lunes, 9 de agosto de 2010

Bisfenol A: de vuelta al ruedo


En Abril de 2008 se generó un gran revuelo al darse a conocer los potenciales efectos nocivos de una sustancia química: el bisfenol A (BPA). De repente, el nombre de este compuesto estaba en boca de todos, ya que entre sus múltiples usos los plásticos de los cuales forma parte se usan en la elaboración de mamaderas.

Los diarios informaban que en los EE.UU. el Programa Nacional de Toxicología había reconocido que el BPA, usado en la elaboración de botellas plásticas, latas y envases tetrabrik podría causar cáncer, siendo fetos y recién nacidos los más expuestos de acuerdo a una seria de estudios en animales. Investigadores argentinos alertaban sobre la presencia de BPA en el medio ambiente y para peor se determinó que este compuesto se transfiere a los contenidos con mayor facilidad al calentar latas y mamaderas plásticas. Al mismo tiempo, Canadá decidía prohibir el uso de mamaderas de plástico desde el 2009, basándose en estudios propios.

La utilización de este compuesto comenzó en la década del 50 para la fabricación de plásticos duros, pinturas epoxi (que recubren el interior de latas y envases tetrabrik) y también en la elaboración de sellantes odontológicos. El BPA en muy bajas cantidades tiene capacidad estrogénica, imitando los efectos de las hormonas femeninas. Los estudios en animales indican que muy bajas dosis de esta sustancia podrían llegar a causar patologías tales como cáncer de próstata o mama, al igual que lesiones cerebrales o pubertad precoz.

En nuestro país, el Departamento de Evaluación Técnica del Instituto Nacional de Alimentos (INAL) de la ANMAT (Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica) manifestaba estar atento a lo que publicaban las agencias de seguridad de otros países. Un comunicado emitido por la ANMAT en ese momento expresaba que “la ANMAT informa que no hay definición al respecto en ninguna de las agencias de control y fiscalización a nivel mundial, hasta la fecha. No obstante, esta Administración continuará realizando consultas con expertos a nivel nacional e internacional a efectos de tomar las medidas necesarias del caso”.

Recuerdo cuando muchas madres volvieron a comprar mamaderas de vidrio, las cuales son más caras. Con el tiempo, el tema fue quedando en el olvido y hoy en día las mamaderas de vidrio languidecen en las estanterías de muchos negocios.

BPA: el regreso

Después de 2 años, el tema del BPA vuelve a estar en el tapete. Un nuevo artículo indica que numerosos experimentos demuestran que el BPA está presente en los tickets impresos en papel térmico los cuales pueden ser una fuente, hasta ahora inadvertida, del polémico químico. Los fabricantes de este tipo de papel usan una mezcla de BPA, un colorante y un solvente los cuales son depositados sobre un lado del papel. Al someter el papel al calor o a la presión, estos 3 compuestos se mezclan para liberar el color de la tinta.

John Warner, un químico que había trabajado para Polaroid por muchos años, recordó el método que se usaba para preparar el papel térmico cuando el tema del BPA empezó a cobrar importancia. Al recordarlo, decidió encomendar a sus alumnos del Warner Babcock Institute for Green Chemistry que hicieran pruebas para detectar la presencia de esta sustancia en los tickets. Los resultados fueron sorprendentes: el compuesto aparecía en cantidades significativas. Sus conclusiones se publicaron el 28 de Julio pasado en la revista Green Chemistry Letters and Reviews. Luego de recolectar 10 tickets en el área de la ciudad de Boston, los investigadores encontraron que 6 contenían entre 1,09 y 1,70 % de BPA por peso de papel, otros dos contenían entre 0,30 y 0,83 % mientras que el último par no registraba cantidades medibles.

Un estudio similar realizado en Suiza y publicado en Analytical and Bioanalytical Chemistry testeó 13 tickets europeos, 11 de los cuales contenían niveles de BPA entre 0,8 y 1,7 % del peso del papel.

El estudio también demostró que este BPA presente en los tickets impresos en papel térmico, se desprende con facilidad. El solo hecho de sostener el papel hacía que cantidades significativas de BPA se depositen sobre los dedos. Dos horas después de haber tocado un ticket, el 30% del BPA transferido ya no se podía extraer de las manos: había penetrado en la piel. Si el BPA se aplicaba sobre los dedos junto con etanol, al cabo de 2 horas había desaparecido por completo.

Si bien esto no sería un problema para un cliente ocasional, sí puede resultar peligroso para una cajera embarazada que haya humectado sus manos con crema, lo cual crea una situación que facilita la penetración de la sustancia en cuestión. En estas condiciones, esa empleada podría estarse acercando peligrosamente a los límites máximos para BPA permitidos por los EE.UU. y Europa.

Estudios independientes llevados a cabo por otras organizaciones han encontrado resultados similares.

¿Qué hacer?
En los EE.UU. ya se están tomando medidas para determinar los alcances del tema. Kristina Thayer, del Programa Toxicológico Nacional indicó que están evaluando las formas de estudiar la exposición de personas que manejan diariamente este tipo de tickets, cuánto y cuán profundo se absorbe el BPA, así como las condiciones que facilitan el proceso.

Una alternativa al uso de este compuesto sería el empleo del sulfonato de bisfenol, el cual está siendo incorporado por algunas compañías que fabrican papel térmico y que abrieron el paraguas al ver los informes respecto de los potenciales problemas que el BPA puede ocasionar. El tema es que, por el momento, la gente no tiene forma de diferenciar entre los papeles elaborados con uno u otro compuesto, algo que se podría solucionar fácilmente incorporando una leyenda aclaratoria, por ejemplo, en el reverso del ticket.

La senadora norteamericana Diane Feinstein, autora de un proyecto de ley que restringe el uso de BPA, indica que el tema de los tickets es una clara señal de la presencia de este peligroso compuesto en productos de la más diversa índole. Si bien la industria ha estado en contra del proyecto por ella presentado, la senadora considera que es una buena señal que algunas empresas hayan decidido dejar de usar BPA en los tickets. “Estas compañías deberían ser mencionadas, y espero que los consumidores pidan que otras empresas sigan este camino”, agregó.

Fuentes:
http://www.sciencenews.org/view/generic/id/61764/title/Receipts_a_large_%E2%80%94_and_largely_ignored_%E2%80%94_source_of_BPA
http://edant.clarin.com/diario/2008/04/29/sociedad/s-02815.htm
http://edant.clarin.com/diario/2008/04/17/sociedad/s-03607.htm
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1006109
http://www.anmat.gov.ar/COMUNICADOS/PRENSA/2008/COMUNICADO_PRENSA_BISFENOL_A.PDF

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