomadores de decisiones le prestaron a la ciencia durante la década pasada no esté relacionada con el aumento de las iniciativas de ‘comunicación de la ciencia para el desarrollo’, y el cada vez mayor compromiso con la comunicación de la ciencia dentro de los propios países en desarrollo.
Una explicación más plausible es que aquellas iniciativas de comunicación hayan ayudado a fomentar un reconocimiento — tanto en círculos políticos como en la comunidad general — en el sentido de que las decisiones políticas deben valerse de evidencia científica en ámbitos que van desde la seguridad alimentaria hasta el cambio climático.
El anzuelo de la diplomacia científica
Esto se ha visto incentivado por un creciente interés en la ‘diplomacia científica’, un término amplio que abarca variadas formas en las que se superponen esfuerzos científicos y diplomáticos.
El gobierno estadounidense, por ejemplo, está promoviendo activamente la diplomacia científica como un componente central de su estrategia para forjar lazos con países musulmanes, tales como Indonesia.
Este enfoque tiene sus limitaciones. Como quedó claro en una reciente reunión en Wilton Park, Reino Unido, poner demasiada confianza ya sea en la ciencia, para conducir las negociaciones diplomáticas — por ejemplo, sobre el cambio climático — o en las discusiones entre científicos en reemplazo de tales negociaciones, tiene el riesgo de exagerar el estatus de la ciencia.
No obstante, la evidencia científica sólida cumple con el papel de informar las decisiones políticas a todos los niveles, desde las políticas comunitarias hasta las negociaciones diplomáticas internacionales. Mientras más sólido el razonamiento detrás de tales decisiones, más probable es que éstas alcancen sus objetivos deseados.
Alianza crucial
Y eso nuevamente subraya la importancia de la comunicación de la ciencia. La palabra clave aquí es ‘informar’. Informar las decisiones políticas significa asegurar que todos los interesados tengan acceso a información científica relevante, fácilmente comprensible; en otras palabras, comunicar bien la ciencia.
La buena comunicación de la ciencia no es un ejercicio de relaciones públicas. Su propósito no es — o no debería ser — mejorar el perfil de quienes hacen investigación o pagan por ella.
Más bien, debería poner el conocimiento científico en manos de quienes pueden usarlo (incluyendo, en áreas como armas nucleares o cultivos genéticamente modificados, a reguladores que aseguren que la ciencia involucrada se usa de forma responsable). Y, al hacerlo, garantizar que el dinero que se gasta en generar investigación asegure un mayor retorno.
Visto desde este ángulo, ciencia, comunicación y diplomacia pueden formar una importante alianza, particularmente en el contexto de la cooperación para el desarrollo. Hacer que funcione no es fácil. Pero es esencial si las metas de crecimiento económico sustentable y desarrollo social quieren alcanzarse en el mundo en desarrollo.
David Dickson
Director, SciDev.Net
Fuente:
http://www.scidev.org/es/editorials/ciencia-comunicaci-n-ayuda-y-diplomacia.html
16 julio 2010
Ayudar a los países en desarrollo a comunicar y utilizar la ciencia es esencial para la cooperación internacional y la diplomacia.
El mayor factor que por sí solo limita el potencial de los países en desarrollo para alcanzar un crecimiento económico sustentable — o incluso lograr los Objetivos de Desarrollo del Milenio — es su habilidad para acceder y aplicar los frutos de la ciencia y la tecnología modernas.
Esta declaración es más compleja de lo que suena. Hay, por ejemplo, muchos obstáculos políticos y económicos para acceder a la ciencia y a la tecnología. E, incluso, si el acceso está garantizado, usar la ciencia y la tecnología de forma efectiva y adaptar el conocimiento a las condiciones locales sigue siendo un desafío.
Por otro lado, genera un concepto útil. Necesitamos construir capacidades que ayuden a los países en desarrollo a usar la ciencia y la tecnología en el centro de las políticas internacionales de cooperación y de iniciativas diplomáticas más amplias.
También subraya la importancia de una comunicación efectiva de la ciencia, crucial para reducir la brecha entre producir nuevo conocimiento y convertir ese conocimiento ya sea en práctica o en política, y por lo tanto, aumentar significativamente los retornos de las inversiones iniciales en investigación.
Aumentar el rol de la ciencia
Afortunadamente, la comunicación de la ciencia como una estrategia de desarrollo está abriéndose camino lentamente en la agenda política, tanto en países desarrollados como en aquellos en desarrollo.
Un creciente número de agencias de cooperación y fundaciones benéficas, por ejemplo, ahora auspician proyectos y programas en esta área. Éstas incluyen a las agencias de cooperación de Canadá, Holanda, Suecia y el Reino Unido, cada una de las cuales apoya a SciDev.Net y a otras organizaciones tales como la Federación Mundial de Periodistas Científicos.
Es difícil demostrar directamente cómo estas organizaciones ayudan a lograr metas explícitas de desarrollo. Son muchos los factores que contribuyen a conseguir logros medibles, tales como tasas más bajas de mortalidad infantil o incrementos en la producción de alimentos.
Pero parece poco probable que la creciente atención que los tomadores de decisiones le prestaron a la ciencia durante la década pasada no esté relacionada con el aumento de las iniciativas de ‘comunicación de la ciencia para el desarrollo’, y el cada vez mayor compromiso con la comunicación de la ciencia dentro de los propios países en desarrollo.
Una explicación más plausible es que aquellas iniciativas de comunicación hayan ayudado a fomentar un reconocimiento — tanto en círculos políticos como en la comunidad general — en el sentido de que las decisiones políticas deben valerse de evidencia científica en ámbitos que van desde la seguridad alimentaria hasta el cambio climático.
El anzuelo de la diplomacia científica
Esto se ha visto incentivado por un creciente interés en la ‘diplomacia científica’, un término amplio que abarca variadas formas en las que se superponen esfuerzos científicos y diplomáticos.
El gobierno estadounidense, por ejemplo, está promoviendo activamente la diplomacia científica como un componente central de su estrategia para forjar lazos con países musulmanes, tales como Indonesia.
Este enfoque tiene sus limitaciones. Como quedó claro en una reciente reunión en Wilton Park, Reino Unido, poner demasiada confianza ya sea en la ciencia, para conducir las negociaciones diplomáticas — por ejemplo, sobre el cambio climático — o en las discusiones entre científicos en reemplazo de tales negociaciones, tiene el riesgo de exagerar el estatus de la ciencia.
No obstante, la evidencia científica sólida cumple con el papel de informar las decisiones políticas a todos los niveles, desde las políticas comunitarias hasta las negociaciones diplomáticas internacionales. Mientras más sólido el razonamiento detrás de tales decisiones, más probable es que éstas alcancen sus objetivos deseados.
Alianza crucial
Y eso nuevamente subraya la importancia de la comunicación de la ciencia. La palabra clave aquí es ‘informar’. Informar las decisiones políticas significa asegurar que todos los interesados tengan acceso a información científica relevante, fácilmente comprensible; en otras palabras, comunicar bien la ciencia.
La buena comunicación de la ciencia no es un ejercicio de relaciones públicas. Su propósito no es — o no debería ser — mejorar el perfil de quienes hacen investigación o pagan por ella.
Más bien, debería poner el conocimiento científico en manos de quienes pueden usarlo (incluyendo, en áreas como armas nucleares o cultivos genéticamente modificados, a reguladores que aseguren que la ciencia involucrada se usa de forma responsable). Y, al hacerlo, garantizar que el dinero que se gasta en generar investigación asegure un mayor retorno.
Visto desde este ángulo, ciencia, comunicación y diplomacia pueden formar una importante alianza, particularmente en el contexto de la cooperación para el desarrollo. Hacer que funcione no es fácil. Pero es esencial si las metas de crecimiento económico sustentable y desarrollo social quieren alcanzarse en el mundo en desarrollo.
David Dickson
Director, SciDev.Net
Fuente:
http://www.scidev.org/es/editorials/ciencia-comunicaci-n-ayuda-y-diplomacia.html
viernes, 16 de julio de 2010
Encuesta de la BBC: ¿Darle la espalda a la muerte?
¿Qué hacer cuando sabemos que se acerca el fin de la vida?
Según una reciente investigación, aún en aquellos países con excelentes sistemas de salud, los pacientes al borde la muerte no siempre experimentan los mejores cuidados y tratamientos.
El estudio fue realizado por la Economist Intelligence Unit (EIU) en 40 países del mundo, y encontró que "demasiadas personas sufren una pobre calidad de muerte, aún cuando ésta llega de forma natural".
Los países con la mejor calidad de muerte
El llamado "Índice de Calidad de Muerte" clasifica a los países estudiados de acuerdo a su provisión de cuidados paliativos, acceso a tratamientos analgésicos, políticas y fondos públicos para enfermos terminales, así como percepciones individuales y comunitarias de la muerte.
Descubrieron que la mayoría de los sistemas de salud, no importa lo bien financiados que estén, confían en parte en las organizaciones de caridad y filantrópicas para brindar apoyo a los pacientes terminales.
El Reino Unido, Australia, Nueva Zelanda, Irlanda y Bélgica fueron clasificados en los primeros cuatro lugares. Y en los últimos cinco sitios quedaron México, China, Brasil, Uganda e India. (Brasil y México fueron los dos únicos países estudiados en América Latina).
¿Qué opina usted?
¿Cuál es su postura cuando la muerte es inminente y no hay más nada que hacer?
¿Cree que tratar a pacientes terminales es en vano o considera que hay que luchar esta el último minuto?
¿Es partidario de que estos enfermos sean cuidados en un hospicio?
¿Cómo evaluaría estas prácticas en su país?
¡Participe!
Puede participar en http://newsforums.bbc.co.uk/ws/es/thread.jspa?forumID=12187
martes, 13 de julio de 2010
La “cómoda” relación entre los médicos y la industria médica bajo ataque
Por EconomyWatch
Traducción de Claudio Pairoba
13 de Julio de 2010.
En el más reciente esfuerzo por romper la, a menudo, cómoda relación entre los médicos y la industria médica, la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan se ha convertido en la primera en decidir que ya no aceptará dinero de los productores de medicamentos y fabricantes de aparatos para pagar los cursos que los profesionales necesitan para renovar sus licencias médicas.
Funcionarios de la universidad votaron por eliminar la financiación comercial, a partir del próximo Enero, para la educación médica de postgrado, una práctica que se ha vuelto el centro de atención de miembros de la comunidad educativa, asociaciones médicas, expertos en ética y legistas debido a su potencial para promover productos antes que los intereses del paciente.
El Dr. James O. Woolliscroft, decano de la Facultad de Medicina de Michigan, dijo que los miembros prominentes de la entidad “querían que la educación estuviera libre de intereses, que se base en la mejor evidencia y en una visión equilibrada del tema en discusión.”
Mientras que la financiación en cuestión llega hasta U$S 1 millón al año en Michigan, los pagos comerciales para conferencistas de la industria y cursos a nivel nacional llegan a cerca de U$S 1000 millones, cerca de la mitad de los gastos para tales cursos.
El debate acerca de si la profesión médica debería desarrollar un modelo separado de la industria para la educación de postgrado es un tema delicado.
Ya en este año, el debate ha conducido a enfrentamientos públicos ante la posición defensiva que grupos de médicos han adoptado frente a las propuestas de nuevas restricciones para la participación de la industria en los cursos conocidos como Educación Médica Continuada o EMC.
El cuerpo de acreditación para educación médica de postgrado, por ejemplo, recientemente expresó que no va a otorgar más crédito a doctores por asistir a congresos médicos que consistan en empleados de la industria presentando investigación de productos.
La decisión se encontró con aullidos de descontento por parte de algunos médicos este mes, incluyendo al director de los Institutos Nacionales de Salud y al presidente de la Sociedad de Cardiología Norteamericana, quien dijo que va a aislar a los médicos del conocimiento científico.
En el otro lado de la cuestión, un experto en ética médica enfatizó que la prohibición no fué lo suficientemente lejos.
El Dr. Bernard Lo, autor principal en el 2008 de un informe del Instituto de Medicina sobre conflictos de interés, dijo que a los médicos privados así como los académicos a quienes se les paga para hablar ante las compañías farmacéuticas se les debería prohibir presentar material educativo en conferencias acreditadas.
“Portavoces para sus productos,” los llamó.
Las compañías de educación médica privadas, las cuales reciben dinero de las empresas farmacéuticas para organizar tales cursos y algunos doctores que dirigen esos cursos, no comparten la idea de que el financiamiento de oradores por parte de la industria lleve a parcialidades.
La educación médica continuada se ha vuelto un gran negocio en los EE.UU., con más de 700 proveedores acreditados.
El gasto total en tales cursos alcanzó un máximo de U$S 2.500 millones en el 2007, incluyendo un record de U$S 1.200 millones pagados por las compañías, de acuerdo al Concejo para Acreditación de la Educación Médica Continuada, un grupo regulador sin fines de lucro.
Ha disminuído ligeramente desde entonces a medida que la academia introdujo nuevos límites para la participación de la industria.
Thomas Sullivan, presidente de la Rockpointe Corporation, una compañía de educación médica que ha recibido millones de dólares de empresas farmacéuticas, dijo que el sistema de acreditación está construido con sistemas de control para prevenir la influencia de la industria sobre el contenido de los cursos o el proceso de selección.
Los cursos mismos están dirigidos a mejorar la atención del paciente, dijo, no a promocionar una determinada marca o tratamiento.
“Realmente no estamos tratando de incrementar las prescripciones,” dijo Sullivan, quien escribe un blog llamado Políticas y Medicina. “Es más que nada acerca de dar un mejor cuidado.”
Pero el Dr. Michael Steinman, un profesor de medicina asociado del Centro Médico V.A. San Francisco quien ha estudiado el uso de la educación médica como una estrategia de marketing, manifestó que las compañías enfrentan un conflicto de intereses inherente.
“Los proveedores de los cursos tienen un sutil, y probablemente inconciente, incentivo de brindar cursos que sean favorables para la industria porque ellos saben donde se les unta el pan,” expresó.
Aún así, no hay muchos trabajos científicos que estén investigando el potencial del comercio tendencioso en los cursos de educación médica continuada.
El Dr. Steinman, quien condujo uno de tales estudios, dijo que investigación relacionada en ciencias sociales demuestra que la gente que recibe regalos a menudo se siente obligada a devolver el favor, de acuerdo a un artículo publicado en el New York Times (1).
“La industria no estaría pagando miles de millones de dólares para hacer esto si no los beneficiara,” dijo. El debate se puso al rojo en una reunión en Junio, cuando algunos de los más reconocidos médicos de la nación se enteraron de la decisión del comité de acreditación de negar a los médicos créditos educativos si empleados de la industria presentaban hallazgos en el congreso de otoño de la Asociación Cardiológica Norteamericana.
El Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud, criticó “la increíble movida para aplastar algo que es realmente importante para nosotros, lo cual es la ciencia que se está llevando a cabo en el sector privado.”
Por otra parte, el Dr. Clyde W. Yancy, presidente de la Asociación Cardiológica, dijo que estaba armando una contundente apelación para el grupo acreditador.
Pero el Dr. Murray Kopelow, jefe ejecutivo del concejo de acreditación, dijo que la política se aplica solamente a empleados de compañías que hablan acerca de productos, no a aquellos que dan charlas sobre ciencia básica o metodología de la investigación.
“La ciencia que hace la industria puede ser informada por la industria si no tiene nada que ver con hacer propaganda, promocionar o crear un mercado para un producto,” dijo en una entrevista.
El concejo de acreditación comenzó en el 2004 a insistir en que los cursos deberían estar “libres del control de un interés comercial”, pero algunas organizaciones médicas como la asociación cardiológica han estado protestando desde que una clarificación el año pasado prohibía a empleados de la industria hablar sobre sus líneas de negocios en eventos acreditados.
A medida que los grupos médicos se mantienen alejados del dinero de la industria, los médicos pueden tener que enfrentarse a cursos más caros, dijo el Dr. Paul R. Lichter, director del Kellog Eye Center de la Universidad de Michigan.
Su departamento no ha aceptado dinero de las empresas para tales cursos por décadas, dijo.
El año entrante, la Facultad de Medicina en su totalidad planea eliminar la financiación comercial para los programas.
“Esto se puede hacer,” dijo Lichter. “Es a lo que estamos acostumbrados lo que hace difícil el cambio.”
1. Debate over Industry role in educating doctors. Natasha Singer y Duff Wilson.
http://www.nytimes.com/2010/06/24/business/24meded.html?_r=2&emc=eta1.
Traducción de Claudio Pairoba
13 de Julio de 2010.
En el más reciente esfuerzo por romper la, a menudo, cómoda relación entre los médicos y la industria médica, la Facultad de Medicina de la Universidad de Michigan se ha convertido en la primera en decidir que ya no aceptará dinero de los productores de medicamentos y fabricantes de aparatos para pagar los cursos que los profesionales necesitan para renovar sus licencias médicas.
Funcionarios de la universidad votaron por eliminar la financiación comercial, a partir del próximo Enero, para la educación médica de postgrado, una práctica que se ha vuelto el centro de atención de miembros de la comunidad educativa, asociaciones médicas, expertos en ética y legistas debido a su potencial para promover productos antes que los intereses del paciente.
El Dr. James O. Woolliscroft, decano de la Facultad de Medicina de Michigan, dijo que los miembros prominentes de la entidad “querían que la educación estuviera libre de intereses, que se base en la mejor evidencia y en una visión equilibrada del tema en discusión.”
Mientras que la financiación en cuestión llega hasta U$S 1 millón al año en Michigan, los pagos comerciales para conferencistas de la industria y cursos a nivel nacional llegan a cerca de U$S 1000 millones, cerca de la mitad de los gastos para tales cursos.
El debate acerca de si la profesión médica debería desarrollar un modelo separado de la industria para la educación de postgrado es un tema delicado.
Ya en este año, el debate ha conducido a enfrentamientos públicos ante la posición defensiva que grupos de médicos han adoptado frente a las propuestas de nuevas restricciones para la participación de la industria en los cursos conocidos como Educación Médica Continuada o EMC.
El cuerpo de acreditación para educación médica de postgrado, por ejemplo, recientemente expresó que no va a otorgar más crédito a doctores por asistir a congresos médicos que consistan en empleados de la industria presentando investigación de productos.
La decisión se encontró con aullidos de descontento por parte de algunos médicos este mes, incluyendo al director de los Institutos Nacionales de Salud y al presidente de la Sociedad de Cardiología Norteamericana, quien dijo que va a aislar a los médicos del conocimiento científico.
En el otro lado de la cuestión, un experto en ética médica enfatizó que la prohibición no fué lo suficientemente lejos.
El Dr. Bernard Lo, autor principal en el 2008 de un informe del Instituto de Medicina sobre conflictos de interés, dijo que a los médicos privados así como los académicos a quienes se les paga para hablar ante las compañías farmacéuticas se les debería prohibir presentar material educativo en conferencias acreditadas.
“Portavoces para sus productos,” los llamó.
Las compañías de educación médica privadas, las cuales reciben dinero de las empresas farmacéuticas para organizar tales cursos y algunos doctores que dirigen esos cursos, no comparten la idea de que el financiamiento de oradores por parte de la industria lleve a parcialidades.
La educación médica continuada se ha vuelto un gran negocio en los EE.UU., con más de 700 proveedores acreditados.
El gasto total en tales cursos alcanzó un máximo de U$S 2.500 millones en el 2007, incluyendo un record de U$S 1.200 millones pagados por las compañías, de acuerdo al Concejo para Acreditación de la Educación Médica Continuada, un grupo regulador sin fines de lucro.
Ha disminuído ligeramente desde entonces a medida que la academia introdujo nuevos límites para la participación de la industria.
Thomas Sullivan, presidente de la Rockpointe Corporation, una compañía de educación médica que ha recibido millones de dólares de empresas farmacéuticas, dijo que el sistema de acreditación está construido con sistemas de control para prevenir la influencia de la industria sobre el contenido de los cursos o el proceso de selección.
Los cursos mismos están dirigidos a mejorar la atención del paciente, dijo, no a promocionar una determinada marca o tratamiento.
“Realmente no estamos tratando de incrementar las prescripciones,” dijo Sullivan, quien escribe un blog llamado Políticas y Medicina. “Es más que nada acerca de dar un mejor cuidado.”
Pero el Dr. Michael Steinman, un profesor de medicina asociado del Centro Médico V.A. San Francisco quien ha estudiado el uso de la educación médica como una estrategia de marketing, manifestó que las compañías enfrentan un conflicto de intereses inherente.
“Los proveedores de los cursos tienen un sutil, y probablemente inconciente, incentivo de brindar cursos que sean favorables para la industria porque ellos saben donde se les unta el pan,” expresó.
Aún así, no hay muchos trabajos científicos que estén investigando el potencial del comercio tendencioso en los cursos de educación médica continuada.
El Dr. Steinman, quien condujo uno de tales estudios, dijo que investigación relacionada en ciencias sociales demuestra que la gente que recibe regalos a menudo se siente obligada a devolver el favor, de acuerdo a un artículo publicado en el New York Times (1).
“La industria no estaría pagando miles de millones de dólares para hacer esto si no los beneficiara,” dijo. El debate se puso al rojo en una reunión en Junio, cuando algunos de los más reconocidos médicos de la nación se enteraron de la decisión del comité de acreditación de negar a los médicos créditos educativos si empleados de la industria presentaban hallazgos en el congreso de otoño de la Asociación Cardiológica Norteamericana.
El Dr. Francis Collins, director de los Institutos Nacionales de Salud, criticó “la increíble movida para aplastar algo que es realmente importante para nosotros, lo cual es la ciencia que se está llevando a cabo en el sector privado.”
Por otra parte, el Dr. Clyde W. Yancy, presidente de la Asociación Cardiológica, dijo que estaba armando una contundente apelación para el grupo acreditador.
Pero el Dr. Murray Kopelow, jefe ejecutivo del concejo de acreditación, dijo que la política se aplica solamente a empleados de compañías que hablan acerca de productos, no a aquellos que dan charlas sobre ciencia básica o metodología de la investigación.
“La ciencia que hace la industria puede ser informada por la industria si no tiene nada que ver con hacer propaganda, promocionar o crear un mercado para un producto,” dijo en una entrevista.
El concejo de acreditación comenzó en el 2004 a insistir en que los cursos deberían estar “libres del control de un interés comercial”, pero algunas organizaciones médicas como la asociación cardiológica han estado protestando desde que una clarificación el año pasado prohibía a empleados de la industria hablar sobre sus líneas de negocios en eventos acreditados.
A medida que los grupos médicos se mantienen alejados del dinero de la industria, los médicos pueden tener que enfrentarse a cursos más caros, dijo el Dr. Paul R. Lichter, director del Kellog Eye Center de la Universidad de Michigan.
Su departamento no ha aceptado dinero de las empresas para tales cursos por décadas, dijo.
El año entrante, la Facultad de Medicina en su totalidad planea eliminar la financiación comercial para los programas.
“Esto se puede hacer,” dijo Lichter. “Es a lo que estamos acostumbrados lo que hace difícil el cambio.”
1. Debate over Industry role in educating doctors. Natasha Singer y Duff Wilson.
http://www.nytimes.com/2010/06/24/business/24meded.html?_r=2&emc=eta1.
martes, 6 de julio de 2010
Serias Limitaciones en el Mayor Estudio Mundial Sobre Relación Entre Cáncer y Uso de Teléfono Móvil
La investigación más extensa del mundo acerca de los posibles vínculos entre el uso de la telefonía celular y los tumores cerebrales no es concluyente, según un científico canadiense que colaboró en el IISG (Interphone International Study Group).
Jack Siemiatycki, epidemiólogo de la Universidad de Montreal, sostiene que el acceso restringido de los investigadores a los participantes compromete la validez de los resultados del estudio, publicado recientemente en la revista International Journal of Epidemiology, y declara que los resultados del Interphone Study son ambiguos, sorprendentes, y desconcertantes.
El Interphone International Study Group, que examinó si las radiofrecuencias de los teléfonos móviles podrían estar correlacionadas con algunos tumores cerebrales, fue coordinado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer. La investigación fue dirigida por 21 epidemiólogos de Australia, Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Israel, Italia, Japón, Nueva Zelanda, Noruega, Suecia, y el Reino Unido. Más de 10.000 personas tomaron parte en el estudio: usuarios de teléfonos móviles, gente que no los utiliza, usuarios que sobrevivieron al cáncer cerebral, así como supervivientes que nunca los habían empleado.
"Si combinamos a todos los usuarios y los comparamos con los no usuarios, el estudio no indica incremento en el cáncer cerebral para los usuarios. De hecho, sorprendentemente, encontramos que cuando combinábamos los usuarios independientemente de cuánto usan el teléfono móvil, tenían un menor riesgo de contraer cáncer cerebral que los no usuarios", explica el Dr. Siemiatycki. "Sin embargo, el estudio indica también que quienes usan mucho el teléfono móvil parecen tener un mayor riesgo de desarrollar tumores cerebrales que los no usuarios".
¿Por qué la discrepancia? Dicho de un modo simple, los científicos están inseguros. La atención se ha dirigido ahora a la metodología del estudio y, en particular, a la representatividad de los sujetos que participaron en él. Es posible que los participantes sanos del grupo de control y los que padecieron cáncer no proporcionaran un conjunto preciso de datos sobre su uso del teléfono móvil. Siemiatycki argumenta que este problema surgió debido a las restricciones que los comités de ética imponen a los investigadores. Dichos comités aplican tales restricciones para garantizar la protección de ciertos derechos de los potenciales sujetos de investigación.
A pesar de los resultados no concluyentes del Interphone Study, la gente no debería verlos como un indicio de que usar móvil provoca cáncer. "Si hay riesgos, probablemente sean muy pequeños", recalca Siemiatycki.
Fuente:
http://www.amazings.com/ciencia/noticias/050710d.html
domingo, 4 de julio de 2010
Sólo para químicos orgánicos: ¿Otra (des)ilusión por la ausencia de paladio?
Por Derek Lowe
Como mencionamos aquí antes, han habido varios episodios donde la gente ha pensado que han descubierto una nueva reacción de acople catalizada por algún metal que hasta el momento no se sabía que pudiera hacer tal cosa. Pero un análisis más exhaustivo a menudo revela que trazas de paladio, cobre u otros metales más reactivos están todavía en el sistema y son responsables por los resultados.
El candidato más reciente ha sido una serie de reacciones catalizadas por oro. Los complejos de oro se han puesto muy de moda en los últimos años, después de un largo período donde se los consideraba prácticamente inútiles. Pero tal vez las cosas hayan llegado un poquito lejos. Un nuevo artículo científico en Organic Letters examina algunas reacciones de acople catalizadas por oro y encontró que, bueno...
Los informes experimentales afirman que el oro (Au (I)) es selectivo y muy activo, por ejemplo para el acople cruzado entre aril haluros y acetilenos (“Sonogashira libre de paladio, por ejemplo), en presencia de bases débiles. Sorprendentemente, este extraño proceso no ha sido investigado en su aspecto mecanístico. Decidimos iniciar experimentos que explicarían la catálisis cruzada con oro en ausencia de paladio, pero en realidad lo que estamos informando es nuestra incapacidad para encontrar un mecanismo plausible. Es más, nuestros experimentos sugieren que la presencia de paladio podría explicar la catálisis de Sonogashira libre de paladio que se ha informado...
Es el paso de adición oxidativa (el primero en el ciclo) el que hace que las cosas se desarreglen. Los complejos de oro (por lo menos aquellos sobre los que se informa) no parecen poder llevarlo a cabo. Por otro lado, como indican los autores, incluso el oro de alta calidad a menudo tiene un poquitito de paladio, y ese poquitito es todo lo que se necesita.
Fuente:
http://pipeline.corante.com/archives/2010/06/30/another_zeropalladium_delusion.php
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