miércoles, 2 de septiembre de 2015

Los modos de la dependencia académica

Entrevista a la socióloga Fernanda Beigel, de la Universidad de Cuyo. 


Los rankings internacionales de universidades y los sistemas de indexación de revistas científicas son, dice Beigel, “dos grandes inventos de la cúspide del sistema académico” que van delineando la agenda global del conocimiento.


El concepto de dependencia académica se refiere a la estructura desigual de producción y difusión de conocimiento construida históricamente en el sistema científico internacional, según explica la socióloga y doctora en Ciencias Políticas y Sociales Fernanda Beigel, que coordinó junto a la profesora egipcia Hanan Sabea el libro Dependencia académica y profesionalización en el Sur. Perspectivas de la periferia (Ediunc-Sephis). En diálogo con Página/12, Beigel asegura que ya no se puede hablar de “imperialismo académico” porque los métodos de influencia de los centros hegemónicos de conocimiento se han refinado, sin que ello implique la merma de su impacto en la definición de agendas y metodologías de investigación. Asimismo, señala a los rankings de universidades y a los sistemas de indexación de revistas científicas como “dos grandes inventos de la cúspide del sistema académico” y alerta sobre la dicotomía generada entre los investigadores argentinos que participan del circuito internacional y los que no.

 

–¿A qué momento histórico se remonta el fenómeno de la dependencia académica en Latinoamérica y el resto de las regiones periféricas?

–Eso implica la necesidad de distinguir el concepto de dependencia académica de lo que algunos llaman imperialismo académico, que es una forma de colonización que podríamos extenderla desde 1492, cuando los saberes locales o indígenas fueron colonizados o superpuestos con saberes europeos. En cambio, el concepto de dependencia académica es mucho más reciente y no se refiere exclusivamente a la imposición de una idea sobre otra, como si fuese posible aculturar completamente a una población, sino que implica formas más sutiles. Tiene que ver con una relación entre sistemas universitarios, con la imposición de agendas temáticas y también, por ejemplo, con la existencia de fundaciones o institutos de países centrales que financian a países subdesarrollados o dependientes. Lo que ya no es posible es esa forma de imperialismo que se impone de un país central a un país periférico, porque los países periféricos tienen un campo académico desarrollado, con sus propias tradiciones.

 

–En el libro se señalan las diferentes facetas que tiene este fenómeno de la dependencia académica. Un aspecto importante es esa capacidad que tienen los centros académicos de orientar las agendas de investigación. ¿Cómo se da este mecanismo y cuáles son sus efectos?

–La principal modalidad de imposición de discusiones en el momento actual es a través del sistema de publicaciones, porque los investigadores, las instituciones y las universidades están muy presionados por la necesidad de publicar en determinadas revistas de prestigio internacional. Ese prestigio lo tienen en general las revistas americanas o las revistas importantes del mundo anglosajón, que tienen sistemas de indexación como Thomson Reuters o Scopus. Entonces, si querés publicar en esas revistas, te ves compelido a discutir sobre la base de los conceptos y las referencias bibliográficas que se discuten allí y, además, te ves obligado a escribir en inglés. En Argentina la publicación internacional es definitoria, por ejemplo, para el ingreso a carrera en Conicet. Entonces, si eso es definitorio, vas a ir orientándote a un debate internacional en el que lógicamente te vas inscribiendo dentro de un marco. Eso no significa que implique una aculturación ni una imposición absoluta y total, pero sí marca límites, temas, metodologías, estilos de publicación, estilos de producción...

 

–¿Qué opciones tienen quienes quieren producir en castellano o abocarse a temas de un interés más acotado?

–Quienes quedan fuera de eso tienen una tendencia en general a publicar en revistas locales que tienen menos distribución, pero que en algunos casos también se leen mucho. Esas publicaciones no son muy recompensadas por ejemplo en el Conicet, pero sí son recompensadas en las universidades, entonces los investigadores pueden perfectamente alcanzar un puesto en la universidad como profesor titular. Eso ha hecho que tengamos en la Argentina una división cada vez más fuerte entre un grupo de científicos muy internacionalizado y un grupo muy anclado en lo nacional. Y lo triste de eso es que los que están anclados en lo internacional miran poco lo nacional o contribuyen poco a la discusión sobre los problemas locales, cuando en realidad eso debería ser un interés de cualquier investigador. Esa oposición ha ido generando una dicotomía cada vez más fuerte, cuando sería importante mantener la universalidad de la ciencia, pero también la preocupación por los problemas nacionales.

 

–La forma de revertir la situación, entonces, tiene que ver necesariamente con modificar estructuralmente el sistema académico.

–Tiene que ver sobre todo con empezar a pensar en modos de circulación del conocimiento regionales, entre las periferias. También con desmontar ese prestigio construido a nivel internacional y aceptado prácticamente sin crítica por los científicos de las comunidades periféricas para empezar a dialogar un poco más entre nosotros. Me refiero por ejemplo a Asia, Africa, América latina. En general, si ves los números de las citaciones de estas revistas de las que hablo, es como más lógico y obligatorio citar a un investigador americano o europeo y no a un latinoamericano, un africano o un asiático. Todo eso se ha ido generando en las últimas décadas y estamos en un momento en que podemos empezar a cambiarlo, a generar otros circuitos circulación y discusión.

 

–El libro reúne trabajos de investigadores latinoamericanos, africanos y asiáticos expuestos en un encuentro realizado en la Universidad Nacional de Cuyo. ¿El fenómeno de la dependencia académica tiene características similares en esos territorios tan diversos?

–Si comparamos Asia, Africa y América latina vamos a encontrar un conjunto de diferencias importantes. América latina es un continente que tiene un campo intelectual y un campo académico de larga data, 200 años de desarrollo; no es la misma situación que se encuentra en algunos sectores de Asia o de Africa, si bien también allí hay países con una importante tradición intelectual. El tema es que también hay un problema lingüístico. Nosotros en el encuentro que fue el origen del libro armamos un sistema de traducción simultánea porque era el único modo de lograr escucharnos. En América latina tenemos la dificultad de una política de traducción muy débil y también por eso miramos hacia el Norte o escribimos en español nada más. La posibilidad de dialogar con otras comunidades académicas exige un manejo de alguna forma de política de traducción.

 

–Frecuentemente leemos noticias que celebran o se espantan de la posición de las universidades argentinas en los rankings mundiales. ¿El hecho de que estos rankings aparezcan como la medida de la calidad académica se relaciona con el fenómeno de la dependencia?

–Sí, totalmente, porque los rankings, al igual que los sistemas de indexación de revistas, son dos grandes inventos de la cúspide de este sistema académico mundial que ha ido dominando Estados Unidos y moldeando a imagen y semejanza del científico norteamericano. Esto, al punto de que los rankings de revistas o universidades se constituyen como una meta, como el modelo que las grandes universidades pretenden imitar. El hecho de que la UBA, por ejemplo, esté más arriba de los rankings significa quizá que es más dependiente de ese tipo de modelo, de estructuras de pensamiento. Por eso, no siempre es una buena noticia.

 

–En los ’60 académicos “dependentistas” plantearon este fenómeno como problema teórico y contribuyeron a generar debate a su alrededor. ¿Qué pasó con estos aportes y cuál es el estado de la discusión hoy?

–Los teóricos de la dependencia tuvieron mucha circulación en los años ’60 y la teoría de la dependencia fue casi el tema único de todas las ciencias sociales en América latina. Tuvieron incluso repercusión en Asia, Africa, hubo mucho diálogo Sur-Sur. Pero después de eso hubo dos factores que influyeron mucho en la merma de la lectura de este tipo de autores: vinieron las dictaduras en el Cono Sur y, por otro lado, mayormente esos escritos estaban en español y las traducciones al inglés eran muy escasas, entonces la única difusión importante que tuvo la teoría de la dependencia fue a través de Andre Gunder Frank en Estados Unidos y algo de Fernando Henrique Cardoso. Los escritos de Gunder Frank terminaban reduciendo la relación de dependencia a una relación metrópolis-periferia y se simplificaron mucho los contenidos que habían tratado de generar los dependentistas. Esto terminó con un embate muy fuerte tanto por derecha como por izquierda en los ’90, cuando se planteó que la teoría de la dependencia ya estaba fuera de vigencia, que como ahora estábamos en la globalización y las naciones habían desaparecido el tema de la dependencia no tenía sentido. Después, pudimos saber que la globalización no hizo desaparecer los estados nación y eso ha hecho que se tenga interés en volver a leer a los dependentistas para pensar los procesos sin perder de vista el contexto de dominación.


Entrevista: Delfina Torres Cabreros.

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jueves, 27 de agosto de 2015

Manejo eficiente de tecnologías para diabetes


Un grupo de investigadores de nuestra universidad recibirá un reconocimiento por parte del Concejo de la ciudad de Rosario por su trabajo para el desarrollo de un pancreas artificial.

 
Docentes-investigadores pertenecientes a las facultades de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura (FCEIA), Cs. Médicas y al Centro Internacional Franco Argentino de Cs. de la Información y Sistemas (CIFASIS, Instituto de doble dependencia UNR-CONICET) trabajan en el desarrollo de un páncreas artificial.
 
A raíz de la difusión dada por un medio local, los investigadores fueron contactados por concejales de nuestra ciudad interesados en reconocer su labor.
 
La Dra. Marta Basualdo, una de las responsables del proyecto, al hablar sobre el mismo comentó que "está fuertemente vinculado a la temática de aplicaciones de control de procesos. Una parte de este trabajo lo realizamos con alumnos de Ingeniería Electrónica que presentaron sus proyectos finales: Maximiliano Benegui, Juan J. Bora y Lucas Griva, quienes a su vez fueron premiados con becas TICs de la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica. Lucas Griva ganó su beca doctoral de CONICET en esta temática con lugar de trabajo en CIFASIS bajo mi dirección. También ha colaborado intensamente la Dra. Pamela Viale de la Licenciatura en Cs. de la Comunicación y el Dr. Patricio Luppi becario posdoctoral de CIFASIS bajo mi dirección y también docente del Departamento de Control".
 
Por parte de la Facultad de Cs. Médicas participan el Dr. Pablo Arias (vicepresidente del capítulo litoral de la Sociedad Argentina de Diabetes) y la médica María Florencia Badías.
 
Al referirse al apoyo recibido para el desarrollo del proyecto, la investigadora remarcó "el apoyo institucional del Departamento de Control de la FCEIyA-UNR y de CIFASIS (CONICET-UNR). Gracias a esta publicación algunos concejales toman conocimiento de nuestra labor  y me contactan para darles más detalles y surgió la intención por parte de ellos de proponer se nos otorgue un diploma de honor, según puede verse de la web oficial del Concejo en el apartado reconocimientos ,y además estamos en la lista de personas distinguidas por el Concejo".
 
La ceremonia oficial de entrega del Diploma de honor se realizará el 28 de agosto  a las 11hs. en las dependencias del Concejo Municipal.
 
 
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Secretaría de Ciencia y Tecnología
Facultad de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura
Universidad Nacional de Rosario

sábado, 22 de agosto de 2015

Un exquisito palacio porteño, cuna de ricos y "patos"




Por las calles arboladas de Barrio Norte, recorriendo sus arterias empedradas, escuché que la radio del taxi anunciaba un viaje para la calle Ugarteche y Cabello. Confirmé, y en menos de cinco minutos llegué al lugar: se trataba del conocido Palacio de Los Patos.

Me anuncié en el sector de seguridad del edificio y a los pocos minutos salió María Teresa, una señora muy elegante. Luego de los saludos de rigor y las indicaciones para llegar a destino, le pregunté: "Ya que usted vive aquí, ¿me podrá contar la verdadera historia del Palacio de Los Patos?". La señora se explayó brevemente sobre los aspectos más relevantes de la propiedad y su historia.

Cuando llegamos a destino, con la señora María Teresa intercambiamos nuestros números de teléfono. Me dijo que pasara por la administración del edificio, ya que era una de las propietarias y administradoras, y me informaría sobre la historia del palacio. También me contó que faltaba poco para los 80 años de la inauguración del edificio.

Tras varios meses y cuando menos lo esperaba recibí una invitación de María Teresa para concurrir al Palacio, porque se haría una extraordinaria recepción para conmemorar los 80 años, el 10 de diciembre último.

Ese día fui recibido por las señoras María Teresa y Silvia, que me permitieron recorrer y apreciar los sitios más importantes del edificio con sus exquisitos y lujosos patios interiores, además de visitar las muestras de importantes artistas plásticos que allí exponían. 


Foto: Carlos Guarella


Y me enteré de la historia completa de este emblemático edificio porteño del que haré una breve reseña.

El Palacio de Los Patos tuvo su origen en París, según el comentario que hiciera el señor Manuel Chopitea, hijo de don Alfredo Chopitea, propietario original del monumental edificio. Don Alfredo viajaba de manera habitual a Europa con toda su familia. En uno de esos recorridos quedó fascinado con un edificio que vio en la Ciudad Luz y pergeñó la idea de construir uno igual en Buenos Aires. Entonces, ubicó y contrató al arquitecto francés que lo había construido para lograr su sueño. Se trataba de Henri Azière, que sobre los datos del terreno porteño disponible, confeccionó los planos del nuevo edificio.

Pero Don Alfredo consideró que podían aprovecharse mejor los espacios. Entonces contrató al arquitecto Julio Senillosa y modificó el proyecto original. Alcanzaron así las 144 unidades funcionales, que combinaron el diseño original de Azière, el interés de Chopitea y el valioso aporte de Senillosa.

El origen del nombre Palacio de Los Patos es bastante controversial. No hay datos fehacientes, pero contaré lo que pude obtener basándome en el libro Historia del Palacio de Los Patos, del escritor Jorge Ercasi.

La tradición dice que los primeros inquilinos fueron familias de buena cuna y delgada billetera. La leyenda cuenta que en este edificio encontraron el lugar ideal para disimular sus penurias y aparentar que todo seguía igual. En el lunfardo porteño, la palabra "pato" expresa a la persona carente de dinero. Es que el plumaje del pato, aún estando en el agua, siempre está "seco".

Ver El Palacio de Los Patos en un mapa ampliado

Otra versión dice que por la zona hubo una especie de arroyuelo, que hoy está entubado y desemboca en el Río de la Plata, conocido como Arroyo Ugarteche, en el que habitaban patos.

No obstante, sea cual fuere el origen con que el ácido humor porteño lo bautizó, podemos garantizar que el nombre hoy tan incorporado a la cultura ciudadana manifiesta un íntimo deseo de muchas personas que quisieran poder vivir en él.

Desde el año 1959 el edificio fue administrado por sus propietarios, habiendo sido el primero el Ingeniero Leslie Lomax. Actualmente lo hacen las señoras Silvia Moras y María Teresa Jaunarena. También hay que destacar que importantes personalidades han ocupado algunas de las 144 unidades.

Con esta somera reseña de este emblemático lugar de nuestra ciudad, nos alejamos habiendo conocido algo más de lo muy destacable que tiene el patrimonio cultural porteño. 

Hasta nuestro próximo encuentro. 

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jueves, 20 de agosto de 2015

Laboratorios remotos de Física

Los laboratorios remotos permiten realizar una práctica real de Física por medio de Internet sin tener que desplazarse a un centro universitario. La Universidad Nacional de Rosario participa en un proyecto internacional sobre el tema.
Sonia Concari (SeCyT - FCEIA) es una de las integrantes del proyecto.


La colaboración entre las universidades nacionales de Rosario (UNR) y del Litoral (a través de la Facultad de Ingeniería Química) con la Universidad Estatal a Distancia (UNED) de Costa Rica forma parte de un proyecto internacional financiado por el estado argentino. El objetivo es el desarrollo de este tipo de laboratorios en la UNED.
 
La Universidad Nacional de Rosario participa a través de la Facultad de Ciencias Exactas, Ingeniería y Agrimensura (FCEIA), y la Dra. Sandra Concari (Secretaria de Ciencia y Tecnología - FCEIA) es una de las participantes del proyecto (ver video adjunto). Concari expresó que el obetivo del proyecto es "asistir a la UNED para desarrollar, con fines académicos, un entorno on line para el uso compartido de laboratorios remotos de experimentación real que incrementen el valor educativo y científico de los aprendizajes en Ciencias e Ingeniería".
 

El proyecto "Asistencia para el desarrollo de un laboratorio remoto de física y uso compartido de entornos experimentales en Ciencias e Ingeniería" surge de la interacción entre docentes de la UNRy  la UNED durante un encuentro internacional, lo que dio origen a la colaboración.
 
Los laboratorios remotos ya están en uso en las dos universidades argentinas y sus docentes se comprometen, a través de este proyecto, a prestar apoyo para la implementación de laboratorios remotos en alguna de las sedes de la UNED.
 
Las acciones previstas incluyen la adquisición de equipos para la UNED, estancia de docentes de la UNED en laboratorios argentinos y la colaboración permanente via Internet para lograr los objetivos planteados.
 
Los laboratorios están disponibles las 24 horas del día permitiendo una flexibilidad de horarios para que los estudiantes realicen sus prácticas.

sábado, 15 de agosto de 2015

IFIR: Se presentó el sistema fotovoltaico


Con la presencia de autoridades e investigadores se dio una charla explicativa sobre los paneles solares instalados en el techo del instituto.
Los paneles solares se encuentran en el techo del IFIR (Foto: Prensa CCT-CONICET Rosario).

 
Organizado por el Instituto de Física de Rosario (IFIR, instituto de doble dependencia UNR-CONICET), se presentó el sistema fotovoltaico instalado en el techo de la institución. Si bien dicho sistema genera energía eléctrica que es utilizada en el edificio, los paneles también se utilizarán con fines de investigación.
 
El encuentro comenzó con palabras del director del IFIR, Dr. Roberto Rivarola quien expresó “me parece muy importante este logro del sistema fotovoltaico el cual se ha concretado gracias a un proyecto de larga data de Rubén Piacentini y Miguel Angel Lara. Todo esto conforma parte de una red nacional, que tiene una de sus aristas en el IFIR pero que está diseminada a través de todo el país”.

El Dr. Rivarola durante la apertura del encuentro (Foto: C. Pairoba)

Rivarola recordó al fallecido Arq. José Maria Carracedo quien participó activamente en la construcción del edificio pensando en la incorporación del sistema fotovoltaico. De igual manera agradeció la colaboración de todo el personal del IFIR por su trabajo para poner a punto el equipamiento así como el aporte de los paneles solares por parte de la Universidad Nacional de San Martin.
 
Diseño edilicio
A su turno, el Dr. Rubén Piacentini, Director del Área de Física de la atmósfera, Radiación Solar y Astropartículas del IFIR, enfatizó la relación entre diseño de edificios y ahorro energético. Al respecto, mencionó que las ventanas vidriadas de techo a suelo implican un consumo de energía enorme, algo que parece un contrasentido en los tiempos que corren.
 
“Ya hay edificios en el mundo de energía cero y alguno de ellos exportan energía ya que tienen otro diseño. Hay edificios que consumen un 10% de lo que consume un edificio como este en energía eléctrica. En estos momentos se están tomando medidas muy interesantes en cuanto a edificación y estamos colaborando con la formación de ingenieros, arquitectos y físicos” comentó el investigador.

El Dr. Ruben Piacentirni durante su charla sobre el sistema fotovoltaico y el uso de energía en edificios (Foto: C. Pairoba)

Al continuar hablando sobre avances tecnológicos Piacentini mencionó que “se están investigando sistemas fotovoltaicos orgánicos, incorporados a la pintura. Si bien la eficiencia es baja, la pintura junto con hilos captores de la energía eléctrica lleva a que un techo pueda usarse como una estructura fotovoltaica, transformando la energía solar en eléctrica.”
 
En cuanto a la cuestión económica el investigador indicó que “en los estados norteamericanos que tienen mucho sol (California, Colorado,) el kW solar privado compite con el nuclear que está tremendamente subvencionado. En Buenos Aires la gente tendría que pagar 14 veces más de lo que está pagando, ya que está subvencionado. China está produciendo una central en el desierto de Gobi que produce 1 GW, lo cual representa el 5% del consumo de la Argentina. Este tipo de sistemas se está expandiendo en el mundo.”

Los paneles solares ubicados en el techo del IFIR (Foto: C. Pairoba)

Entre los temas a investigar está el polvo atmosférico que puede afectar a los paneles solares. Esa deposición reduce la potencia eléctrica generada por el sistema. Por ejemplo, en el Sahara se están diseñando centrales que van a alimentar Europa. Los vientos del desierto levantan grandes cantidades de polvo lo cual afectaría a los paneles. Una de las propuestas de los investigadores del IFIR busca diseñar sistemas que detecten el nivel de contaminación y decidan automáticamente en qué momento se produce la disminución en la generación eléctrica. También se está estudiando la posibilidad de aumentar el número de paneles con el fin de alimentar energéticamente todo el predio.
 
El proyecto como vínculo con la sociedad
El Dr. Miguel Angel Lara, otro de los responsables del proyecto y  Director del Laboratorio de Energías Alternativas enfatizó la importancia de la difusión de estas actividades. Al respecto, recordó el concurso destinado al desarrollo de equipos para energías renovables (Concursol) que se viene realizando con gran respuesta de la ciudad desde hace varios años.
 
“Estamos fomentando la utilización de energías renovables para un uso futuro. Mi participación en este proyecto es hacer una transferencia llave en mano y que sirva de difusión” manifestó el investigador.

El Dr. Rivarrola junto al Dr. Lara (izq), el Dr. Piacentini (der) y dos colaboradores (Foto: C. Pairoba)

Agradeciendo el aporte de Piacentini, las autoridades y el personal técnico del instituto así como de integrantes de la Maestría en Energía Renovables, Lara cerró recordando que “muchos chicos vienen a visitarnos, ver los laboratorios y hacernos preguntas. Es importante la responsabilidad que tenemos como investigadores ante la sociedad. Por eso, cuando tenemos un logro como este me siento muy satisfecho”.
 
 

viernes, 7 de agosto de 2015

Candidatos y políticas científicas

La visión de cuatro candidatos presidenciales acerca de ciencia, tecnología e innovación.


El Foro de Información sobre Políticas en Ciencia, Tecnología e Innovación elaboró un cuestionario con la colaboración de personas que trabajan en este campo. El mismo fue enviado a varios candidatos presidenciales.

Se adjuntan las respuestas provistas por cuatro de ellos:

Daniel Scioli

Ernesto Sanz

Mauricio Macri

Margarita Stolbizer


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Red Argentina de Periodismo Científico

Proyecto sonómetro libre

Dos grupos de investigación de nuestra universidad nos cuentan sobre su más reciente proyecto. 


El sonómetro se instalará en el Centro Cultural Fontanarrosa para que los ciudadanos tomen conciencia de los niveles de ruido (Foto: GEII).

El sonómetro libre es un proyecto de desarrollo de varios modelos de sonómetro de diseño abierto y accesible a la comunidad en Internet llevado adelante por el Laboratorio de Acústica y Electroacústica de la Facultad de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura (FCEIA) conjuntamente con el GEII (Grupo de Experimentación Innovativa e Instrumental), perteneciente a la Secretaría de Ciencia y Técnica, también de la FCEIA, Universidad Nacional de Rosario.

Tradicionalmente un sonómetro de calidad científica como el que construimos, es un equipo sumamente costoso cuya accesibilidad está limitada a laboratorios o reparticiones oficiales, además de algunos pocos especialistas. Diferente es la situación en el caso de la medición de otras cantidades físicas como la distancia, el volumen, la velocidad, el peso(masa), la temperatura, etc., para las cuales existen instrumentos económicos de aceptable exactitud y de amplia difusión. La posibilidad de experimentar la medición de dichas cantidades implica tener una mayor conciencia intuitiva de las mismas.

El caso del nivel sonoro es particularmente problemático porque a la falta de acceso a la posibilidad de medirlo se agrega una confusión generalizada de la que se hacen frecuente eco los medios de comunicación masiva. Un problema es la rápida variación en el tiempo de los valores de los niveles, problema que solucionamos memorizando durante un momento dichas cantidades para dar tiempo de ser captadas. La posibilidad de acceso a las mediciones acústicas elementales permitiría a la sociedad, sobre todo a los jóvenes, relacionar lo que escuchan con la medición, igual que se hace con la temperatura o el peso.

Etapa 1: Sonómetro libre gigante
El sonómetro gigante es una primera implementación consistente en un visualizador numérico de gran tamaño, claramente visible desde una distancia de hasta 80 m que presenta el nivel sonoro ponderado A existente en el lugar (el que se emplea en la mayoría de las Ordenanzas y criterios sobre molestia y riesgo auditivo). A esta descripción se agrega el hecho de que los dígitos son presentados en tres colores: verde cuando los niveles sonoros son seguros, amarillo cuando se encuentran en la zona de precaución y rojo cuando se está en presencia de niveles potencialmente perjudiciales a mediano o largo plazo.

La ubicación seleccionada para su instalación permanente será la fachada del Centro Cultural "Roberto Fontanarrosa" en la Plaza Pinasco, ya que es además de un lugar de concurrencia masiva, un sitio en el cual hay momentos de la jornada (sobre todo de noche) en que hay niveles muy bajos, pero donde durante el día hay una miniestación de colectivos urbanos muy concurrida, con muchas líneas de colectivos, siendo también un lugar donde cada tanto se realizan espectáculos con música amplificada. Esto ofrece todo un abanico de situaciones sonoras que permitirá a los concurrentes apreciar el significado real de los diferentes niveles. La tonalidad de las cifras(verde, amarillo o rojo) permitirá además hacerse una idea de cuándo la exposición es potencialnente peligrosa y ayudará a aprender a valorar el ambiente acústicamente saludable al ser humano capaz de reconocerlo.

Fuente
Grupo de Experimentación Innovativa e Instrumental
FCEIA - UNR
Viamonte 147 bis - 2000 Rosario Argentina
Tel.fax: 54 341 4808549
http://www.fceia.unr.edu.ar/geii
Secretaría de Ciencia y Tecnología
Facultad de Cs. Exactas, Ingeniería y Agrimensura
Universidad Nacional de Rosario

Me siento Rosario: mostrando lo bueno de vivir en la ciudad junto al río marrón

Un grupo de jóvenes muestra su pasión por la ciudad en un corto que destaca parte de sus habitantes y actividades. Messi, Aymar, el Acuario ...