Evita en la residencia presidencial "Palacio Unzué", luego demolida (Foto: Sylvia Salmi - Fuente: CeDIAP/Archivo Corbis) |
Corría la década del ’70. El gobierno militar gobernaba la Argentina con mano férrea y consecuencias que son de dominio público.
La música, tantas veces vista como una forma de hacer
circular ideas no compartidas por el poder dictatorial, no era ajena a la
situación de control extremo y censura que se vivía.
A varios miles de kilómetros, en la tierra con la cual la Argentina tiene una
historia de conflictos, se componía una canción sobre uno de los personajes
más emblemáticos de la Argentina.
Nacida en Inglaterra
Corría el año 1976 cuando la dupla Lloyd Weber – Rice grababa
en Inglaterra, con la voz de Julie Covington, una canción que se convertiría en
histórica. Posteriormente, en 1978, esta canción se incluiría en el musical
“Evita”. Los violines comenzaban una melodía de lamento que daba paso a la voz
de Evita hablándole a su pueblo. Nacía “No llores por mí, Argentina”.
El resto de la historia es conocida. Lo que tal vez no sea tan conocido
es el hecho de que la canción fue sistemáticamente prohibida por el gobierno
militar argentino. El grado de censura varió desde la eliminación absoluta
hasta la alteración parcial de su título en los discos de la época. Hay tres
ejemplos de lo que sucedía por aquellos años.
No me fallés Papetti
En el programa humorístico “La tuerca” (para los que nunca
tuvieron la oportunidad de ver uno era una forma de hacer humor muy popular,
divertida y actualmente inexistente) había un sketch en el cual un jefe (Tino
Pascali) esperaba a su tímida secretaria en su departamento. Preparando el
escenario para lo que prometía ser una noche inolvidable, Pascali ponía un disco del saxofonista Fausto Papetti. El sensual sonido de este
instrumento era una garantía de que todo transcurriría sobre ruedas. Pero Papetti
fallaba siempre. En realidad no era Papetti el que fallaba, si no que siempre
algo pasaba para que los planes del jefe se vieran frustrados.
En 1979 le fallaron a Papetti al publicar su disco “23a Raccolta”, el cual incluía el tema ‘No llores por mí”. La “Argentina” había
sido eliminada del título por el censor de turno. Algunos solo notarían con los años lo
que había sucedido.
Hermanos censurados
Por aquellos años, el famoso duo de los hermanos Karen y
Richard Carpenter lanzaban su disco “Pasaje”. En este caso no se modificó el
título de la canción, la misma directamente se eliminó. No sería hasta muchos
años después y con el relanzamiento del álbum en CD (realizado por los japoneses quienes adoran al dúo), que la canción reaparecería
como originalmente.
La voz única de Karen era el vehículo perfecto
para transmitir la profunda melancolía que caracteriza a este tema.
Antes de Grease
La blonda cantante australiana (nacida en Inglaterra) Olivia
Newton John lanzaba en el año 1977 el álbum “Making a good thing better”. La
última pista del lado 1 en el vinilo nunca llegó a aparecer en el lanzamiento
argentino. ¿Qué había en esa pista? ¡Sí! Adivinó. La versión de “No llores por mí, Argentina”.
Al igual que con el álbum de Carpenters, no sería hasta la
aparición de la versión en CD, que nos enteraríamos que Olivia se había
sumado al frenesí mundial de interpretar la canción ahora histórica. Y que a
pesar de los intentos, no pudo ser silenciada.
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